¡Salvados de nuevo, gracias a Dios, salvados de nuevo! «Nuestro Gobierno nos ha mantenido en un estado de miedo perpetuo – nos ha mantenido en una estampida constante de fervor patriótico – a la llamada de una emergencia nacional grave. Siempre ha habido algún terrible malvado en casa, o algún monstruoso poder extranjero que nos […]
¡Salvados de nuevo, gracias a Dios, salvados de nuevo!
«Nuestro Gobierno nos ha mantenido en un estado de miedo perpetuo – nos ha mantenido en una estampida constante de fervor patriótico – a la llamada de una emergencia nacional grave. Siempre ha habido algún terrible malvado en casa, o algún monstruoso poder extranjero que nos iba a tragar enteros si no lo apoyábamos ciegamente y accedíamos a desembolsar los exorbitantes fondos que se demandaban. Sin embargo, en retrospectiva, estos desastres parece que nunca han sucedido, parece que nunca han sido demasiado reales»
General Douglas MacArthur, 1957 (1)
Así que ahora acabamos de ser salvados de la explosión simultanea de hasta diez aviones que se dirigían a los Estados Unidos desde Gran Bretaña. ¡Caramba!, gracias a los británicos, gracias a la Seguridad Nacional. Bien hecho, chicos. Y gracias por evitar la destrucción de las Torres Sears en Chicago, por salvar la parte baja de Manhattan de unas inundaciones provocadas por terroristas, por desarticular la espantosa «trama de terror» Canadiense con 17 arrestados, lo mismo con los tres terroristas de Toledo, y por evitar el plan de Al Qaeda en Los Ángeles para estrellar un avión de pasajeros contra un rascacielos.
George Bush anunció con orgullo a principios de este año la trama de Los Ángeles de 2002. Desde entonces ha sido totalmente desacreditada. Un oficial de alto rango contra el terrorismo declaró: «No había una trama definitiva. Nunca se materializó o nunca pasó del estado de pensamiento». (2)
Y el susto del ricino en Gran Bretaña, que nuestro Sr. Cheney usó como parte de la preparación para la invasión de Irak, diciendo a la audiencia el 10 de enero 2003: «La gravedad de la amenaza a la que nos enfrentamos fue subrayada hace unos días cuando la policía británica arrestó….a unos supuestos terroristas en Londres y descubrió una pequeña cantidad de ricino, uno de los venenos más mortales del mundo.»
Sucedió que no había trama y tampoco ricino. Los británicos descubrieron casi inmediatamente que la sustancia no era ricino, pero lo mantuvieron el secreto durante más de dos años. (3)
Como es típico en los cuentos de miedo sobre terroristas, es muy probable que los individuos arrestados en Gran Bretaña el 10 de agosto sean culpables de lo que George Orwell, en 1984, denominaba «crímenes de pensamiento». Lo que es lo mismo, realmente NO han hecho nada. Como mucho, HAN PENSADO en hacer algo que el gobierno etiquetaría como «terrorismo». Quizás ni siquiera pensamientos serios, quizás simplemente estaban descargando su ira por el papel excepcionalmente violento que han jugado Gran Bretaña y EE.UU. en Oriente Medio y pensando en alto lo bueno que sería devolver algo de esa violencia a Bush y Blair. Y entonces sucede, el momento fatal que arruinará sus vidas para siempre…sus palabras llenas de ira son escuchadas por la persona equivocada, quien los denuncia a las autoridades. (En el caso de las inundaciones en Manhattan, los peligrosos «terroristas» hicieron comentarios en un chat de internet sobre volar algo) (4).
