Recomiendo:
0

Aparecen pruebas que demuestra que la crisis energética que provocó Enron en California fue premeditada para poder subir los precios

Fuentes: La Jornada

Empleados de alto rango de Enron Corporation encargados de controlar el suministro eléctrico a California, después que el estado desreguló y privatizó la industria, bromeaban sobre el dinero que estaban ganando al manipular ilegalmente el flujo de electricidad mientras los consumidores sufrían apagones y alzas extraordinarias de precios, según audiograbaciones dadas a conocer esta semana. […]

Empleados de alto rango de Enron Corporation encargados de controlar el suministro eléctrico a California, después que el estado desreguló y privatizó la industria, bromeaban sobre el dinero que estaban ganando al manipular ilegalmente el flujo de electricidad mientras los consumidores sufrían apagones y alzas extraordinarias de precios, según audiograbaciones dadas a conocer esta semana.

Funcionarios del gobierno y ejecutivos de las empresas energéticas han insistido en que la crisis eléctrica en California, hace cuatro años, fue resultado del mal manejo del proceso de privatización del suministro eléctrico y la desregulación de la industria en el estado, por no llevarse suficientemente lejos.

Pero las nuevas grabaciones, combinadas con revelaciones que se esperan al comenzar el lunes un juicio contra ex ejecutivos de En-ron, ampliarán las pruebas de que los empresarios encargados de garantizar el suministro de electricidad a ese estado deliberadamente redujeron la oferta para incrementar los precios, aun si eso implicaba cortes de electricidad a decenas de miles de hogares.

Un empleado de Enron, al hablar con admiración de las acciones de uno de sus colegas durante la crisis, dice: «acaba de chingarse a California (…) Le roba dinero a California al son de un millón o 2 millones de dólares al día».

Las grabaciones fueron obtenidas por una empresa de generación eléctrica cerca de Seattle, la cual ha presentado una demanda legal contra Enron y empleados involucrados por intentar recuperar sus pérdidas al incrementarse estrepitosamente el precio de la electricidad que compraba en 2000.

Los comerciantes de energía de Enron se escuchan en las grabaciones, algunas de las cuales fueron trasmitidas por CBS, ordenando la suspensión de operación de plantas de generación en medio de la crisis con el propósito de provocar un alza en los precios del mercado.

«Si apagas el vapor, ¿qué tanto tiempo tardas en prenderlo?», pregunta un empleado de la empresa a los de la planta generadora. «Uy, pues no es algo que deseas apagando y prendiendo cada hora», le responde. El de Enron da la instrucción: «bueno, pues, sigue adelante y apaga esa».

En otra instancia, los de Enron están viendo imágenes de televisión de un incendio forestal que dañó las líneas de transmisión eléctrica en California, lo que causó apagones en decenas de miles de hogares. «Quema, baby, quema», se escucha el canto de los de Enron, ya que esto ofrecería otra oportunidad para elevar los precios.

Pero las grabaciones también demuestran que no fueron acciones de unos cuantos empleados traviesos. En una de ellas hablan de cómo están presionados el ejecutivo en jefe de Enron, Kenneth Lay, y otros altos ejecutivos para incrementar las ganancias.

Al hablar de las elecciones presidenciales que se aproximaban en 2000, un empleado de Enron especula sobre lo que ocurriría si ganaba el candidato George W. Bush: «sería maravilloso, me encantaría ver a Ken Lay como secretario de Energía». Este era amigo cercano de Bush y contribuyó con más dinero a sus campañas que cualquier otra persona.

Otro empleado dice confiado que si Bush llegara a la presidencia aseguraría que jamás hubiera límites a los precios de electricidad.

Bush ganó, pero Lay no fue llamado al gabinete, aunque cuatro meses después de arribar a la Casa Blanca el nuevo presidente anunció su oposición a toda imposición de límites sobre los precios de electricidad, al argumentar que tales medidas tendrían un impacto negativo en la crisis eléctrica.

Pero lo revelado en las grabaciones, entre otras cosas, sugiere precisamente lo contrario: la imposición de un control de precio po-dría haber beneficiado a los consumidores. El problema fue confiar a empresas privadas como Enron el mercado eléctrico después de la desregulación del sector.

En otra grabación se escuchan los comentarios de los empleados de Enron en torno a esfuerzos de demandar a su empresa para recuperar parte del dinero que ganó al manipular el mercado de California. «Están tratando de chingarse el dinero que ustedes ganaron», dice uno, y añade: «todo ese dinero que ustedes robaron de las pobres abuelas de California».

Otro responde, bromeando cínicamente: «Sí, la abuelita Millie, cuate. Ahora quiere que se le regrese todo su chingado dinero por todo lo que le cobraron por la energía, lo que le metieron en el culo por pinches 250 dólares por hora megawatt», dice entre risas. Estaban plenamente conscientes de que lo que estaban haciendo era ilegal.

En una grabación se puede escuchar una conversación en la que se comenta la importancia de no hablar a los medios de comunicación, ya que eso podría «meternos en líos». Otro bromea que de-sea ser cuidadoso, ya que «lo único que estoy intentando es ser un colega honesto para que tenga que ira a la cárcel una sola vez».