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El gran plan de Israel para Gaza

¿Está Israel tratando de forzar a los palestinos en el Sinaí?

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

¿Cuál es el fin del juego de Israel en Gaza? Es una pregunta que ha estado desconcertando a analistas y observadores durante algún tiempo. Pero los indicativos que están surgiendo para el futuro de Gaza y que se barajan en Israel y Washington deben tenerse en cuenta.

Desesperadamente hacinados, limitados de recursos básicos como el agua dulce que Israel bloquea desde hace ocho años, con su infraestructura destruida de manera sistemática por los bombardeos israelíes, Gaza se parece a una olla a presión gigante a punto de estallar.

Es difícil imaginar que Israel no se enfrente, más tarde o más temprano, a un levantamiento masivo en su puerta. Entonces, ¿qué se propone Israel para evitar un escenario en el que debe reprimir, ya sea salvajemente, un levantamiento masivo de palestinos en Gaza? Lo otro sería sentarse y verlos derribar los muros que mantienen prisioneros a los habitantes de Gaza.

Los Informes en los medios de comunicación árabes e israelíes -en parte corroborados por el presidente palestino, Mahmud Abbas- sugieren que Egipto puede estar en el centro de los planes para resolver el problema en nombre de Israel.

Este mes, la prensa israelí informó de las declaraciones, aparentemente filtradas por funcionarios israelíes, de que el presidente de Egipto Abdel Fattah al-Sisi, había ofrecido a los dirigentes palestinos la posibilidad de anexar a Gaza un área de 1.600 kilómetros cuadrados en el Sinaí. El territorio donado ampliaría Gaza acinco veces más.

Se dice que el plan ha recibido la bendición de los Estados Unidos.

El plan «Gran Gaza»

Según los informes, el territorio en el Sinaí se convertiría en un Estado palestino desmilitarizado denominado «Gran Gaza», lugar que se asignaría al regreso de los refugiados palestinos. La Autoridad Palestina de Mahmud Abbas tendría ejercería un gobierno autónomo sobre las ciudades de la Ribera Occidental, que comprende alrededor de una quinta parte de ese territorio. A cambio Abbas tendría que renunciar al derecho a un Estado en Cisjordania y Jerusalén Este.

El plan, que muy probablemente contenga a un número significativo de palestinos que se desplacen fuera de las fronteras de la Palestina histórica, fue rápidamente descalificado por «artificial y sin fundamento» por los funcionarios egipcios y palestinos.

Tayeb Abdel Rahim, un portavoz de Abbas, acusó a Israel de utilizar la propuesta para «destruir la causa palestina», refiriéndose a los esfuerzos de Abbas en las Naciones Unidas para ganar el reconocimiento de un Estado palestino en las partes de la Palestina histórica.

Pero la desmentida de Abdel Rahim plantea más preguntas que respuestas. Al rechazar las sugerencias de que Sisi había hecho tal oferta, hizo una sorprendente afirmación: un plan similar, para reasentar a los refugiados palestinos en el Sinaí, había sido adelantado brevemente por el predecesor de Sisi, Mohamed Morsi.

Morsi, presidente de Egipro durante un año, desde el verano de 2012 hasta su derrocamiento por Sisi en un golpe militar, encabezó un Gobierno de la Hermandad Musulmana que trató de fortalecer lazos con los líderes de Hamás en Gaza.

Dijo que el plan se basa en una propuesta de por Giora Eiland, asesor de seguridad nacional de Israel de 2004 a 2006. Abdel Rahim parecía referirse a un plan presentado por Eiland en 2004 y que Israel espera que se implementara después de la retirada de los colonos y soldados de Gaza -el llamado desenganche- un año después.

Bajo los términos de Eiland, Egipto estaría de acuerdo en expandir Gaza en el Sinaí a cambio de la entrega de tierras de Israel a Egipto en el Neguev.

Estrategias sionistas

La idea de crear un Estado palestino fuera de la Palestina histórica -en Jordania o en el Sinaí- tiene una larga tradición en el pensamiento sionista. «Jordania es Palestina» ha sido un grito de guerra del derecho israelí durante décadas. Ha habido sugerencias paralelas respecto al Sinaí.

En los últimos tiempos, la opción del Sinaí ha encontrado el favor de la derecha israelí, especialmente tras el estallido de la segunda intifada hace 14 años. El apoyo parece haberse intensificado después de la retirada en 2005 y la victoria de Hamás en las elecciones nacionales palestinas, un año más tarde.

Cabe destacar que el esquema se convirtió en la pieza central de la conferencia de Herzliya 2004, una reunión anual de las elites políticas, académicas y de seguridad de Israel para intercambiar y desarrollar ideas de políticas. La idea fue entusiastamente adoptada por Uzi Arad, el fundador de la conferencia y veterano asesor de Benjamin Netanyahu, el actual primer ministro.

