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Participantes en la movilización del 14N cuentan sus experiencias

Cinco crónicas de la huelga general

Fuentes: En Lucha/Rebelión

Jerez: Éxito de la Huelga General en una ciudad en crisis  Jose Ignacio García Sánchez es militante de En lucha y miembro del SAT La Huelga ha sido un éxito ante las expectativas que se tenían y la experiencia de las dos huelgas generales anteriores. Sin duda esta ha sido la Huela General más secundada […]

Jerez: Éxito de la Huelga General en una ciudad en crisis 

Jose Ignacio García Sánchez es militante de En lucha y miembro del SAT

La Huelga ha sido un éxito ante las expectativas que se tenían y la experiencia de las dos huelgas generales anteriores. Sin duda esta ha sido la Huela General más secundada desde que empezó la crisis.

Mercajerez, el mercado principal de Jerez, amaneció completamente cerrado, el transporte urbano al mínimo, el aeropuerto prácticamente vacío, correos al mínimo, la poca industria de la ciudad apenas ha funcionado. Por otro lado, en los institutos y colegios han secundado la huelga en torno a un 60% del profesorado y casi el 100% del alumnado. La universidad estaba completamente vacía.

Por el contrario, las grandes superficies y supermercados han abierto, en parte ayudadas de gran presencia policial. En el pequeño comercio el seguimiento ha sido desigual, mejor por la mañana y mucho más flojo por la tarde. Aún así, ha sido una de las sorpresas del día encontrarnos un gran número de bares y comercios cerrados con carteles en apoyo a la huelga, situación que no se dio el 29M.

Las movilizaciones fueron tímidas durante la noche, con pequeños piquetes en las zonas industriales, que fueron aumentando el número conforme llegaba la mañana. En torno a las ocho de la mañana se sucedieron cortes de carretera en diferentes puntos, concentraciones en las delegaciones de los ayuntamientos y en determinado centros de trabajo. El tráfico, sin duda, se asemejó al de un domingo.

A las doce del mediodía, mientras CGT, CNT y SAT organizaban un piquete móvil de unas 200 personas por el centro de la ciudad, los sindicatos mayoritarios comenzaban la manifestación. El seguimiento de la misma ha sido muy positivo, con una participación de más de 10.000 personas.

Por la tarde se convocaba la manifestación del Bloque Crítico, formado por el SAT, CGT, CNT, USTEA, Ateneo Libertario, y a la que se sumó el Frente Cívico a última hora. A la manifestación asistieron unas 2.000 personas con un ambiente muy combativo que culminó el día de lucha en la ciudad.

Los discursos finales hicieron hincapié en la necesidad de un plan sostenido de lucha y de ampliar las movilizaciones aumentando a la vez su radicalidad. Sin duda, las sensaciones fueron muy positivas, y la esta huelga marca el camino para seguir aunando fuerzas hasta derrocar al gobierno y los planes de austeridad.

Asturias: La Delegación del Gobierno y la burocracia de CCOO y UGT fracasan en su intento de sacar de las calles al sindicalismo combativo 

Marco Antuña es miembro de la dirección de CSI

El 12 de noviembre, dos días antes de la Huelga General, la prensa informaba de una reunión en la Delegación de Gobierno de Asturias entre los dirigentes regionales de UGT y CCOO y el Delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo en la época de las privatizaciones generalizadas y la corrupción urbanística desbocada y prominente miembro del PP, partido que, por si es necesario recordarlo, está llevando a cabo los más brutales ataques a los derechos de los trabajadores en las últimas décadas.

Según manifestaron los dirigentes sindicales a la salida de la reunión, habían ido a pedir «la colaboración de las Fuerzas de Seguridad del Estado» cara al desarrollo de la Huelga General, pero por lo visto, también habían ido a ofrecer su colaboración a esas mismas Fuerzas de Seguridad del Estado para, entre unos y otros, conseguir el común objetivo de boicotear la actividad de los sindicatos combativos que, como se había anunciado con suficiente antelación, convocaban la manifestación del 14N en la Plaza del Humedal de Gijón, a las 12 de la mañana, como ya es habitual en todas las huelgas generales.

