Un hombre afroamericano de 28 años disparó a mansalva en la cabeza de dos agentes de Nueva York que estaban en un patrullero y luego se suicidó. Horas antes, había publicado en las redes sociales: «Ellos se llevan a uno de los nuestros… llevémonos a dos de los suyos», aparentemente en alusión a Eric Garner, […]
Un hombre afroamericano de 28 años disparó a mansalva en la cabeza de dos agentes de Nueva York que estaban en un patrullero y luego se suicidó. Horas antes, había publicado en las redes sociales: «Ellos se llevan a uno de los nuestros… llevémonos a dos de los suyos», aparentemente en alusión a Eric Garner, un joven negro asesinado en noviembre por policías de esa ciudad.
Según informó el jefe de policía William Bratton, el atacante, Ismayyil Brinsley, apareció repentinamente por el lado derecho del coche en el que se encontraban los agentes y sin previo aviso les disparó varias veces a través de la ventanilla. Los policías no tuvieron tiempo de sacar sus armas y murieron en el hospital a causa de las heridas. Uno de ellos, Wenjian Liu, era de origen asiático y el otro, Rafael Ramos, de origen latino.
Tras el ataque, el agresor huyó hacia una estación de metro cercana, donde poco después murió tras pegarse un tiro en la cabeza. Horas antes, Brinsley había disparado y herido gravemente horas antes a una exnovia en la ciudad de Baltimore, ubicada a más de 320 kilómetros de distancia, dijo Bratton.
Brinsley publicó varios comentarios «antipoliciales» en la red social Instagram (aunque ya no puede leerse porque el perfil fue cerrado por los investigadores), apuntó el jefe de la policía, quien dijo que se estaba llevando a cabo una investigación para determinar el motivo. Según «The New York Times», en uno de esos comentarios Brinsley afirmaba que el ataque era un castigo por las muertes de Eric Garner y Michael Brown, dos afroamericanos que murieron en los últimos meses a manos de la policía. Bajo una fotografía de un arma de fuego, el post decía: «Ellos se llevan a uno de los nuestros… llevémonos a dos de los suyos».
El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó el asesinato: «Dos hombres valientes no volverán esta noche a casa junto a sus seres queridos», dijo Obama, según un comunicado de la Casa Blanca. «Los oficiales que sirven y protegen a nuestras comunidades ponen en riesgo su seguridad a diario» y por ello merecen respecto y gratitud, afirmó el presidente. «Pido a la gente que condene la violencia y las palabras que hieren», agregó.
En las últimas semanas varias ciudades de Estados Unidos fueron escenario de protestas contra la violencia policial, tras la polémica suscitada por las muertes en los últimos meses de varios afroamericanos desarmados a manos de las fuerzas de seguridad. Las protestas se intensificaron este verano tras la muerte de Michael Brown por disparos de un agente blanco en Ferguson, estado de Missouri.
También generó indignación la decisión de otro jurado de no imputar al policía que mató a Eric Garner, al que ahogó mientras intentaba reducirlo. La familia de Brown condenó hoy los asesinatos de los agentes de Nueva York. «Rechazamos cualquier tipo de violencia contra los policías», afirmaron los abogados de la familia.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-262446-2014-12-21.html