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"Silencio y parálisis son inaceptables", afirman en una declaración Gore Vidal, Howard Zinn, Harold Pinter, Sean Penn y Jesse Jackson, entre otros

Campaña de intelectuales y activistas contra legalización de la tortura en EEUU

Fuentes: La Jornada

Frente a la legalización de tortura y la anulación de derechos constitucionales bajo la ley recién aprobada por el Congreso y promovida por el gobierno de George W. Bush, un coro de prominentes figuras del mundo de la cultura, política, de defensa de derechos civiles y activistas denunciaron lo que consideran un paso hacia la […]

Frente a la legalización de tortura y la anulación de derechos constitucionales bajo la ley recién aprobada por el Congreso y promovida por el gobierno de George W. Bush, un coro de prominentes figuras del mundo de la cultura, política, de defensa de derechos civiles y activistas denunciaron lo que consideran un paso hacia la «tiranía» en Estados Unidos y la urgencia de «rescatar» la democracia en este país.

En declaraciones, foros de emergencia, comunicados, anuncios pagados en los medios, comienza a registrarse una mayor respuesta a la ley para legalizar la tortura y anular la provisión contra la detención arbitraria para los designados «enemigos» de este gobierno. Hay convocatorias para acciones de repudio y denuncias por la aprobación de la nueva ley, aunque persiste la ausencia de una reacción generalizada entre los estadunidenses, a pesar de las advertencias de que su «democracia» está en riesgo.

Una iniciativa bajo la consigna: «El mundo no puede esperar; fuera el régimen de Bush», anuncia la realización de marchas y manifestaciones en más de 175 ciudades el próximo jueves 5 de octubre para exigir la destitución de Bush por sus «políticas criminales». Este esfuerzo comenzó hace un año con la difusión de una declaración endosada por figuras famosas y líderes sociales que ahora cobró urgencia con la legalización de la tortura. Acusan al gobierno de violar derechos humanos, guerras ilegales, tendencias fascistas, llaman a la destitución de Bush y su gobierno, y critican a los demócratas por complicidad.

«Si perdemos esta lucha, perdemos la democracia», advirtió Bill Goodman, director legal del Centro de Derechos Constitucionales en un foro realizado aquí, al comentar las implicaciones de la nueva legislación. «Bush y compañía -dijo- están determinados a destruir nuestra Constitución y Carta de Derechos; no podemos permitir que lo logren». Señaló que no sólo «autorizaron la tortura», sino la anulación del derecho de «habeas corpus» (garantía contra la detención arbitraria) para extranjeros designados como «combatientes enemigos ilegales» por Bush, y «sin ello (el habeas corpus), somos virtualmente esclavos en un Estado policiaco». Indicó que todo esto se parece a los tiempos del macartismo, y que como en ese entonces, «la tiranía florece frente a tres cosas: el silencio, los secretos y el temor».

El ex embajador de Gran Bretaña en Uzbekistán, Craig Murray, acudió al foro para hablar de cómo fue que renunció su cargo y perdió su carrera al denunciar la tortura financiada y endosada por Washington y Londres en ese país. «Mis instrucciones como embajador fueron expresar nuestra gratitud porque Uzbekistán era miembro de nuestra coalición en la guerra en Irak y contra el terrorismo», contó. Pero durante su estancia fue testigo de «juicios» falsos de «terroristas», y recibió pruebas de tortura, incluidas fotos de un joven que envió a Londres para ser analizadas por un médico forense, quien concluyó que le habían arrancado las uñas y después murió al ser sumergido en un líquido hirviendo.

«Cuando hirvieron hasta la muerte a ese hombre, el contribuyente estadunidense estaba pagando por el calor», sostuvo Murray, al señalar que Washington había ofrecido unos 500 millones de dólares en asistencia al régimen totalitario de Uzbekistán en ese mismo periodo. El diplomático recibió pruebas de cómo torturaban a hijos para que los padres «confesaran», y violaciones sexuales de hijas frente a sus padres.

Murray señalo que la legalización de la tortura por el Congreso y Bush «ya no es producto de políticas neoconservadoras; esto ya es neomedieval: han hecho que regresen la tortura y las cruzadas».

Sean Penn envío un mensaje al foro, acusando de «arrogante y cobarde» al gobierno de Bush y de ordenar la matanza de «nuestros hermanos y hermanas, hijos e hijas» en la guerra. El actor Mark Ruffalo dice que llegó el momento de detener las políticas del gobierno de Bush que causan muerte y desesperación tanto en el extranjero como en este país, y advirtió que lo que se llama democracia en este país está bajo ataque por este régimen.

La actriz de cine y teatro Olympia Dukakis dio lectura a una declaración a la que se han suscrito cientos de artistas, religiosos, abogados, líderes comunitarios y más, ante varios cientos de activistas que acudieron al foro en esta ciudad, en donde se acusa al gobierno de Bush de engaños, guerras ilegales, torturas, detenciones arbitrarias, la supresión de la ciencia bajo la religión, y la negación de derechos básicos. «El régimen de Bush está intentando rehacer la sociedad radical rápidamente, de una manera fascista, y para las próximas generaciones. Tenemos que actuar ahora; el futuro está en juego», afirma el texto.

«El silencio y la parálisis no son aceptables… el desastroso curso de este régimen de Bush tiene que ser detenido. Y tenemos que asumir la responsabilidad para hacerlo», afirma la declaración en el llamado por una movilización masiva y constante para «sacar a Bush del poder». Entre los firmantes están Gore Vidal, Howard Zinn, Harold Pinter, Sean Penn, Daniel Ellsberg, el reverendo Jesse Jackson, la poeta Grace Paley, Dennis Brutus, John Sayles, Susan Sarandon, el escultor Richard Serra, John Heard, Sonia Sánchez, Jessica Lange, Cindy Sheehan, los representantes federales John Conyers, Maxine Waters, Major Owens y Bobby Rush, Ricky Lee Jones; la general brigadier retirada Janis Karpinski, Kurt Vonnegut, Jonathan Kozol, el teniente Ehren Watada (quien rehusó órdenes para ir a Irak por considerar ilegal la guerra), la ex diplomática Ann Wright, Alice Walker, el coreógrafo Bill T. Jones, el Hip Hop Caucus, Carlos Arango de Casa Aztlán, el padre Roy Bourgeois, Tom Morello de Audioslave, Ozomatli, Boots Riley del grupo hiphopero The Coup, y decenas más (la declaración y listas completas se pueden revisar en www.worldcantwait.net).

Comienza el ruido

Aunque lo que podría llamarse «movimiento» en contra de estas políticas continúa dividido (algunas de las coaliciones nacionales contra la guerra no apoyan las acciones del 5 de octubre), al parecer empieza un ruido que está rompiendo el silencio que imperó al aprobarse la ley para legalizar la tortura y anular un principio básico del sistema legal.

Tal vez está sonando el eco de algo dicho por un héroe nacional hace casi 40 años: «Llega un momento donde el silencio es traición», declaró Martin Luther King, Jr en la iglesia Riverside el 4 de abril de 1967 durante su histórico discurso repudiando las políticas bélicas de Washington y llamando por una «revolución de valores» en Estados Unidos.