Según datos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, el equivalente a 21 empleados a tiempo completo se dedican a controlar la prohibición de viajar a la isla, mientras sólo 16 están asignados al rastreo de las finanzas del gobierno iraquí de Saddam Hussein y de los insurgentes en […]
Según datos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, el equivalente a 21 empleados a tiempo completo se dedican a controlar la prohibición de viajar a la isla, mientras sólo 16 están asignados al rastreo de las finanzas del gobierno iraquí de Saddam Hussein y de los insurgentes en Irak.
Así lo ha denunciado el senador demócrata Max Baucus (Montana) el pasado lunes criticando que el gobierno de George W. Bush dedique más personal a controlar que los turistas estadounidenses no viajen a Cuba que a investigar el financiamiento terrorista en Irak, Afganistán o Irán.
Un total de 14 empleados a tiempo completo se dedica a investigar la financiación terrorista en Irán, y menos de 10 están asignados a Sudán, Siria yLibia combinados, dijo Baucus en un comunicado. Ni un solo funcionario a tiempo completo está asignado a Afganistán, añadió el legislador.
Baucus llamó al Senado a aprobar un proyecto de ley que eliminaría la financiación del control de la prohibición de viajar a Cuba.
«Mientras soldados y ciudadanos estadounidenses enfrentan amenazas de Al-Qaeda y otras organizaciones terroristas en Medio Oriente, el gobierno de Bush ha decidido concentrar muchos de sus escasos recursos contra el terrorismoen impedir que estadounidenses de a pie hagan turismo en Cuba», lamentó.
Se espera que la Cámara de Representantes considere esta semana una nueva enmienda para suspender la aplicación de los controles de la prohibición de viajar a la isla.
La Cámara de Representantes y el Senado habían aprobado el año pasado una enmienda que eliminaba la prohibición de viajar a la isla, impuesta hace 42 años.
Pero un grupo de legisladores que debía conciliar el lenguaje votado en cada instancia decidió dar marcha atrás, cediendo ante la amenaza de veto esgrimida por el presidente Bush.