Traducido del inglés para Rebelión por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.
Los miembros de la Knesset Ofir Akunis, del Likud, y Faina Kirshenbaum, de Israel Beitenu, presentaron el miércoles al Parlamento israelí una versión revisada del proyecto de ley destinada a prohibir o restringir el financiamiento gubernamental extranjero de grupos israelíes de la sociedad civil.
La nueva versión llega después de la congelación de la semana pasada, por parte del Primer Ministro Benjamín Netanyahu, del proceso de votación de la versión previa debido a las críticas públicas del proyecto por parte de la comunidad internacional incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido.
Si se aprueba, esta enmienda de la Ley de Asociaciones israelí y de la Ordenanza de Declaración de Impuestos de Israel, prohibirá la financiación pública extranjera a las organizaciones israelíes que nieguen la existencia del Estado de Israel, inciten al racismo, apoyen la lucha armada contra el Estado de Israel, el procesamiento de cargos electos y soldados del ejército en tribunales internacionales, llamen a la objeción de conciencia, a servir en el ejército y apoyen el boicot al Estado de Israel o a sus ciudadanos.
Además, cualquier contribución de un gobierno extranjero a una institución pública estará sometida a un impuesto del 45% a menos que esta institución solicite una exención especial a través del comité parlamentario y el Ministerio de Finanzas. Este proceso, según se informa, requerirá una audiencia parlamentaria para las asociaciones que busquen la exención fiscal.
El proyecto de ley propuesto procura excluir de estas restricciones e impuestos a organizaciones «respetables» dirigidas al bienestar y la educación, eximiendo a las organizaciones que reciben financiación del gobierno israelí al mismo tiempo que están financiadas por gobiernos extranjeros.
Según la TV israelí y los análisis de la prensa respecto al nuevo proyecto de ley, éste deberá discutirse en un plazo de 10 días y prepararlo para la primera votación en la Knesset. Según afirman, las organizaciones a las que se debe prohibir totalmente que reciban financiación extranjera incluyen a Asalah, Yes Gvul y la Coalición de Mujeres por la Paz, mientras que las candidatas a pagar impuestos incluyen a Btselem y Médicos Por los Derechos Humanos de Israel.
A pesar de la distinción que se señala entre la prohibición completa y la imposición de tributos, en la práctica un impuesto del 45% sobre las donaciones conduciría, en efecto, a que acabase la financiación por parte de los gobiernos extranjeros, ya que los Estados miembros de la Unión Europea no están dispuestos a permitir la transferencia de casi la mitad de sus donaciones al gobierno israelí. De ahí que un gran número de ONG en Israel estén expuestas a perder la financiación pública extranjera si se aprueba esa legislación.
Fuente: http://www.jnews.org.uk/news/new-bill-restricting-foreign-funding-to-israeli-ngos-back-on-agenda