El genocidio que hoy se recrudece en los territorios ocupados de Palestina por el sionismo israelí, tiene su origen en la negación de la existencia del derecho de la nación palestina a existir y conformarse según su autodeterminación. La ocupación de territorios tiene como principio la invasión de los mismos, algo que no se explica en los medios al servicio del imperialismo estadounidense –principal aliado y mecenas de Israel-, y que en América Latina hemos vivido en diferentes momentos de nuestra historia, sino lo creen, véase como ejemplo el genocidio sistémico actual contra el pueblo haitiano disfrazado de “crisis humanitaria”.
En estos días se habla de guerra entre Israel y Palestina, pero me pregunto, ¿se puede hablar de guerra cuando no existen las condiciones de igualdad entre ambos bandos, pues Palestina no es un estado totalmente constituido y no cuenta con el poder militar de Israel?, ¿es acaso eso una guerra?, ¿o es un genocidio disfrazado de conflagración por los intereses imperialistas que buscan profundizar su domino territorial y humano? Desde hace muchos años que al pueblo palestino se le busca exterminar, condenándolo a una cárcel en su propio territorio, pues la Franja de Gaza es la tierra donde se les extermina.
No hay crudeza en las palabras anteriores, ya que la realidad no puede reducirse a una acepción manipulada, sino que es objetiva y clara, aunque algunos quieran que no se vea y otros no quieran verla. En Palestina son asesinados infantes, adultos y adultos mayores desde hace décadas, las bombas son cotidianas y las fuerzas israelís de ocupación cometen crímenes de lesa humanidad con la total impunidad ante los ojos de la comunidad internacional, además de que el sionismo israelí cuenta con el apoyo de la Unión Europea, la OTAN y el imperio estadounidense, pues de las palabras a los hechos queda claro que sólo ven lo que les conviene, y nunca han levantado la voz para pedir el fin del genocidio palestino que cometen las fuerzas de ocupación de Israel.
La resistencia palestina -que dicho de paso es mucho más que sólo Hamas- es la respuesta a las décadas de opresión, su existencia es debido a la invasión y a la agresión sionista, no es un acto irracional, es un hecho consecuente de otro, es decir, existe porque la ocasión de los territorios y el genocidio del pueblo palestino es real, pero como ya se ha dicho esa es la parte que la infodemia prosionista oculta y calla. La resistencia palestina es el único camino que le ha quedado a un pueblo que busca se lleve a efecto su reconocimiento como el propio derecho internacional ha establecido en diversos acuerdos y como una mayoría de naciones ha reconocido.
Hoy las bombas caen, tienen marca registrada del sionismo y del imperialismo, subvencionadas con millones de dólares que podrían utilizarse para combatir el hambre de forma realmente humanitaria en la Franja de Gaza, donde se ha condenado a muerte al pueblo palestino, pero, en lugar de ejercer políticas humanitarias, el Gobierno israelí incrementa los bombardeos indiscriminados, mismos que asesinan a población civil de forma intencionada, lo que es un crimen de guerra, aunque claro, eso no lo ve la Unión Europea, la OTAN y los Estados Unidos, ¿una casualidad?
Guste o no a los prosionistas, las voces del mundo, de los pueblos –incluido el pueblo israelí y estadounidense- claman por la justicia, por el fin del genocidio y por la libertad y autodeterminación de la nación palestina. ¡P
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