CCOO y UGT habían convocado días antes su manifestación en Oviedo a las 7 de la tarde, como así se recogía en carteles, anuncios en prensa y radio y en las páginas web de dichos sindicatos. De golpe y porrazo (muy propia expresión teniendo en cuenta que se reunieron con quien se reunieron) , una vez reunidos con el Delegado del Gobierno, ambos sindicatos anunciaron otra manifestación con salida en el mismo lugar y a la misma hora que la convocada por CGT, CNT, SUATEA y CSI y, con la arrogancia que habitualmente utilizan en este tipo de situaciones en contraste con la humildad y la sumisión con la que se comportan respecto a los poderes finacieros y políticos, invitaron a estos sindicatos a participar como invitados en la manifestación que pretendían usurpar con tan lamentable maniobra.

Ante esta provocación, que anunciaba también las consiguientes provocaciones policiales, desde el sindicalismo combativo se acordó no caer en el bochornoso espectaculo de enfrentamientos físicos entre trabajadores que buscaba la burocracia sindical en un momento en que el enemigo es el mismo para todos, sean las que sean las banderas detrás de las que marchemos: el capitalismo sanguinario que nos lleva a una situación de excepcional gravedad como clase obrera y como ciudadanos, pero tampoco ceder la calle a quienes la han abandonado hace muchos años como espacio de pelea para refugiarse en sus despachos subvencionados.

Por eso, después de una mañana en la que la policía apaleó y detuvo a varios componentes de piquetes del sindicalismo combativo, llegando a invadir tolete en mano la casa sindical, varios centenares de trabajadores se dirigieron antes de la hora de salida de la manifestación a la Plaza del Humedal para evitar con su presencia la maniobra de CCOO y UGT de usurpar el espacio que, en ese día y a esa hora, no les correspondía ocupar. Con el paso de los minutos, la manifestación de CGT, CNT, CSI y SUATEA fue creciendo hasta alcanzar varios miles de participantes en el momento en que comenzó su marcha, cuyo lema principal, aparte de las críticas al gobierno y a los responsables de este atraco que llaman crisis, fue la petición de libertad para los cuatro detenidos que en ese momento se encontraban en la Comisaría Central de Gijón.

Una vez finalizado el acto central y en vista de que los detenidos no eran puestos en libertad, más de 1.500 personas se dirigieron en manifestación hacia la Comisaria, concentrándose frente a ella, cortando los accesos en automovil al edificio y las principales avenidas de esa zona de la ciudad. Entre gritos de apoyo a los detenidos y evitando las provocaciones del numeroso grupo de policias antidisturbios presentes, los manifestantes aguantaron más de tres horas concentrados en dicho lugar hasta que fueron puestos en libertad los cuatro compañeros, a los que recibieron con aplausos y gritos de solidaridad y apoyo.

Fracasada la maniobra conjunta de las cúpulas burocráticas de CCOO y UGT y del Delegado del Gobierno del PP, no resulta ocioso preguntarse hasta qué grado de degeneración sindical van a llegar estos personajes, más aún en una región como Asturias en la que ya, de puro hábito, no nos extraña ver como acostumbran a ir de la manita de la patronal en negocios tan lucrativos y tan poco claros como el ACEBA (Acuerdo por la supuesta Competitividad, el desaparecido Empleo y el Bienestar de algunos ) detrás de cuyo pomposo nombre, aparte de aire, solo hay un mecanismo de financiación de los aparatos sindicales y de la patronal por parte del Gobierno Autonómico de turno

Esperemos que, más pronto que tarde, los trabajadores nos sacudamos de encima estas prácticas maniobreras y a estos individuos corrompidos por años de entregas y pactos inconfesables para poder pelear unidos contra nuestros comunes enemigos.

En ello estamos.

Más de 100.000 personas salen a la calle en Granada en dos manifestaciones muy combativas

Luis Mariano García es militante de En lucha.

La Huelga General en Granada ha dejado una jornada de gran movilización ciudadana y una intensa lucha a lo largo de toda la madrugada y de todo el día. Se cifra el seguimiento de la huelga en el 87%, según los grandes sindicatos.

Nada más llegar a las doce de la noche, comenzaban su actividad los piquetes informativos que se han distribuido por los puntos clave de la actividad económica granadina. De esta manera se cubría Mercagranada, Correos, la estación de autobuses y la fabrica de Dhul, donde hay trabajadores en conflicto, y donde ha habido dos detenidos como consecuencia de una carga injustificada y desproporcionada de la policía.

Los piquetes han continuado a lo largo de la mañana cubriendo diferentes zonas de la ciudad, así como centros educativos. A las once de la mañana comenzaba la manifestación de los sindicatos CGT, SAT y co.bas, la primera de las tres a celebrar el día de la huelga. Por la tarde sería el turno del 15M y de los sindicatos mayoritarios. La participación en las manifestaciones ha sido muy alta durante todo el día, cifrándose por la tarde en unas 100.000 personas, algo que no se veía desde las movilizaciones contra la guerra de Irak.

