Las Naciones Unidas y el Centro Carter que tantas misiones de observación de elecciones mandan en el mundo, tienen que enviar observadores a la Florida para verificar el proceso electoral «en el país que provocó el mayor escándalo en el siglo, en la última elección», afirmó el Presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón de Quesada, […]
Las Naciones Unidas y el Centro Carter que tantas misiones de observación de elecciones mandan en el mundo, tienen que enviar observadores a la Florida para verificar el proceso electoral «en el país que provocó el mayor escándalo en el siglo, en la última elección», afirmó el Presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón de Quesada, en declaraciones a Granma Internacional.
«El sistema norteamericano es diabólico», analizó el responsable cubano cuyo profundo conocimiento del mundo político norteamericano es reconocido. «Está concebido precisamente para hacer bien difícil ejercer el derecho de inscribirse. Es imposible saber quienes están, quienes no están. Va ser cuatro años la última elección y todavía se discute el problema de los que fueron en las listas y toda esta maniobra de Bush… Este está ahora preparando las condiciones para el próximo fraude».
Por eso, subraya Alarcón, las Naciones Unidas deberían responder positivamente a la solicitud que le hicieron algunos congresistas negros: «Una cosa muy sencilla. Que les envíen una comisión observadora. Además es una misión muy barata porque las Naciones Unidas están en los Estados Unidos. No hay que viajar a otro país. Es ahí».
La OEA, igualmente, está en Washington, señaló.
Y el Centro Carter «que se pasa la vida dando vueltas por el mundo está en Atlanta».
«Y Atlanta está, yo diría, a una hora de viaje de Miami. Es muy fácil. Pueden ir y observar y hasta regresar a su casa, a dormir por la noche. Y que hagan un proceso de verificación… pero desde ahora. No solo ver si en las elecciones hay disturbios o no hay disturbios. Empezar por los listados. Por el derecho a inscribirse. Por la campaña que es la más sucia que hay en ninguna parte del mundo».
LOS EJEMPLOS DE BRASIL Y VENEZUELA
El Presidente de la Asamblea del Poder Popular recordó cómo en Brasil, nadie criticó las últimas elecciones presidenciales, las que ganó Lula pero que organizó su predecesor, con aparatos de votación informatizados.
«Fue excelente la organización, los resultados conocidos en tiempo récord, todo con máquinas. Pero en Brasil, cada elector se llevaba un papelito que era la constancia de su voto. Eso en Brasil que es un país del tercer mundo y con tecnología brasileña».
Alarcón también señaló que en las últimas elecciones en Venezuela, nadie dijo que había habido fraude. «Ni en la penúltima. Ni en la antepenúltima. Ni en las siete últimas… ni la oposición ha dicho que Chávez no había sido elegido con los votos. Y ahora hay toda una gran maniobra de verificación y de control del referéndum del 15 de agosto».
«Pues hace falta un mínimo de consecuencia, razonó. Lo menos que deben hacer es verificar el proceso electoral en el país que provocó el mayor escándalo en el siglo, en la última elección.»
En la Florida, existen varias denuncias de personas y grupos que están tomando medidas «porque temen que vayan a hacer lo mismo otra vez» en un estado donde Jeb Bush, el hermano de uno de los dos candidatos principales, rige la organización de la elección.
«Están igual que en el 2000. La asociación para el avance de la gente de color (NAACP) y varios grupos están convocando a los negros para que se inscriban. Esto mismo pasó la otra vez. Hubo un aumento muy grande en el 2000 del número de negros que hicieron todas las gestiones para poder votar y a muchos de ellos se les impidió hacerlo. Después hubo las trampas, las maniobras para robarles el voto».
Refiriéndose al uso de aparatos de votación informatizados, Alarcón subrayó que se trata, en el caso de Florida, de «un sistema de votación que no deja trazas».
En noviembre, dijo, «ni siquiera habrá esta gente analizando con lupas como quiso votar el votante. No habrá ningún testimonio gráfico. ¿Cómo eso no se va controlar internacionalmente cuando es el país además que más misiones envía afuera a dictaminar sobre la calidad, la decencia y la integridad del proceso electoral?»
«Una violación absoluta de un principio universal»
Acerca de las 600 000 personas privadas del derecho de votar, en la sola Florida, por tener antecedentes judiciales, Alarcón denunció que se trata de «una violación absoluta de un principio universal».
«No se trata de personas que estén cumpliendo una sanción sino una persona que ya cumplió su sanción», subrayó.
El Presidente del Parlamento cubano indicó cómo en algunos estados de los Estados Unidos, en el sur, incluyendo a la Florida: «No estamos hablando solamente de personas que cumplieron una sanción penal en un establecimiento penitenciario, estamos hablando de personas con antecedentes penales. Puede ser que alguien haya incurrido una violación de una ley de transito que lo ha llevado a estar una noche en la cárcel o en una estación de policía o a pagar una multa pero que quedo marcado con un antecedente».
Por otro lado, señaló, hay que considerar a quien confecciona las listas, quien las controla «y quien me garantiza a mi que me saquen de las listas si estoy puesto ahí erróneamente».
Alarcón recordó como en el año 2000, la Comisión de Derechos Civiles de la Florida certificó 17 000 negros que se les impidió votar, «algunos porque aparecían en la lista indebidamente, otros porque no aparecían en la lista como electores, según les dijeron, otros porque no les dejaron acercarse al edificio donde estaban las urnas o a las urnas y en algunos casos, patrulleros armados les bloquearon los accesos».
«Como dice Michael Moore en su documental, es muy sencillo: mirar al color de la piel. Dejar pasar al blanco. Al negro, no. Porque la inmensa minoría de los negros votan contra los republicanos».
Recordó luego como a raíz de la Guerra Civil, cuando se acabó la esclavitud, se eligieron varios senadores negros hasta que los Estados del Sur aplicaron normas tan restrictivas que nunca más ocurrió, con una sola excepción en Illinois, hasta la ley de derecho al voto que sancionó Johnson, en 1964.
«Con toda la lucha por los derechos civiles, un siglo después de la Guerra Civil, se les reconoció un derecho constitucional federal y por lo tanto se les quitó a los estados sureños la posibilidad de restringir el voto como hacían hasta 1964, según los ingresos, según la educación, toda una serie de excusas».
Pero aún así, sigue habiendo trampas, dijo, «como fue en la elección del 2000, la violencia denunciada por decenas de miles de personas. No estamos hablando de un alegato, de lo que alguien dijo…esto lo sabe el mundo entero».
Alarcón recordó el caso de judíos de Miami Beach que votaron en masa por el único candidato antisemita (Buchanan) porque estaba concebida la boleta para confundir. «Y nada más que con estos votos ganaba Gore».
«Por eso yo propongo un viaje de una hora, de Atlanta a Miami, que vaya el Presidente Carter, sus especialistas… ¡pero que vayan ahora!» concluyó.