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Danilo Anderson y Condoleeza Rice

Fuentes: Rebelión

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

George Bush propuso a Condoleeza Rice el martes 16 de noviembre como Secretaria de Estado para tomar el relevo en la diplomacia bélica de EE.UU. del farsante saliente, Colin Powell. Dos días más tarde, el 18 de noviembre el Fiscal Judicial Superior venezolano Danilo Anderson fue asesinado por una bomba en su coche, en un crimen que recuerda de manera extraña e inquietante el asesinato de Orlando Letelier y Ronni Moffit en Washington en 1976 por terroristas cubanos a sueldo de Augusto Pinochet y protegidos por la CIA. Las autoridades venezolanas creen que Anderson fue asesinado con dos cargas de explosivo plástico C4 fijadas a su coche y detonadas por control remoto, al parecer mediante un teléfono móvil. Es difícil que las fechas para la nominación de Rice y el asesinato de Anderson hayan sido escogidas por casualidad.

Con el nombramiento de Rice, George Bush mantiene el vínculo incestuoso entre su régimen y pasados, aún existentes, padrinos del terror del estado plutócrata como George Bush padre, James Baker y George Schultz. Rice, protegida de Schultz, antiguo presidente de Bechtel, difícilmente podría ser una representante más emblemática del nexo entre el terror estatal y el gran dinero. Chevron podrá haber rebautizado el antiguo petrolero «Condoleeza Rice» como «Altair Voyager», pero esa relación tan reciente con una empresa que se enorgullece de que «… ahora se cuenta entre los principales productores internacionales de petróleo en Venezuela y Colombia, es una de las mayores compañías petroleras integradas privadas de Brasil y es el tercer productor por su importancia en Argentina»

( www.chevrontexaco.com/operations/ docs/latin_america_caribbean.pdf)

no promete nada bueno para los latinoamericanos. (I)

¿Por qué asesinaron a Anderson?

Danilo Anderson era Fiscal Superior a cargo de varios casos destacados y políticamente delicados. Su trabajo se realizaba en el contexto de las recientes elecciones que confirmaron el abrumador apoyo popular para el presidente Hugo Chávez. Entre los expedientes en los que trabajaba Anderson estaban los que se preparaban contra el jefe de una pandilla que atacó la embajada cubana en Caracas durante el fracasado golpe de estado del 12 de abril de 2002 y contra miembros de la Policía Metropolitana de Caracas acusados de ataques ilegales contra el ex-alcalde opositor Alfredo Peña. Anderson también estaba trabajando en casos contra propietarios de los medios televisivos y periodísticos venezolanos implicados en el golpe de abril de 2002, así como contra los firmantes del acta de autoproclamación del gobierno golpista.

Probablemente el caso más delicado en el que trabajaba era el de la organización Súmate, una ONG supuestamente imparcial financiada por la organización comparsa de la CIA, la Fundación Nacional por la Democracia [NED, por sus siglas en inglés]. En realidad, Súmate realizaba una campaña activa con dinero del gobierno de EE.UU. para derrotar al presidente Chávez durante todo el prolongado proceso que terminó en el referéndum revocatorio de agosto pasado. Esa actividad contravenía el supuesto estatus neutral sin fines de lucro de Súmate, violando al hacerlo la ley venezolana.

El autor y académico Heinz Dieterich escribió convincentemente sobre el asesinato de Anderson:

«El peligro de Danilo para el proyecto terrorista de Washington era doble: le quitaba uno de sus principales instrumentos de poder, la corrupta justicia de clase venezolana, y se convertía en símbolo del patriota honesto y servidor de las mayorías en la nueva Patria bolivariana…. El asesinato de Danilo Anderson evidencia que la subversión ha dado un salto cualitativo hacia una ofensiva generalizada. A partir de ahora, personajes emblemáticos del proceso, cuya muerte tendrá un alto valor propagandístico para Washington y sus cohortes, estarán en peligro agudo. Asimismo, la subversión iniciará atentados contra la infraestructura energética y de transporte y más asesinatos e incursiones en la frontera colombiana. Haciendo memoria histórica, podemos decir que la Revolución bolivariana ha entrado en la fase de la Revolución cubana de 1960, cuando la contrarrevolución estadounidense-cubana dio inicio a la lucha armada, sabotajes y asesinatos desde los núcleos subversivos en la sierra del Escambray o, también, de Nicaragua, a partir de 1983.»

