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El 26 de octubre el pueblo estadounidense y el mundo negarán al régimen estadounidense

Fuentes: Rebelión

Posiblemente ustedes no recuerdan, o no saben, que el pueblo estadounidense se posicionó contra el bloqueo a Cuba. Les ofrezco una ayuda a su memoria, o a su conocimiento. Periódico Revolución 10 de agosto de 1960. Foto: Archivo. Carta del presidente de la Asociación de Campesinos de Estados Unidos, F.W. Stover dirigida al Comandante en […]

Posiblemente ustedes no recuerdan, o no saben, que el pueblo estadounidense se posicionó contra el bloqueo a Cuba. Les ofrezco una ayuda a su memoria, o a su conocimiento.

Periódico Revolución 10 de agosto de 1960. Foto: Archivo.

Carta del presidente de la Asociación de Campesinos de Estados Unidos, F.W. Stover dirigida al Comandante en Jefe, Fidel Castro, en 1960.

El pasado 6 de julio, Granma publicó el artículo Sin cuota pero sin amo, acerca de la agresión económica que, en 1960, el gobierno de Dwight D. Eisenhower perpetró contra la nación cubana al rebajarle la cuota azucarera en el mercado de Estados Unidos. En Cuba, la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA) y el Gobierno Revolucionario encabezaron las protestas del pueblo ante esa acción que reducía los ingresos del pueblo cubano. En Estados Unidos, al igual que en diferentes lugares del planeta se alzaron voces contrarias a esa ley. Prueba de ello es la carta que la Asociación de Campesinos de Estados Unidos, enviara al presidente Eisenhower expresando su descontento contra el boicot económico iniciado contra Cuba con la reducción de la cuota azucarera.

El periódico Revolución del 10 de agosto de 1960, publicó una carta del presidente de la Asociación de Campesinos de Estados Unidos, F.W. Stover dirigida al Comandante en Jefe, Fidel Castro, junto con la copia de la carta que la institución que representaba le hiciese llegar al presidente norteamericano. La carta enviada a Fidel, bajo el título De los campesinos en los Estados Unidos de América decía textualmente:

Hemos pensado, estimado Primer Ministro Castro, que a usted le agradaría recibir una copia de la carta que le enviamos al Presidente Eisenhower hace poco tiempo. El borrador de la carta adjunta fue aprobado por nuestra Junta de Directores en su reunión regular de julio 13. Muchos de nuestros campesinos aquí se están arruinando a pesar de nuestra excelente tierra y de la más eficiente maquinaria y métodos de producción de todo el mundo.

Lo que nos han hecho la Administración de Eisenhower y su Secretario de Agricultura Benson, es una larga y triste historia.

Considero que tenemos mucho en común y que debemos de tratar de comprender los problemas de uno y otro. Estoy convencido de que una cosa tenemos en común y es el anhelo de la paz y la libertad.

Nosotros no solamente deseamos hacer todo lo que sea posible para evitar una guerra nuclear, queremos terminar la Guerra Fría y el programa de enormes gastos militares y la dominación militar de nuestra economía.

A nombre de nuestra Asociación, le extiendo los mejores deseos a usted y a su buen pueblo.

Los campesinos norteamericanos que apoyaban a Cuba, eran a su vez, víctimas de las medidas tomadas por Ezra Taft Benson, Secretario de la Agricultura. Benson, quien servía simultáneamente en el gabinete de Estados Unidos y en el Quórum de los Doce, apoyado por el presidente estadounidense, se opuso al sistema de sostenimiento de los precios por parte del gobierno y negó cualquier tipo de ayuda a los agricultores, argumentando que eso contribuiría «al inaceptable socialismo».En la carta, dirigida al presidente Eisenhower, los campesinos escribieron:

Estimado señor Presidente:

Le dirigimos esta carta para expresarle nuestro descontento ante la forma en que ha manejado la situación cubana. Nuestra Junta de Directores, en su reunión de hoy, acordó manifestar su enérgica protesta contra el boycot económico, del cual es muestra la reducción de la cuota azucarera cubana, y estamos aún más preocupados por las veladas amenazas militares dirigidas contra el Gobierno del Premier Fidel Castro.

Nos sorprendió enterarnos de la sugerencia de que las diferencias con Cuba fueran referidas a la Organización de Estados Americanos. Tenemos entendido que la Carta de la OEA (artículo 16) prohíbe esta clase de guerra económica que se está llevando a cabo actualmente contra Cuba, bajo su dirección. Si estamos equivocados en cuanto a esto, le agradeceremos que nos lo aclare.