Propuso un intercambio de tres vías, en el que los palestinos recibirían parte de Sinaí para su Estado, mientras a cambio Israel recibiría la mayor parte de Cisjordania y a Egipto se le daría un paso por tierra a través del Negev para conectarlo con Jordania.

Una variación de la opción «Sinaí es Palestina» fue renovada por la derecha durante la operación Margen protector, el ataque de 50 días de Israel a Gaza este verano.

Moshe Feiglin, el presidente de la Knesset israelí y miembro del partido Likud de Netanyahu, llamó a desalojar a los habitantes de Gaza de sus hogares al amparo de la operación y e instalarlos en el Sinaí, en lo que calificó una «solución para Gaza».

¿Acaso Morsi ofreció el Sinaí?

Teniendo en cuenta que la razón de ser de la opción Sinaí es eliminar a los palestinos de lo que la derecha israelí considera el Gran Israel y a ese plan se oponen con vehemencia todas las facciones palestinas, incluida Hamás, ¿por qué Morsi habría ofrecido el Sinaí ?

Además, ¿por qué habría propuesto renunciar a un pedazo de territorio egipcio para satisfacer las ambiciones israelíes, lo que socavaba su credibilidad interna, al mismo tiempo que estaba luchando por su supervivencia política en muchos otros frentes?

Una posibilidad es que simplemente Abbas inventó la historia desde su despacho para desacreditar a Morsi y a la Hermandad Musulmana, y por extensión a sus rivales políticos de Hamás y así ganar el favor de Sisi.

Pero pocos palestinos o egipcios parecen haber encontrado la afirmación creíble y Sisi no ha mostrado ningún interés en seguir esta línea de ataque contra Morsi. ¿Por qué Abbas pergeña una historia que podría volverse contra él por vincularlo con movimientos oscuros de Egipto, Israel y los EE.UU.?

Hay dos piezas más del rompecabezas que sugieren que puede haber más de lo que parece en la historia del Sinaí.

La primera son los comentarios de Abbas poco antes de que en los medios de comunicación israelíes comenzaran a reportar la supuesta oferta de Sisi, pues los rumores ya circulaban en los medios árabes.

Abbas señaló en una reunión el 31 de agosto con fieles seguidores de Fatah que los funcionarios egipcios aún tenían interés en una propuesta de crear un Estado palestino en el Sinaí.

Al parecer dijo: «Un líder de alto rango en Egipto expresó: ‘Hay que encontrar un refugio para los palestinos y nosotros tenemos toda esta vasta tierra’. Esto lo oí personalmente. Pero no es lógico que el problema se deba resolver a expensas de Egipto. No vamos a aceptar».

La web de The Times of Israel dijo que había confirmado posteriormente los comentarios con Abbas.

El líder palestino hizo comentarios similares en la televisión egipcia una semana antes, cuando habló a un entrevistador acerca de que un plan israelí para el Sinaí había sido «lamentablemente aceptado por algunos aquí [en Egipto]. No me pregunten más sobre eso. Lo hemos invalidado, porque no puede ser».

¿Qué hay de Mubarak?

La segunda pista la proporcionó un informe en inglés que apenas se tomó en cuenta publicado el mes pasado en la web del periódico árabe Asharq Al-Awsat, con sede en Londres, pero con fuertes vínculos con la familia real saudí.

Informó de que en los últimos años de su presidencia de Egipto Hosni Mubarak estuvo bajo una coordinada y reiterada presión de los EE.UU. para ceder territorio a los palestinos en el Sinaí para ayudarles a establecer un Estado.

El artículo, basado en la información proporcionada por un exfuncionario de Mubarak no identificado, afirmó que la presión comenzó a ejercerse sobre Egipto en 2007.

La fuente citó a Mubarak diciendo en aquel momento: «Estamos luchando tanto contra los EE.UU. como contra Israel. Ejercen presión sobre nosotros para abrir el cruce de Rafah a los palestinos y para que se les conceda la libertad de residencia, sobre todo en el Sinaí. En un año o dos, el tema de los campos de refugiados palestinos en el Sinaí estará internacionalizado».

A juicio de Mubarak, según el informe, Israel esperaba que una vez que los palestinos estuvieran en suelo egipcio Sinaí y Gaza como zona conjunta se trataría como el Estado palestino. Sería el único territorio al que se permitiría regresas a los refugiados palestinos.

Anticipando posteriores declaraciones de la oficina de Abbas, la fuente egipcia dijo que se elevó una propuesta similar a Morsi cuando este llegó al poder en 2012. Una delegación de líderes de la Hermandad Musulmana viajó a Washington, donde los funcionarios de la Casa Blanca propusieron que «Egipto ceda un tercio de la península del Sinaí a Gaza en un proceso de dos etapas que abarcaría cuatro o cinco años».

Los funcionarios estadounidenses, según el informe, se comprometieron a «establecer y apoyar plenamente un Estado palestino» en el Sinaí, en particular el establecimiento de los puertos marítimos y un aeropuerto. Se instó a La Hermandad a preparar a la opinión pública egipcia para el acuerdo.