(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=7885)

El silencio por parte de los medios internacionales ha sido elocuente. Una prueba decisiva de la hipocresía de los medios dominantes, a disposición de todos, resulta de una mirada a los medios menos reaccionarios que se enorgullecen de su «equilibrio». Pero si se leen los sitios en la red de medios ingleses como el Guardian, el Independent o la BBC, se buscará en vano alguna información sobre el asesinato de Danilo Anderson. ¿Por qué? Presumiblemente por los mismos motivos por los que la supervisión por parte de la ONU de los asesinatos y las violaciones de opositores al régimen títere de EE.UU. en Haití no llega a las noticias – complacencia perezosa, instinto gregario, autocensura por temor a los anunciantes y respeto a los límites del disenso por temor a perder el puesto de trabajo.

Rice sobre el golpe de abril de 2002

En efecto, los medios dominantes sirven como cámaras de ecos del imperio, coludiéndose con los silencios imperiales y proyectando el hiperbólico sesgo de las relaciones públicas.

El compromiso de Condoleeza Rice con la subversión contra el gobierno elegido de Venezuela quedó en claro a partir del golpe de abril de 2002. La perversidad de su análisis de la situación en Venezuela es obvia en esta cita de «Meet the Press» de NBC del 14 de abril de 2002. Entrevistada por Tim Russert después de que Chávez volvió al poder por las masivas manifestaciones populares contra los conspiradores del golpe, Rice dijo:

«Espero que Hugo Chávez acepte el mensaje que su pueblo le ha enviado, que sus propias políticas no sirven al pueblo venezolano, que lo ha tratado de una manera arbitraria. Y espero por lo que dijo en su discurso de esta mañana, que reconoce que es hora de que reflexione sobre cómo Venezuela llegó a donde está. Necesita respetar los procesos constitucionales… » (http://embajadausa.org.ve/wwwh1789.html)

Es probable que un análisis tan absolutamente contrario a los hechos sólo puede ser tomado en serio en Estados Unidos. Pero la profunda mendacidad de individuos como Rice no es nada nuevo. Sus conscientes ambigüedades – pretendiendo preocupación por la democracia mientras hacen todo lo que pueden por destruirla – sirven de cobertura a operaciones denegables de los tenebrosos colegas de las acciones clandestinas de Rice – operaciones como el asesinato de Danilo Anderson.

Desestabilización – utilizando los mismos instrumentos de siempre

La máquina de terror de Estados Unidos ha utilizado siempre la violencia armada clandestina para complementar el soborno, la subversión política, la matonería económica, el chantaje al comercio y a la ayuda, la falsificación en los medios y los trucos sucios electorales. La prueba de la subversión bien armada en Venezuela, probablemente instigada por agencias clandestinas de EE.UU. como la CIA, apareció el martes 23 de noviembre cuando un joven abogado, buscado para ser interrogado en relación con el asesinato de Anderson, murió en un tiroteo con la policía venezolana. En su casa, la policía encontró explosivos, lanzacohetes y misiles. El descubrimiento constituye evidencia adicional que indica que existe una red terrorista bien financiada organizada desde afuera de Venezuela, basada sobre todo en Colombia y Estados Unidos.

Las autoridades venezolanas tienen buenos motivos para sospechar de los motivos de EE.UU. a pesar de la declaración de la semana pasada del embajador de EE.UU., Brownfield, condenando el asesinato de Anderson. Las autoridades de EE.UU. no han emprendido ninguna acción contra personajes de la oposición como el conocido actor venezolano Orlando Urdaneta que hace poco llamó públicamente en Miami a asesinar a miembros dirigentes del gobierno venezolano. Antiguos miembros del ejército venezolano buscados por los tribunales venezolanos en relación con atentados contra embajadas extranjeras en Caracas han recibido refugio en EE.UU.