Cuba ciertamente necesita reforma agraria y la nacionalización de algunas industrias básicas no puede en modo alguno considerarse como justificación para el bombardeo diplomático al cual está siendo sometida, especialmente dado que nuestro país está ofreciendo subsidios a otros países que han hecho lo mismo.

Ya que nuestro Gobierno ha instituido, alentado y patrocinado reformas agrarias en el otro extremo del mundo para ganar algunas ventajas políticas allí, ¿no resulta una posición ridícula la de ponernos a vociferar contra un vecino en este hemisferio por tomar la decisión de llevar a cabo un poco de reforma agraria a su propio modo?

Es nuestro cuidadosamente estudiado punto de vista, señor Presidente, que no le cuadra a un Gobierno que acaba de ser cogido en serias falsificaciones respecto a asuntos internacionales, el dignarse ahora hacer sermones políticos moralizadores a un nuevo Gobierno que lucha heroicamente por libertar a su pueblo de la explotación opresiva de monopolios extranjeros.

Tomamos nota también de la referencia que se está haciendo ahora a la prácticamente olvidada Doctrina Monroe, y a la posibilidad de invocarla para detener la expansión comercial y el intercambio de relaciones culturales entre Cuba y la Unión Soviética.

Un país que se ha extendido por todo el globo con sus bases militares, sin consideración a la esfera de influencias de cualquier otro país, un país que no aceptaría una Doctrina Monroe para Asia, no puede esconderse tras esta maltratada hoja de parra.

Más aún, la mejor respuesta a este tipo de amenaza está dentro de la propia Doctrina Monroe. Esta doctrina de 1823, mi estimado señor Presidente, fue la advertencia de James Monroe a la Santa Alianza de Europa. Monroe dijo: «Aléjense del nuevo mundo» a los Monarcas de Europa, no a países nuevos que acaban de obtener la independencia. A cambio de esto, él se comprometía a mantenerse alejado de las guerras de los poderes europeos en las cuales «nunca hemos tomado parte alguna, ni se compagina en nuestra política el hacerlo».

No es lógico que ignoremos esta Doctrina cuando ya no se compagine con nuestra política y después empleemos una especial interpretación de la misma cuando así convenga a nuestros intereses.

No hemos olvidado la naturaleza y el carácter de nuestros propios orígenes nacionales ni el espíritu revolucionario que movió a nuestros antecesores a preparar nuestra Declaración de Independencia.

Existen buenas razones para creer que lo que el pueblo cubano ha sufrido supera con mucho «la larga cadena de abusos y usurpaciones», de que nuestros colonialistas se quejaron en 1776.

Queremos que sepa usted, señor Presidente, que no son solamente nuestros hermanos de piel oscura del sur de la frontera los que simpatizan con las esperanzas y aspiraciones de Fidel Castro y su pueblo, sino que los campesinos del corazón de los E.U.A., que aún no han sido Bensonizados de sus fincas, también sienten esa simpatía.

Queremos vivir en paz y amistad con el pueblo cubano y esperamos que nuestro Gobierno nos represente a nosotros, no solamente a unos cuantos monopolios sin conciencia que quieren explotar el trabajo y los recursos de Cuba.

Si la clase de reforma agraria que nosotros instituimos en el Japón es buena, ¿por qué entonces es tan mala la reforma agraria cubana? ¿Y por qué no van a estar sujetos a las leyes de Cuba los monopolios extranjeros en ese país?

Hemos oído hablar mucho acerca del derecho de los pueblos a la autodeterminación. Probemos ahora que decimos lo que sentimos.» 

Se puede ver el contraste entre los sentimientos y las razones del pueblo trabajador estadounidense y la actuación contraria a él del gobierno estadounidense, la relación entre dos pueblos, y la relación del régimen imperialista y el pueblo que alcanza su independencia. Estas misivas legitiman las palabras de Fidel cuando dijo: «Una de las cosas más difíciles para nosotros es que siempre tenemos que explicar la diferencia entre el pueblo y aquellos que son responsables de actos a los que no se puede culpar al pueblo». Y más adelante afirmó: «Cualesquiera que sean las dificultades, siempre habrá amor para el pueblo de los Estados Unidos».[1]

Eisenhower comenzó a atacar a Cuba, y en Agosto de 1960, elecciones por medio, el régimen norteamericano llega a un acuerdo con la mafia, su mafia, acuerdo con el compromiso de entregar a los capos mafiosos el negocio de la droga, la prostitución y los casinos en Cuba, a cambio de que asesinaran a Fidel Castro, al Che Guevara y a Raul Castro. La documentación desclasificada en ocasiones deja al aire la intención tiránica de los gobernantes de EEUU con relación a quien les responde, y esa actitud incluye el magnicidio. En el caso de la Revolución Cubana el fracaso de sus yanquicidios se suceden una y otra vez.

