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Denuncian que grupos de presión trabajan para varios dictadores

Fuentes: Democracy Now!

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

JUAN GONZÁLEZ: «Agentes extranjeros – lo que lobbyistas estadounidenses hacen para los dictadores,» todo lo que se necesita es la cantidad adecuada de dinero y algo de ayuda de las expertas firmas de cabildeo en Washington D.C. Así es, según un artículo en la edición de este mes de Harper’s Magazine del editor en Washington, Ken Silverstein. En febrero, Silverstein visitó importantes firmas de cabildeo en Washington presentándose como representante de una firma inversionista ficticia con intereses financieros en Turkmenistán. Afirmó que deseaba reforzar la imagen de un régimen descrito generalmente como uno de los más autoritarios del mundo.

La revelación de Silverstein lleva el título: «Sus hombres en Washington: encubierto con los lobbystas de alquiler en Washington.» Se concentra en dos firmas destacadas: APCO y Cassidy & Associates, que tragaron el anzuelo de Silverstein y pronto compitieron por un lucrativo contrato para renovar la empañada imagen de Turkmenistán. Por entre 600.000 dólares y 1,2 millones al año, prometieron un acceso sin igual a los responsables en Washington y una mejor cobertura mediática.

AMY GOODMAN: Ken Silverstein se nos une desde Washington, D.C. Bienvenido a Democracy Now!, Ken.

KEN SILVERSTEIN: Gracias

AMY GOODMAN: Por favor describa cómo lo hizo, su modo de proceder.

KEN SILVERSTEIN: Bueno, en realidad fue una fachada muy endeble, y creo que las firmas, si no las hubiera cegado su propia codicia, se habrían dado cuenta. Quiero decir, preparé – hice imprimir tarjetas de visita, me compré un teléfono móvil londinense, para poder hacer y recibir llamados supuestamente en Londres mientras estaba en Washington D.C. En Harper’s preparamos un sitio en la red, en realidad sólo una página en la red. Era una página pantalla con el nombre de mi compañía inexistente, el Grupo Maldon, y una dirección en Cavendish Square en Londres. Y. en general, eso fue todo. Teníamos una cuenta de correo, también -para mí, Kenneth Case, el consultor del Maldon Group.

Y entonces comenzamos a tomar contacto con las firmas de cabildeo y a decir que necesitábamos un plan de comunicación estratégica que pudiera transmitir los excitantes vientos de cambio que emanaban de Turkmenistán ahora que el nuevo presidente, el presidente recién elegido, había llegado al poder. Ahora bien, el presidente recién elegido es el antiguo dentista del gran Turkmenbashi, quien murió en diciembre pasado, el dictador desde hace tiempo de Turkmenistán. Y había llegado al poder en febrero, poco antes de que yo me presentara, o ganó la elección poco antes de que lo hiciera, en una elección en la que se presentó contra cinco otros candidatos, todos del partido gobernante, porque todo disenso en Turkmenistán es considerado traición y puede ser suficiente para ir a la cárcel. Y ganó, creo, con un 90% de los votos o algo semejante. Así que, sabe, fue una fachada muy endeble, y comenzamos a acercarnos a las firmas para ver lo que podían hacer para nosotros.

JUAN GONZÁLEZ: Ken, me sorprendió la ausencia de la investigación más rudimentaria de su compañía por esas firmas antes de que se reunieran con usted. Creo que una de ellas – ¿fue APCO? – realmente, como usted lo mencionó en su artículo, dijo: «¡Oh!, a propósito, no tenemos mucha información sobre su firma, en su sitio en la Red,» o buscaron su sitio en la Red, pero a pesar de ello usted logró tranquilizarlos.

KEN SILVERSTEIN: Bueno, me dijeron: «Sí, ¿Puede contarnos un poco más sobre el Grupo Maldon? Es que no podemos encontrar nada sobre ustedes,» lo que, desde luego, era comprensible, ya que la firma no existía. Y les dije: «No, en realidad, no puedo decirles nada más sobre mi persona o la firma. La discreción es la característica fundamental de nuestra operación. Es nuestra razón de ser. Ya saben, es un negocio delicado. No queremos atraer atención, y realmente no estoy dispuesto a decirles mucho más.»

