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Entrevista a la socióloga argentina Rina Bertaccini

El maldito verso del fin de las ideologías

Fuentes: Miradas al Sur

Hay 76 bases militares norteamericanas en América Latina, y siguen aumentando.

Rina Bertaccini analiza la actualidad del imperialismo: «Está aplicando políticas actualizadas para dominar a los pueblos y sus bienes naturales».

Un documento elaborado en 2012 en conjunto por la Ctera y el Mopassol sobre Malvinas daba cuenta de más de 40 bases militares extranjeras en América latina. Respecto de la base de Mount Pleasant, Isla Soledad, se podía leer en el documento: «En ella operan de modo permanente por lo menos 1.500 militares y 500 civiles británicos. El equipamiento dispuesto en la base es similar al que los efectivos británicos tienen en Irak y Afganistán. Hay instalados silos y rampas para el lanzamiento de armas nucleares». La principal coordinadora del documento, Rina Bertaccini, brindó una entrevista a Miradas al Sur para hablar de la actualidad del imperialismo.

-¿Qué vigencia conserva el concepto «imperialismo» que, para el «mainstream» de la intelectualidad occidental, permeado profundamente en universidades y centros de pensamiento latinoamericanos, pareciera haber sido enterrado con las reliquias de la Unión Soviética?

-Lo que tiene actualidad en nuestro mundo contemporáneo es el imperialismo. Y lógicamente, si el imperialismo existe, está bueno poder definir conceptualmente de qué se trata. En realidad lo que es rigurosamente actual es la existencia del imperialismo. Se puede analizar desde el punto de vista teórico -hay muchas definiciones de imperialismo- pero también se puede ver el imperialismo por las consecuencias de los actos que realiza. Y entonces no hace falta irse muy lejos. El imperialismo es la guerra en Libia, el imperialismo es la preparación de las agresiones contra Siria, el imperialismo es la amenaza contra Irán, el imperialismo es el conflicto en la península de Corea, todo eso es la forma concreta de visualizar que el imperialismo existe y que actúa en contra de los intereses de los pueblos. Por lo tanto, sí es necesario poderlo definir conceptualmente. Mucha gente creyó que con el fin de la guerra fría, con la disolución de la URSS, se entraba a una etapa en la que como no había enemigo visible ya no había posibilidad del estallido de una guerra. Sin embargo, la vida demostró exactamente lo contrario: el imperialismo norteamericano o estadounidense, que es la cabeza de todas las potencias imperialistas, está fogoneando conflictos en un montón de regiones, además de invasiones, intervenciones, formas de guerra solapada, formas de agresión ideológica y cultural. Todo eso es el imperialismo. Ahora, ¿cómo lo puede ver la gente que vive en nuestro continente? Porque acá lo importante es que quien lea esas informaciones se sienta comprometido a hacer algo.

-Pareciera que el imperialismo, al ser algo tan grande y tan abstracto, no tocara a la gente común y corriente de la calle…

-Exacto. Ése es el punto por el cual yo decía, uno tiene que encontrar la forma de comprender que el asunto le interesa directamente. Entonces, en América latina y el Caribe, hablando genéricamente, el imperialismo es visible de muchas maneras pero hay una que no ofrece ninguna duda, que es la presencia militar de los estados Unidos, de Gran Bretaña y de Francia en bases militares enclavadas en territorio soberano. Y eso lo puede visualizar cualquiera. En la Argentina, por ejemplo, ¿dónde tienen una base militar? En Malvinas, y ahí se ve la relación entre el viejo imperialismo colonizador de los británicos con su alianza con Estados Unidos y el resto de los países de la OTAN, porque esa base es de la OTAN. Cuando el gobierno argentino le reprocha a Gran Bretaña no sentarse a negociar, de vender licencias de pesca, con lo cual grandes buques factorías se roban nuestros recursos naturales del mar argentino, o cuando vende licencias de exploración de petróleo a grandes transnacionales que se instalan con una plataforma en nuestras Malvinas, eso es imperialismo, claramente. Cuando el gobierno argentino protesta, ¿qué le contesta Gran Bretaña? Que claro, que van a seguir sosteniendo y utilizando la plataforma de exploración de petróleo, que van a seguir vendiendo licencias para exploración de petróleo y licencias de pesca, porque en ese caso ellos van a defender ese «derecho», aunque en verdad es un robo, van a defender ese robo, con la base militar que tienen en nuestras Malvinas. Es decir, ahí está claro de qué se trata, pero para esto es necesario ver en concreto qué hace el imperialismo, no es lo único que hace, lo que pasa es que lo militar es muy fuerte.

