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¿Dónde está la indignación por Trayvon Martin?

Fuentes: Progreso Semanal

Hubo una época en el Sur de Estados Unidos cuando los asesinatos de inocentes civiles por motives raciales eran rutinarios. Recordamos la muerte de cuatro pequeñas niñas en el atentado con bomba a la Iglesia Bautista de la calle 16 en Birmingham, en septiembre de 1963; la muerte en junio de 1963 de Medgar Evers […]

Hubo una época en el Sur de Estados Unidos cuando los asesinatos de inocentes civiles por motives raciales eran rutinarios. Recordamos la muerte de cuatro pequeñas niñas en el atentado con bomba a la Iglesia Bautista de la calle 16 en Birmingham, en septiembre de 1963; la muerte en junio de 1963 de Medgar Evers en Jackson, Missouri; y el asesinato de tres jóvenes de trabajadores por los derechos civiles en junio de 1994 cerca de Filadelfia, Missouri.

Pero eso fue allá por el siglo 20. Hoy nadie podría matar a una persona inocente y salirse con la suya. ¿Cierto? ¡Pues, no! Agreguen a Trayvon Martin a la lista.

Este joven negro no era un activista de los derechos sociales. Tenía 17 años, estudiaba Tercero de Secundaria, estaba en el Cuadro de Honor, jugaba al football americano, le gustaba visitar la casa de la novia de su padre en Sanford, la Florida. En la noche del 26 de febrero, Trayvon fue a una tienda 7-Eleven cercana. Después de preguntar a su hermanito qué quería, fue a la tienda y luego comenzó a caminar de regreso a casa bajo la lluvia, una capucha sobre la cabeza, sin nada más que una lata de té helado y un paquete de Skittles para su hermano. Fue entonces cuando la maldad del Sur Profundo surgió de nuevo.

A Martin lo vio George Zimmerman, de 28 años, un voluntario blanco de la Vigilancia Hispánica de Vecindario, quien llamó a la policía e informó que alguien estaba actuando sospechosamente. Las autoridades prometieron responder, después de advertirle que no persiguiera al joven, recomendación que Zimmerman ignoró de inmediato. Zimmerman salió de su auto, persiguió a Martin, se enfrentó a él, le disparó y lo mató -y luego insistió que había actuado en defensa propia.

Y aquí viene lo peor: el Departamento de Policía de Sanford se tragó esta pobre excusa -como angelitos. Consideran que el caso está cerrado, dicen, porque no encuentran evidencia que contradiga la declaración de Zimmerman de que actuó en defensa propia.

¿No hay evidencia? ¿Qué les parece esto? Martin iba caminando y llevaba solo un té helado y un paquete de caramelos. Zimmerman conducía su auto e iba armado con una pistola de 9 milímetros. Martin pesaba 140 libras. Zimmerman pesa 250 libras. Martin no tenía antecedentes penales. Zimmerman fue acusado en julio de 2006 de resistirse al arresto con violencia y agresión a un agente de policía. Además, tal como reportó The Miami Herald, los vecinos informaron que Zimmerman tenía «una fijación con el delito y se concentraba en jóvenes negros». Desde enero de 2011 llamó a la policía en 46 ocasiones para reportar «actividades sospechosas» similares.

La defensa de Zimmerman se hace menos creíble debido al testimonio de la novia de Martin, a quien él llamó para decirle que un desconocido lo estaba persiguiendo. Ella oyó cuando él le preguntaba a Zimmerman por qué lo estaba siguiendo y le dijo que corriera. Momentos más tarde, en  una de las varias llamadas de 911 que los vecinos hicieron a la policía, se puede oír la voz de Martin pidiendo auxilio.

Pero la policía de Sanford no detuvo a Zimmerman. No presentó cargos contra él. Ni siquiera le hizo pruebas de drogas o alcohol. En su lugar, le hizo una prueba toxicológica al adolescente muerto.

Toda la evidencia sugiere que esto no fue más que un asesinato a sangre fría por parte de un celoso vigilante parapolicial, el cual confrontó y mató a Trayvon Martin solo porque era negro. El Departamento de Justicia de EE.UU. está investigando si Zimmerman pudiera ser procesado por un delito de derechos civiles. Y la Oficina del Fiscal del Estado ha convocado a un jurado de acusación con relación al caso. Pero eso no es suficiente. Las autoridades de la Florida debieran  hacerse cargo y exigir al administrador de la ciudad que despida a su jefe de policía.

Zimmerman debiera ser juzgado. Pero también debiera ser juzgado el estatuto de la Florida llamado «Manténganse Firmes», firmado como ley por Jeb Bush en 2005, y el cual Zimmerman declara que lo hace inmune. Muchos advirtieron por entonces que el estatuto alentaría precisamente este tipo de comportamiento violento y sin sentido. Y eso es exactamente lo que ha sucedido. Tal como reportó The Orlando Sentinel, en los cinco años anteriores a 2005 mataron a 13 ciudadanos, pero 36 en los cinco años siguientes. En 2009, hubo 45 muertes. Trayvon Martin fue el más reciente.  Es hora de revisar la ley o de revocarla.

Roland Martin de CNN recordó a mi radioaudiencia: «Si esto hubiera sucedido a Barack Obama a los 17 años, él no se encontraría en la actualidad en la Casa Blanca».

Fuente: http://progreso-semanal.com/4/index.php?option=com_content&view=article&id=4506:idonde-esta-la-indignacion-por-trayvon-martin&catid=3:en-los-estados-unidos&Itemid=4