Algo ha cambiado profundamente si se compara el trío actual con aquel otro más antiguo de las Azores El primer trío estaba constituido por tiranos que finalmente fueron a parar al basurero de la historia. Enemistados como estaban con algunos medios (que ahora apoyan la cita en Libia), enfrentados masivamente por sus pueblos, optaron por […]
Algo ha cambiado profundamente si se compara el trío actual con aquel otro más antiguo de las Azores
El primer trío estaba constituido por tiranos que finalmente fueron a parar al basurero de la historia. Enemistados como estaban con algunos medios (que ahora apoyan la cita en Libia), enfrentados masivamente por sus pueblos, optaron por una remota isla casi deshabitada para declarar su guerra. El nuevo trío en cambio lanzó su propia guerra, propia de Obama, en medio de la gira propagandística que este último acaba de realizar por algunos países de Latinoamérica. El líder del nuevo trío es un mago sofisticado, pero de aparición en aparición desnuda solo cinismo. Repartió en el transcurso de su gira por Brasil y Chile toda clase de falsas promesas acompañadas siempre por el cada vez más repudiado abrazo paternal con el que quiere arrinconarnos. Frente a aquel trío que se buscó un lugar remoto, este trío que ahora se estrena declaró su guerra en la oficina que Obama compartía en ese momento con su anfitriona, la presidenta de Brasil, obviando el hecho de que ella había sido crítica con la resolución de la ONU que días antes dió luz verde a los ataques. Obama como todos sabemos pronunció entonces aquel siniestro «procedan» el cual por otro lado lo inscribe en la larguísima lista de presidentes norteamericanos que han iniciado guerras, sin poder acabarlas después. Este caso además cuenta con el aditivo seductor, potenciador, de ser el nuevo atacante un Premio Nobel de la Paz.
Este nuevo trío medíático por otro lado, es el resultado de aquel otro, tan tristemente célebre.
Obama es el icono o cristalización viviente de lo que ha venido a representar la democracia liberal, el sistema democrático representativo, represivo,con federalización global obligada incluida.
El trío representa en conjunto los estertores de la política liberal o neoliberal, que hoy son sinónimos. Su devota fe en una democracia salpicada de crímenes masivos y crecientes cercenamientos a los derechos de los trabajadores es según su autoasumida creencia, universal y eterno. Es lo que ha dejado ver en su estéril, repetitivo e insípido discurso en Chile, donde ofreció «igualdad» a sus socios latinos, mientras repartía amenazas a Cuba, olvidándose de que el 99% de los países del mundo (excepto EEUU e Israel) han repudiado una y otra vez, hasta 18 años seguidos, el trato vejatorio y vengativo que aplica USA a ese país.
Por hechos que se deducen de todo esto, el bombardeo en Libia no empezó el sábado 19 de marzo como todos estamos predestinados a creer o ser convictos. La primera señal externa del bombardeo, parece haber sido el cambio de bando de dos altos ministros de Gaddafi que no solo renunciaron sino que inmediatamente, y sincronizadamente, junto a los representantes de Libia en la ONU y en EEUU y otros países, se pasaron a un bando rebelde. Este apareció de la manga contando con armamento pesado y aviones aunque hasta entonces fue invisible para los que seguíamos el itinerario de las rebeliones en el mundo árabe, los ojos del mago y su coequiper. El golpe, previamente planificado, señalados los objetivos y los blancos por un ejército de espías, diplomáticos y negociadores (cuyas conversaciones y chantajes ojalá el futuro nos depare, con la ayuda de filtraciones).
Las defecciones que instalaron el tema de la rebelión en Libia incluyeron nada menos que al Ministro del Interior y al Ministro de Justicia. Habiéndose ejecutado la asonada con el sincronizado apoyo de una parte del ejército regular libio, con armamento pesado y arsenales enteros incluidos, en cualquier parte del mundo estos hechos hubieran sido catalogados como un vulgar intento de golpe de estado. Pero en Libia, en cambio, esta era la señal acordada para la aparición en la superficie de la punta del iceberg, la rebelión de Benghazi, que desencadenó, como esperaban los golpistas, la aparición instantánea de un sincronizado complot internacional que ahora es evidente que se había planificado previamente «calculando el momento preciso en que emergió la ventana de oportunidad para este negocio», como podría leerse en cualquier campaña de estrategia de marketing.
