Traducido para Rebelión por Susana Merino
Un informe publicado en Ginebra por la Organización Internacional de las Migraciones junto con el Instituto para el Desarrollo Sustentable y las Relaciones Internacionales, describe este nuevo fenómeno que afecta a todos los continentes. El informe presenta un significativo cuadro de cifras: en 2008, 4,6 millones de personas tuvieron que trasladarse dentro de sus países debido a los conflictos armados mientras que otros 20millones tuvieron que hacerlo a causa de catástrofes naturales.
El traslado de poblaciones vinculado a los desastres climáticos y ambientales superarán los provocados por los conflictos armados. Lo que parecía una ficción reservada a filmes espectaculares se ha convertido en una realidad durante la primera década del siglo XXI.
Un informe publicado en Ginebr a por la Organización Internacional de las Migraciones, OIM, junto con el Instituto de Desarrollo Sustentable y Relaciones Internacionales, IDDRI, menciona este nuevo fenómeno que afecta a todos los continentes. El informe titulado Estado de las Migraciones Ambientales en 2010, presenta un significativo cuadro de cifras : en el año 2008, 4,6 millones de personas tuvieron que desplazarse dentro de sus países a causa de un conflicto armado mientras que otros 20 millones tuvieron que hacerlo debido a una catástrofe natural.
Estas cifras no dejaron de aumentar: en 2009 hubo 15 millones de refugiados ambientales y en 2010 la cifra ascendió a 38 millones. Hoy en día el desplazamiento climático o ambiental es la primera causa de las migraciones humanas. Estas cifras pueden ser comparadas con las de refugiados políticos existentes en el mundo: 16millones de personas, 12 millones sin contar a los palestinos.
Las destrucciones ambientales descritas en este exhaustivo trabajo no tratan solamente de las catástrofes naturales violentas sino también de procesos más lentos que acaban modificando la relación del ser humano con el lugar en que vive. Un ejemplo de desplazamiento climático involuntario ha sido el ocurrido en Nepal, con la desaparición de los glaciares del Himalaya. Los glaciares se fueron derritiendo el agua fluyó por los llamados ríos glaciares y produjo inmensas inundaciones que obligaron a la población a trasladarse.
Tsunamis, terremotos, inundaciones en Tailandia, China o Filipinas, sequía en Sudán, el accidente de Fukushima, tempestades en Europa, todos estos violentos accidentes naturales han provocado masivos traslados . Y el futuro no se anuncia mejor. El investigador del IDDRI y coordinador del informe François Gemenne, prevé que en el 2011 las cifras sean similares a las del2010. La paulatina degradación del ambiente provocada por el hombre tiene también una determinante influencia en estos flujos migratorios.
Un ejemplo similar ocurre en Brasil. El informe cita lo que está ocurriendo en Brasil. En el Amazonas la deforestación trajo consigo la ocupación de tierras, pero luego una vez que los suelos arrasados llegaron al límite de su capacidad, las poblaciones que allí se instalaron no tuvieron más recursos y tuvieron que emigrar.
Los desplazamientos ambientales tienen un carácter mucho más dramático que los de las migraciones económicas. En primer lugar, en muchos casos los países que se encuentran con esos problemas no son directamente responsables de los cambios climáticos que inducen los desplazamientos poblacionales. En segundo término, al revés de los que ocurre con los desplazados económicos que se trasladan buscando una vida mejor, los ya casi refugiados ambientales no comprenden que les está sucediendo y esperan siempre poder regresar a sus tierras, lo que resulta prácticamente imposible.
En ambos contextos el mayor desafío consiste en lograr que los países responsables de los cambios climáticos, y por lo tanto de la migración ambiental creen un fondo para ayudar a los países víctimas de las variaciones climáticas. Este dispositivo ya fue presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima celebrada en Cancún (México) en 2010. El artículo 14-F se refiere a las migraciones y a los desplazamientos provocados por los cambios climáticos y detalla un paquete de medidas que deberían ser financiadas por un «Fondo Verde»
El articulo existe pero el Fondo está vacío. Los países ricos se comprometieron a aportar 100 millones de dólares por año a dicho fondo, pero recién a partir del 2020. A un ritmo de casi 40 millones de migrantes ambientales por año, dentro de ocho años se habrán producido 320 millones de refugiados sin asistencia internacional alguna. La arquitectura jurídica internacional vigente no ampara a esos refugiados.
La convención de Ginebra sobre los refugiados aprobada en 1952, no contempla el problema de las migraciones ambientales, en particular porque esos refugiados se mueven casi exclusivamente dentro de las fronteras de sus países. En junio de 2011, el Alto Comisionado delas Naciones Unidas para los refugiados Antonio Guterres, había intervenido con el objeto de que se adoptasen nuevas medidas frente a los desplazamientos de poblaciones generados por los cambios climáticos y las catástrofes naturales».
Todos los especialistas se preparan para un futuro climático accidentado. François Gemenne advierte que «es preciso reflexionar ahora sobre un contexto de fuerte calentamiento que va a acarrear una nueva distribución de la población en la superficie del globo. Existen zonas que dejarán de ser habitables y sus poblaciones deberán emigrar» Dos informes simultáneos sustentan la tesis de que mañana será peor. Uno trata de un estudio estadístico elaborado por el Centro de Investigaciones de Epidemiologías y desastres (CRED) de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y que muestra como desde 1970, los desastres han ido en constante aumento. El otro trabajo es un informe presentado en noviembre pasado por el GIEC, Centro de Especialistas Intergubernamentales sobre la Evolución del Clima. El GIEC prevé que los accidentes meteorológicos extremos aumentaran constantemente en los próximos años.
El informe sobre el Estado de las migraciones ambientales analizó las situaciones climáticas extremas, inclusive en los países ricos, en este caso Francia. El trabajo se concentró muy especialmente en las crisis climáticas que afectaran en 2010 a Pakistán (inundaciones), a Rusia (incendios forestales), a Haití, a Chile (terremotos) y a Francia (tempestades). El caso francés ilustra que ni siquiera los países ricos se encuentran a resguardo de los desplazamientos de las poblaciones obligados por el clima. La tempestad Cyntia asoló la costa atlántica francesa entre el 26 de febrero y el 1º de marzo de 2010.
Su paso dejó un saldo de 59 muertos y miles de refugiados permanentes. Dada la exposición de la zona a tempestades futuras el Gobierno francés las declaró inhabitable. De tal modo que miles de personas que vivían en esas zonas se vieron obligadas a dejar sus casas y sus tierras para siempre.
En este contexto es necesario analizar los errores cometidos por los poderes públicos franceses en la gestión e esta crisis, el OIM destaca la importancia de la formulación de políticas públicas que permitan gerenciar grandes catástrofes climáticas. Es lícito citar el desastre, al mismo tiempo climático y político, que provocó el huracán Katrina que golpeó a Nueva Orleans en 2005. Un millón doscientas mil personas fueron desplazadas allí y un tercio de los habitantes nunca pudo volver a su tierra.
Fuente: http://www.cartamaior.com.br/templates/materiaMostrar.cfm?materia_id=19482