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Trabas en el congreso y en los juicios a los detenidos

El cierre de Guantánamo tendrá que esperar

Fuentes: Página 12

Traducción para Página 12 de Celita Doyhambéhère

La promesa de Barack Obama de cerrar Guantánamo no se cumplirá hasta por lo menos un año después de la fecha autoimpuesta por el presidente -y puede no llegar a suceder durante su primera administración-. Lo afirma el hombre a cargo de los siete campos de prisioneros en la base naval de Estados Unidos en Cuba, quien debe recibir órdenes directas para comenzar a transferir a los detenidos para poder cerrar el penal.

En su primera entrevista a los medios desde que se hizo cargo de sus funciones hace tres meses, el almirante Jeffrey Harbeson dijo que aún si el presidente Obama emitiera su orden hoy, le tomaría seis meses para completar la tarea, un año después de enero de 2010, fecha impuesta por el presidente cuando firmó la orden ejecutiva en 2009.

La fecha atascada refleja la creciente oposición de la opinión pública y del Capitolio para la transferencia de prisioneros a tierra estadounidense. Los planes para mudar al grueso de los 176 detenidos a una prisión especialmente construida de máxima seguridad cerca de Chicago se han encontrado con una oposición feroz, nacional y local, mientras que el Congreso también bloqueó la asignación de más dinero para construir nuevas cárceles.

Los juicios a los detenidos de Guantánamo acusados de crímenes relacionados con los ataques del 11 de septiembre también se han trabado por discusiones sobre qué tipo de proceso deberán enfrentar los sospechosos. También hay poco entusiasmo internacional por llegar a un arreglo con respecto a la transferencia del grueso de los detenidos que quedan, por parte de 30 países diferentes, a nuevos lugares en el mundo.

El almirante Harbeson, el 10º comandante de los campos desde que éstos se abrieron en enero de 2002, le dijo a The Independent que a ojo de buen cubero le tomaría a su Guardia de Fuerza seis meses cerrar Guantánamo. Cuando se le preguntó si había recibido alguna instrucción para implementar la orden del presidente Obama, respondió: «No».

En cuanto a la operación del cierre, añadió: «Cualquier movimiento que hagamos con los detenidos significará que mucha gente se trasladará con ellos para garantizar la seguridad y eso significa personal médico, seguridad e intérpretes. Esa es toda la cola…». Continuó: «Una vez que hacemos eso y los detenidos están ya en diferentes lugares, entonces se vuelve a la infraestructura y el aspecto de seguridad y el personal que permanece aquí, apagando las luces, apagando la electricidad…».

Los campos mismos están protegidos por una orden de la Corte que significa que después que se cierre Guantánamo, la infraestructura será mantenida como evidencia para la acción legal cursada por los detenidos contra el gobierno de Estados Unidos. El almirante Harbeson, que se hizo cargo de su puesto de un año de duración en junio, también admitió que la CIA había bajado radicalmente su operación de interrogación en Guantánamo y ahora sólo entrevista a sospechosos de Al Qaida y talibán, quienes voluntariamente quieren hablar con sus agentes.

La operación de inteligencia de Estados Unidos quedó restringida a monitorear el correo que entra y sale de los campos, pero el almirante insiste en que todavía se puede obtener inteligencia de los detenidos. «Estos individuos fueron recogidos en los campos de batalla y pertenecen a varias organizaciones, de manera que todavía se pueden comunicar a través de correo electrónico y llamadas telefónicas», dice.

A pesar de eso, las condiciones de vida en los campos han mejorado mucho desde que los detenidos estaban alojados en jaulas en Campo X-Ray en los primeros meses de 2002, según dijo el almirante Harbeson. El foco internacional sobre Guantánamo sigue fijado en la promesa de Obama de cerrar los campos.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Fuente:  http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-151605-2010-08-19.html