El presidente de Yemen, Ali Abdallah Saleh, aseguró ante una concentración de sus partidarios en la capital, Sana´a, que «nos defenderemos con todas nuestras fuerzas y por todos los medios» y amenazó con sacar al Ejército «a defender nuestras instituciones, nuestros barrios y nuestras ciudades». Como botón de muestra, tres manifestantes murieron por disparos de […]
El presidente de Yemen, Ali Abdallah Saleh, aseguró ante una concentración de sus partidarios en la capital, Sana´a, que «nos defenderemos con todas nuestras fuerzas y por todos los medios» y amenazó con sacar al Ejército «a defender nuestras instituciones, nuestros barrios y nuestras ciudades».
Como botón de muestra, tres manifestantes murieron por disparos de soldados en la localidad de Ibb, en Yemen del Sur.
Saleh reaccionaba así al pulso lanzado por la oposición, dispuesta a ocupar los edificios públicos, y al llamamiento de Washington a una «transición ordenada». Lo cierto es que casi nadie cree ya en una salida negociada a la crisis.
Qatar ha abandonado la mediación de las cleptocracias del Golfo. Incluso la oposición tolerada, que aceptó el plan para permitir la salida impune del dictador, le acusó de lanzar «una declaración de guerra en toda regla» y anunció una intensificación de las protestas para transformarlas en un «movimiento de desobediencia civil que fuerce la caída del presidente». La oposición en la calle está en ello desde hace meses.