-Usted ha denunciado varias veces esto de la cultura estratégica, esta asociación entre el Comando Sur y la Universidad de Florida en la cual se estaría realizando una especie de «análisis antropológico», de las distintas naciones y pueblos latinoamericanos, pero que una antropóloga estadounidense llamada Adrienne Pine ha denunciado como una operación ideológica…

-En realidad, ese convenio es para hacer talleres financiados por el Comando Sur, acordados por ellos mismo y la Universidad Internacional del Estado de Florida, donde en cada uno de esos talleres va tratando o va considerando de qué se trata la cultura de cada uno de nuestros países de América latina y el Caribe. Nosotros sabemos que ya se han hecho 16 de esos encuentros. Entonces, la denuncia que hace la antropóloga es que en realidad lo que quieren hacer es lisa y llanamente penetración o dominación cultural y que para eso quieren insertar su concepción de la cultura y del mundo reemplazando a la cultura de cada uno de nuestros pueblos. Y eso es directamente un objetivo de dominación cultural. Nosotros hemos empezado a analizar algunos de esos trabajos. A simple vista aparecen como trabajos burdos, parecen tonterías, las primeras impresiones de las compañeras que empezaron a traducir para los que no leemos inglés es que esto es una cosa que no sirve para nada, pero en realidad hay que leerlo con más detenimiento, porque ellos ponen ahí lo que quisieran que fuera el pensamiento cultural de nuestro pueblo. Ésa es la gran tergiversación.

-¿Esto es específicamente para cada uno de los países?

-Sí, y convocan, pero, ¿a quienes convocan? Convocan a algunos pocos académicos que les pagan todo para ir ahí y participar en los debates, pero después quienes hacen esos resúmenes de esos talleres son dos o tres, y las cosas que ponen ahí sobre nuestros antecedentes o nuestra idiosincrasia es todo lo que ellos quisieran que fuéramos nosotros para que nos puedan dominar. O sea que eso no es ni ingenuo ni tonto ni nada que se le parezca. Bueno, si hablamos de la Argentina, el político invitado ahí fue Ricardo López Murphy, que es un representante de la derecha de nuestro país. Es decir, podían haber invitado a unos cuántos intelectuales, pero no, invitaron a este hombre. Y también hay jefes militares.

-Y esto bajo una universidad que supuestamente es una de las más grandes y prestigiosas de Norteamérica, como la de Florida.

-Bueno, el Estado de Florida es famoso por ser uno de los más reaccionarios de todos. Hay que tener en cuenta que gracias a ese Estado y a su hermano gobernador ganó Bush en su momento las elecciones a presidente de la república. Pero en las formulaciones de Adrienne Pine ella define la cultura estratégica como propaganda proimperialista.

Lo que quiero decir es que los jefes del Comando Sur, del Pentágono, tienen claro lo que quieren con esto, no es casual que estén haciendo esto porque ellos tienen documentos elaborados donde hablan de una doctrina que llaman dominación de espectro completo. Ahora, ésa es una doctrina militar; ¿qué quiere decir de espectro completo? Que ellos no plantean sólo la dominación militar ni sólo la dominación política, ni sólo la dominación económica, en realidad de lo que están hablando es dominación cultural que engloba a todo eso, y eso tiene directa relación con esos engendros que ellos llaman de cultura estratégica de cada país.

-¿Cuántas bases militares norteamericanas tienen contadas ustedes hasta el momento en Latinoamérica?

-Entre Sitios de Operaciones Avanzadas (SOA), bases militares tradicionales y demás, hay chequeadas 76, en estudio hay 10 o 15 más.

-Ese número, ¿puede crecer?

-Totalmente. En tres años pasamos de 21 a 76. Y nuevas formas de bases, Centros de Operaciones para Prevención de Desastres, centro de operaciones para ayudar a las operaciones de paz de la ONU como en Concón.

-¿Algunas bases ni siquiera tienen militares norteamericanos, no?