Destacar el gran ambiente combativo y de lucha, y la gran variedad de eslóganes y consignas que se han podido ver y escuchar durante el día por las calles de Grananda, y que reflejan las diferentes realidades sociales y económicas, expresadas en un día de lucha común.


Solidaridad, la marca del 14N en Sevilla

Ángela Solano es militante de En lucha

En Sevilla, la jornada se ha presentado relativamente tranquila y sin demasiados incidentes. Había más comercios cerrados que en la huelga anterior y las calles permanecieron vacías hasta bien entrada la mañana, cuando se aproximaba la hora de la manifestación.

Espíritu piquetero, el alma de la huelga

Una de las escenas más vividas a lo largo de la noche fue la de los piquetes, un conjunto de activistas y currantes, convencidas de la importancia de la huelga como instrumento de lucha, que sacrifican horas de sueño con tal de defender los derechos de la clase trabajadora y contribuir a que, todas aquellas que hicieran huelga o quisieran hacerla, no se sintieran desamparadas. El ambiente ha sido de absoluto compañerismo y en general bastante pacífico, pero también muy enriquecedor para las propias piqueteras y piqueteros. Se intercambiaban octavillas y palabras de ánimo, se compartían esfuerzos, ideas políticas e impresiones, incluso también algún cigarrillo, un poco de agua o algo de comer, manteniendo vivo el espíritu de unidad y colaboración. Las piqueteras y piqueteros son el alma de la huelga, trabajadoras y trabajadores que a la vez se comprometen a ejercer como defensoras de sus compañeras y sus derechos, en ocasiones incluso a pesar de terceros. Este espíritu de compromiso fue bien palpable en los piquetes de la Universidad, como el del Rectorado, donde hombro con hombro, literal y metafóricamente hablando, las piqueteras y piqueteros impidieron repetidas veces que ciertas personas boicotearan el esfuerzo y pisotearan el sacrificio de las y los huelguistas. Incluso durante la pequeña carga policial, las piqueteras y piqueteros se mantuvieron unidas y decididas, lo que demuestra la fuerza que se logra al luchar como un solo cuerpo. Otro piquete importante fue el de Eurolimp, donde, de las aproximadamente 200 personas que trabajaban en el centro donde estuvimos, apenas entraron 6 ó 7. Este 14N ha quedado claramente reflejada nuestra disposición a apoyar en todo lo que sea necesario a nuestras compañeras de Eurolimp, ya sea tanto durante las jornadas de huelga como en luchas futuras, tales como la consecución de su convenio colectivo. «Solidaridad» fue la palabra más recitada y también la más escuchada, lo que nos da una idea del tono general de la jornada.

Manifestaciones, la cara visible

En Sevilla se realizaron dos manifestaciones, una de sindicatos alternativos y otra mayoritaria, concentrando a unas 140.000 personas aproximadamente. Llama la atención el basto seguimiento de la manifestación alternativa en contraposición a un claro debilitamiento de la mayoritaria, sacando a relucir el creciente descrédito de los grandes sindicatos de CCOO y UGT. De nuevo el mestizaje de banderas, muchas de las cuales ya habían confluido solidariamente durante los piquetes, llenó de color las calles de Sevilla, bailando al compás de sus consignas. La gente estaba receptiva, pedía octavillas y aceptaba periódicos, lo que nos demuestra una vez más esa progresiva necesidad que experimenta buena parte de la ciudadanía: la necesidad de una alternativa política sólida que canalice los esfuerzos de todas esas personas dispuestas a luchar, cansadas de las mentiras y del inmovilismo político actual.