Dije que estábamos involucrados en el sector del gas natural en Turkmenistán que, a propósito es – si hace una búsqueda en Google, descubrirá muy rápido que es totalmente corrupto y que miles de millones de dólares han sido exportados offshore por intermediarios como el Grupo Maldon, quiero decir, modelé el Grupo Maldon sobre la base de firmas de la vida real que han estado exportando dinero offshore para las autoridades turkmenas. Y dije: «No, ya saben, simplemente no les puedo decir nada más sobre nosotros.» Y APCO dijo realmente: «No importa. Estaríamos perfectamente contentos con la firma de un acuerdo de confidencialidad.» Yo no había pensado en eso. No había pensado en solicitarlo. Ellos lo propusieron. Y después de que lo hicieron, solicité lo mismo a Cassidy & Associates, y dijeron: «Ningún problema. Estamos perfectamente contentos con hacerlo.» Así que, no, absolutamente…

AMY GOODMAN: Ken, no logramos conseguir que APCO participara en la emisión, pero respondieron a su artículo en Harper’s con una declaración en su sitio en la red. Dice, en parte: «Respecto a la ética del señor Silverstein, mintió sobre quien era, presentó tarjetas de visita falsas, un sitio en la red falso, una historia inventada sobre clientes inexistentes. Por nuestra parte, fuimos abiertos y transparentes en nuestras discusiones con él. Le deparamos la cortesía de una reunión inicial. Nunca reveló su verdadera identidad, ni nos llamó para que comentáramos antes de publicar su artículo. Hemos estado en los negocios durante casi veinticinco años. Estamos orgullosos de nuestro historial y de cómo manejamos a nuestros clientes y potenciales clientes. Lo hacemos con respeto y honradez.»

KEN SILVERSTEIN: ¡Oh!, claro que lo hacen. Son perfectamente abiertos y transparentes. Se mostraron abiertos y transparentes conmigo sobre lo dispuestos que estaban a trabajar para una dictadura estalinista. Quiero decir, si eso los enorgullece, creo que es simplemente maravilloso.

En cuanto a su historial, señalaría que a mediados de los años noventa representaron a la dictadura de Sani Abacha en Nigeria cuando preparaba la ejecución de nueve activistas por la democracia. Han trabajado para otros dos regímenes corruptos del Mar Caspio: Kazajstán y Azerbaiján. En el pasado también establecieron un grupo de fachada falso para Philip Morris, la compañía tabacalera. Establecieron un grupo de fachada llamado Contributions Watch, que supuestamente era un grupo de control de finanzas electorales independiente, pero que en realidad fue establecido específicamente para desacreditar a abogados que son grandes enemigos de la industria tabacalera. Así, sí, claro, es un historial del que deben estar orgullosos, imagino.

En cuanto a mi ética, compararé mi ética con la de ellos cuando quieran. Siento que las tácticas clandestinas deben ser utilizadas con moderación, pero en este caso su uso se justificaba. Considero que había un tema de importante interés público en este asunto, que es el que la ley que regula los lobbyistas extranjeros simplemente no corresponde a la tarea. Quiero decir, esa ley no es capaz de controlar realmente la capacidad de los lobbyistas de manipular la opinión pública y política. Y queríamos dejarlo establecido. No se trataba sólo de ridiculizar a los lobbyistas o de mostrar que los lobbyistas no tienen una ética sólida y que están dispuestos trabajar para cualquiera que les lance dinero, porque en cierto sentido, desde luego, eso no es una noticia. Queríamos mostrar no sólo que están dispuestos a trabajar para esos regímenes, sino exactamente cómo trabajarían para esos regímenes y cómo pueden operar fuera de la vista. Así que, ya sabe, como dijera, con mucho gusto compararé mi ética con la de ellos cuando lo quieran.

JUAN GONZÁLEZ: Ken, ¿Puede contarnos un poco sobre lo que le ofrecieron que harían para ustedes una vez que creyeron que usted representaba a ese gobierno represivo?

KEN SILVERSTEIN: Bueno, dijeron que había una amplia variedad de cosas que podían hacer. Ambas firmas hablaron de cómo les sería muy, muy fácil abrir puertas en el Congreso y en el gobierno para funcionarios turkmenos visitantes. Les conseguirían una audiencia aquí en Washington para que hablaran de lo que estaba sucediendo: los nuevos excitantes cambios en Turkmenistán. Me dijeron lo que harían, ya que no se puede hablar realmente de democracia en Turkmenistán, porque no existe, y no querían hablar de derechos humanos, porque la situación es tan espantosa. Hablaron de anzuelos que podían utilizar para vender el gobierno, como ser la seguridad energética. Es un buen anzuelo, me dijo APCO, porque hablaremos de lo importante que es para EE.UU. tener fuentes para la importación de energía y diversificar, para no depender de Oriente Próximo, hacia la región del Caspio. Así que podrían utilizar ese anzuelo para vender el régimen.

