Recomiendo:
0

Los planes sionistas sobre Jerusalén

La ansiada mayoría demográfica

Fuentes: Centro de Información Alternativa

Desde que Jerusalén Oriental fue anexada de facto en 1967 al Estado de Israel y legalmente incorporada en 1980 -ocupación que viola el derecho internacional y que no es reconocida por la comunidad internacional-, el gobierno se ha propuesto enceguecedoramente en crear determinada situación demográfica y geográfica en Jerusalén que frustre cualquier intento futuro destinado […]

Desde que Jerusalén Oriental fue anexada de facto en 1967 al Estado de Israel y legalmente incorporada en 1980 -ocupación que viola el derecho internacional y que no es reconocida por la comunidad internacional-, el gobierno se ha propuesto enceguecedoramente en crear determinada situación demográfica y geográfica en Jerusalén que frustre cualquier intento futuro destinado a desafiar la soberanía israelí sobre la ciudad.

Mediante una minuciosa y meditada construcción de colonias y enclaves en sitios puntuales, el objetivo ha sido el establecimiento de una mayoría judía en la ciudad, lo cual viene necesariamente acompañado de una reducción del número de palestinos residentes de Jerusalén. De este modo, llegado el caso de un acuerdo de paz, la división de Jerusalén resultaría prácticamente imposible.

Como explica Sergio Yahni en la entrevista concedida al Centro de Información Alternativa, el establecimiento de colonias está diseñado en base a un riguroso plan arquitectónico compuesto por círculos concéntricos: el punto de inicio es la Ciudad Vieja (Barrio Musulmán y Cristiano) la cual está envuelta por enclaves de colonos en los barrios palestinos adyacentes, situados en la denominada Cuenca Sagrada (Silwan, Sheikh Jarrah, a-Tur, Jabel Mukaber); luego se encuentran los asentamientos masivos que tocan los límites urbanos de Jerusalén (Ramot Allon, Neve Yaakov, Pisgat Ze´ev, Harmon Hanatziv, Gillo, Har Homa, entre otros) y finalmente una cuarta línea de asentamientos metropolitanos ubicados en Cisjordania (Giva´at Ze´ev, Ma´ale Adumim, Betar Illit, Efrat, entre otros), en los cuales vive casi el 80% de los colonos.

La escisión es doble. Por un lado, las líneas de asentamientos ubicadas en los límites urbanos de la ciudad así como fuera de los mismos cierran Jerusalén y dividen Jerusalén Oriental junto a su población palestina de la población palestina que está fuera de Jerusalén. Por otro lado, Cisjordania es fracturada en dos territorios ya que Jerusalén la atraviesa por el medio.

El proceso de construcción de colonias ha sufrido un cambio esencial: desde una iniciativa puramente estatal, ha pasado a manos del capital privado. Desde la anexión en 1967 y hasta entrada la década del 80, el mismo Estado de Israel era el encargado de la construcción de asentamientos. El objetivo de lo que Sergio denomina como «sionismo estatal» era brindar solución a la mayoría de los judíos, asociado al objetivo histórico del sionismo. Por ello, el Estado se proponía proveer de viviendas baratas y accesibles a residentes judíos de bajos ingresos, aunque expensas de exponer a la clase media-baja como carne de cañón de un proyecto de colonias.

Sin embargo, a partir de la ola de privatización estatal de la década del 80, la construcción de colonias también pasó a estar en manos de organizaciones privadas, ya sea con o sin fines de lucro, y de clara orientación ideológica de derecha, como Elad, Ateret Cohanim, entre otros. «Estamos hablando de una privatización de la colonización», enfatiza Sergio, «un sionismo privatizado que da solución para una pequeña elite neoliberal… sobre todo de judíos franceses y norteamericanos».

De todos modos, el Estado no queda al margen. Tanto en la Ciudad Vieja como en el área aledaña, el Estado brinda apoyo presupuestario destinado a financiar guardias de seguridad privados para garantizar la seguridad de los colonos en sus residencias. Por ello resulta frecuente divisar junto a una vivienda de colonos una garita de seguridad.

Si bien la ocupación física de la tierra se ha cumplido, ya que casi el 50% de Jerusalén Oriental se encuentra en manos de colonias, el Estado ha fallado en el establecimiento de la mayoría judía en Jerusalén Oriental: los colonos no forman más que el 35% de la población total de Jerusalén Oriental.

¿Cómo contrarresta Israel la mayoría demográfica palestina? A través de diversas herramientas: asilando físicamente a Jerusalén Oriental del resto de Cisjordania, en parte a través de la construcción del Muro de separación; discriminando en la planificación de construcciones; expropiando tierras y demoliendo viviendas; revocando la residencia y prestaciones sociales de los palestinos residentes de Jerusalén que permanecen en el extranjero durante al menos 7 años; dividendo injustamente el presupuesto entre las dos partes de la ciudad, con efectos nocivos en infraestructura y servicios en Jerusalén Oriental.

Asimismo, para el logro de una mayoría demográfica judía en Jerusalén Oriental, resulta esencial la atomización de la población palestina, transformándola en una serie discontinúa de minorías que residan al interior de una ciudad mayoritariamente judía. Concluye Yahni: «Con miras a mantener la soberanía en Jerusalén, Israel no tiene otra alternativa más que llevar a cabo una limpieza étnica, sobre todo por medios burocráticos».

Fuente: http://www.alternativenews.org/castellano/index.php/topics/jerusalem/3087-la-ansiada-mayoria-demografica

Artículo relacionado: Planificación urbana y colonias en Jerusalén