Según un artículo de Mike Whitney traducido por Rebelión, «la administración Obama nunca habría lanzado una guerra contra Libia si no tuviera ya preparado un títere dispuesto a asumir el poder tan pronto como terminen los combates». El títere en cuestión parece ser Mustafa Abdul Jalil. Este excesivamente reciente «ex ministro» de Justicia de Gaddafi, aparece actualmente como el dirigente de la oposición del Consejo Transitorio Nacional Libio, que controla a los insurgentes de Al Bayda». Este «rebelde» respondió al The Daily Beast qué es lo que haría si él llegara a ganar en Libia
«Mustafa Abdul Jalil:
• «Estamos luchando por una nueva Libia democrática y civil, dirigida por un gobierno democrático y civil que se centre en el desarrollo económico, en la construcción de la sociedad civil e instituciones civiles y un sistema multipartidista. Una Libia que respete todos los acuerdos internacionales, que se lleve bien con sus vecinos, que luche contra el terrorismo, que respete todas las religiones y etnias… Buscaremos una transición suave y pacífica, redactando una nueva constitución que lleve al país a unas elecciones parlamentarias y legislativas libres y justas, así como a elecciones presidenciales… Habrá una conferencia pacífica de gobierno de acuerdo con las elecciones, bajo la observación de las organizaciones internacionales.»
Todas las palabras vacías del discurso de Obama en Chile, aprendidas en una noche de insomnio, con entrenadores de la inteligencia occidental. Todo lo que occidente quiere escuchar, resumido en cien palabras, una detrás de otra, toda la doctrina de «democracia restringida», que justamente ahora prueba su pacifismo y su respeto a las otras culturas y naciones, invadiendo una vez más.
¡Democracy NOw!
Después de aquella señal de los golpistas vino la andanada de bombardeos mediáticos de ablandamiento que a la larga, difamando, satanizando tanto a partir de hechos reales magnificados con lentes deformantes, como de hechos ficticios aglutinados en una masa de metralla sicológica, difundiendo truculentas noticias que casi simultáneamente probaron ser fraudulentas, bombardearon con información canalla a la población civil del mundo entero. El arsenal mediático incluyó joyas ya probadas previamente en la campaña de las falsas armas de destrucción masiva falsamente atribuidas a Sadam Hussein, tan valiosas que sirvieron entonces como el argumento clave utilizado por USA y sus socios para lograr la resolución-ONU que, como sabemos, inicializa las invasiones, sentencia los genocidios tal y como han acaecido en Irak y en Afganistán, probados hasta el cansancio, aunque los medios se desentiendan de los números terroríficos. Los misiles mediáticos de este nuevo bombardeo incluían otra clase muy efectiva probada en la primera guerra del Golfo. En realidad estos misiles en cuestión, ya fueron utilizados por los nazis pero en esta nueva oportunidad y con el uso las nuevas tecnologías el artilugio, o sopa, fue servido simultáneamente a millones y millones de mesas con el reportaje de una enfermera de Kuwait que contó traumatizada cómo llegaron soldados iraquíes a la sala de los recién nacidos al hospital donde ella trabajaba y después de sacar a los bebés de las incubadoras, los estrellaron contra el suelo. Esta tremenda imagen de brutalidad, como no tardó en probarse aunque esta prueba fuera ya estéril, había sido filmada utilizando como protagonista del falso testimonio, a la hija del embajador de Kuwait en USA. El mismo arsenal de la guerra tóxica de la información ha sido utilizado ahora otra vez en esta nueva campaña montada a partir de la mencionada señal de coordinación lanzada por los golpistas en Libia. Desde el mismo minuto en que se emitió esa señal han machacado día y noche a la población civil con andanadas truculentas de imágenes de tumbas masivas a cielo abierto con víctimas de los ataques contra la población civil, atribuidos a Gaddafi, rumores insistentes que aseguraron que Gaddafi contaba con armas químicas que pensaba arrojar al Mediterráneo, el bombazo trasmitido por la CNN mostrando a una aterrorizada ciudadana de Tripoli que exclamaba ¡ahora vienen los mercenarios de Gaddafi a masacrarnos! Dicen incluso por ahí que Gaddafi ha matado 80 mil personas, y que no se ven imágenes porque «han encargado a los mercenarios del dictador esconder los cadáveres». Todo este conjunto, bombardeado a diario sobre una población civil mundial indefensa y atemorizada, ha probado ser una secuencia de mentiras planeadas, desmentidas en pequeños párrafos invisibles cuando ha sido demasiado evidente el fraude. Fábricas de información fraudulenta han producido en serie, a ritmo de economía de guerra, millones de misiles teledirigidos que han caído y caen en racimos creando cráteres cada vez más profundos en la opinión pública.
