El estatal Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas presentó una propuesta de actualización del trabajo de cuidados en las familias y políticas públicas.
Un programa para contribuir al perfeccionamiento del trabajo de cuidados desde la perspectiva familiar y su atención por las políticas públicas fue presentada por el Grupo de Estudios sobre Familia del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CiPS) en La Habana.
Con la presencia de investigadores y profesionales de las diferentes áreas de trabajo involucradas, integrantes del grupo mostraron sus conclusiones en un taller de trabajo, realizado el 20 de diciembre, en el que también recibieron los aportes de las personas convocadas a la presentación.
Entre las y los asistentes se encontraban trabajadores sociales del municipio habanero Plaza de la Revolución, que es uno de los territorios estudiados y en donde se comenzaría la implementación de esta propuesta apenas sea aprobada.
El grupo estudia estas cuestiones desde 2017, y en este tiempo ha consultado las diferentes investigaciones sobre el tema para llegar a protocolos de trabajo acordes a las características actuales de la sociedad y los diferentes tipos de familia que la componen.
Además, ha valorado los imaginarios sociales, actores, modalidades y programas que se adoptan en el trabajo de cuidados en familias seleccionadas, así como el modo en el que estos deben adaptarse a la actualización del modelo económico y social cubano.
De acuerdo a criterios especializados de los asistentes, la principal ventaja que ofrece esta propuesta es la integración de instituciones y fuerzas relacionadas con este trabajo. Igualmente, se trata de un programa transdisciplinar que promueve los cuidados como trabajo social, e incluye el enfoque de corresponsabilidad, género y derecho.
Cuidados, cuidadores e investigadores
El Programa para el trabajo de cuidados desde la perspectiva familiar y su atención por las políticas públicas toma en cuenta las recomendaciones de cuidadores y cuidadoras recabadas durante la investigación.
Desde este punto de vista, la mayoría de las propuestas van dirigidas a las instituciones, luego a las políticas en materia de cuidados, en menor parte a la economía, y solo una pequeña cantidad se refiere a las familias.
Se conoce que al interior de estas afectan problemas como la falta de apoyo de otros integrantes para el cuidado, la sobrecarga de roles, el distanciamiento de la familia ante las personas adultas mayores necesitadas de cuidados y la elevada feminización de esta tarea.
No obstante, la propuesta prioriza otras urgencias como el trabajo en conjunto y las atenciones de organismos encargados (Salud Pública, Trabajo y Seguridad Social y centros de capacitación), así como la ayuda con medios y recursos por parte del Estado. Otro llamado de atención está en la economía por la urgencia de presupuesto y mejora de condiciones económicas de las familias que deben enfrentar estas situaciones.
«Mejorar la alimentación del adulto mayor a través de una dieta», «aterrizar en las comunidades los planes que se tienen para el adulto mayor», «bajar los precios de los culeros y otros medios necesarios» y «recibir ayuda económica para cuidadores que no trabajan», fueron algunas de las peticiones de entrevistados para esta investigación.Archivo IPS Cuba
También aportaron a esta propuesta las personas de la tercera edad que son cuidadas por sus familiares. Ellas consideran que deben agilizarse los trámites para la compra de medicamentos, asignar cuidadores por la vía estatal y crear más espacios de esparcimiento para los adultos mayores, entre otras ideas.
Por su parte, especialistas llaman la atención sobre el requerimiento de un pesquisaje activo por parte de los operadores de la salud y factores de la comunidad.
Un programa de acciones y servicios
Rosa Campoalegre, coordinadora del Grupo de Estudio sobre Familia del CiPS, especificó que esta propuesta se distingue por ofrecer la creación de servicios y plan de acciones para hacerla realidad.
El Programa también atiende una de las cuestiones vitales para el trabajo de cuidados en la actualidad cubana: ¿Quién cuida al cuidador o cuidadora? Y se centra en la formación de capacidades para esta situación, como garantía de su estabilidad.
Dentro de las acciones que recoge este protocolo está la creación de una entidad gubernamental encargada de la atención integral a la adultez mayor, el establecimiento de un sistema integral de cuidado, diseñar políticas familiares con mejor distribución de roles y tareas, y el análisis para implementar diferentes alternativas de cuidado desde el Estado y el empleo no estatal.
Igualmente, el programa atiende a la entrega de ayudas materiales, el apoyo monetario y laboral a quienes asumen el cuidado, la reducción de barreras arquitectónicas y la promoción y formación de una cultura del cuidado y el autocuidado en la sociedad, que puede incluir las materias curriculares y la profesionalización de la tarea del cuidado.
«Existen en Cuba varios programas dedicados a los cuidados. Pero tenemos que deconstruirlos para adecuarlos a los nuevos tiempos y conseguir que cumplan sus propósitos», aseveró Campoalegre.
Las investigadoras aseguraron que, una vez quede aprobada su propuesta y se discuta con las autoridades pertinentes, comenzará a implementarse en el municipio Plaza de la Revolución.