Recomiendo:
0

Entrevista a Silvio Rodríguez en Puerto Rico

«Así funciona mi corazón»

Fuentes: Claridad

  Lo confieso, soy fanática de la poesia y música de Silvio desde que oí por primera vez a Roy Brown cantar Te doy una canción y Oda a mi generación. Me preguntaba y me pregunto cómo alguien puede decir esas cosas que parecen tan sencillas pero que encierran mensajes tan profundos. A mi abuela […]

 

Lo confieso, soy fanática de la poesia y música de Silvio desde que oí por primera vez a Roy Brown cantar Te doy una canción y Oda a mi generación. Me preguntaba y me pregunto cómo alguien puede decir esas cosas que parecen tan sencillas pero que encierran mensajes tan profundos. A mi abuela no le gustaba su voz, decía que todo lo cantaba igual, pero con el tiempo se acostumbró de tanto oir el Óleo de mujer con sombrero y Al final de este viaje, dos de las canciones que se escuchaban en mi casa hasta que se rayó el disco.

Silvio Rodríguez Domínguez llegó al mundo por San Antonio de los Baños hace 63 años. Hijo de Dagoberto Rodríguez y Argelia Domíguez, fue, junto con Pablo Milanés, Noel Nicola, Sara González (entre otros (as)) y con la ayuda de Haydée Santamaría, impulsor de lo que se conoce como la Nueva Trova Cubana.

Movimiento que llegó a Puerto Rico a través de las voces de Roy Brown, Antonio Cabán Vale, Taoné, Haciendo Punto en Otro Son, Moliendo Vidrio etc. La primera vez que visitó nuestro país fue con Pablo Milanés, presentándose en Bellas Artes y en el Coliseo Pedrín Zorrilla; tras quince años de ausencia vuelve en grande para hacer el concierto A doce cuerdas: Concierto para una Nación celebrado en el Hiram Bithorn, donde reunió casi 23 mil personas; regresa luego de trece años a presentarse en el Coliseo José Miguel Agrelot este próximo 30 de mayo.

Llega a Puerto Rico con un nuevo trabajo bajo el brazo, Segunda Cita, disco que en esta entrevista nos dice que está hecho para los ángeles cubanos. Sus declaraciones en Casa de las Américas el día de la presentación del disco dieron la vuelta al mundo y muchos medios lo reseñaron como si el autor hubiese hecho planteamientos en contra de Cuba y su gobierno.

Algo que no mucha gente sabe es que el poeta fue por muchos años miembro activo de la Asamblea Popular Cubana y entre sus intervenciones hay una que hizo en el 2002 en la que, entre otras cosa, decía:

«Yo siempre pensé que todas las ocupaciones y preocupaciones humanas caben en la poesía y en el arte, y por supuesto en la canción. Y que es deber de nuestra sociedad socialista defender que así sea, porque en esos testimonios se imprimirá parte de nuestra memoria histórica como pueblo, además de parte de nuestra capacidad de inventiva. Creo que las artes no sólo tienen el derecho sino el deber de expresarse, porque eso, junto con los datos que aportan la prensa y otras manifestaciones, contribuye a dejar un registro histórico lo suficientemente variado como para que el mañana comprenda todas nuestras características y pueda aprender de nosotros.

Por ejemplo, creyendo en la poesía y en el arte, a los 20 años llegué a la conclusión de que la Revolución no era propiedad privada de nadie, que la Revolución era de todo el que fuera capaz de hacerla y defenderla. Por lo que les dije a los burócratas que se creían los administradores de los sueños:

La pobre gente que dispone
de la vida por oscuros corredores,
¿qué se hará?
Y los que venden la palabra,
los que ríen, los que no hablan
¿quiénes los despedirán?
los que ríen, los que no hablan
¿quiénes los despedirán?
Serán como el insecto aquel,
muriendo solo, sin después
Morir así es no vivir.
Morir así es desaparecer para siempre.

Creyendo en la poesía y en el arte me fui al mar con la Flota Cubana de Pesca, de donde regresé intacto con estas interrogaciones:

Compañeros de historia,
tomando en cuenta lo implacable
que debe ser la verdad, quisiera preguntar
-me urge tanto-
¿qué debiera decir, qué fronteras debo respetar?
Si alguien roba comida
y después da la vida, ¿qué hacer?
¿Hasta dónde debemos practicar las verdades?
¿Hasta dónde sabemos?»

Como preámbulo a su visita conversamos vía electrónica con el cantaautor, aquí sus respuestas.
Silvio, bienvenido a la otra ala.