Pronto aparece un agente del gobierno provocador, se infiltra en el grupo, y entonces anima a los individuos a pensar y hablar más profundamente sobre actos terroristas, a desarrollar planes reales en vez de fantasías de juventud, e incluso facilita a los individuos medios reales para llevar a cabo esos actos terroristas, como pueden ser material explosivo y conocimientos técnicos, dinero y medios de transporte, todo lo que sea necesario para hacer progresar el plan. Se conoce como «incitación a un delito por parte de la policía», supuestamente es ilegal, y supuestamente es una defensa poderosa para el acusado, pero las autoridades siempre salen impunes; y el acusado es detenido durante largos períodos de tiempo. Y gracias al papel que juega el agente provocador, nunca podremos saber si alguno de los acusados, por iniciativa propia, hubiese llegado tan lejos, si hubiese fabricado una bomba o, en este caso, hubiese hecho reservas en vuelos transatlánticos ya que muchos de los acusados, según se informa, ni siquiera tenían pasaporte. La infiltración y supervisión del gobierno es una cosa, animar y llevar un plan adelante y asustar al público para conseguir un objetivo político es otra cosa bien distinta.
Los fiscales han dicho que los siete hombres en Miami acusados de conspirar para hacer volar la Torre Sears en Chicago y algunos edificios del FBI en otras ciudades habían jurado lealtad a Al-Qaeda. Esto surgió después de una reunión con un informador confidencial del gobierno que se hizo pasar por representante del grupo terrorista. Habría que preguntarse si juraron o mantenían dicha lealtad antes de la reunión con el informador? «En esencia» informó The Independent de Londres «el caso se basa en conversaciones entre Narseal Batiste, el líder aparente del grupo y el informador, que se hacía pasar por miembro de Al-Qaeda pero que de hecho pertenecía a la Fuerza Antiterrorista del Sur de Florida (FBI)». Batista le dijo al informador que «estaba organizando una misión para crear un ‘ejercito Islámico’para hacer la Jihad». Le facilitó una lista de las cosas que necesitaba: botas, uniformes, ametralladoras, radios, vehículos, binoculares, chalecos antibalas, armas de fuego y 50.000$. Extrañamente, una cosa que no pidieron fue material explosivo. Después de varias redadas en distintos lugares de Miami, los agentes del gobierno no encontraron ni explosivos ni armas. «Este grupo era más aspirante que operativo» dijo el subdirector del FBI, mientras un agente del FBI los describió como «inadaptados sociales». Y, según añadió el New York Times, los investigadores reconocen abiertamente que los sospechosos «sólo habían tenido conversaciones preliminares sobre el ataque». Sin embargo, Cheney más tarde proclamó los arrestos en un acto de recaudación de fondos político, tildando al grupo de «una amenaza muy real». (5)
Quizás una amenaza tan grande como que los sospechosos tramaban un complot para provocar una inundación catastrófica en la parte baja de Manhattan, destruyendo un gran muro bajo tierra que sirve de contención a las aguas del río Hudson. Esa fue la historia que en un principio facilitaron las autoridades, más tarde se alegó que los sospechosos en realidad estaban tramando algo relacionado con algunos de los túneles del metro que van debajo del río. (6)
¿Qué es más fiable debe uno preguntarse, información de chats de internet o insinuaciones sobre informaciones relativas a Armas de Destrucción Masiva facilitadas por informadores iraquíes de la CIA? ¿O información obtenida, como en el caso actual en Gran Bretaña, de sospechosos por parte de interrogadores paquistaníes, ninguno de ellos conocido precisamente por ser ardiente defensor de Amnistía Internacional?
Y los tres hombres arrestados en Toledo, Ohio, en el pasado febrero fueron acusados -¿están preparados, lectores?- de tramar el reclutamiento y entrenamiento de terroristas para atacar a las tropas de EE.UU. y sus aliados en el extranjero. Tenemos que agradecer el habernos salvado de este horror a un testigo pagado por el FBI. Ha sido informador del FBI durante cuatro años, y posiblemente le pagaban por cada nueva pista que facilitaba. (7)
Debe de haber millones de personas en EE.UU. y en todo el mundo que albergan pensamientos sobre «actos terroristas». Yo puedo ser uno de ellos también cuando leo algo sobre alguna reunión que van a celebrar Bush, Cheney y diversos neoconservadores. Teniendo en cuenta el horror diario en Irak, Afganistán, Líbano y Palestina últimamente, que no ocurriría si no fuera por el gobierno de EE.UU y sus aliados, el número de personas que albergan dichos pensamientos debe estar multiplicándose rápidamente. Si yo hubiese estado en un aeropuerto norteamericano o británico durante este último susto, esperando en filas interminables, con mi vuelo cancelado o diciéndome que no puedo llevar ninguna clase de equipaje de mano, no me hubiese podido resistir en algún momento a declarar en alto a mis compañeros de sufrimiento «¡Sabéis amigos, esta mierda de seguridad va a empeorar mientras EE.UU. y Gran Bretaña continúen invadiendo, bombardeando, derrocando, ocupando y torturando al mundo!»
