Traducido para Rebelión por LB
El asedio económico y militar israelí a Gaza ha provocado el colapso de las condiciones de vida de los palestinos y mucha gente sólo puede sobrevivir hurgando en los basureros en busca de restos de comida, afirman agencias internacionales.
«La presión y las tácticas [israelíes] no han conseguido estimular el deseo de compromiso«, ha alertado Karen Abuzayd, jefa de la Agencia de la ONU para los Refugiados. «Más bien han creado un masivo sentimiento de desesperación, rabia y una sensación de desesperanza y abandono«.
El pasado 25 de junio Israel cerró a cal y canto los puntos de entrada y salida a la Franja de Gaza, en la que viven millón y medio de palestinos, y ha llevado a cabo frecuentes ataques y bombardeos que han matado a 262 personas y herido a 1.200. La crisis de Gaza ha sido ampliamente ignorada por el resto del mundo, absorto en la contemplación de las guerras de Irak, Afganistán y Líbano.
«Las mujeres de Gaza me cuentan que están comiendo una sola comida al día, pan con tomate o con vegetales baratos«, dijo Kirstie Campbell, del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que alimenta a 235.000 personas. Añadió que en junio, fecha desde la que se agudizó la crisis, cerca del 70% de la población de Gaza es incapaz de satisfacer las necesidades alimenticias de su familia. «La gente está asaltando los basureros«, afirmó.
No solamente los palestinos de Gaza comen poco, sino que los escasos alimentos de que disponen los comen fríos debido a la falta de electricidad y de dinero para adquirir combustible. En junio un ataque aéreo israelí destruyó la central eléctrica de Gaza. En sólo un mes los bulldozers israelíes han destruido el 4% de todas las tierras de labor de Gaza.
El cierre total impuesto por Israel, exacerbado por ataques mortíferos, ha provocado el colapso de la economía de Gaza. Los 30.000 pescadores no pueden pescar porque las cañoneras israelíes disparan contra ellos si se alejan más allá de unos pocos cientos de metros de la costa. Simultáneamente, el boicot internacional al Gobierno de Hamas significa que no hay ayuda exterior para pagar los salarios de los empleados gubernamentales. El Gobierno solía tener un presupuesto mensual de entre 180 y 200 millones de dólares, y la mitad de esa cantidad se destinaba a abonar los salarios de los 165.000 trabajadores del sector público. Ahora sólo dispone de 25 millones de dólares al mes.
Los organismos de ayuda se sienten frustrados por su incapacidad para persuadir al mundo de que la crisis humanitaria de Gaza es mucho peor que la de el Líbano. El Programa Mundial de Alimentos dice: «A diferencia de lo que ocurre en el Líbano, donde las necesidades alimenticias básicas están cubiertas, los cada vez más numerosos pobres de Gaza están viviendo estrictamente con lo mínimo«.
Los periodistas extranjeros pueden acceder a Gaza, pero supone un laborioso proceso atravesar el principal puesto de control israelí en Eretz y luego caminar por un largo túnel de hormigón. El secuestro -y posterior liberación- por parte de delincuentes de dos trabajadores de la cadena de televisión Fox ha contribuido a disuadir a varias cadenas de televisión de cubrir la crisis.
El cierre total impuesto por Israel se inició tras la captura del cabo Gilad Shalit por parte de militantes palestinos el pasado 25 de junio. Según la organización israelí pro-derechos humanos B’Tselem, entre entonces y finales de agosto las fuerzas de seguridad israelíes han matado en la Franja de Gaza a 226 palestinos, 54 de ellos menores de edad. Según la misma organización, 114 de esas víctimas no participaban en las hostilidades.
Según el alcalde de la ciudad de Gaza, la forma más rápida de aliviar la crisis sería que Israel permitiera la reapertura del paso de Rafah, en la frontera con Egipto. Sin embargo, la recuperación de la economía exigiría la reapertura de los pasos fronterizos de Eretz y Karni.
Israel levantó ayer el bloqueo naval al Líbano luego de que una fuerza naval provisional comandada por un almirante italiano se desplegara ante la costa del Líbano, declaró el comandante de las fuerza de pacificación de la ONU.
Texto original: http://news.independent.co.uk/world/middle_east/article1431114.ece