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Entrevista a Josep Martí Valls sobre incineración de residuos

«La incineración de residuos es defendida por los que tienen intereses en estos procesos y por políticos que no han querido saber qué hacer con ellos»

Fuentes: El Viejo Topo

Josep Martí Valls es doctor en Medicina por la UAB y miembro de la Junta del Grupo Medio Ambiente y Salud del Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS, www.caps.cat). El colectivo ha realizado dos informes sobre el tema medio y salud para la Generalitat de Catalunya (están en su web) y un cuaderno de […]


Josep Martí Valls es doctor en Medicina por la UAB y miembro de la Junta del Grupo Medio Ambiente y Salud del Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS, www.caps.cat). El colectivo ha realizado dos informes sobre el tema medio y salud para la Generalitat de Catalunya (están en su web) y un cuaderno de buenas prácticas para los Colegios de Médicos de Catalunya (en catalán y castellano, también colgados en la web).

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En un artículo reciente [1] señalaba usted que la incineración de residuos es defendida por algunas personas, instituciones y grupos de opinión argumentando su capacidad de producir energía a partir de su combustión, pero, de hecho, señala usted críticamente, «la incineración transforma los residuos en gases, partículas en suspensión, aguas contaminadas, cenizas y escorias». ¿Todo proceso de incineración genera esos gases y partículas?

La incineración de residuos urbanos es defendida por los que tienen intereses económicos en estos procesos y por los políticos y gestores que no han querido gestionar bien estos residuos y ahora no saben qué hacer con ellos y ya les va bien quemarlos, sirviendo así a los intereses de negocio de unos pocos. El llamar a la incineración «valorización energética» es un eufemismo, ya que la producción de energía eléctrica mediante este proceso es muy poco eficiente (la basura como la biomasa energéticamente es de menor calidad incluso que el carbón). Todo proceso de incineración produce gran cantidad de tóxicos perjudiciales para el medio ambiente y para la salud humana, pero los responsables de estos procesos deben considerarlos, como tantas otras cosas que estamos viviendo, «efectos colaterales» sin demasiada importancia para ellos.

Los productos resultados, tomo de nuevo pie en su texto, «son más tóxicos que los residuos originales, la incineración no «elimina» los residuos sino que los concentra.» Pero entonces, si es así como usted comenta, ¿qué sentido tiene la incineración si el resultado es más tóxico que los productos de entrada?

Los productos resultantes pueden ser más o menos tóxicos según muchos factores, como: la calidad, cantidad y composición de los residuos; la temperatura de combustión; la humedad; la calidad de los filtros (mucho peor en cementeras). El único sentido de la incineración es que no se han gestionado bien los residuos y el negocio de las empresas incineradoras o cementeras

¿Cómo pueden llegar esos productos o residuos resultantes de la incineración a los alimentos y las personas? ¿Qué peligros hay en ello?

El 80% de la contaminación de la incineración entra en el cuerpo humano por vida digestiva, la comemos (el otro 20% la respiramos) los tóxicos que salen por la chimenea, que pasan a las aguas, escorias y cenizas, se difunden por el medio ambiente, son absorbidos por los vegetales, pasan a los animales y son alimento para el ser humano

La normativa vigente, comenta, permite la utilización de las escorias en la fabricación de cemento o en obra pública, pese a que no se controlan las dioxinas, furanos y otros Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs). ¿La normativa española, tal vez la europea? ¿Y cómo es posible que eso sea así a pesar de la ausencia de control de dioxinas y furanos?

Esta es otra vía de dispersión de la contaminación en el medio. 

Las aguas contaminadas de los sistemas de lavado de la depuración de gases que es preciso tratar, ¿qué camino hacen? ¿Dónde van a parar?

El agua contaminada, las escorias y cenizas deberían ser tratadas en vertedero de sustancias peligrosas. En realidad, dónde van a parar depende de la realización de inspecciones y sanciones… 

Los productos resultantes de la incineración contienen partículas en suspensión, ultrafinas en alguos casos, que pasan fácilmente a los pulmones y de allí a la sangre. Entre estas partículas se encuentran: metales pesados, compuestos orgánicos volátiles, dioxinas y furanos, dióxidos de azufre, monóxido y dióxido de carbono y otros compuestos transportados por ellas. ¿Tienen efectos cancerígenos? ¿Se han realizado sobre ello? ¿Qué población puede quedar más afectada, la próxima a incineradoras?

Existe un estudio reciente (publicado en 2013) de un grupo investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que dice que la población que reside en un radio de 5 Km de una incineradora tiene mayor riesgo de morir por un cáncer (hasta un 71% mayor riesgo de cáncer de pleura, pero también mayor riego de cáncer de: estomago, hígado, riñón, pulmón, colon-recto y leucemia)

Habla usted de la etiología de muchas enfermedades, unas conocidas y otras emergentes. ¿Nos da algún ejemplo de unas y de otras?

Además de sustancias cancerígenas cada día sabemos más de la influencia (mayor riesgo) de la contaminación sobre enfermedades tradicionales y otras patologías emergentes. La contaminación es un factor de riesgo muy importante en las patologías cardiovasculares: infartos cardíacos y cerebrales, en la diabetes, en enfermedades inmunológicas, del sistema reproductor, neurológicas, malformaciones congénitas, respiratorias: asma, alergias, bronquitis, etc. Muchas de estas patologías son producidas por los compuestos que se comportan como hormonas (factor estrogénico) simulando la hormona femenina. Parece ser que estas sustancias son las responsables también de patologías emergentes como la Sensibilidad Química Múltiple, la Fibromialgia e incluso el Alzheimer. 