El fracaso del gobierno de EEUU en sus propósitos de desestabilización de Cuba y su intento de invasión y guerra, cargó de furia su egolatría de adueñarse del territorio rebelde y el gobierno imperialista se lanzó al bloqueo mundial de la Revolución.

15 de Febrero de 1961, el nuevo presidente, Kennedy, se dirige a Bundy, de Asuntos de Seguridad Nacional, para que el aparato violador de naciones acelere su trabajo sobre la forma de estigmatizar, bloquear y atacar a Cuba, imponiéndoselo al resto del mundo como lección, aún con partes ocultas como las operaciones militares. Finalmente el día 7 de Febrero de 1962 comienza el bloqueo a Cuba. Emplean su «Ley de Comercio con el enemigo», que tenían en la mano desde 1917. Sacan una nueva ley contra Cuba en 1961 que titulan «Ley de Asistencia Exterior». Después impondrían al mundo la Ley Torricelli (1992); la Ley Helms Burton (1996); la llamada Comisión de Asistencia para Cuba libre (2004-2006); la Posición común Europea; … Bloqueo y sólo bloqueo hasta hoy día, son más de 5 décadas de violencia para impedir que un sólo pueblo pueda ser ejemplo de independencia y soberanía, no digamos de desarrollo socialista que intentará siempre impedir; con el fin de conseguirlo invertirá millones de dólares para financiar mercenarios, y sus ansiados magnicidios, causará más de 3.000 muertos, miles de heridos, llevará a cabo agresiones mortales a la diplomacia cubana en diferentes países, empleará la falsificación política en instituciones y ante el mundo, el bloqueo informativo deformará muchas conciencias, empleará el bloqueo económico causando cientos de miles de millones en pérdidas al pueblo cubano, impondrá multas millonarias a países y empresas por acercarse a la isla caribeña, y emprendera, hasta individualmente, persecuciones a quien establezca contacto de cualquier tipo con Cuba. La agricultura cubana, su ganadería sufrirán con los venenos y las plagas que los aviones yanquis propagan, y su industria sufrirá el desavastecimiento de recambios. Los atentados terroristas y la imposibilidad de entrar en el comercio mundial, fueron y son persecuciones terribles para doblegar al pueblo cubano, consciente de su papel en la Historia y valiente. Pero continuan esas mismas agresiones, ahí queda el atentado contra el pueblo cubano en la persona de una niña necesitada de un medicamento para frenar el cáncer de retina, medicamento que la sanidad cubana ha intentado comprar fuera de Cuba y el imperio global prohibe que se le administre.

Si los gobiernos de EEUU antes de Eisenhower eran incalificables, los que vienen desde Eisenhower incluido, son… igualmente incalificables.

Las soluciones del imperio nunca tienen en cuenta la cosmovisión del resto de los gobiernos y pueblos del mundo, se expresen donde se expresen: el gobierno de EEUU realiza sus agresiones y los restantes gobiernos deben sumarse bajo la amenaza de «retorcerles el brazo», así lo dijo Obama, premiado por la paz que transmite al mundo.

Si éste presidente es la suma de los anteriores, lo que reconocemos por sus presupuestos militares multiplicados, sus actos guerreros multiplicados, y sus imposiciones económicas, políticas y de intervenciones terroristas multiplicadas sobre quienes no se le entregan, entendemos perfectamente hasta que punto está en peligro la vida sobre la Tierra, y por qué los pueblos, en prevención del peligro mundial que esto supone, deben distanciarse del imperio, unirse, y presentar alternativa.

El imperialismo, se ha dicho y nunca será suficiente, hace más profundas las desigualdades sociales y mundiales; aparece con su élite de retuerce brazos y establece derechos según el status de nobleza: gran burguesía, burguesía y clase trabajadora, y a ese Estado de derechos en disminución hasta vaciarlos de todo sentido para la inmensa mayoría le llama «democracia», es el lenguaje vacío de contenido, el favorito de y el favorable a la élite estadounidense, es el lenguaje y como mejor prueba su práctica, alejada de los Derechos Humanos, que ha experimentado para destruir países y destruir pueblos, y para dividir, separar y aislar individualmente, y en tanto en los sitios más calmados como en los más revueltos machacar en las poblaciones con la moral del esclavo: que acepte vivir el día a día sin levantar cabeza, como si esa vida sumisa y obediente fuese su destino.

