Recomiendo:
0

La inversión en publicidad le sirve para controlar la información sobre sus actividades en los medios

El Corte Inglés se mantiene como segundo mayor anunciante en el Estado

Fuentes: Diagonal

A El Corte Inglés le ha bastado con ser el segundo mayor anunciante para controlar su imagen medios de comunicación. Según la lista elaborada anualmente por la agencia Infoadex, los 148 millones de euros dedicados en 2005 por «la tienda de todos» en esta materia sólo lo sitúan por detrás del Grupo Telefónica. El grupo […]

A El Corte Inglés le ha bastado con ser el segundo mayor anunciante para controlar su imagen medios de comunicación. Según la lista elaborada anualmente por la agencia Infoadex, los 148 millones de euros dedicados en 2005 por «la tienda de todos» en esta materia sólo lo sitúan por detrás del Grupo Telefónica. El grupo El Corte Inglés acumuló así el año pasado un 2,3% de la inversión publicitaria.

El dato da una idea de la influencia que puede ejercer ECI en los medios. Después de que el diario económico El Economista se estrenara con un reportaje sobre la discriminación a las empleadas de ECI, el director de la publicación, Carlos Salas, explicó el atrevimiento a sus colegas de otros medios: «La decisión fue tomada meses atrás, antes de que se cerrara ningún acuerdo publicitario, así que no hemos tenido ningún problema en este sentido».

Dicha previsión resulta más complicada cuando salta una epidemia alimentaria y la urgencia de la actualidad obliga a tomar nota. El brote de legionella de Murcia en el verano de 2001 mató a dos personas y obligó a hospitalizar a más de 600. Entre los focos posibles de la infección se encontraban las instalaciones de aire acondicionado de las fuerzas vivas: la Consejería de Sanidad, la de Agricultura, la del Gobierno regional, la de Caja Murcia… y dos torres de refrigeración de El Corte Inglés.

Las investigaciones apuntaron a las instalaciones contiguas de sanidad y de los grandes almacenes, pero los medios y el propio Gobierno regional se mostraron muy cautos al exigir explicaciones. Izquierda Unida responsabilizó a la administración de lo sucedido y denunció el silencio mediático, y el caso terminó sin responsabilidades públicas ni privadas por lo sucedido.

En la misma línea, un reportaje publicado en el periódico alternativo El Otro País destacaba el rango de ECI como «único importador de vacuno británico» en la época inmediatamente anterior a la llamada crisis de las «vacas locas». El trabajo firmado por Alfredo Disfeito y Juan Ramírez aludía a un estudio de la revista Nature que certificaba que todas las reses británicas nacidas antes de enero de 1993 estaban infectadas. Pedro Castro, responsable de ganadería de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), ha precisado a DIAGONAL que «en ese momento entraba carne británica a espuertas en España, porque era muy barata». En opinión de este ganadero, ninguna de las grandes superficies efectuaba por entonces los controles de sanidad que se aplican ahora. «Se conformaban con los del país de origen», asegura. Ni Sanidad ni los medios de comunicación, concluían Disfeito y Ramírez, se preocuparon por investigar esto.

El caso bien conocido del periodista Javier Cuartas termina de ilustrar este celo por controlar la información. Las 20.000 copias de su libro Biografía de El Corte Inglés fueron retiradas de circulación por orden de la propia editorial, Espasa Calpe. El libro, producto de un trabajo de investigación de 10 años, repasaba la historia no oficial de la megaempresa y de sus impulsores. Demasiado para «la Casa». El entonces encargado de publicaciones de Espasa, Ramón Pernas, es hoy director del departamento cultural de El Corte Inglés.

Heredero de un gran imperio

Isidoro Álvarez heredó la dirección de «la Casa» en 1989, tras la muerte de su tío Ramón Areces. Con ello heredó también la posibilidad de acceder a una notable fortuna personal que la revista Tiempo situaba en 10.000 millones de euros, por encima de otras fortunas consideradas mayores por la revista Forbes, como la de su directo competidor Amancio Ortega (Zara). Todavía se mantiene como uno de los directivos españoles mejor valorados por las encuestas corporativas, pese a que sus métodos de gestión, definidos como paternalistas, sigan siendo a grandes rasgos los de una empresa familiar con cerca de 87.000 empleados. De hecho, ECI ocupa el puesto 65 entre las 250 primeras empresas familiares del mundo.

El discutido padre fundador

Existen dos versiones sobre Ramón Areces, cabeza visible de la empresa hasta su muerte en 1989. La oficial, ampliamente difundida en la prensa, lo retrata como el esforzado emigrante asturiano que conoció las modernas técnicas de venta de EE UU (es decir, el concepto mismo de ‘gran almacén’) y las llevó a la práctica desde la nada primero en La Habana y luego en Madrid. La otra versión, difundida por el periodista Javier Cuartas en su libro Biografía de El Corte Inglés, insiste en que la financiación inicial, así como la presidencia de la compañía, recaían en la figura de César Areces, tío del conocido empresario. Según la versión de Cuartas, Ramón Areces no se haría con el control de ECI hasta la muerte de su tío en 1966, casi 30 años después de la mítica fundación de la compañía. Pese a que Espasa Calpe retirara la edición de las librerías, otras dos editoriales (Dictext y El Cruce) han publicado el libro.

Los hombres de Isidoro

El modelo de empresa familiar y cerrada de ECI tiene su correspondencia en su relación con los sindicatos. Dos de los actuales responsables de recursos humanos de la empresa eran dirigentes de la Federación de Asociaciones de Grandes Almacenes (FASGA), principal representante de los trabajadores de El Corte Inglés. Carlos Quintana Abajo pasó de la secretaría general de FASGA a encargarse de la prevención de riesgos laborales en ECI. Hoy incluso es miembro del comité organizador -como representante de la empresa- de la próxima edición de Laboralia, feria internacional del sector (sic) de la prevención. Pablo Tauroni López de Rodas, secretario jurídico de FASGA, también pasó a integrar el departamento de personal de El Corte Inglés al más alto nivel. Para CC OO esta evolución ejemplifica, además de un mecanismo de ascenso personal, la relación privilegiada existente entre FASGA -hoy presente en otras empresas, pero nacida en ECI en 1978- y la dirección.

Ver también:
El inquietante éxito del ‘planeta El Corte Inglés’