Recomiendo:
0

El negocio de las armas: empresas de armamento en el Estado español

Fuentes: Educarueca

  Aquellos que se benefician de la guerra constituyen un poderoso lobby a favor del gasto militar y las iniciativas bélicas. Para combatir su influencia es necesario identificar y sacar a la luz sus actividades e intereses. Sin duda una de las industrias más boyantes, con mayores beneficios y a la que no se le […]

 

Aquellos que se benefician de la guerra constituyen un poderoso lobby a favor del gasto militar y las iniciativas bélicas. Para combatir su influencia es necesario identificar y sacar a la luz sus actividades e intereses.

Sin duda una de las industrias más boyantes, con mayores beneficios y a la que no se le conocen épocas de crisis es la llamada industria militar. Desde la fabricación y venta de armamento hasta la logística y mantenimiento de los diversos ejércitos y cuerpos armados de los Estados, la omnipotencia de esta gran industria es abrumadora. Téngase en cuenta que la mayor parte de los presupuestos de los países se gasta en lo que eufemísticamente se llaman «gastos de defensa», es decir, armas y ejército. Si tenemos en cuenta también los beneficios que, a cuenta de los impuestos, se adjudican las empresas dedicadas a descubrir nuevas y mejores formas de matar y destruir, más las ganancias del comercio, legal o ilegal, de armas es fácil llegar a la conclusión de que es rentable dedicarse a la industria de la destrucción.

El negocio es redondo y beneficia a Banqueros, Empresarios, Laboratorios y Políticos se lucran individualmente gracias a las máquinas de la guerra que construyen. En su defensa se argumenta que crea puestos de trabajo. Éticamente ¿podemos defender los puestos de trabajo que se consiguen fabricando aparatos que su uso es ocasionar la muerte y el empobrecimiento a nuestros iguales?

Para hacerse una idea de la cantidad de dinero que mueve esta fructífera industria, basta tener en cuenta que el gasto militar sólo en España en el 2006 supera los 58 millones de euros diarios.

El gasto que se dedica a la investigación armamentista en los Presupuestos generales del Estado, I+D, para el año 2006 , asciende al menos a 1683,89 millones de euros, entre el 26 y el 30% del total. La práctica totalidad se destina al diseño, construcción y modernización de 9 tipos distintos de armamentos de carácter claramente ofensivo, lo que se aviene mal con la declarada vocación humanitaria del ejército español, y van a parar a compañías especializadas en la fabricación de armamento. Sólo una de ellas, General Dinamics, recibirá del Estado español unos fondos para I+D militar superiores a los que se dedican a investigación Sanitaria. Todo esto con nuestros impuestos.

Sin embargo, hay un condicionante importante a la obtención de los astronómicos beneficios: Es imprescindible que los productos tengan salida. Eso sí, estas guerras deben estar convenientemente alejadas de los países productores, que, casualmente, suelen coincidir con los más poderosos económica y militarmente. Así, dos tercios de la exportación de armas va a parar al llamado tercer mundo, aquejado de un endémico estado de guerra inducido, en muchas ocasiones, por los intereses de las grandes empresas del llamado primer mundo.

El gobierno miente cuando da datos La industria militar española se desarrolló bajo el amparo del sector público y dentro del antiguo Instituto Nacional Industria (INI), hoy Sociedad Española de Participaciones Estatales (SEPI), creando cuatro grandes industrias para cada uno de los cuatro subsectores militares. La Armada para Bazán, hoy Navantia; el aeronáutico para CASA, hoy EADS-CASA; el de armamentos y municiones para Santa Bárbara, hoy General Dynamics; el electrónico para Inisel, hoy Indra. Estas cuatro grandes industrias representan el 70% de la facturación y agrupan al 80% de la mano de obra de los 13.500 trabajadores del sector. De ellas, tan sólo Navantia persiste al 100% como empresa pública.

Nosotras, Mujeres de negro contra la guerra, nos resistimos y oponemos a esta cultura militarista, apostando por la noviolencia y el antimilitarismo en la búsqueda de un mundo sin guerras ni violencias.

Empresas vinculadas a la industria armamentista en España:

ALCATEL; AMPER; BANCO DE BILBAO VIZCAYA; ARGENTARIA; BANCO ZARAGOZANO; CAJA DE AHORROS PROVINCIAL SAN FERNANDO DE SEVILLA Y JEREZ; CAJA MADRID; CONSTRUCCIONES Y AUXILIAR DE FERROCARRILES; DAIMLER-CHRYSLER; EL CORTE INGLÉS; EL MONTE; ERICSSON; IBERIA; IBM; NISSAN MOTOR IBÉRICA; ROLLS ROYCE; S.A. ESPAÑOLA DE DINAMITA Y PRODUCTOS QUÍMICOS (PRIVILEGIOS A. NOBEL); SAINCO; SANTANA MOTOR; SIEMENS; SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL ACUMULADOR TUDOR; TELEFÓNICA; ZODIAC ESPAÑOLA.

En primer lugar dejemos claro lo obvio desde el principio para evitar dobles lecturas: las armas sirven para matar. El único destino razonable de la producción armamentística es su desaparición.

Investigación y puestos de trabajo éticos con fines sociales.

GASTOS MILITARES PARA FINES SOCIALES

Mujeres de Negro contra la guerra de Madrid