Es preciso repetir de generación en generación que el imperio no dispone de ética, que lleva a cabo sus operaciones así se vean contradictorias sus palabras con sus mismos actos. Un ejemplo, que tiene que ver con España lo tenemos en las mismas fechas con el mismo presidente, Eisennhower: el 21 de Diciembre de 1959 viene a reconocer a Franco, aunque la ONU lo rechaza, en las mismas fechas en que ya estaba operando contra Cuba independiente. El imperio siente debilidad por los tiranos. Pero no hay que olvidar que desde 1953 había establecido acuerdos comerciales con la dictadura fascista, y si retrocedemos encontramos las fotografías de los diplomáticos estadounidenses en España saludando brazo en alto, como los falangistas, en las calles de Madrid, y eso era mucho antes, en 1941, cuando faltaba menos de 1 año para que sus tropas desembarcasen en Francia, una vez que estaba claro el curso de la 2ª Guerra en Europa; el ejército estadounidense se sumaría a la victoria de la resistencia europea y el ejército soviético sobre la Alemania nazi y las burguesías que la apoyaban.

Esto quiere decir que su apuesta es a los dos lados, por el fascismo en España y por la derrota de Alemania nazi en Europa. Su sistema de alianzas tiene jugadas cortas y largas, afines entre sí y contradictorias, su único camino es la búsqueda del poder imperial, para lo que debe llevar a cabo actos que parecen contradictorios, pero que sólo pretenden la posesión y conservación de lo que puedan ganar momento a momento.

Tras la 2ª Guerra Europea Eisennhower visitó a Franco, en contra del mundo democrático, y descansó en el Palacio de la Moncloa. Eisennhower, el mismo presidente que empezó el bloqueo más largo de la Historia a un pueblo, el pueblo cubano.

Y si como hemos leído al comienzo el pueblo estadounidense estaba en contra del bloqueo a Cuba, ¿a qué viene el que Obama diga que ha sido un fracaso y lo continúe?. La enseñanza histórica nos dice que el imperio siempre maniobra conforme intenta disminuir la visión de los pueblos sobre su dominación, que asimilen la creencia de que su destino está decidido.

Junto a esos ejemplos históricos de alianzas con tiranos y combatir a otros de esos cuando la victoria se decanta contra ellos tratando de aprovecharla para su beneficio, en ese decir y actuar contradictoriamente escuchamos o leemos hoy las declaraciones de gente del equipo de Obama: la mismísima Consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, quien está ahora en el lugar de aquél Bundy, responsable de Asuntos de Seguridad Nacional, a quien Kennedy el 15 de Febrero de 1961 encargo que pusiese en marcha el bloqueo, ésta mujer ha reconocido lo que decían los campesinos estadounidenses y el pueblo en general, y lo ha reconocido ante el Congreso de EEUU al decirles que el bloqueo ha sido un fiasco, añadiendo: «La mayoría del pueblo estadounidense se manifiesta contrario al bloqueo y a la persecución a que les somete su gobierno tan sólo por viajar a la isla.» Pero Obama, Susan Rice, la élite financiera estadounidense ha continuado la lucha contra Cuba hasta en los detalles como es el caso de esa niña que necesita un medicamento contra el cáncer de retina.

Entonces, ¿qué puede pasar en la ONU el próximo 26 de octubre, cuando el mundo entero vote contra el bloqueo ilegal de EEUU a Cuba?. ¿Acatará, por primera vez, el imperio lo que le diga el resto del mundo?, o, ¿el que dijo que ellos retuercen el brazo a quien no obedezca entregará el testigo a quien forme el nuevo gobierno del imperio?, ¿con quién se aliará para la ocasión?, ¿a quién busca soterradamente para el largo plazo?. Su historia más oscura actualiza constantemente decir una cosa y hacer la contraria, siempre en pos de su conquista. A las puertas del mañana aparece como posible el aumento de presión al pueblo de Cuba, como han prometido la y el aspirante a representar a la élite estadounidense.

El NO a EEUU y contra el bloqueo a Cuba de todos los gobiernos en la ONU, debe poner sobre la mesa el respeto a la nación caribeña y a los derechos propios y que se la reconoce, que, además, son los Derechos que pertenecen a todos los pueblos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.