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Diferentes universos en un país

Fuentes: Progreso Semanal

Escuchen la radio derechista de comentarios -y decenas de millones lo hacen- y oirán acerca de un universo alternativo donde amargados extraterrestres describen una realidad distinta a la experimentada por la mayoría (gracias a Dios) de los norteamericanos. Mi amigo frunce el ceño. «¿Cómo puedes escuchar esa porquería?» «Los alardes grandilocuentes de Limbaugh son menos […]

Escuchen la radio derechista de comentarios -y decenas de millones lo hacen- y oirán acerca de un universo alternativo donde amargados extraterrestres describen una realidad distinta a la experimentada por la mayoría (gracias a Dios) de los norteamericanos.

Mi amigo frunce el ceño. «¿Cómo puedes escuchar esa porquería?»

«Los alardes grandilocuentes de Limbaugh son menos dolorosos que usar una espátula entre los muslos», le explico sin atreverme a admitir la dolorosa sensación en mis oídos y cerebro, «¿y de qué otra forma se entera uno de lo que el nuevo Partido Republicano y algunos del Tea Party -no todos- proponen en sus programas políticos? La fanática radio derechista de comentarios se ha convertido en el pergamino oral de esta visión mundial alternativa».

Por ejemplo, la palabra «libertad» se relaciona con la Convención de la ONU para los Derechos Humanos. Jimmy Carter firmó esa convención en 1979, pero no exigió la «asesoría y el consentimiento» del Senado que lo convertiría en tratado. Reagan y Bush Padre consideraron los derechos económicos, sociales y culturales como objetivos y no como la esencia de las Convenciones. Clinton nunca negó la obligación para con estos derechos, pero evitó enfrentarse a la derecha en el Congreso a causa de ellos. Así que gracias a nuestra constante oposición desde la derecha, los alimentos, la vivienda, la ropa y los servicios médicos nunca ganaron el status de derechos aplicables, a pesar de que se originaron en el discurso de Franklin Roosevelt ante el 77mo. Congreso el 6 de enero de 1941.

Roosevelt se refirió a «las cosas básicas que nuestro pueblo espera de sus sistemas económico y político». Sus objetivos: «Igualdad de oportunidad por los jóvenes y otros. Empleos para los que puedan trabajar. Seguridad para los que la necesitan. El fin de los privilegios especiales para una minoría».

Sus cuatro libertades: «de palabra y expresión -en cualquier parte… la libertad de cada persona para adorar a Dios de manera propia -en cualquier parte… libertad de necesidades (que significa) comprensión económica que garantizará a cualquier nación un saludable estado de paz para sus habitantes -en cualquier parte… libertad del miedo (que significa) un reducción en todo el mundo de los armamentos, hasta tal punto y de la manera completa que ninguna nación esté en posición de cometer un acto de agresión física contra ningún vecino -en cualquier parte del mundo».

Para Roosevelt, un orden moral, o libertad, significaba «la supremacía de los derechos humanos en cualquier parte».

Para los republicanos de derecha, la libertad por encima de todo significa ausencia de impuestos a los billonarios y ninguna regulación para sus mayores corporaciones y bancos. Libertad para las mujeres significa escoger el aborto, el asesinato de nonatos que merecen amor universal. Una vez nacidos, reciben lo que se merecen. (Adulterio, codiciar el cónyuge ajeno -bueno, olvídense de esos mandamientos.)

La voluntad de Dios es que unos tengan riquezas; a otros, sin padres ricos o sin suerte, los joden. Esa es la voluntad de Dios. «Dios quiso que tú tuvieras éxito en los negocios», predicaba el difunto reverendo Jerry Falwell en su iglesia de Lynchburg, Virginia. Falwell aseguraba que tenía un sistema especial de comunicación con Dios y Jesús -o quizás un sociedad de negocios. (Entrevista filmada por el autor con Falwell en La búsqueda del poder, 1982.)

Recuerden el texto de la canción de Ray Stevens.

«¿Estaría interesado Jesús en la política si regresara a la Tierra?

¿Tendría una segunda casa en Palm Springs, pero trataría de ocultar su valor?

¿Tomaría dinero a esa pobre gente cuando Él regrese?

¿Y admitiría que Él ha hablado a todos esos predicadores que dicen que han hablado con Él?

(«¿Usaría Jesús un Rolex en su Programa de Televisión?»)

Las corporaciones contaminadoras y los bancos infestados de fraude dependen de los pretendientes religiosos para distraer a los electores de sus intereses de clase. Dos de cada tres blancos -la mayor parte pobres o de clase media- votan por los republicanos porque apoyan intenciones más musculosas de parte de Dios: la gente debe portar armas, el gobierno no debiera interferir con sus beneficios de sus veteranos o sellos de alimentos.

Dios odiaba a los estafadores de la seguridad social (vean lo que hizo a Adán y Eva cuando esos haraganes estafaron.) Y Él no aprueba a los homosexuales -o la «mezcla de razas».

Este empañar de los «temas» sin duda ha impedido la claridad. Decenas de millones de electores votan por sus enemigos de clase. Según el senador independiente por Vermont Bernie Sanders, «La clase media se está derrumbando. El ingreso promedio familiar ha descendido. La pobreza está aumentando. Y la brecha entre los muy, muy ricos y todos los demás se está haciendo mayor».

Los beneficiarios de los programas gubernamentales votan por los republicanos, los cuales prometen eliminar esos mismos programas que brindan el delgado cojín que los protegen de perder el empleo y la casa. El presidente Obama tiene en mente disminuir el déficit reduciendo un poco la Seguridad Social y Medicare. Los republicanos quisieran privatizar la Seguridad Social y dejar las pensiones al Libre Mercado. «Eso no tiene sentido», dijo Sanders. El fondo de fideicomiso de la Seguridad Social tiene hoy un superávit de «$2 mil billones de dólares, Puede pagar todo beneficio que debe a cada norteamericano elegible durante los próximos 27 años». (Charla en Berkeley, California, 26 de febrero.)

La extrema derecha exige que el gobierno deje de castigar (cobrar impuestos y regular) a los pocos elegidos y que deje de recompensar (seguro de desempleo y sellos de alimentos) a los holgazanes (mayormente desempleados no blancos). Acusan a los legisladores liberales de transferir el dinero de la gente buena a los estafadores de la seguridad que compran bebidas y drogas.

Lo que es mío, es mío. El egoísmo es bueno, o Dios no hubiera insertado ese rasgo en sus mejores (más ricos) especímenes. Si no fuera por el gobierno liberal, los ricos serían más ricos -como era la intención de Dios. Pero no se preocupan: estas ideas solo han capturado la mayoría de la Cámara de Representantes y 17 gubernaturas.

Fuente: http://progreso-semanal.com/4/index.php?option=com_content&view=article&id=3218:diferentes-universos-en-un-pais&catid=3:en-los-estados-unidos&Itemid=4