De la misma manera, se informó ampliamente durante este año, que el exiliado y desacreditado ex presidente Carlos Andrés Pérez había llamado al derrocamiento violento del gobierno elegido de Venezuela. Colombia protege al líder del golpe de abril de 2001, Pedro Carmona. Venezuela ha solicitado su extradición, hasta ahora sin resultado. Vale la pena recordar que Colin Powell tuvo por lo menos una reunión con el exiliado Carmona en Bogotá en diciembre de 2002.

En junio de este año, el canal 41 de la televisión de Miami transmitió un programa presentando a terroristas anticastristas y antichavistas en lo que en realidad fue un acto de recaudación de fondos. CounterPunch informó: «Agregando peso a recientes acusaciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el antiguo capitán del ejército venezolano, Eduardo García, también estuvo presente, de uniforme, para discutir la ayuda que los Comandos F4 estaban dando a sus esfuerzos por derribar a Chávez por la fuerza. Chávez ha acusado frecuentemente a las organizaciones terroristas cubano-estadounidenses de Miami de estar implicadas en intentos de venezolanos que tratan de asesinarlo… En junio de este año, el programa Mesa Redonda de la televisión cubana mostró una emisión del Canal 41 de la televisión de Miami en la que fueron presentados terroristas anticastristas y antichavistas en lo que en realidad era una recaudación de fondos. El presentador de Mesa Redonda, Randy Alonso, simplemente pidió a los televidentes que llegaran a sus propias conclusiones después de ver un programa tan sorprendente, comentando que el mensaje de Frometa era evidente: su organización paramilitar estaba lista y entrenada – sólo necesitaba el dinero necesario. Y, dijo Alonso, el dinero está disponible – 36 millones de dólares destinados por el gobierno de EE.UU. para el apoyo a grupos semejantes».

(http://www.counterpunch.org/wire06112004.html)

Ofensiva en todo el continente

El régimen de Bush ha comenzado a otorgar una atención más urgente a Latinoamérica. Este mes, Donald Rumsfeld visitó Nicaragua de paso a Ecuador para una reunión en la cumbre con Ministros de Defensa de las Américas. En Quito Rumsfeld exhortó, entre muchas otras cosas, a los militares de la región a que se hicieran cargo de actividades civiles de mantenimiento del orden. En Chile, el propio presidente Bush asistió a la Conferencia Económica Asia-Pacífico, reservando el tiempo necesario para visitar a Álvaro Uribe, apuntalado como presidente de Colombia por narco-paramilitares. El régimen de seguridad dominado por el tétrico ejército represivo de Uribe ha llevado a un número creciente de desapariciones de miembros de la oposición civil y a asesinatos de sindicalistas. El presidente Bush prometió aún más apoyo de los contribuyentes de EE.UU. para el gobierno terrorista de estado de Colombia.

A medida que su posición económica se debilita frente a Europa y Asia, el gobierno de plutócratas belicistas de EE.UU. necesitará basarse cada vez más en el control de Latinoamérica para sostener su despilfarro presupuestario y comercial. Todo lo que hacen en Latinoamérica está interrelacionado: acuerdos de comercio y de inversiones, bases militares, presión implacable para que se adopten más políticas neoliberales fracasadas a través del FMI y del Banco Mundial, saqueo corporativo de los recursos energéticos y minerales, introducción legal o ilegal de granos genéticamente modificados, la insistencia en reglas para la propiedad intelectual favorables a las multinacionales, la incitación a la subversión en Venezuela, el continuo terrorismo económico y armado contra el pueblo de Cuba. La lista de actividades va mucho más allá de la defensa legítima de los intereses de EE.UU. y penetra profundamente en el campo del terrorismo y de la agresión militarista.

Es razonable sugerir que cuando George Bush nombró a Condoleeza Rice como su próxima Secretaria de Estado, dio luz verde a una escalada de la acción clandestina contra opositores a la política de EE.UU. en Latinoamérica. Danilo Anderson fue la primera víctima de esa escalada en Venezuela.

El nombramiento de Rice y el entusiasta apoyo personal de Bush a Álvaro Uribe envían un mensaje bien claro de que Venezuela en particular y Latinoamérica en general pueden esperar desde ahora niveles crecientes de terrorismo inspirado por el gobierno de EE.UU.

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toni solo es un activista residente en Centroamérica. Su página en la red es:

www.tonisolo.net