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Carta dirigida a los que firman a favor de «Ayudas más Justas», de Javier Maroto (PP)

Fuentes: Rebelión

Un cordial saludo. Esta carta está dirigida a ti personalmente. A ti, como ciudadano, que has firmado en favor de la propuesta del alcalde de Vitoria-Gasteiz, Javier Maroto. Valorando que, seguramente, busques un bien para nuestra comunidad. Voy a intentar argumentarte porque tu firma está avalando un ataque contra la Democracia y puede volverse contra […]

Un cordial saludo.

Esta carta está dirigida a ti personalmente. A ti, como ciudadano, que has firmado en favor de la propuesta del alcalde de Vitoria-Gasteiz, Javier Maroto.

Valorando que, seguramente, busques un bien para nuestra comunidad. Voy a intentar argumentarte porque tu firma está avalando un ataque contra la Democracia y puede volverse contra ti misma, devaluando los derechos que como ciudadana ostentas.

El párrafo anterior te puede parecer exagerado, por ello lo voy a intentar justificar. Por favor tomate tiempo.

Para mí, es imprescindible retrotraernos al principio de Ciudadanía y Democracia, para poder situar históricamente al señor Maroto. Y, al porqué, de su calculada decisión para despojar de sus derechos a una parte de nuestros vecinos, que profesan una religión diferente a la católica. Confesión, la católica, inherente al cuerpo histórico e ideológico del Partido Popular.

Vamos para atrás en el tiempo; Thomas Paine fue un revolucionario del siglo XVIII. En aquella época se llamaba revolucionarios a los que pretendían socavar el orden absolutista. Esa manera de ordenar la sociedad, con una clara jerarquía, dónde el rey o soberano estaba en la punta de la pirámide, la nobleza y la iglesia un poquito más abajo y por debajo una mayoría de la población que no tenían reconocido derecho alguno.

En ese siglo, el XVIII, Thomas Paine defendía un sistema dónde ser ciudadano te igualaba en derechos a todos tus vecinos. Propugnaba un sistema democrático que garantizase esa igualdad y terminase con siglos de dominación. También reflexionó sobre la pobreza, pensaba que no era un estado natural de la humanidad, sino todo lo contrario, que proviene de un desequilibrio causado por la acumulación de la tierra en algunas pocas manos. ¿Te suena esto de algo vecina? En estos momentos de crisis ¿Los ricos son más ricos? Pues sí, así es, las grandes fortunas en los últimos años ven aumentar su patrimonio, mientras una gran mayoría vemos mermar nuestros recursos.

Thomas Paine propone un plan detallado de impuestos a los dueños de propiedad, con el fin de redistribuir la riqueza. Ese dinero recaudado serviría para paliar la pobreza de los que menos tienen. Se podría considerar, como la precursora, de la hoy popularmente conocida como Renta Básica ciudadana.

Pero en aquella época también había conservadores, como Mr Edmund Burke, padre de las doctrinas conservadoras modernas. Atacaba sin cuartel el parlamentarismo, la idea de igualdad y era un firme defensor de los privilegios de la nobleza. Ni que decir, ideas como la de la Renta Básica le parecían una aberración. Thomas Paine contesto a Edmund Burke con su obra «Los Derechos del Hombre» (Olympe de Gouges escribió «Los Derechos de la mujer». Pero, todavía queda un tiempo, para que las mujeres nos pongan en nuestro sitio y hablemos de Derechos de las Personas). En esta obra, Thomas Paine, defendía los derechos del ciudadano frente al irracionalismo político derivado del integrismo católico y el absolutismo. Esta obra fue escrita hace 200 años, sin embargo en Vitoria está en plena actualidad. Y, esta polémica no está cerrada.

Para mí, Javier Maroto juega el papel de Edmund Burke. Bebiendo del integrismo religioso católico, aprovechando la islamofobia internacional, pretende despojar de sus derechos más básicos a una parte de los ciudadanos.

En cuanto se habla de justicia social, los que más tienen se sienten amenazados. Al igual que Edmund Burke defendió los derechos de la nobleza, Javier Maroto atacá directamente un derecho como la Renta de Garantía de Ingresos. En internet puedes encontrar un montón de declaraciones de líderes empresariales vilipendiando la R.G.I.

¿Y por qué va esto en contra tuya? ¿Si tú no eres magrebí o musulmán? Y además, seamos sinceros, a ti no te caen muy bien y te sientes un poco amenazado por esa gente que habla otro idioma por la calle, llevan una indumentaria diferente y no renuncian a ser como son.

Va en contra tuya porque la decisión que ha tomado Javier Maroto es romper el Principio de Igualdad. En base a datos falseados, por favor lee lo que a este respecto dice el Ararteko, se carga la base sobre la que se construye la democracia y se garantiza la libertad. Porque sí, porque a él le da la real gana. Javier Maroto intenta despojar a un montón de nuestros vecinos de un derecho fundamental. ¿Cómo va a haber democracia sino somos iguales en derechos? Que te hace pensar que tú, o tu colectivo no pueden ser los siguientes. Y si después de los magrebís, se despoja de derechos a parados con subsidio de desempleo, o a usuarios de sanidad pública, o a ti como jubilado pensionista, o cuando quieras protestar por un desahucio a tu vecina de Vitoria de toda la vida. ¿O ya han empezado a despojar de derechos a estos colectivos y nos tienen enfangados con el «odio al moro»?

En estos tiempos de crisis mundial, el viento sopla a favor de nuestro alcalde, el «moro» ya no sólo es el infiel enemigo del sur. Ahora, también son terroristas. Poco importa los coqueteos de las potencias occidentales con los grupos yihadistas. Como en Afganistán contra los soviéticos, durante la guerra de la ex-Yugoslavia, en Kosovo, en Libia, en Siria o con el último enemigo de la humanidad el Estado Islámico (ISIS). Rand Paul, senador republicano, afirmó que en el pasado «apoyaron» el ISIS y por esa razón el movimiento terrorista es tan fuerte hoy. Y no lo olvidemos vecinos, la mayoría de las víctimas de estos grupos son los propios musulmanes.

El odio que fomenta el PP no aporta nada bueno a nuestra ciudad. El otro día, un conocido magrebí (aunque no te lo creas, trabaja y paga sus impuestos) me contaba que su hija lo estaba pasando muy mal en el instituto desde que saltó la polémica de la renta básica. Señalamientos y comentarios ofensivos se convierten en algo habitual.

Es triste, pero así es, esto está pasando en nuestra ciudad. Pero nada nuevo en el horizonte, ésta ha sido una constante histórica durante los últimos 200 años, la de dos fuerzas encontradas. Por una lado la del conservadurismo legitimador de privilegios a minorías y por otro la apuesta por un sistema con justicia social. Y nuestro alcalde, claramente, se sitúa del lado antidemocrático. Y tu vecino con tu firma a su propuesta, avalas estas medidas de excepción de este sector, que en 200 años ha ido mutando en diferentes formas. Ahora dicen que se llaman Partido Popular y que son liberales y demócratas también. Pero su concepto de democracia, nada tiene que ver con el original que defendió Thomas Paine, con su idea de Renta Básica.

Por favor, luchemos por la Igualdad, por la Democracia, por los Derechos de las Personas como pedía el revolucionario Thomas Paine. Pedid que quiten vuestra firma.

Jose Mespina. Vitoriano hijo de emigrantes. Y, según van las cosas, probable padre de emigrante.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.