¿Cuánto tiempo habría pasado antes de que me hubieran sacado de la fila y me hubieran llevado bajo custodia?
Si MacArthur estuviese vivo hoy, ¿se hubiera atrevido a expresar públicamente los pensamientos citados al principio?
Los políticos y expertos en seguridad, informa Associated Press, dicen que «los agentes de la Ley están ahora dispuestos a actuar rápidamente contra los simpatizantes de Al-Qaeda, aunque esto signifique arrestar a aspirantes a terroristas cuyos planes se reduzcan a quimeras». (8)
Comúnmente, los «terroristas» son vigilados durante meses, hasta que la policía actúa sobre ellos en un momento que políticamente resulta oportuno. Las razones en el presente caso pueden provenir de algún aspecto por el que las administraciones de Bush y Blair están siendo atacadas desde todos los flancos, incluyendo la derrota del superpartidario de la guerra, el Senador Joseph Lieberman (justo 36 horas antes del anuncio británico), y las próximas elecciones de noviembre, cuando los republicanos volverán sobre el tema de la Guerra contra el Terrorismo. «Semanas antes del 11 de septiembre, esto va a ser grande» dijo un funcionario del la Casa Blanca, añadiendo que «algunos candidatos demócratas no parecerán tan atractivos bajo esas circunstancias» (9)
Refiriéndose a la presunta trama terrorista en Gran Bretaña, el New York Times informó que «la Casa Blanca y el partido Republicano se habían abalanzado sobre esas noticias, junto con la derrota del Senador Joseph Lieberman en las primarias democráticas en Connecticut a manos de un candidato contrario a la guerra, Ned Lamont, para presentar a los Demócratas como débiles en asuntos de seguridad nacional. El Sr. Cheney había llegado incluso a insinuar que la derrota del Sr. Lieberman, un gran partidario de la guerra, envalentonará a «los tipos de Al-Qaeda» (10)
¡Vota a los Republicanos o vencerán los terroristas!
El anuncio de esta amenaza terrorista puede encontrar explicación en esta noticia:
«La mayor parte de las conversaciones televisadas ayer estaban relacionadas con las herramientas de investigación disponibles en Gran Bretaña, de las que los funcionarios norteamericanos creen que permiten a las autoridades adelantarse a la trama antes de que llegue a ser catastrófica. El Secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff dijo que la habilidad de supervisar las transacciones monetarias y las comunicaciones y arrestar a sospechosos durante un período de 28 días en estado de emergencia, había supuesto una diferencia significativa en este caso» (11). Deberíamos tener más noticias de la administración sobre estos asuntos.
El Imperio Americano, explicado para Tontos (Extracto de un libro sin escribir)
1. Los EE.UU. están decididos a dominar el mundo, por no mencionar el espacio exterior. Esto no es un cliché de las izquierdas, las estrellas del imperio anuncian con voz estentórea el deseo, los medios y la intención de dominio de Washington, mientras aseveran al mundo los nobles propósitos detrás de esta cruzada. Desde la desaparición de la Unión Soviética, estas declaraciones han sido publicadas regularmente en documentos políticos provenientes de la Casa Blanca, del Pentágono y de grupos íntimamente asociados a los tradicionales responsables de la seguridad nacional. Exponen claramente que cualquier rival potencial al único superpoder mundial debe ser, y será, duramente mantenido en jaque. Aquí están los primeros de estos avisos, de 1992: «Debemos mantener los mecanismos para disuadir a competidores potenciales incluso de aspirar a jugar un papel regional o global más amplio.» (12)
2. El dominio del mundo incluye el dominio de Oriente Medio, podría decirse que, particularmente, de Oriente Medio (Ver capítulo 3, «Petróleo» y capítulo 6 «Israel». Por favor, téngase en cuenta de que no hay ningún capítulo sobre «Democracia y Libertad»).
