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Grandes manifestaciones y una campaña de desobediencia civil impulsan el movimiento

Crece la oposición al proyecto vasco de tren de alta velocidad

Fuentes: Diagonal

La última manifestación celebrada en Arrasate, que reunió a cerca de 20.000 personas a pesar de una fuerte campaña mediática de criminalización, ha demostrado la fuerza del movimiento. Entre 15.000 y 20.000 personas participaron, a pesar del fuerte dispositivo organizado por la Guardia Civil, en Arrasate-Mondragón, el pasado 15 de diciembre, en la hasta ahora […]

La última manifestación celebrada en Arrasate, que reunió a cerca de 20.000 personas a pesar de una fuerte campaña mediática de criminalización, ha demostrado la fuerza del movimiento.

Entre 15.000 y 20.000 personas participaron, a pesar del fuerte dispositivo organizado por la Guardia Civil, en Arrasate-Mondragón, el pasado 15 de diciembre, en la hasta ahora manifestación más concurrida contra el Tren de Alta Velocidad en Euskadi. Una marcha con el lema «Inposaterik ez! (No a la imposición)» a la que el movimiento anti TAV llegó con un rechazo social cada vez mayor al proyecto, nuevas campañas de respuesta y una progresiva criminalización por parte de instituciones y medios de comunicación de masas.

«Como en Italia, aquí también hablan de cohesión territorial, de desarrollo, de progreso, de prosperidad; utilizan palabras vacías y desprovistas de sentido porque saben que razones para construir el TAV no se encuentran en ninguna parte, si no es en sus propios bolsillos. Éste es un proyecto total y brutalmente impuesto, que contrasta con la libre y legítima expresión de voluntad popular». Así se expresó, al término de la manifestación, que fue convocada por la plataforma AHT Gelditu!, Anita Dal Bianco, del movimiento opositor al TAV de la comarca de Val Susa, en Italia, donde un proyecto de alta velocidad similar ha sido detenido por el rechazo social.

Esta nueva marcha ha supuesto un nuevo empuje a un movimiento que, por estas fechas, acampaba el año pasado en Urbina (Álava), zona donde comenzaron las obras de construcción del TAV. Desde entonces, manifestaciones, concentraciones, encadenamientos en las obras, consultas populares… han supuesto el grueso de sus acciones.

«La voluntad popular»

Urbina, los concejos de Vitoria, Itsasondo, Atxondo, Alegia, Angiozar, Aramaio, Anoeta, Elorrio… son localidades que se encuentran en el trayecto del tren y todas ellas han realizado, a instancias de sus ayuntamientos, una consulta popular entre sus vecinos y vecinas para preguntarles si están a favor o no de este proyecto, plebiscitos que contaron con una gran participación. La oposición generalizada ha sido la respuesta a esta consulta. Los intentos de impedirla también fueron numerosos. Entre ellos, destaca el encabezado por el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma Vasca, Paulino Luesma, que solicitó la suspensión de las votaciones de Aramaio y Elorrio y ha recurrido esta última.

Por otro lado, el 23 de diciembre, miembros de la Asamblea contra el TAV irrumpieron en las vías de la estación de Abando, en Bilbao. Allí detuvieron durante más de diez minutos el ‘Alvia’ Irún- Madrid en su primera entrada en la ciudad. Portaban una pancarta que rezaba «Gelditzen ari gara, aht stop tav (Lo estamos parando, stop TAV)». Esta acción se llevó a cabo porque, según la Asamblea, «las instituciones promotoras del TAV están utilizando la llegada del ‘Alvia’ a Euskal Herria para hacer propaganda a favor de la imposición del TAV. Reivindicamos la importancia de manifestar directamente el rechazo al modelo desarrollista que nos están imponiendo. Denunciamos que dicho modelo desatiende cada vez más las necesidades básicas de las personas en servicios con altas prestaciones dirigidas a una minoría.

Campaña de desobediencia

«AHT ez ordaindu (No pagues el TAV)» es el lema de la campaña de desobediencia civil que se está impulsando desde el movimiento contra el TAV que consiste en seguir utilizando el tren, pero no pagar el billete, ya que «Renfe y Euskotren colaboran con el proyecto de alta velocidad. EuskoTren pretende ser empresa operadora del TAV y Euskal Trenbide Sarea, encargada de las infraestructuras de EuskoTren, está gestionando la construcción del ramal de Gizpuzkoa de la Y vasca. En cuanto a Renfe, es la operadora principal del TAV y destina miles de millones de euros al AVE. Además, Adif, que se encarga de sus infraestructuras, está construyendo la Y vasca». Viajes e impagos colectivos (aunque se anima también a la desobediencia individual) que han realizado en diversas ocasiones desde octubre y que han ayudado a visibilizar aún más la oposición existente contra este proyecto de alta velocidad.

Criminalización del movimiento ecologista

«El portavoz ‘anti AVE’ figuró en una candidatura trampa de Batasuna» (ABC), «El Parlamento vasco muestra su apoyo a las empresas que participan en el TAV ante las amenazas de ETA» (El Correo), «Ataque proetarra contra la sede de una empresa adjudicataria del AVE vasco» (ABC) o «Las amenazas de Batasuna no alteran los planes de la Y vasca» (El País) son sólo una muestra de titulares de medios que, junto al tripartito vasco, el Gobierno central y partidos como el PSOE y el PP, desarrollan desde hace unos dos meses una auténtica campaña de criminalización contra el movimiento de oposición al TAV vasco. Un hecho que coincide con el momento en que los opositores al tren cargan sus críticas contra las empresas que participan en la construcción del proyecto ferroviario, a las que han llamado a boicotear. Para AHT Gelditu! Elkarlana, que ha dejado claro en numerosas ocasiones que su labor es «totalmente pública y pacífica», detrás de esta «ola de criminalización» sólo se esconde el objeto de «desviar» el debate en torno a este proyecto. Con objeto de combatir esta «campaña de intoxicación y manipulación», el colectivo compareció el pasado 28 de noviembre en Irún, localidad que ha sido foco de la atención mediática después de que la empresa Excavaciones Ugarte S.L. optara por abandonar las obras del TAV tras las protestas de los opositores a la ‘Y vasca’. AHT Gelditu! Elkarlana informó de que sus únicas acciones respecto a la empresa habían consistido en distribuir carteles y pancartas y realizar varias parodias.