Democracy NOw y el trío de Río
La vida es ahora una caja iluminada que se llama democracia NOw: el escenario terminal de la lucha a muerte de los gladiadores que llenan nuestros días y nuestras noches.
Robustos y cínicos, estos nuevos protagonistas, oxigenan la vieja escena del crimen. Es una caja emocional, pero es una caja cerrada: después de los azotes de las guerras, las crisis, las conquistas, las pérdidas de derechos, la caja seguirá cerrada, las listas de Forbes seguirán cerradas, los balances de las multinacionales seguirán cerrados. Asistimos conmovidos a cambios de mano de países enteros, derrumbes, amenazas con extensión de cobertura universal, más allá del terrorismo ya, más allá de los estados amenazantes ya: la libertad de risa se expande a todos los terrenos.
La patética intervención de Cachorro Blair, la parodia de discusión democrática entre unos y peores en la Cámara de los Comunes, o peor aún, la evidencia de la alineación guerrera en España, la parodia de estadista comprometido con los derechos humanos que protagonizan a los codazos, la parodia de un nuevo escenario para la misma caja boba donde estos guerreros armados juegan con acciones y movimientos masivos de capitales al estilo de los brokers. Son países enteros siguiendo a líderes buitres. Subidos a su cresta, a tsunamis mentales de escala geopolítica y planetaria, evidencian distorsiones perceptivas, muestran pérdidas de todo contacto con la realidad.
La precipitación de ésta o de futuras decisiones que han llevado o llevarán a los protagonistas a romper las maneras más elementales de sus democracias espúreas está explicada por las leyes básicas que rigen esta caja cerrada de las competiciones entre los más fuertes, a las que se llama democracias occidentales: la especulación y el lucro rápido, el manotazo de rapiña, la ley impuesta por los poseedores de los activos para los que es ley vital jugar siempre agresivamente, el concepto de una guerra de competencia eterna, global, universal, perdidas la percepción de las consecuencias a mediano y largo plazo de sus movimientos de conquista, como declaran después todos los brokers enloquecidos.
Los aliados, la coalición, o como se llame a este conjunto de hirvientes demócratas que están transfiriendo a sus pueblos los daños colaterales de la acción de los especuladores nacionales y foráneos que actúan en cada uno de estos países, cuenta entre sus filas a ya notorios miembros apaleados por el resto, como Grecia, o a futuros apaleados en lista de espera, como Italia y España. Estos últimos países mientras siguen sonámbulos a los tambores de guerra, aumentan el gasto público con inversiones de conquista y aventuras de guerra propias de fondos buitres mientras al mismo tiempo restringen todos los derechos de la población argumentando por lo tanto, maliciosamente, fraudulentamente, que no hay presupuesto que aguante tanto gasto social. Estas democracias okupadas por la especulación caminan tambaleando, con equilibrio inestable, tras un botín de guerra prometido, o al menos, para escapar de las consecuencias que una falta de euforia guerrera podría traerles aparejada, por parte del Amo Transatlántico.
Blog del autor: http://marcosavilaenblog.blogspot.com/
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