3. Últimamente solo Irak, Siria e Irán han obstaculizado el dominio de EE.UU. en Oriente Medio («reestructurar Oriente Medio» es el eufemismo más usual). Irak es ahora un caso perdido.
La intervención en Siria está a la espera de una excusa medianamente plausible, que se esperaba Israel facilitaría provocando una reacción hostil de Siria en la reciente guerra Israelí-Líbano.
El asalto estadounidense-israelí sobre el Líbano tenía el objetivo de destruir a Hezbolla para que de esta manera no pudiese salir en ayuda de Irán cuando éste atacara a Israel durante la intervención en Irán; esto último podría comenzar con sanciones, aprobadas por un sumiso Consejo de Seguridad. Esto fue uno de los puntos clave por los que comenzó la intervención en Irak. No debe creerse el bulo de que Francia es hostil a la política exterior de EE.UU. Una y otra vez, tanto dentro como fuera del Consejo de Seguridad, Francia ha planteado pocas objeciones a éste u otro punto de la política de Washington porque necesita pretender y sentir que todavía es un poder importante y que tiene un papel significativo en los asuntos mundiales, pero al final, facilita el camino del imperio.
Y Alemania ¿está contra la guerra de EE.UU. en Irak? Ni de lejos. Alemania ha ayudado a la guerra de EE.UU. en media docena de maneras importantes, incluso dentro de Irak, mientras políticos alemanes dirigían plataformas anti-guerra de Irak.
Carlos Romulo, antiguo presidente de la Asamblea General de la ONU: «Si hay un problema entre un país débil y otro país débil y la ONU toma parte en el asunto, el problema desaparece. Si hay un problema entre una nación fuerte y una nación débil y la ONU toma parte en el asunto, la nación débil desaparece. Si existe un problema ente una nación fuerte y otra nación fuerte y la ONU toma parte, la ONU desaparece.»
4. El dominio del mundo también incluye Asia Central y sus grandes reservas de petróleo y gas. Afganistán con sus oleoductos y las bases militares de EE.UU. es vital para este objetivo. En años recientes, por medio de una guerra u otra, los EE.UU. se las han arreglado para establecer bases/instalaciones militares por toda la región, incluyendo Pakistan, Kazakhstan, Tajikistan, Kyrgyzstan y Georgia, vitales para proteger los oleoductos que desembocan en el Mediterráneo oriental; uno de los oleoductos llegará hasta Israel, que junto a Turquía, se espera jueguen un papel en la protección de la zona.
Golpeando el saco de boxeo cubano ad infinitum
Recientemente, apenas pude contener mi sorpresa. Un locutor de la Radio Nacional Publica (NPR siglas en inglés) estaba hablando el 1 de agosto con un corresponsal de la misma cadena que acababa de salir de una conferencia de prensa en la Casa Blanca y estaba informando de que el presidente, en respuesta a una pregunta, había afirmado que los EE.UU. no tenían nada que ver con las políticas de Israel en Líbano y Gaza. El locutor, Alex Chadwik, preguntó entonces al corresponsal: «¿Cómo sabes cuándo creer a la Casa Blanca?.»
¿Era esto un signo del largamente esperado escepticismo por parte de los medios? No, no lo era. Me inventé la historia. Lo que realmente sucedió fue que el corresponsal informó de que el gobierno cubano había anunciado que Fidel Castro iba a ser operado y que su hermano, Raúl Castro, le reemplazaría temporalmente. Chadwick preguntó entonces: «¿Cómo sabes cuándo creer a Cuba?» (13)
Esto otro también ocurrió en la realidad: Jay Leno, en su programa del 7 de agosto: «Existen noticias de una importante crisis médica en Cuba relacionada con Fidel Castro. Parece que va a mejorar.»
Imaginen que un presidente de EE.UU. esté sufriendo una enfermedad y que un presentador de la TV cubana hiciese ese comentario.