Independientemente de la tecnología adoptada, afirma usted también, se producen miles de sustancias contaminantes nuevas, de las que solamente el 10-20% son conocidas. ¿Un 80-90% desconocido? ¿Cómo es que resultan desconocidas? ¿No conocemos bien lo que alli se cuece?

Porque no se ha tenido mucho interés en la investigación. Existe un trabajo publicado en 1995 en el que analizaron hasta 227 sustancias emitidas a la atmósfera por una incineradora

¿De 1995?

De 1995, efectivamente, hace unos 20 años.

Desde ese punto de vista, afirma, «los residuos municipales pueden ser los más peligrosos por la extrema heterogeneidad que los caracteriza.» Entonces, ¿qué hacemos, cómo operamos con los residuos?

Debemos tratar los residuos con criterios de sostenibilidad y de salud humana, no como fuente de negocio de las empresas de incineración: estrategia de ir hacia «residuo cero»: reducción en origen (bolsas de plástico, productos con envoltorios, etc. deberían ser responsabilidad del fabricante), recuperación de productos (reparación, reutilización, retorno de envases, etc.) reciclaje : de vidrio, papel, metales, orgánico, etc. Compostaje devolver al suelo los fertilizantes con carbono de los residuos orgánicos y finalmente: ecodiseño de nuevos productos

¿Podríamos generar menos residuos? ¿Cómo?

Sí, sobre todo si hacemos pagar a las empresas la producción de sus residuos (envases, etc.) y no debemos hacer pagar esta gestión a los ciudadanos

¿Ha habido algún incidente peligroso en las incineradoras españolas que usted recuerde? Habla usted de antecedentes de vertidos graves de contaminantes a la atmósfera.

No conozco incidentes graves. Sí existen días de grave contaminación (en situaciones anticiclónicas)

El trabajo en las incineradoras, ¿afecta a la salud de los trabajadores que allí realizan sus tareas?

Igual o más que a los demás ciudadanos

Existe una contradicción, que creo evidente para usted, entre el desarrollo de Planes para la mejora de la calidad del aire en grandes ciudades y Áreas Metropolitanas, que pretenden la reducción de la contaminación atmosférica, y la propuesta de aumentar la cantidad de residuos municipales destinados a incineración en incineradoras y cementeras. ¿Qué sentido tiene entonces esa apuesta descabellada? ¿Desconocen la situación las autoridades municipales?

No es desconocimiento, es conflicto de intereses. Pensemos además que cuando se construye una incineradora con capacidad de quemar 400.000 Tm al año de residuos, para poder amortizarla, entra en competencia con los programas de reducción y reciclado que hemos mencionado (recordemos el conflicto político con la incineradora rechazada por el gobierno foral de Guipúzcoa y el fomento de la recogida selectiva puerta a puerta).

Tiene razón, no lo tenía presente. Entre las alternativas señala: la minimización en origen (de envases, bolsas de plástico, etc.), la reutilización, la clasificación en origen, la recogida selectiva, el reciclaje de calidad, el compostaje y la recuperación energética mediante digestión anaeróbica de la materia orgánica. El modelo, comenta, «reduce las necesidades de materias primas, ahorra energía, minimiza los efectos sobre el clima, los efectos negativos sobre la salud y el medio, no tiene los elevados costes de inversión y mantenimiento de la incineración y, por el contrario, crea muchos más puestos de trabajo.» ¿Cuál es la duda entonces? ¿Cómo se argumenta en contra de su más que razonable opinión?

Es un problema de valores, de ideología, los responsables del tema están por la educación ciudadana, la sostenibilidad, la salud (temas lentos de cambio de cultura) o están, porque es más fácil y rentable para algunos, por quemar los residuos una vez producidos y recogidos.

¿Cómo se impulsa con decisión esa nueva cultura a toda la población? Nos da algún ejemplo por favor.

En Catalunya y en otras comunidades estamos impulsando, desde la sociedad civil y algunos ayuntamientos, la Estrategia Residuo Cero, Universidades y entidades ciudadanas (como el CEPA, el CAPS, ecologistas y otras), empresas sensibles a la sostenibilidad y municipios (red de municipios por el reciclaje, el puerta a puerta, etc.). Como ejemplo de «sí se puede» algunos municipios han llegado ya al 70% de reciclaje 

¿Quiere añadir algo más?

No añado, intento resumir. Lo apuntado en esta entrevista podría decirse así: la incineración de residuos está causada por la mala gestión por parte de políticos y gestores, una gestión sin criterios de sostenibilidad, perjudicial para el medio ambiente y la salud humana, y económicamente injusta: hace pagar a la mayoría de los ciudadanos los intereses y beneficios de negocios empresariales de unos pocos.

Gracias por su amabilidad y disposición… y por sus últimas palabras.

Nota:

[1] http://www.diagonalperiodico.net/cuerpo/22853-incineracion-residuos-medio-ambiente-y-salud.html

El artículo completo ha sido publicado dentro de la revista Mujeres y Salud MyS, editada por la Red de Mujeres Profesionales de la Salud CAPS (Centro de Análisis y Programas Sanitarios).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.