Se necesita una revolución donde no hay multitudes revolucionarias que la quieran.
Lo que hace extremadamente difícil enfrentar socialmente el calentamiento global es que requiere cambiar la civilización consumista.
La tarea es tan difícil que incluso defensores del paso a una era ecológica eluden mencionar que es indispensable vivir sencillamente con lo necesario y común.
Reducir el uso de combustibles fósiles es paralizar producciones porque no hay energías verdes suficientes disponibles. Son menos compras.
Hay miles de millones de personas pobres que deben consumir más para llegar a lo necesario.
Pero otros miles son consumistas que creen tener un derecho permanente.
Históricamente los pueblos avanzados no han sido solidarios. Hoy tienen los medios tecnológicos, ideológicos y militares para volver a los genocidios.
Se puede actuar individualmente y es un deber aun provocando un daño a otros porque no existe un sistema de seguridad social para todos.
Se debe participar con los otros en la formación de movimientos, partidos, liderazgos. En la creación de formas de regulación y coerción desde el estado.
Los recursos del planeta son finitos, hay que racionarlos.
Los empresarios dueños de la naturaleza no van a renunciar a gobernarla.
La destrucción del medio ambiente se hizo actuando de determinadas formas… hacerlo igual dará los esos mismos resultados.
Hay que cambiar como individuo, humanidad y poder.
Por una civilización sostenible solidaria
Mientras no haya partidos y movimientos civilizatorios todos ellos como sus masas son conservadores.
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