-Mariscal Estigarribia no tiene un solo militar norteamericano, pero tiene la pista más extensa de América latina, donde pueden despegar y aterrizar aviones con todo lo necesario para una invasión o cualquier tipo de operativo militar. Ahora, por ejemplo, están proliferando en Perú un montón de Centros de Operaciones de Emergencia Regional. El último que conocemos y está chequeado, porque tenemos diez más a investigar, está en Piura. Y qué casualidad que Piura es una localidad que queda al oeste de Ecuador, es como una cuña que penetra por el costado de Ecuador por el Pacífico. Ese centro se instala después de que el presidente de Ecuador echó a los yanquis de la base de Manta. Pero detrás de esa base en Piura, ahora ha aparecido en los diarios de Perú y de otros lugares que hay por lo menos diez más. Todas son bases pequeñas.

Pareciera que fuera más bien como una red de pequeños puntos de operaciones.

Pasa que ellos ya tienen las troncales grandes, no necesitan enormes bases como la de Malvinas o la de Mariscal Estigarribia o la de Palanquero, eso ya lo tienen. Pero además hay una reformulación del ejército norteamericano, que sea un ejército más dinámico y no tan centrado en la potencia pesada de fuego exclusivamente. La reformulación tiene que ver con que ellos con los actuales avances tecnológicos necesitan cosas diferentes. Una base de operaciones puede ser un radar y un sistema básico de comunicación, eso puede ser una base de operaciones, porque con eso ejercen control. Por supuesto que después tienen las otras grandes bases. Ellos funcionan en red o en realidad más que una red es una trama que es algo mucho más entrelazado. Entonces, bueno, esas son cosas concretas, son presencias específicas de las políticas imperialistas. Ellos elaboran un concepto como el de dominación de espectro completo, es decir, en todos los planos, y después lo trabajan a través de su presencia directa en las zonas que a ellos les interesa dominar. Por poner un ejemplo, la presencia del litio en las fronteras entre Argentina, Bolivia, Chile y Perú convierte esta porción de los Andes en una zona que les interesa dominar.

-Países que son parte de la Alianza del Pacífico…

-Claro, es que la Alianza del Pacifico son cuatro países principales más algunos asociados. Los principales son Colombia, Perú, México y Chile. Pero después, Panamá está asociado, ellos buscan ahora asociar a otros países de América Central, es decir, están trabajando en esa dirección. Ellos han conspirado para tratar de fraccionar Bolivia, separar toda la parte de la media luna del resto del territorio boliviano aunque no lo consiguieron pero trabajan en esa dirección. Es decir, volviendo a la pregunta inicial, la cuestión es que el imperialismo mismo nos está demostrando que no sólo existe sino que aplica políticas actualizadas para dominar a los pueblos, para dominar sus bienes naturales, para dominarlos territorialmente, para extender su influencia. Por ejemplo, la IV Flota se puede pensar de distintas maneras, pero lo que sí está claro es que son una cantidad enorme de naves.

-Pero, aún así, Rusia hizo unas maniobras conjuntas con Venezuela en el «mare nostrum» norteamericano.

-Es que la IV Flota es tanto potencia de fuego como un conjunto de bases militares móviles, pues las dimensiones de esas naves son enormes, como los portaaviones, y cumplen una gran cantidad de funciones. Sin embargo, ellos dicen que cumplen funciones humanitarias, lo cual es una enorme mentira. Ellos posicionaron un portaaviones cuando fue el terremoto en Haití y prácticamente no podía llegar la solidaridad porque estaban bloqueando el puerto. O sea, la IV Flota cumple muchas funciones pero entre ellas se le puede considerar como un conjunto de bases militares móviles, pequeñas, pero absolutamente funcionales. Ahora ellos han ido consiguiendo en la Costa del Pacífico y también en el Caribe puertos que aprovisionen a todas las naves de la IV Flota. Por ejemplo, la región de Turbo en Colombia, en el caribe colombiano, que es una entrada muy grande como si fuera una especie de estuario; allí hay una zona de aprovisionamiento de la IV Flota. Pero en el puerto del Callao, en el Perú, hay otra zona de aprovisionamiento, entre otras. O sea que todas las bases aeronavales que ellos instalaron en los últimos 2 o 3 años en Panamá, que son muy pequeñas, pero todo ello, les sirve como formas de aprovisionamiento para sus planes generales de dominación. De forma que el imperialismo se preocupa de mostrarnos que existe, que actúa en función de sus intereses y contra los pueblos.

Fuente: http://sur.infonews.com/notas/el-maldito-verso-del-fin-de-las-ideologias