Y me dijeron que podrían manipular los medios, aunque en esto los estoy parafraseando, pero quedó bien claro que es eso lo que se proponían. Dijeron que organizarían eventos fantasmas cerca de Washington que serían supuestamente independientes, pero que en realidad serían pagados por nosotros – si les pagábamos 25.000 dólares, organizarían un evento con el imprimátur de una tercera parte respetada, así que parecería ser independiente, pero tendríamos un control total sobre la temática. Y entonces invitaríamos a miembros o personal del Congreso y a periodistas y esperaríamos lo aprovecharían y lo tratarían respetuosamente como: un evento – y a propósito, no lo llamaríamos algo como Día de Turkmenistán, porque sería demasiado obvio que se trataba de publicidad pagada para el régimen. Así que le pondríamos un nombre como «Día de la Seguridad Energética» o «Oleoducto del Caspio,» algo que no pareciera demasiado obvio. También dijeron que podían colocar sin problemas materiales de opinión editorial en los periódicos. APCO me dijo que tienen a alguien en su personal que no hace otra cosa que – todo el día, su trabajo de las nueve a las cinco es escribir y encontrar firmantes para artículos de opinión editorial y colocarlos en los periódicos. Así que, ya sabe, fueron bastante lejos –

AMY GOODMAN: Ken, usted habla de modo muy específico, diciendo que una de las opciones presentadas fue pagar a Roll Call, ya sabe, el periódico del Congreso, y The Economist para que ofrecieran un evento sobre Turkmenistán. Y cuando usted habla de los posibles anfitriones, los think tanks: la Heritage Foundation, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, el Consejo de Relaciones Exteriores, donde se podría realizar el evento.

KEN SILVERSTEIN: Quedó en claro que las firmas tienen contacto con think tanks. Quiero decir que habían tomado contacto con funcionarios de think tanks en preparación para las reuniones y APCO, de nuevo, me dijo que sería muy fácil encontrar a personalidades de los think tanks y académicos para utilizarlos en su campaña para vender el gobierno de Turkmenistán.

Sí, y en cuanto a Roll Call y a The Economist, auspician eventos en toda la ciudad, y si les pagan, organizan un evento. Y así, tienes en el trasfondo, tendrás la enseña de Roll Call detrás del podio, y así se ve como – de nuevo, APCO dijo que es el imprimátur de una tercera parte respetada, pero que tendríamos el control total de la agenda. Así que, quiero decir que se mostraron bien sinceros sobre su capacidad de crear nuevos detalles y de manipular a los medios y de que había periodistas con los que podían trabajar para tratar de presentar positivamente al régimen.

JUAN GONZÁLEZ: Y usted fue bastante específico en su artículo sobre los individuos con los que se reunió, los equipos que lo encontraron inicialmente. En APCO, creo, fue un antiguo embajador de EE.UU. o un antiguo alto adjunto del senador Bob Dole y un antiguo empleado de la CIA.

KEN SILVERSTEIN: Sí, tenían gente de muy, muy alto nivel en las dos firmas. Tuvimos a Jennifer Millerwise Dyck en APCO, que solía ser la portavoz de Dick Cheney y de la CIA, Elizabeth Jones, la antigua embajadora en Kazajstán. En Cassidy, me reuní con Greg Hartley. Era el jefe del equipo. Fue, hasta hace poco, un máximo adjunto de Roy Blunt, el congresista de Missouri quien, hasta que los republicanos perdieron el control del Congreso, fue el responsable de la disciplina de la mayoría en la Cámara.

En una proposición que Cassidy me envió después de nuestra reunión – ambas firmas me bombardearon con correos preguntando: «Vaya, ¿van a contratarnos? y «Queremos contarle más sobre lo que podemos hacer.» APCO ofreció que irían – Barry Schumacher, el jefe del equipo de APCO, dijo que iría a Londres, y quería tener una reunión de seguimiento. Cassidy me envió una propuesta de doce páginas diciendo que: «Realmente queremos el contrato.» Y en esa propuesta, Hartley dijo que no había nadie en Washington con mejores contactos con el liderazgo republicano en el Congreso que él. Todos se vanagloriaron de su acceso a todos los sitios en el gobierno, en el Congreso, con los think tanks, con académicos. Podían abrir puertas por todas partes.

AMY GOODMAN: Es interesante que la segunda firma, Cassidy & Associates, fue fundada por Gerald Cassidy, un antiguo colaborador de George McGovern.
KEN SILVERSTEIN: Sí, comenzó como una firma liberal demócrata. Pero Hartley me dijo que – le dije: «Bueno, vaya, ¿tienen ayuda de los dos lados? Quiero decir ¿tienen defensores a ambos lados de la barrera?» y me dijo: «¡Oh!, sí. Reflejamos la estructura del poder. Ya sabe, hay que tener campeones para sus causas a ambos lados.» Así que Cassidy fue fundada hace más de un cuarto de siglo. En esa época, los demócratas controlaban el Congreso. Los demócratas eran el partido más poderoso. Pero cuando los republicanos se apoderaron del Congreso, Cassidy cambió junto con el Congreso, para poder reflejar nuevamente la estructura del poder, en las palabras de Hartley. De modo que, sí, es una firma muy oportunista. Ahora ven que es más útil tener a republicanos en su personal. Sospecho que si los demócratas conservan el Congreso podrán volver hacia el lado demócrata.

