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Déjà vu !

Fuentes: Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Carlos Sanchis

SI ARIEL Sharon no hubiera estado en un coma profundo, habría saltado de su cama para regocijarse.

La victoria de Hamas colmaba sus esperanzas más ardientes.

Desde hace ahora un año, hizo todo lo posible por minar a Mahmoud Abbas. Su lógica era bastante obvia: Los estadounidenses querían que él negociara con Abbas. Tales negociaciones tendrían que llevar inevitablemente a una situación que lo habría obligado a abandonar casi toda Cisjordania. Sharon no tenía ninguna intención de hacer esto. Quería anexionarse la mitad del territorio. Por lo que tuvo que librarse de Abbas y de su imagen moderada.

Durante el último año, la situación de los palestinos fue empeorando día a día. Las acciones de la ocupación hicieron imposible la vida normal y el comercio. Los asentamientos de Cisjordania fueron ampliados continuamente. El Muro que tronza aproximadamente el 10% de Cisjordania estaba a punto de completarse. Ningún prisionero importante fue liberado. El objetivo era dar la impresión a los palestinos de que Abbas era débil («un pollo sin plumas», como le llamó Sharon), que no podía lograr nada, que ofreciendo paz y manteniendo un alto el fuego no llegaría a ninguna parte. El mensaje a los palestinos estaba claro: «Israel entiende sólo el idioma de fuerza.» Ahora los palestinos han puesto en el poder a un partido que habla este idioma.

¿POR QUÉ ganó Hamas?

Las elecciones palestinas, como las alemanas, consisten en dos partes. La mitad de los miembros del parlamento son elegidos por listas directamente designadas por los partidos (como en Israel), la otra mitad son elegidos individualmente en sus distritos. Esto le dio una gran ventaja a Hamas.

En las listas electorales de partido, Hamas ganó por sólo una ligera mayoría. Esto sugeriría que hasta donde concierne a la línea política general, la mayoría no estaba lejos de Fatah: dos estados, paz con Israel.

Muchos de los votos dados a Hamas no tenían nada que ver con la paz, la religión y el fundamentalismo, sino con la protesta. La administración palestina, ejecutada casi exclusivamente por Fatah, está teñida de corrupción. El «hombre de la calle» siente que las personas de arriba no se preocupan de él. Fatah también fue culpado de la situación terrible creada por la ocupación.

También, la gloria de los mártires y la lucha indomable contra el inmensamente superior ejército israelita se sumó a la popularidad de Hamas.

En las elecciones personal-regionales, la situación de Hamas era incluso mejor. Hamas tenía candidatos más loables, impolutos respecto a la corrupción. Su aparato de partido era muy superior, sus miembros mucho más disciplinados. En cada distrito, había varios candidatos de Fatah compitiendo entre sí. Tras la muerte de Yasser Arafat no hay ningún líder fuerte y capaz de imponer unidad. Marwan Barghouti que quizás podría hacer el trabajo está encarcelado en una prisión israelí; otro gran regalo israelí para Hamas.

LA GENTE QUE cree en teorías de la conspiración puede afirmar que todo es parte de un taimado plan israelí.

Algunas personas incluso creen que Hamas fue una invención israelí exactamente desde el principio. Esto es, por supuesto, una salvaje exageración. Pero, ciertamente, el caso es que en los años anteriores a la primera Intifada, la organización islámica fue prácticamente el único grupo palestino que tenía libertad para moverse en los territorios ocupados.

La lógica era esta: Nuestro enemigo es la OLP. Los islamistas odian a la laica OLP y a Yasser Arafat. Por lo tanto nosotros podemos usarlos contra la OLP.

Es más, mientras todas las instituciones políticas estaban prohibidas, y que incluso los palestinos que trabajaban por la paz fueron arrestados por llevar a cabo una actividad política ilegal, nadie podía controlar lo que estaba pasando en las mezquitas. «Con tal de que ellos estén orando, no están disparando,» era la inocente opinión en el gobierno militar israelí.

Cuando estalló la primera intifada a finales de 1987, esto demostró estar equivocado. Hamas fue formada, en parte para competir con los luchadores de la Jihad islámica. En un tiempo corto, Hamas se volvió el centro de la insurgencia armada. Pero durante casi un año, el Servicio de Seguridad israelí no actuó contra ellos. Entonces la política cambió y el Jeque Ahmed Yassin, el líder espiritual, fue arrestado.

Todos esto pasó más por estupidez que por planificación. Ahora el gobierno israelí se enfrenta con una dirección de Hamas que fue elegida democráticamente por el pueblo.

¿Y AHORA QUÉ? Bien, un fuerte sentimiento de déjà vu.

En los años setenta, el gobierno israelí declaró que nunca en la vida negociaría con la OLP. Son terroristas. Tienen una carta constitucional que exige la destrucción de Israel. Arafat es un monstruo, un segundo Hitler. Por tanto, nunca, nunca, nunca—

Al fin, después de mucho derramamiento de sangre, Israel y la OLP se reconocieron mutuamente y el acuerdo de Oslo fue firmado.

Ahora estamos oyendo la misma melodía de nuevo. Terroristas. Asesinos. Los estatutos de Hamas exigen la destrucción de Israel. Nosotros nunca, nunca, nunca negociaremos con ellos.

Todos esto es muy bienvenido para el parido Kadima de Sharon que abiertamente apuesta por la anexión unilateral del territorio («Fijación de las fronteras de Israel unilateralmente»). Ayudará a los halcones del Likud y del Partido Laborista cuyo mantra es: «No tenemos ningún socio para la paz», lo que significa: al infierno con la paz.

Gradualmente, el tono cambiará. Ambos lados, y los estadounidenses, también, bajarán de lo alto del árbol. Hamas declarará que está listo para las negociaciones y encontrará algún fundamento religioso para ello. El gobierno israelí (probablemente encabezado por Ehud Olmert) se doblegará a la realidad y a la presión estadounidense. Europa se olvidará de sus ridículos eslóganes.

Al final, todos estaremos de acuerdo en que una paz en la que Hamas sea un compañero, es mejor que una paz con Fatah exclusivamente.

Recemos para que no se derrame demasiada sangre antes de que ese punto se alcance.