Piezas del rompecabezas

Entonces, ¿qué sentido pueden tener estas diversas piezas del rompecabezas?

Cada una en sí misma se puede descartar. El informe de Asharq al-Awsat se basa en una fuente anónima y ​​puede haber intereses saudíes en el trabajo de promoción del relato. Del mismo modo, los israelíes podrían librar una campaña de desinformación.

Pero en conjunto, y teniendo en cuenta que Abbas parece renuente a reconocer elementos clave de la historia, se vuelve mucho más difícil de ignorar la posibilidad de que los informes se basen en algún tipo de realidad.

Parece haber poca duda -a partir de estos informes y de las aspiraciones más amplias de la derecha israelí- de que las instituciones de seguridad de israel han elaborado un «Plan del Sinaí» y lo están promoviendo agresivamente, especialmente a través de las vías específicas a los medios de comunicación israelíes. Las variaciones de este plan también se están promoviendo con más fuerza desde 2007, cuando Hamas tomó el control exclusivo de Gaza.

Los fundamentos actuales de Israel para la opción del Sinaí es que socava la creciente campaña de Abbas en las Naciones Unidas en búsqueda del reconocimiento de un Estado palestino, pedido al que Israel y los EE.UU. se oponen rotundamente.

También parece plausible, dada la fortaleza de sus lazos con Israel, que los EE.UU. está apoyando el plan y la adición de su considerable peso para convencer a los dirigentes egipcios y palestinos.

Más difícil de leer, sin embargo, es si Egipto podría haber respondido positivamente a una campaña de este tipo.

Un analista egipcio explicó la reacción esperada de Sisi y sus generales: «Egipto trata sin descanso de mantener a raya a Gaza. Los túneles se están destruyendo y se prevé una zona de amortiguamiento. Traer más elementos potencialmente hostiles más cerca de Egipto sería un movimiento peligroso y temerario».

Esto es bastante cierto. Entonces, ¿qué influencia ejercen Israel y los EE.UU. sobre Egipto para persuadirlo de que olvide sus preocupaciones por la seguridad nacional?

Ajustar el tornillo

Aparte de las grandes sumas de ayuda militar que Washington entrega a Egipto cada año, está el asunto de presionar cada vez más a El Cairo acerca de la grave escasez de combustible que se corre el riesgo de inflamar una nueva ronda de protestas callejeras.

Israel ha descubierto recientemente grandes yacimientos de gas natural en ultramar que está casi listo para exportarlo a sus vecinos. Silenciosamente ya se ha puesto de acuerdo con de la Autoridad Palestina y Jordania y se dice que está en negociaciones avanzadas con Egipto.

¿Forma esto parte de la presión sobre los líderes egipcios para ceder territorio en el Sinaí? Y, ¿ha sido suficiente para hacerlos pasar por alto sus problemas de seguridad?

Por último está el papel de los dirigentes palestinos. Abbas ha dicho firmemente que no tolerará tal acuerdo. ¿Cómo puede pensar israel que cambiará de opinión?

Una posibilidad de controversia, lo que arroja una luz muy diferente sobre los acontecimientos de este verano, es que Israel tiene la esperanza de «ablandar» a la opinión palestina, especialmente en Gaza, haciendo la vida todavía más insoportable a la población. 

Es notable que las operaciones a gran escala de Israel de atacar Gaza -en el invierno de 2008-09, en 2012 y de nuevo este año- comenzaron poco después de que Israel y los EE.UU., según Asharq al-Awsat, empezaran a ajustar los tornillos para que Mubarak cediera parte del Sinaí.

La destrucción masiva y repetida de Gaza tiene la ventaja añadida de que permitiría a El Cairo lanzar su oferta de ceder a los palestinos una pequeña porción de la península del Sinaí como un gesto humanitario que necesitan desesperadamente.

El éxito del enfoque de Israel requiere el aislamiento de Gaza, a través de un bloqueo, e infligiendo daños masivos en la Franja para alentar a los palestinos a reconsiderar su oposición de un Estado fuera de la Palestina histórica. Eso encaja con precisión en la política israelí desde 2007.

La opción del Sinaí puede ser difícil de confirmar por el momento, pero la debemos mantener firmemente en mente a medida que tratamos de dar sentido a los acontecimientos que se desarrollen en la región en los próximos meses y años.

Jonathan Cook ganó el Premio Especial Martha Gellhorn de Periodismo. Es l autor de Israel and the Clash of Civilisations: Iraq, Iran and the Plan to Remake the Middle East (Pluto Press) y «Disappearing Palestine: Israel’s Experiments in Human Despair» (Zed Books). Su web es: www.jonathan-cook.net .

Una versión de este artículo apareció por primera vez en Middle East Eye

Fuente:  http://www.counterpunch.org/2014/09/30/is-israel-trying-to-force-palestinians-into-the-sinai/