La fecha del 10 de Junio ya ha pasado, y la movilización popular continua. Los nombres de los palestinos y palestinas muertos por el ejército sionista se extienden sobre la tierra de Palestina desde 1948 hasta hoy mismo, entre quienes han caído bajo las balas recordamos Mohamed Dorra, aquel niño que volvía del colegio cogido […]
La fecha del 10 de Junio ya ha pasado, y la movilización popular continua. Los nombres de los palestinos y palestinas muertos por el ejército sionista se extienden sobre la tierra de Palestina desde 1948 hasta hoy mismo, entre quienes han caído bajo las balas recordamos Mohamed Dorra, aquel niño que volvía del colegio cogido de la mano de su padre y los dos, hijo y padre, fueron acribillados a balazos; a Lina Nabilse, aplastada por un tanque en Nablus; Mohamed Abujder, al que prendieron fuego; familia Dawabshi, quemados todos mientras dormían, tan sólo se salvó y muy grave Alí, un niño; Mohammed Abu Khdair, un adolescente al que secuestraron y luego asesinaron; … Abed el Fatah Abede-Nabi, en la Gran Marcha del Retorno le asesinaron cuando corría alejándose de la alambrada fronteriza en Gaza; Basel Al Araj, acribillado allí también a balazos; Ibrahim Abuzuría, asesinado en su silla de ruedas, no tenía piernas a causa de las heridas de otro ataque sionista en Gaza, le acribillaron el mismo día en que mataron a otros 62 palestinos que participaban en la Gran Marcha del Retorno del 14 de Mayo; Razan Al Najar, enfermera, auxiliando a los heridos una francotiradora le clavó tres balas por la espalda, por su entrega y su gran labor humanitaria el pueblo palestino le ha puesto el nombre de «El ángel de la Humanidad»; Izziddin Abdel-Hafed Al-Tamimi, joven de 21 años que habiendo estado en la cárcel sionista varias veces por su lucha por Palestina, era perseguido por seguir luchando, tras varios meses de persecución una vez que acudió a su casa le localizaron y la asaltaron para matarle disparándole a quemarropa; … ¡Cuántos nombres faltan!
Este último viernes 10 de junio los asesinos han sumado 4 muertos y cerca de 1.000 heridos. Todos los días en Palestina … Es una guerra declarada por el ente israelí, y los gobiernos de las potencias occidentales asisten como espectadores. No, no es cierto, colaboran con el sionazismo, comercian, normalizan sus crímenes dejándolos correr en la vida diaria, los justifican o se lavan las manos, todo envuelto en la equidistancia de la paralegalidad del freno estadounidense: ¡Vergüenza!. El poeta Antonio Gamoneda, en una de sus obras -«Un armario lleno de sombras», o quizás en «Esta luz»- declara que la vergüenza es un sentimiento revolucionario, y comprobamos que tanto los asesinos directos como los que les protegen no disponen de ese valor. Vergüenza y dolor, y solidaridad, por ese pueblo que eleva la dignidad humana a alturas que alcanzan muy pocos.
Desde el año 2000 los mercenarios sionazis han encarcelado a más de 3000 niños y niñas, los adultos se cuentan por cientos de miles, los heridos son cientos de miles, aún tienen prisioneros a 6500, las víctimas se esparcen por el mapa del mundo, en los países más remotos hay refugiados palestinos. Todas las víctimas, no puede escribirse aquí todos los nombres, sólo querían decir al mundo que el proyecto sionista imperialista no pasará, pues el pueblo palestino tiene sus raíces en su tierra, son de Palestina como las rocas o los olivos, y tarde o temprano su lucha, sus sufrimientos desde esa su primera trinchera, le darán la victoria y obtendrán la libertad.
Todos los palestinos y todas las palestinas tienen su historia de familia, de convivencia social, de amor y entrega a su país, pero en honor de todos ellos traigo aquí unos detalles de la enfermera Razan Al Najar, que formaba parte del Comité de Mujeres del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), pertenecía a una familia muy pobre, y no pudo acabar sus estudios de selectividad por no tener dinero. Entonces hizo un año y medio de auxiliar de enfermería y asistía a quien necesitase ayuda. Había declarado que sólo quería demostrar que la mujer tenía un puesto en la Resistencia y quería dar ejemplo. Se sumó desde la primera hora a la Gran Marcha del Retorno a Palestina, era el día 30 de Marzo, y había vendido su anillo para comprar vendas y material sanitario con el que acudir en auxilio de quienes cayesen bajo las balas de los sionazis. El viernes 5 de Junio fue acribillada por la espalda, y tras el primer balazo, recogida por sus compañeras y compañeros aun les decía con insistencia que quería volver a su tarea, cuando una mercenaria israelí le clavó otros dos proyectiles.
Ahora su madre, Sabarin Al Najar, y su hermana, se han puesto las batas de enfermera y ha ocupado su puesto en los campamentos de la Marcha del Retorno, en la primera fila de socorro; la bata agujereada de Razan es la de la madre, que a las preguntas de los periodistas ha respondido: «Mi hija me ha enseñado mucho».
Las Marchas del Retorno, en las que participan todas las facciones palestinas, han llamado a los pueblos y gobiernos para que sepan una vez más que reclaman los derechos legítimos del pueblo palestino, su tierra, su capital Jerusalén, y el fin del bloqueo ilegal a Gaza. Su lucha, por la que pagan con la vida desesperadamente, es su arma más preciada, que parece ha destruido el muro desinformativo de las empresas sionistas que manejan la información, y ha conseguido sorprender a las gentes dormidas, reactivar a quienes mantenían su solidaridad en tono bajo, e impulsar en un sólo frente a los pueblos. Su lucha ha aunado en un frente la voz que discurre de un país a otro en su defensa al reavivar la conciencia, y hacer sentir y comprender la independencia de Palestina. En esa dirección está la suspensión del partido de fútbol entre Argentina e Israel, las dudas sobre la celebración del próximo festival de Eurovisión en Jerusalén, la negativa en Francia, Inglaterra y Alemania a apoyar a Israel frente a Irán, la extensión efectiva del BDS en gobernaciones de pueblos y ciudades de todo el mundo, el señalamiento de Israel y su imagen de enemigo de la paz en todos los organismos internacionales, y su condena como el régimen racista existente más despreciable.
Pero faltan otras acciones efectivas como la suspensión de relaciones comerciales, la retirada de embajadores, el rompimiento del bloqueo a Gaza, la intervención de una fuerza internacional de ayuda y cooperación …
Las manifestaciones en el mundo por el Día de Jerusalén, que coincidía con la última Gran Marcha del Retorno, siendo importantes responden en buena parte a los intereses de los gobiernos musulmanes respectivos que parecen activarse cuando les tocan la fibra religiosa, pero ante la invasión sionista, la ocupación, su avance sobre Palestina, su bloqueo a Gaza, la muerte continuada de sus habitantes a manos de los sionazis, no son capaces de poner una fuerza común de acción internacional ante las potencias occidentales que haga que sus gobiernos se vean necesitados de cerrar el paso al régimen colonial.
La Gran Marcha del Retorno se ha convertido en un actor político mundial.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
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