Puerto Rico
¿Qué significa esta visita a Puerto Rico?
En mis correos tengo a Puerto Rico en la carpeta de Latinoamérica y a Estados Unidos en otra. Así funciona mi corazón. Aún así, para ir a Puerto Rico necesito visa del Departamento de Estado norteamericano. Si ahora me dan esa visa significaría un paso de avance en comparación con otras veces que he intentado ir, y no he podido. Todo lo que sea respeto y entendimiento es de agradecer, y tiene mi buena voluntad. Para mí es natural desear ir a Puerto Rico, una nación hermana en la que tengo, además, muchos amigos.

¿Qué lazos lo unen a nuestro país?
Básicamente que somos dos naciones antillanas, con una formación étnica semejante. Aspectos de nuestra cultura son muy parecidos. Por eso venir a Puerto Rico resulta natural y me siento parte de aquí, como los puertorriqueños se sienten como en su casa cuando van a Cuba. Hay momentos de nuestra Historia en los que también estamos hermanados. Nuestro héroe nacional, José Martí, nos dejó un legado de solidaridad con Puerto Rico que continúa presente.

¿Quiénes lo acompañarán en tarima en esta tercera vuelta?
El trío de cuerdas pulsadas Trovarroco, naturales de Villa Clara; Niurka González, tocando flauta y clarinete; y Oliver Valdés, en la batería y la percusión. Son excelentes músicos y compañeros de trabajo desde hace algunos años; hemos hecho muchos conciertos juntos. Estoy seguro de que se van a hacer sentir mucho en la escena.

La poesía
¿Refleja su poesía hoy inquietudes parecidas a las del Silvio joven?
Sí, y además otras cosas que no podía reflejar entonces, porque no había pasado por ellas.

¿Qué le ha añadido el tiempo?
Trayectoria, reafirmación, negación, coherencia, falta de cabellos y algo de sobrepeso.

¿Qué otros fantasmas lo han acosado?
Hasta ahora me llevo bien con los fantasmas, pero cierta vez canté que me acosaba el carapálida. ése es el que no me deja en paz. Abajo el bloqueo.

Hábleme de Segunda Cita (¿habrá una tercera?)
Sí, la primera cita fue con los ángeles de la guarda del mundo, y la segunda con los de Cuba, la tercera podría ser con los extraterrestres, cosa que me anima mucho, así que espero que seamos presentados.

Cuba
¿No se cansa de tener que explicar su compromiso con su país, con sus ideas, con la forma de vivir que han escogido?
Más bien no se cansan de preguntármelo. Generalmente indagan más de eso que de canciones, que es la materia que más me corresponde. Lo que sucede es que algunos han inventado una Cuba poco menos que infernal. Y eso es lo que más se difunde sobre nuestro país. De ahí que haya personas que se extrañen de cómo podemos vivir en condiciones semejantes. Lo cierto es que Cuba no es perfecta, nunca lo ha sido, y al principio de la Revolución también se dijo que éramos poco menos que un paraíso. Antes nos pedían explicaciones porque los elogios no dejaban ver nuestras deficiencias, y ahora porque la exageración de nuestros defectos impide ver nuestras virtudes.

¿Cómo es la relación de Silvio con su pueblo?
Yo salí del pueblo, mi familia es pueblo, mis amigos son pueblo. Pero también he sido un cantor con buena suerte y, cuando un artista tiene buena suerte, es halagado, viva en el país que viva. Es importante que eso no se suba a la cabeza y, si se sube, saber bajarlo. Hace años escribí una canción sobre eso, llamada La escalera. Hay que tener claro qué hacer con la buena suerte que nos ha tocado. En ese sentido creo haber sido consecuente con mis orígenes.

Hábleme un poco de su relación con los cinco prisioneros cubanos en EEUU.
Hace mucho que es hora de que los liberen. Es un reclamo que no debemos abandonar. Desde hace años, en todos mis conciertos, cito unas palabras del actor Danny Glover y les dedico una canción. Es mi modestísimo granito de arena porque se les haga justicia a esos hombres que ya llevan más de una década injustamente presos.

La ñapa
¿Podría enviarle unas palabras a nuestros(as) estudiantes que están en huelga en la UPR?
Me parece inspirador que la juventud puertorriqueña luche por su porvenir. Los recortes en educación son muy injustos. Que recorten los gastos militares. Ojalá más temprano que tarde se llegue a un acuerdo digno del futuro de Puerto Rico.

A nuestros prisioneros políticos
Todas las personas tenemos un libre albedrío. Es respetable que cualquiera discrepe de lo que considere. Personalmente creo en las causas que abogan por la soberanía de las naciones, como las anticoloniales y antiimperialistas. Por eso me siento identificado con los presos políticos puertorriqueños y apoyo la causa de su liberación.

Fuente:http://www.claridadpuertorico.com/content.html?news=88718E03304856266FDEDDDC7E034CB6

rJV