La esperanza de una clase

Tal vez por esto mismo, lo más importante de esta huelga, como de cualquier otra, fue la gente. La actitud de la gente es nuestra particular vara de medir, más allá de las cifras o informaciones con las que nos obsequien los medios de comunicación de masas, ya que nuestra lucha se basa en ella. Y la gente tiene ganas de más, de mucho más. Ya se oía en las manifestaciones. A modo de ejemplo, una breve conversación que presenciamos durante la vuelta a casa. Una señora mayor salía a tirar la basura y se encontraba con su vecino, el contenedor estaba atestado y ambos lo comentaban. «Eso es por la huelga, que nadie trabaja», dijo él. «Sí, pero en la tele no dicen ná», contestó ella, para añadir enseguida un proverbial: «Es lo que dice mi hijo, aquí hasta que no nos paremos una semana o dos y nadie compre ná ni ná…». Es una escena pequeña, una historia menor, pero es una historia real, pues pertenece a la gente de la calle, nuestra gente, la gente por la que luchamos. Esa gente, digan lo que digan los medios, de veras está dispuesta a hacer algo «radical» para que cambien las cosas. Esa escena, breve, casual, apenas una anécdota, compensa todos nuestros esfuerzos de esta jornada de huelga, y debe alentarnos a proseguir con esta lucha en la que tantas personas han depositado su esperanza. La esperanza de una ciudadanía más consciente de su clase cada día. Por esta y mil razones parecidas: ¡adelante, compañeras, ni un paso atrás!


Varias trabajadoras de una empresa deciden ir a la huelga en una asamblea improvisada en La Algaba (Sevilla)

Juan A. Casado es militante de En lucha y sindicalista del SAT

En la Algaba la huelga empezó con la información de un compañero: según una trabajadora, la empresa Iberhanse (envasado de fruta) que se decía no abriría, obligó a sus trabajadoras a tener un turno desde las siete de la tarde del martes hasta las 7 de la mañana del miércoles, para que así pudieran entrar sin problemas y hacer el trabajo del día de huelga y no tener que entrar un turno por la mañana, evitando posibles piquetes.

Con esta información decidimos quedar para ir a esta empresa y hacer un piquete en la puerta, tratando de evitar que los camiones entraran y salieran. Nos dimos cita unos quince compañeros y compañeras, y fuimos a la puerta de esta empresa. Al llegar, salió la encargada y se negó a que habláramos con los trabajadores y trabajadoras, porque su jefe se lo había ordenado. Insistimos asegurándole que solo queríamos informar y que los trabajadores y trabajadoras decidieran.

Después de mucho rato insistiendo, se cansó de no poder dar explicaciones, y nos pasó por teléfono a su jefe que no dio facilidades. A pesar de eso todas las personas que estaban trabajando, salieron y nos escucharon. Allí mismo se organizó una asamblea, y decidieron parar de trabajar. Entre 60 y 70 trabajadores y trabajadoras salieron para decirnos que «estamos de acuerdo con ustedes y nos alegramos de que esteis aquí». «Aunque nos quiten el sueldo, nos da igual» decía una de las trabajadoras, confirmando el hecho de que estaban no allí por decisión propia, sino por miedo ante las más que seguras amenazas de su jefe.

Charlamos un rato animándolas a que luchen y mientras todos y todas salían le dimos tablas salariales de su sector y contacto del sindicato, por si había represalias o alguien se animaba a afiliarse y luchar en una empresa donde atacan a cualquiera que plante cara, por lo que el miedo es evidente. Sin duda, esta empresa está llamada a ser objetivo del SAT en La Algaba.

Después del éxito de nuestra visita, y ya pasadas las nueve de la mañana, se decide que un grupo de personas se vaya al supermercado a hacer un piquete. A su vez, hacia las diez de la mañana, la manifestación sale en un principio con no mucha gente, pero poco a poco va creciendo y se van uniendo vecinos, entre ellos unos entre 20 y 30 miembros de IU, que nos esperaron un poco más adelante para recibirnos con un aplauso y unirse a la manifestación. La manifestación unió unas 300 personas, una buena cifra, si la comparamos con la ultima huelga.

La Algaba no es un pueblo acostumbrado a movilizarse, a pesar de eso, una vecina afirmaba que «está muy bien los que vamos» pero «aquí tenía que estar todo el pueblo que aquí hay mucho paro y parece que no nos enteramos».

Tras la manifestación empezó una marcha a pie, a la cual no todo el mundo pudo asistir, pero no por falta de ganas. «La pena es que no pueda andar tanto e irme con ustedes», comentaba una persona mayor, «mucha suerte y cuidado».

La macha, formada por casi 60 personas, se dirigió hasta la Plaza Nueva en Sevilla. Allí, nos unimos a la manifestación de los sindicatos alternativos que terminó en una acción que rodeó el congreso. La huelga en La Algaba, gracias en parte la SAT, fue un éxito. Los errores, lejos de desanimarnos, nos permitirán mejorar para la próxima vez. El objetivo es seguir creciendo y creando lucha en el pueblo, algo que poco a poco se va consiguiendo.