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EEUU diseña armas atómicas más grandes, robustas y duraderas

Fuentes: El Períodico

EEUU ha puesto en marcha de forma silenciosa un programa para remozar su arsenal de 10.000 armas nucleares con el fin de sustituirlas por bombas más grandes, robustas y de mayor duración que los 15 años de vida de la actual generación de cabezas nucleares, según The New York Times. Los tres laboratorios de armas […]

EEUU ha puesto en marcha de forma silenciosa un programa para remozar su arsenal de 10.000 armas nucleares con el fin de sustituirlas por bombas más grandes, robustas y de mayor duración que los 15 años de vida de la actual generación de cabezas nucleares, según The New York Times.
Los tres laboratorios de armas nucleares de EEUU –Los Álamos y Sandia en Nuevo México y Livermore en California– están trabajando ya en el denominado Programa de Reemplazo Fiable de Cabezas Nucleares, cuyo presupuesto para la fase de diseño, nueve millones de dólares (unos siete millones de euros), fue aprobado por el Congreso en noviembre. «El objetivo es ver si podemos hacer modelos más baratos y fáciles de fabricar, que además podamos certificar como fiables de forma indefinida», explicó John H. Harvey, director de planificación de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear.
La edad media del arsenal estadounidense alcanza los 20 años. EEUU gasta más de 6.000 millones de dólares anualmente (4.687 millones de euros) en el mantenimiento de estas armas. Fuentes oficiales citadas por el rotativo neoyorquino subrayaron que las nuevas armas nucleares que se quiere desarrollar podrían limitar este gasto y ayudar a reducir el arsenal de EEUU.
Sin embargo, los defensores del control nuclear opinan lo contrario y advierten que podría dar pie a una nueva carrera de armamentos. «Diseñar una nueva cabeza nuclear todavía más robusta podría ser un pretexto para diseñar un arma que tenga una nueva misión militar», advirtió Daryl Kimball, director de la Asociación en favor del Control de Armas.
Aunque las primeras bombas atómicas eran de gran tamaño, en los últimos decenios, EEUU fabricó cabezas nucleares más reducidas y de menor peso para poder instalar incluso una docena en un sólo misil. Sin embargo, el nuevo programa supone un giro radical de filosofía, al retornar a las bombas más grandes y pesadas, que quizá requieran también misiles más potentes para lanzar esas ojivas.
Sólo un centenar de expertos trabajan en los nuevos prototipos. Su fabricación debe ser aprobada por el Congreso y por el presidente que ocupe la Casa Blanca en ese momento.