Recientemente recibí del Dr. Nelson Valdés, profesor de la Universidad de Nuevo México un artículo de Paul Craig Roberts* , titulado «The Shame Of Being An American» (La vergüenza de ser un americano). No puedo menos que coincidir con el Sr. Roberts y agradecer a Nelson el envío del artículo, pero sugerí podía escribirse otro […]
Recientemente recibí del Dr. Nelson Valdés, profesor de la Universidad de Nuevo México un artículo de Paul Craig Roberts* , titulado «The Shame Of Being An American» (La vergüenza de ser un americano). No puedo menos que coincidir con el Sr. Roberts y agradecer a Nelson el envío del artículo, pero sugerí podía escribirse otro titulado «The Proud of being an American» (El orgullo de ser un americano), e inclusive dije que si no lo escribía alguno de ellos, yo lo haría.
Considero que escribir este artículo no resulta difícil, pues sería simplemente tomar todos los elementos que plantea Roberts por los que se siente avergonzado y plantearlos nuevamente, significando la oposición a los mismos por un americano que tiene orgullo de su país y de sus tradiciones, que no está de acuerdo con lo que sucede en Estados Unidos y por eso protesta.
De acuerdo con lo que plantea Craig Roberts, el gobierno ha subestimado la cantidad de orgullo que pudiera tener el pueblo de Estados Unidos.
Un verdadero ciudadano estadounidense, amante de las verdaderas tradiciones del país, no lo pensaría dos veces para oponerse a lo planteado el 15 de febrero por la Secretario de Estado, Hillary Clinton, restringiendo el derecho de todo ciudadano a la utilización de Internet, unido a las acciones del Departamento de Justicia contra sistemas como el Twitter.
Cualquier ciudadano estadounidense que sienta orgullo de serlo, reconocerá en Bradley Manning a un héroe, que no vaciló en sacar a la luz pública y al conocimiento de los otros ciudadanos los desmanes e ilegalidades realizadas por el Departamento de Defensa y que ahora es penalizado en condiciones que violan la Constitución y las Leyes que garantizan las libertades ciudadanas y los derechos humanos.
Es necesario que los ciudadanos de ese país, los que se sientan orgullosos de ser americanos, denuncien la corrupción gubernamental que se ha puesto de manifiesto para tratar de crear un caso de «conspiración» contra Julian Assange con el fin de penalizarlo por revelar documentos del gobierno de Estados Unidos que prueban, sin duda alguna, la falta de ética y respeto a la dignidad humana por dicho gobierno.
Cualquier estadounidense orgulloso de serlo, protestará por las implicaciones de lo revelado en el periódico The Guardian el día 15 de febrero sobre las acciones y mentiras fabricadas para derrocar a Saddam Husein. Este periódico publicó una entrevista con «Curveball», Rafid Ahmed Alwan al-Janabi, la fuente que utilizó Colin Powell en el discurso repleto de mentiras que pronunció en las Naciones Unidas donde hablaba de las Armas de Destrucción Masiva «existentes» en Iraq.
Los estadounidenses amantes de las leyes y las libertades, orgullosos de sus tradiciones, no pueden más que condenar las mentiras dichas por Colin Powell y el objetivo de estas para justificar la invasión a otro país, provocar la muerte de sus ciudadanos y de soldados de las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Las mentiras dichas por «Curveball», admitidas por él en la entrevista para The Guardian, nunca fueron verificadas por las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Irresponsablemente se inició una guerra basada en información de segunda mano, recibida de la incompetente inteligencia alemana. El prestigio de Estados Unidos fue una vez más lanzado al fango, en esta oportunidad por la administración Bush-Cheney, para defender los intereses de las grandes empresas petroleras , lo cual no puede ser aceptable para aquellos que aman y luchan sinceramente por su país.
Todo americano que se sienta orgulloso de serlo reconocerá que la democracia no existe en un país donde la prensa es totalmente incompetente e irresponsable y el gobierno no hace más que decir mentiras cada vez que se pronuncia sobre algún asunto.
Todo americano que se sienta orgulloso de serlo estará en contra de la inmoralidad que representa el haber creado una situación totalmente falsa para justificar la invasión de Iraq, que ha causado más de un millón de muertes de ciudadanos de dicho país, cuatro millones que han perdido sus hogares, más de 4 754 ciudadanos estadounidenses muertos además de 40 000 heridos y lisiados, a lo que debe agregarse que dicha guerra ha costado al contribuyente estadounidense más de 3 000 000 de millones de dólares lo que invertido en beneficio de la población de Estados Unidos sería más que suficiente para resolver los graves problemas educacionales, sociales y económicos que sufre el país.
Todo americano que se sienta orgulloso de serlo protestará y luchará en contra de este sistema, que no es el que querían los padres fundadores de la nación; un sistema que viola la Constitución, las Leyes y los derechos de los ciudadanos del país. Un sistema creado por la mentira para garantizar los intereses de unos pocos contra los intereses de la mayoría de la población.
Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/03/01/el-orgullo-de-ser-americano/
*Paul Craig Roberts fue Secretario Asistente del Tesoro durante el primer término de la administración Reagan. Ocupó el cargo de Editor Asociado del Wall Street Journa.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.