¿Alguien puede encontrar el mensaje oculto?
Las siguientes citas provienen de un mismo artículo del Washington Post del 4 de agosto, escrito por Ann Scott Tyson en referencia a la ciudad iraquí de Hit:
«Los residentes enseguida dicen que la presencia norteamericana incita a esos ataques y culpan al ejercito de EE.UU. antes que a los insurgentes por convertir a su ciudad en una zona de combate. Los norteamericanos deberían irse, dicen, y dejarles solucionar sus propios problemas.»
«Queremos lo mismo, yo quiero volver a casa con mi mujer» dijo un soldado norteamericano.
Otro oficial norteamericano lo dijo sin rodeos «Nadie nos quiere aquí, así que ¿Por qué estamos aquí? Esa es la gran pregunta.»
«Si nos vamos, todos los ataques pararían, porque no estaríamos aquí»
«El problema está con los norteamericanos. Sólo traen problemas», dijo Sefuab, un vendedor ambulante de sandías.
Ganydum, de 35 años. «El cierre del puente, el toque de queda, el hospital. Es mejor que las fuerzas de EE.UU. abandonen la cuidad.»
«¿Qué hemos hecho para tener tanto sufrimiento?» pregunto Ramsey Abdullah Hindi, de 60 años, sentado delante de su tienda de té. Ignorando a las tropas de EE.UU. que se podían oír cerca, dijo que los iraquíes estaban justificados en sus ataques a las tropas. «Tienen el derecho a luchar contra los norteamericanos por su religión y por el mal trato recibido. Aguantaremos hasta el final», dijo sombríamente.
«También los funcionarios de la ciudad quieren que las tropas de EE.UU. abandonen la ciudad.»
«¡Soy el tío que actúa correctamente y me disparan todo el tiempo! Nadie es pro-norteamericano en esta ciudad. O nos toleran o nos odian», dijo un comandante del ejercito de EE.UU.
«Si nos vamos, la ciudad mejorará y la construirán aún mejor.»
NOTAS:
1. Vorin Whan, ed. «Habla un soldado: Documentos y Discursos Públicos del General del Ejercito Douglas MacArthur» (1965) («A Soldier Speaks: Public Papers and Speeches of General of the Army Douglas MacArthur» 1965).
2. The Daily News (New York), 10 febrero 2006
3. Washingtong Post, 14 abril 2005; United Press International, 18 abril 2005.
4. Time, 7 julio 2006, artículo de Joshua Marshall; Associated Press, 14 julio 2006
5. Caso Sears: Knight Ridder Newspapers 23 junio 2006; The Independent (Londres) 25 junio 2006.
6. Associated Press, 14 julio 2006
7. Associated Press, 18 abril 2006
8. Associated Press, 8 julio 2006
9. Agence France Presse, 11 agosto 2006
10. New York Times, 17 agosto 2006, página 23
11. Washington Post, 14 agosto 2006, página 9
12. «Guía de Planificación para Defensa para los años fiscales 1995-1999» según cita el New York Times, 8 marzo 1992, página 14. «Defense Planning Guidance for the Fiscal Years 1994-1999»
13. NPR, Day to Day, 1 agosto 2006, 12:08 pm
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William Blum
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William Blum es el autor de :
Matar la Esperanza: Las Intervenciones del Ejército de EE.UU y de la CIA desde la Segunda Guerra Mundial. Killing Hope: US Military and CIA Interventions Since World War 2
Un Estado de Sinvergüenzas: Una Guía del Único Superpoder Mundial. Rogue State: A Guide to the World´s Only Superpower.
Un Disidente del Bloque Occidental: Memoria de una Guerra Fría. West-Bloc Dissident: A Cold War Memoir.
Liberando el Mundo hasta la Muerte: Escritos sobre el Imperio Americano. Freeing The World to Death: Essays on the American Empire.
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- Título original: The Anti-Empire Report
- Autor: William Blum
- Origen: ZNet; Domingo 20 de Agosto, 2006
- Traducido por Eva Calleja y revisado por Marga Vidal