Ha aumentado el número de inmigrantes sin documentos que murieron este año tratando de pasar por un puesto de revisión en el sur de Texas, aún cuando las aprehensiones de indocumentados a lo largo de la frontera suroeste han disminuido en los últimos años. A finales del mes de diciembre, los restos de 127 personas […]
Ha aumentado el número de inmigrantes sin documentos que murieron este año tratando de pasar por un puesto de revisión en el sur de Texas, aún cuando las aprehensiones de indocumentados a lo largo de la frontera suroeste han disminuido en los últimos años.
A finales del mes de diciembre, los restos de 127 personas -casi el doble del año pasado- fueron encontrados en ranchos del Condado Brooks, que se encuentra cerca del puesto de revisión de la Patrulla Fronteriza en Falfurrias, aproximadamente a una hora por carretera al norte de la frontera entre Estados Unidos y México.
El oficial electo del Condado, el juez Raúl Ramírez, le comentó recientemente al periódico San Antonio Express-News que el condado no tiene tumbas disponibles en el Cementerio del Sagrado Corazón.
«El hecho que murieran 127 personas en el Condado en un año, fue demasiado», aseguró Ramírez.
«Un cuerpo más sería demasiado».
Agregó que los costos para lidiar con la inmigración de indocumentados y los muertos no identificados, incluyendo las cuotas mortuorias y las autopsias, representan cientos de miles de dólares.
Se ha registrado este incremento a pesar de tener una mayor capacidad para ubicar las llamadas al 911 que se realizan desde un vasto monte y para detectar las señales de emergencia enviadas a la Patrulla Fronteriza por los inmigrantes que solicitan ayuda.
Dos puestos de revisión de la Patrulla Fronteriza se encuentran en dos principales carreteras que están al norte de Rio Grande Valley.
Las dos están rodeadas de enormes ranchos en donde los inmigrantes tratan de evadir a la Patrulla Fronteriza durante días con poca agua y comida.
El ganadero Presnall Cage de 67 años de edad del Condado Brooks, comentó que los restos de 16 personas fueron encontrados en este año en su rancho que tiene una superficie de 43 mil acres, un alto número.
«Ha sido horrible», dijo. «Y podrían haber muchas más muertes si el condado no cuenta con un localizador para las llamadas al 911. Todos tienen celular».
«Cruzan más mal que nunca. La gente dice que han disminuido pero no me lo parece».
Benny Martínez, ayudante de la Oficina del Sheriff del Condado Brooks, comentó que han realizado entre 250 y 300 rescates en este año.
«Es mucho más que en el pasado», aseguró.
Un día a finales del mes de diciembre, los reporteros que acompañaron a los agentes de la Patrulla Fronteriza atestiguaron la aprehensión de un grupo numeroso de inmigrantes que caminaban por entre los arbustos.
Entre ellos iban ocho mujeres y tres niños menores de 12 años, incluyendo a una niña de 11 años de edad originaria de Honduras que viajaba sola.
Humberto Martínez Vázquez Guzmán de 18 años de edad, oriundo de Guatemala, viajaba con su esposa desde un poblado cerca de la frontera con México en espera de llegar con parientes en Kentucky.
Dijo que cada uno pagó 6 mil 500 dólares a los contrabandistas, pero fueron abandonados en el sur de Texas.
Habían caminado durante tres días entre la maleza sin comida.
El sector Río Grande Valley de la Patrulla Fronteriza, que incluye el Condado Brooks, experimentó un drástico incremento en la aprehensión de inmigrantes centroamericanos en el 2012.
La agencia no ha dado a conocer las cifras completas de aprehensiones del año pasado, pero en el período de 10 meses que terminó en el mes de julio, el sector aprehendió un 60 por ciento más inmigrantes que en el mismo período del año anterior, de acuerdo a Enrique Mendiola, portavoz de la Patrulla Fronteriza.