El mundo noticioso ha estado expectante por el desenlace a las crisis en Europa y en EEUU. La situación se ha vuelto difícil de entender, porque son múltiples los factores que están interactuando: déficit fiscal, deuda pública, Techo de la deuda, guerras, crisis económica, calificadoras de riesgo, campaña presidencial, etc.
Crisis económica
Desde mediados del 2007 se desencadena en EEUU la crisis inmobiliaria, luego la hipotecaria, financiera, bursátil, hasta alcanzar al sector productivo, que se traslada a todos los países industrializados y finalmente tiene repercusiones mundiales.
Esta situación crítica es la expresión de los abusos de la financiarización neoliberal, donde el sector financiero estrangula al sector productivo y el grueso de la economía gira en torno a la especulación. Así, mientras el Producto Bruto Mundial alcanza los 60 billones de dólares, las transacciones especulativas sobrepasan la astronómica cifra de 1.000 billones de dólares.
Los especuladores financieros quiebran bancos y empresas, luego obligan a los Estados a desembolsar los auxilios, subsidios y ayudas de salvamento, que vuelven a las manos de los especuladores, aprovechando para lograr nuevos procesos de concentración y centralización monopólica del capital mundial, pero agravando la crisis, porque sigue postrado el sector productivo y aumentando el desempleo.
Las grandes corporaciones transnacionales mantienen sus tasas de ganancias utilizando los Estados, pero el esfuerzo de salvamento de la crisis ha significado la quiebra de los Estados, al sobrepasar los topes de endeudamiento y del déficit fiscal.
Déficit fiscal y deuda pública en EEUU
Públicamente el Congreso gringo aprobó 780.000 millones de dólares para el Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés), pero los desembolsos fueron mucho mayores y el senador Bernie Sanders, del estado de Vermont, generó un debate, que ordenó una investigación para el Banco Central de EEUU, llamado la Reserva Federal (Fed).
La auditoría fue realizada por la Oficina Gubernamental de Rendición de Cuentas (GAO por su sigla en inglés) y el 21 de Julio de 2011entregó los alarmantes resultados, que el senador resume: «la Reserva Federal suministró colosales 16 billones de dólares en préstamos secretos para rescatar bancos y negocios estadounidenses y extranjeros», entre el 1º de Diciembre del 2007 y el 21 de Julio de 2010, una cifra mayor que el PIB de los Estados Unidos que en el año 2010 fue de 14.5 billones de dólares.
Estas acciones de salvamento a la economía quebrada, los gastos de guerra, la rebaja a los impuestos a los sectores más ricos y los sobrecostos en la salud que son el doble que en el resto de países industrializados, son las verdaderas causas del déficit fiscal. Los republicanos le achacan el déficit al gasto social que equivale al 15 por ciento del presupuesto y la mayoría se autofinancia con impuesto a la renta de los patronos y a los mismos trabajadores.
Desde la invasión a Afganistán, los gastos de guerra pueden estar entre 3 y 5 billones de dólares. En el presupuesto, los gastos militares y de seguridad están por el orden de 1,1 billones de dólares, que representan una tercera parte del presupuesto total federal que es de 3,4 billones de dólares para 2011.
Desde la Segunda Guerra Mundial hasta 1980, el impuesto a las rentas más altas estaba en el 70 por ciento y hoy están en el 35 por ciento. En 2000, el impuesto a la fortuna era del 55 por ciento y se aplicaba a partir de 1 millón de dólares, hoy, es el 35 por ciento y se aplica a partir de 5 millones de dólares. Las ganancias en capital, a la mayor parte de la renta de los ‘super ricos’ ha bajado del 35 al 15 por ciento. Desde 2008, las 12 Corporaciones más grande de EEUU no pagan impuestos y por el contrario, han recibido 2.500 millones de dólares por reembolsos.
Si los impuestos suprimidos o rebajados por Bush se estuvieran cobrando, representarían 1,8 billones de dólares y si estuvieran cobrando los gravámenes de 1980, el fisco estuviera recibiendo 3,4 billones más.
La deuda federal aumentó de 9,2 billones de dólares en 2007 a 14,3 billones en 2011, equivalente al 98,6 por ciento del PIB, pero la deuda total de EEUU, pública y privada asciende a 57 billones de dólares, equivalente al Producto Bruto Mundial.
