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Como moros en la niebla

Fuentes: Rebelión

Hasta la saciedad las fotos y las historias personales de los tres judíos israelíes asesinados. Ahora la prensa nos ofrece con detalles aunque con mucho menos titulares, el asesinato del palestino Mohamed Abu Kheidr. Su rostro de adolescente nos sonríe. ¿Serán las otras víctimas palestinas -«culpables»? ¿Culpables de dejarse bombardear? ¿De pasar por donde una […]

Hasta la saciedad las fotos y las historias personales de los tres judíos israelíes asesinados. Ahora la prensa nos ofrece con detalles aunque con mucho menos titulares, el asesinato del palestino Mohamed Abu Kheidr. Su rostro de adolescente nos sonríe. ¿Serán las otras víctimas palestinas -«culpables»? ¿Culpables de dejarse bombardear? ¿De pasar por donde una patrulla dispara a matar? ¿De manifestar su rabia tras 66 años de ser secuestrados -de ser ninguneados, ultrajados, violados? ¿Culpables de resistir sin aviones, ni tanques? ¿Culpables que en su inmensa, inmensa mayoría, fueron borrados de la tierra, la suya y la de sus antepasados sin armas en la mano? ¿Acaso se imprimieron titulares mencionando estos miles de asesinatos que ya hace mas de 66 años inundan las tierras de Palestina, como si fuera una gran fosa común, cadáveres de moros, de moras…?

El señorito Bibi esta enojado. Ahí los tiene, a Hamas frecuentando a a los yanquis y europeos. Un secuestro que le viene de maravillas, como si estuviera planeado. El 4º ó 5º ejército a nivel mundial en su potencia de fuego no necesita 2 semanas para encontrar cadáveres en la zona, que es como un pañuelo. Acusar a Hamas, que desmiente, que fácil! Y aprovechar unos cuantos días para el despliegue de una maquinaria salvaje y sádica.

Hamas está un poco barranca abajo para hacer alarde de actividades tan explosivas

¿Cuantos titulares se vieron sobre esta frenética invasión de la vida cotidiana de tod@ palestino, casas,instituciones, calles…? Es que el ejército más eficiente de la única democracia, obvio, sabe lo que hace y si castiga, en algo se habrán metido estos moros… Los asesinados por la soldadesca no son inocentes. No son inocentes porque no hay moros inocentes. Ser moro implica y en toda letra ser antisemita, judeofobo, salvaje, subdesarrollado y seguramente manipulable por el instinto.

En 1945, los cadáveres de judíos comienzan lentamente a pasar de los rincones a primera plana. Hasta entonces, y a pesar de testimonios de diversas fuentes, su martirio masivo fue cabalmente ignorado. Terminada la guerra, hay necesidad de conmover al mundo para paliar a tanto sufrimiento aliado y tanto bombardeo que arrasó ciudades enteras; asimismo movilizar a las gentes de las colonias europeas en África a continuar colaborando con la reconstrucción de post- guerra y mas aún, justificando la empresa de control y secuestro colonial. Los cadáveres judíos incinerados o acribillados se vuelven fotogénicos, gran herramienta pictórica de la propaganda sionista.

Como si fueran corderos en el rebaño de dicha propaganda, para los periodistas orgánicos, algunos muertos son fotogénicos, otros -muchos – ignorados. Cadáveres de moros, asesinados eso sí, por el ejército mas sofisticado de la única democracia. Esto se llama practicar el apartheid periodístico. Esto se llama ningunear la historia de los palestinos. Esto se llama visión de corto alcance. ¿Acaso es Goliat el que aparenta llevar la mejor armadura? La lucha por la auto determinación del pueblo palestino es no solo justa, sino que concreta, palpable y aunque haya intervalos, sin descanso. Los pueblos oprimidos, los pueblos árabes patriotas, y valga el ejemplo del equipo de fútbol argelino, dedican sus victorias a los palestinos. Para ellos no son cadáveres de moros, son sus hermanos y los míos.

Liliana Cordova Kaczerginski es militante internacionalista antisionista, hija de combatiente del gueto de Vilna, Lituania

Inspirado en el título del importante libro de Joseba Sarrionandia, ¿Somos moros en la niebla?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.