JUAN GONZÁLEZ: ¿Y entre las bravatas que escuchó del equipo de Cassidy estuvo que fueron esenciales en el cambio de la política de EE.UU. hacia Vietnam?

KEN SILVERSTEIN: Sí. Dijeron que – ambas firmas hablaron de sus logros del pasado para algunos de sus clientes. Y en cuanto a Vietnam, dijeron que habían reunido una coalición de terceras partes, una coalición empresarial, y que esa coalición empresarial que ellos habían construido dirigió el abandono del embargo comercial contra Vietnam. Y realmente alardearon de que lo habían logrado contra la oposición de las familias de desaparecidos en acción y de prisioneros de guerra. «Ellos se habían opuesto, pero logramos juntar una coalición que terminó por ganar.»

Ambas firmas tenían un montón de logros pasados para jactarse. Otro de Cassidy & Associates que consideré algo divertido fue que me contaron que representaron al presidente Obiang — o dictador Obiang, aquí tengo que ser más claro – de Guinea Ecuatorial, que había estado en el poder desde 1978 después de que ejecutó a su tío, y que desde entonces ha realizado varias elecciones simuladas. Sabe, ha estado en el poder con su 99% de los votos. Y me dijeron que habían logrado sacarlo de la lista de la revista Parade con los diez peores dictadores del mundo. Fue uno de sus grandes logros. Volví a casa después de mi reunión con Cassidy e hice una búsqueda en Google y encontré que Obiang había descendido al puesto número once. Así que ahora es el decimoprimero peor dictador, según la revista Parade. Así que no me pareció que se tratara realmente de un logro verdaderamente extraordinario.

AMY GOODMAN: Ken Silverstein, usted también escribe sobre las compañías que no logró que lo representaran o que le hicieran ofertas. Por ejemplo, habla de Patton Boggs y de Camerún.

KEN SILVERSTEIN: Bueno eso fue un – quiero decir, hablé de Patton Boggs como si fuera sólo otra firma de cabildeo en la ciudad. No hice contacto con Patton Boggs. Me puse en contacto con varias otras firmas. Pero Patton Boggs había realizado en el pasado algún trabajo para el gobierno de Camerún, país al que enviaron un equipo de antiguos miembros del Congreso, supuestamente observadores independientes, para que estuvieran allí para una elección presidencial en la que el gobernante desde hace tiempo de Camerún obtuvo un 80% de los votos. Así que Patton Boggs – y su equipo, a propósito, también fue dirigido por un antiguo miembro del Congreso – van para allá, establecen la agenda para un grupo de miembros del Congreso, antiguos miembros, que van y publican una especie de declaraciones edificantes sobre lo democráticas que fueron las elecciones, y un paso adelante, todo el tipo usual de lenguaje estándar que podían utilizar para vender esa elección simulada como si fuera legítima. Y pude descubrir que, en realidad, todo el asunto había sido organizado por Patton Boggs, y fue pagado – sabe, los gastos de la delegación fueron pagados por el gobierno de Camerún.

AMY GOODMAN: Y muy rápido, ¿los periodistas que fueron con todos los gastos pagados a un viaje a Kazajstán, por cuenta del Grupo Carmen? Tenemos cuarenta segundos.

KEN SILVERSTEIN: Esa fue otra firma – bueno, sabe, R. Emmett Tyrrell – ya sabe, eso fue un [inaudible] en el asunto.

AMY GOODMAN: ¿Georgie Anne Geyer, la columnista sindicada, el editor de Providence Journal, Philip Terzian, Scott Hogenson de Conservative News Service?

KEN SILVERSTEIN: Gracias. Confieso que ya hace un rato desde que informé sobre esa parte de la historia. Y fueron a Kazajstán, pagados por una firma de cabildeo, y todos volvieron y escribieron sobre Kazajstán. Dos de ellos escribieron artículos extremadamente favorables. Tyrrell ardió en elogios para Kazajstán. Y, desde luego, no reveló que los lobbyistas habían pagado su viaje. Dos de ellos, fueron un poco más comedidos, pero a pesar de ello, cuando tratas con un régimen como el de Kazajstán, algo como un artículo equilibrado en realidad es una buena noticia. Así que creo que el Grupo Carmen consiguió un buen valor por su inversión con esos cuatro periodistas.

AMY GOODMAN: Ken Silverstein, tendremos que dejarlo aquí, editor en Washington de Harper’s Magazine.

http://www.democracynow.org/article.pl?sid=07/06/28/1433254&tid=25

* Ken Silverstein también publica un blog sobre la corrupción política en Washington, DC llamado Washington Babylon.