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Entrevista al economista italiano Luciano Vasapollo

«Defender la Revolución de Cuba hoy significa defender la posibilidad de construir otro mundo»

Fuentes: La Jiribilla

Al economista italiano Luciano Vasapollo lo unen más de 30 años de relación con Cuba. Profesor de la Universitá degli Studi di Roma La Sapienza, miembro de la coordinación de la Rete dei Comunista italiana y vicepresidente del Comité Italiano de Justicia para los Cinco recientemente recibió el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de […]

Al economista italiano Luciano Vasapollo lo unen más de 30 años de relación con Cuba. Profesor de la Universitá degli Studi di Roma La Sapienza, miembro de la coordinación de la Rete dei Comunista italiana y vicepresidente del Comité Italiano de Justicia para los Cinco recientemente recibió el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Pinar del Río.

La agenda de su más reciente visita a Cuba incluía encuentros con intelectuales cubanos, conferencias en varias universidades de la Isla así como en la Casa de la Amistad, donde se refirió a la situación de la lucha por los Cinco en Europa y a diversos temas de la situación política internacional.

Para este estudioso marxista, temas como el juicio que por estos días se desarrolla en El Paso requieren de una enérgica condena: «El terrorismo que implementan agentes de la CIA como Luis Posada Carriles no es solamente contra Cuba, es un terrorismo contra la humanidad porque poner bombas en un hotel o en un avión es un acto contra la humanidad».

En un breve encuentro al concluir la conferencia organizada por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Vasapollo afirmaba: «Defender la Revolución de Cuba hoy significa defender la posibilidad de construir otro mundo de superioridad, no solo anticapitalista, una idea superior del mundo, el mundo socialista» y contaba cómo se inició su relación con nuestro país: «Comencé la política muy joven, cuando tenía 14 o 15 años, era a finales de los 60, los revolucionarios comunistas veíamos en la Revolución Cubana, en el guevarismo, la guerrilla un punto de referencia fuerte, todo eso era para nosotros el material teórico de la formación política. Diríamos que empecé en clave política y romántica. Los italianos decimos que la gente mala del mundo empieza como incendiarios y terminan como bomberos. Para mí no fue así, pasé de una idea romántica de la Revolución a una idea de conocimiento más teórico y a finales de los años 70 comencé a viajar aquí y a establecer relaciones con la universidad, el Partido, como dirigente de la red de los comunistas en Italia. Ahora me siento más cubano que italiano».

Ha afirmado que en 2011 se intensificarán en Italia las acciones a favor de la liberación de los Cinco…

Pensamos participar en una manifestación el día 5 de cada mes en favor de los Cinco, que puede ser organizada por diferentes asociaciones de solidaridad. También con algunas de esas organizaciones -La Villeta, Nuestra América y Radio Ciudad Abierta-, el 5 de marzo hacer una manifestación enfrente de la Embajada de EE.UU. En mayo y noviembre, pensamos realizar conferencias sobre el tema y dar la batalla informativa en periódicos, radio, televisión, en el espacio del Centro de Estudios de nuestro sindicato, llegar a la gente común, fuera del ámbito de los militantes. El 22 de enero haremos una reunión con todo el Comité Italiano de Justicia para los Cinco para analizar cuáles otras acciones podemos emprender.

Afirmaba que uno de los desafíos que enfrenta la Isla en estos momentos de reordenamiento de la estructura económica del país, es demostrar que el socialismo es eficiente. Como economista y al mismo tiempo conocedor cercano de nuestra realidad, ¿qué retos podría encontrar Cuba en ese camino nuevo que pretende recorrerse?

El único error por parte de Cuba sería estar parada. Caminar hacia un perfeccionamiento inevitablemente traerá contradicciones; pero son normales de todos los procesos revolucionarios. Como materialista estoy consciente de que no hay un proceso histórico humano sin contradicciones, pero el error más grande sería no empezar esta actualización del sistema económico. La actualización en todos los casos será positiva, tengo absoluta confianza en el Partido Comunista de Cuba, su gobierno y su pueblo que no solo va a entender este proceso, lo va seguramente a construir.

Usted ha sido uno de los estudiosos que ha contribuido a reabrir en los últimos años la discusión en torno a la teoría marxista del valor, el imperialismo o la centralidad del conflicto entre capital y trabajo. ¿Cómo reposicionar este debate en una Europa con una izquierda desmembrada y en muchos casos vaciada de sentido?

Soy coordinador del capítulo italiano de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad, la red más importante a nivel internacional de intelectuales y artistas que luchan por un mundo mejor y concretamente por los derechos de la humanidad. No todos los que pertenecen a ella son marxistas, hay gente progresista y está lo mejor de la intelectualidad mundial hoy. Pero Europa no puede depender ni de mí ni de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad. Depende de los pueblos de Europa, del proceso histórico que está viviendo. Si la izquierda no existe en Europa, significa que cometió graves errores de interpretar el modelo, la concepción, las necesidades de los pueblos europeos. Se tiene que construir de nuevo una oportunidad.

Ha planteado que uno de los problemas para los teóricos marxistas sobreviene cuando resulta necesario transferir los problemas de la dimensión teórica a la práctica y por eso son incomprendidos los movimientos sociales latinoamericanos.

¿Cuál es la diferencia entre los movimientos sociales de América Latina y Europa? En América Latina, los partidos comunistas interpretan la necesidad de la gente, del pueblo y con todos sus límites y contradicciones crean condiciones para que se desarrollen esos intereses. Los partidos izquierdistas de Bolivia, por ejemplo, interpretaron una cultura diferente con un carácter de autodeterminación, interpretaron el movimiento indígena no solo con una función ética, étnica y antropológica, sino como condición de clase de los cocaleros, de los campesinos y los mineros, y crearon condiciones para que los movimientos sociales se transformaran en un instrumento político como el MAS, para construir una alternativa con el primer Presidente indígena del mundo.

En Venezuela, Chávez interpretó la necesidad de su pueblo y caracterizó una revolución que empezó como popular, nacional y bolivariana como una revolución de carácter socialista, con un socialismo diferente al boliviano y al cubano pero son todas formas de socialismo en, y para, el siglo XXI. Cuba no tiene fuerza militar, no tiene fuerza económica, es un país subdesarrollado, pero tiene el gran ejemplo de su Revolución, de su dignidad, de la fuerza de la relación del Partido y el gobierno con su pueblo. El modelo de los médicos y maestros que trabajan solidariamente en el mundo, demuestran que un país pobre puede tener autodeterminación.

En Europa no pasó esto, allí los Partidos izquierdistas no interpretaron los movimientos sociales, asumieron la paternidad de los movimientos sociales. Mientras que en Bolivia los movimientos sociales se dotaron de un instrumento político, en Europa la representación izquierdista institucional pensaba que representaba a todos los movimientos sociales, y no era así. Por eso hoy Cuba, Bolivia, Venezuela, todos los países del ALBA y el movimiento social en América Latina representan un punto de referencia para toda la resistencia antimperialista y anticapitalista en el mundo.

Fuente: http://www.lajiribilla.cu/2011/n507_01/507_25.html