El Estado yanqui le quita la tributación al capital, para gravar al trabajo, hace emisiones de billetes, sin ningún respaldo productivo, aumentando la inflación, depreciando el dólar y disparando su deuda pública, para fortalecer a las causantes de la crisis, las grandes corporaciones financieras.
El Techo de la deuda
En 1917, el presidente Wilson incumple la promesa electoral y mete a EEUU en la Primera Guerra Mundial. El Congreso decide ponerle control al ejecutivo, para que no tenga autonomía en las declaratorias de guerra y por eso fija un Techo al endeudamiento, que sólo lo puede modificar el parlamento.
Desde 1962, cuando la Guerra contra el Vietnam, el Techo se ha levantado 74 veces, sin mayores objeciones y sin ninguna alharaca. Desde 2001, cuando Bush inició la guerra contra Afganistán e Irak, el Techo se ha levantado en 10 ocasiones. En promedio se está levantando el Techo cada 8 meses, lo que evidencia la esencia guerrerista del imperio.
El escándalo se arma cuando el presidente Obama solicita elevar el Techo al 120 por ciento del PIB, equivalente a 18 billones de dólares. Aunque la razón de ser del Techo es disminuir los gastos de guerra, todo el Congreso está de acuerdo en seguir aumentándolos.
La polémica se establece, porque los senadores republicanos plantean el chantaje de condicionar el aumento del Techo a la disminución del gasto social, mientras que Obama plantea volver a recuperar la tributación para los sectores más pudientes.
La situación se torna crítica, porque el 2 de agosto estaba el plazo para cubrir unas acreencias y si se incumplían, automáticamente EEUU era declarado en quiebra o en Default y eso ocasionaría repercusiones mundiales impredecibles.
Ya sobre el filo de la fecha límite se logra un acuerdo, donde se define aumentar el Techo en 2,4 billones de dólares y disminuir en esa misma cifra el gasto federal. De forma inmediata se acuerda disminuir 900.000 millones de dólares y se nombra una comisión para que discuta cómo se disminuirán los otros 1,5 billones de dólares. Obama capitula ante la extrema derecha, sacrificando principalmente el gasto social y evitando tocar la tributación para los ricos.
Las Calificadoras de Riesgo y la campaña presidencial
Apenas superado el problema del Techo de la deuda y aprovechando la debilidad de Obama, la extrema derecha republicana vuelve a atacar a través de su empresa Calificadora de Riesgo, la agencia Standard & Poor’s (S&P), que por primera vez en la historia, rebaja la calificación de deuda de EEUU de AAA a AA+. El principal argumento es que los recortes al gasto no son suficientes, manteniéndose el déficit y la desestabilización de la deuda en el mediano plazo.
Eso quiere decir que los Bonos del Tesoro que emite EEUU y el dólar, ahora ya no son completamente seguros y tienen riesgo. Esta descalificación llevará a los habituales compradores a invertir su dinero en otros Bonos Triple A y los tenedores tratarán de salir de ellos, generando serios problemas de captación de los recursos internacionales. China debe estar muy preocupada, tratando de buscarle salida a los 3,4 billones de títulos dolarizados que posee.
La agencia Standard & Poor’s es la misma que en el 2007, le otorga una calificación positiva a la Corporación Lehman Brothers, contribuyendo a la estafa de miles de inversionistas, pues inmediatamente se declara en bancarrota. Debido a esto, una parte de la bancada demócrata ha estado intentando aprobar una ley para penalizar estos delitos especulativos. Estas Calificadoras de Riesgo o de Inversiones hacen evaluaciones amañadas y con claros sesgos económicos y políticos.
El capital no tiene patria sino intereses y los republicanos no tienen escrúpulos y están demostrando que quieren evitar que les aumenten los impuestos a los archimillonarios y una nueva candidatura presidencial de Obama.
Ya ha comenzado la campaña por la presidencia de EEUU y los republicanos están jugando con candela, al bloquear y postrar al gobierno de Obama, sin importarles que también se esté arruinando las finanzas del Estado, en una coyuntura muy compleja de crisis mundial, donde les puede salir el tiro por la culata.