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De Santa Rita a Santa Cruz

Fuentes: Rebelión

¿Falta crasa de imaginación o burda aplicación del manual de instrucción? Los funcionarios de la CIA asignados a Bolivia no se distinguieron por su originalidad al inventar un movimiento Mujeres de Blanco meticulosamente calcado del modelo «Damas de Blanco» sembrado desde algún tiempo en Cuba, y que no llega a levantar. Siempre dedicada a publicitar […]

¿Falta crasa de imaginación o burda aplicación del manual de instrucción? Los funcionarios de la CIA asignados a Bolivia no se distinguieron por su originalidad al inventar un movimiento Mujeres de Blanco meticulosamente calcado del modelo «Damas de Blanco» sembrado desde algún tiempo en Cuba, y que no llega a levantar.

Siempre dedicada a publicitar los engendros CIA destinados a desestabilizar los países progresistas, la agencia de prensa española EFE, fundada por el abuelo falangista de José María Aznar, anunció el 5 de mayo cómo el «Movimiento Mujeres de Blanco de Bolivia» realizó «una marcha pacífica en la ciudad oriental de Santa Cruz» para exigir «respeto a la libertad y los derechos humanos», ante «lo que consideran una persecución del Gobierno de Evo Morales en contra de los opositores».

El Comité Cívico Pro Santa Cruz, reporta EFE, es el autor de la convocatoria en la cual, mediante un comunicado, se invita «a todas las mujeres para hacer conocer su voz de protesta contra los abusos del Gobierno boliviano». Copia rigurosa de las Damas de Blanco que periclitan en Cuba, las Mujeres de Blanco, según la agencia, «se reúnen todos los días miércoles por la tarde desde hace cuatro semanas en la catedral»

Lo que no precisa la agencia española, sin embargo, es que el Presidente de este Comité, «inventor» de las Mujeres de Blanco, es nada menos que el empresario fascista Branko Marinkovic, quien se fugó de Bolivia hace varios meses al ser inculpado por la Fiscalía boliviana como cómplice y financista de una célula terrorista que fue desmantelada en abril 2009 mientras preparaba un intento de atentado al Presidente Evo Morales.

Marinkovic, hijo de nazi utasha croata refugiado en Bolivia, es jefe de FULIDE, una organización separatista de corte neonazi cuyos miembros exhiben svásticas en sus manifestaciones. El grupo pertenece a la «Red Liberal de América Latina» (RELIAL), financiada y orientada por la fundación alemana Friedrich Naumann Stiftung (FNS).

Este autentico neonazi de los que conspiraron en Santa Cruz desde la llegada al poder de Morales, se encuentra en el «Norte» junto con Hugo Achá, representante en Bolivia de la seudo-ONG norteamericana Human Rights Foundation, cuyo jefe en Nueva York en el momento de la operación de Santa Cruz era el cubanoamericano Armando Valladares, socio de Carlos Alberto Montaner, con amplios vínculos con la CIA.

Se comprobó que el jefe paramilitar de la conspiración, Eduardo Rózsa Flores, estuvo en contacto con el ex mayor «carapintada» Jorge Mones Ruiz, directivo de UnoAmérica con quién se reunió unas semanas antes de que fuera descubierto el complot. UnoAmerica es dirigido por otro extremista socio de la inteligencia norteamericana, el venezolano ultraderechista Alejandro Peña Esclusa, fanático opositor golpista a Hugo Chávez.

Ocurre que UnoAmérica asesoró al jefe golpista hondureño Roberto Micheletti, al lado del cual se aparecieron sucesivamente toda una brocheta de los mejores amigos miamenses de las Damas de Blanco, desde la congresista Ileana Ros-Lehtinen, hasta los principales cabecillas mafiosos, además de Valladares y Montaner.

Copiado groseramente de las Madres de la Plaza de Mayo, cuyos hijos fueron desaparecidos por la Operación Cóndor que desarrollaron las dictaduras militares del cono Sur con la complicidad de la CIA, se creó en Cuba hace unos años el concepto de las Damas de Blanco, esposas de cómplices remunerados de la representación diplomática norteamericana en La Habana.

Conforme al manual de instrucción CIA para la creación artificial de «movimientos de oposición», las Damas de Blanco y su copia al carbón de Bolivia, no solo se visten de blanco, sino que usan los códigos recomendados «respeto al estado de derecho», «paz», «democracia y libertad», aunque sus apoyos proceden de fuentes terroristas.

Mientras las Damas de Blanco – que suelen reunirse en la iglesia habanera de Santa Rita – se han embolsado el dinero del connotado terrorista miamense Santiago Álvarez y celebran el apoyo que les da el asesino, torturador y traficante Luis Posada Carriles, las Mujeres de Blanco son las propias criaturas de un empresario neonazi que reclutó y apoyó financieramente a paramilitares húngaros para asesinar al presidente del país andino.

Siempre, en consulta con las antenas locales de la Agencia Central de Inteligencia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.