Recomiendo:
0

Entrevista con el escritor palestino Khalid Amayreh

«El paisaje mental de cada hombre, mujer y niño palestinos está abrumado por la pesadilla de Israel»

Fuentes: Palistine Think Tank

Traducido para Rebelión por Loles Oliván

Quienes buscan información sobre Palestina tienden a ser atraidos por escritores y periodistas particulares, debido a las especiales percepciones y talentos que parecen ser exclusivamente suyos. «La crisis de Oriente Próximo» es una cuestión que tiene una dimensión interpretativa profunda, compleja y multifacética que, a pesar del tiempo que hace que es una crisis (y peor), y a pesar de la gran abundancia de material escrito del que se dispone -más del que realmente podemos registrar- lleva al lector a buscar las voces que puedan analizar cualquier aspecto de la situación con claridad. Realmente hay bastantes menos [analistas] con talento de los que uno esperaría. La característica de este tipo de escritores es que tienen una voz o un estilo distintivo; más que eso, transmiten una profunda sensación de que la ética coherente y auténtica de estas personas forma parte del mensaje. No se trata sólo de informar sobre los hechos y de hacer un análisis inteligente, sino de crear conciencia en nosotros sobre la situación moral que subyace en los hechos. Khalid Amayreh es una de esas «fuentes».

Se trata de un autor muy prolífico, capaz de analizar a menudo correctamente la noticia del día y situarla en su contexto general. Eso convierte su trabajo casi en un diario de los acontecimientos de Palestina. Sin embargo, aunque seguiría siendo útil si solo se limitara a informar, Khalid Amayreh es mucho más importante como escritor. Está comprometido con la condición humana y sabe que al lector no se le debe ofrecer únicamente un frío reportaje, porque ello sería contar sólo la mitad de la historia, y la mitad menos importante además. Su voz habla al corazón humano, al lector que ve la opresión bajo la que viven los palestinos y que está desconcertado porque el final de su sufrimiento no está cerca. Khalid no habla de «masas indiscriminadas»; su trabajo es una obra apasionada en la que detrás de todos los acontecimientos narrados hay nombres, identidades e historias humanas. En esta entrevista para Palestine Think Tank, aborda muchas cuestiones con su inimitable estilo.

¿Podría decirnos brevemente a qué se dedica?

Soy un periodista que se halla desde hace mucho tiempo, primero como ser humano y después como periodista, justo en medio del combate de la difícil situación palestina. Por ejemplo, recuerdo que conocía todos los detalles de las operaciones militares israelíes y las masacres cuando contaba con sólo 7 años de edad.

Cuando fui a EEUU en 1976, quería estudiar Informática y después Administración de Empresas. Sin embargo, cuando vi los círculos sionistas en el campus de la Universidad de Oklahoma tratando con cierto éxito de cambiar lo blanco en negro y la gran mentira en una verdad, decidí estudiar periodismo.

Eso fue lo que hice. Ahora estoy totalmente comprometido con mi trabajo, escribiendo columnas casi a diario para una serie de medios de comunicación de tres continentes. Finalmente, Internet se ha convertido en un medio fundamental, porque en última instancia lo que digo -y siempre tengo mucho que decir- no gusta especialmente a los medios de comunicación políticamente correctos. Por lo tanto, puedo decir que, en cierto sentido, Internet nos ha liberado sustancialmente del colonialismo de los medios de comunicación tradicionales.

Estoy bastante satisfecho con lo que he estado haciendo. Mis artículos se publican y se difunden en todo el mundo en varios idiomas, incluidos el árabe, el inglés, el francés, el castellano y otras lenguas europeas. Muchos de mis artículos se publican en mi página web que es ésta: ww.xpis.ps.

En los últimos años, ha hecho frente a algunas situaciones difíciles. Dos de las que conocemos tienen que ver con la negativa a concederle un visado para salir de Cisjordania para dar conferencias en Europa, y la otra se refiere a su detención y breve periodo de encarcelamiento. Ambas fueron practicadas por la Autoridad Palestina (AP). ¿Por qué cree que le han impuesto tales restricciones?

Sí, mi éxito como periodista, particularmente mi capacidad de comunicar la narrativa palestina a audiencias occidentales, ha producido reacciones negativas por parte de las autoridades de la seguridad israelí. Ya se sabe que el Shin Beth, la agencia más importante de seguridad interior de Israel, controla casi todos los aspectos de nuestra vida a pesar de la existencia de la AP. Por lo tanto, el Shin Beth ha intentado constantemente perseguirme y hostigarme con la esperanza de que rebajase el tono de mi crítica abierta contra la ocupación israelí y su a menudo brutal tratamiento a nuestro pueblo. En este contexto, se han negado a concederme una acreditación de prensa, se han negado a permitir mi acceso a Jerusalén. Y, por último, me han impuesto una prohibición de viajar. De hecho, todavía tengo prohibido salir de Cisjordania. Éste es el comportamiento de un país que pretende ser una democracia.

En cuanto a la AP, es muy esclava de Israel. Esta es la razón por la que también estoy constantemente acosado por el aparato de seguridad de la AP. A la AP no le gustan mis escritos, y viendo que no me detendrán ni con la zanahoria ni con el palo, me encarcelan de vez en cuando durante un breve período de tiempo hasta que los medios de comunicación protestan y, en ese caso, me dejan libre con la esperanza de que la próxima vez me autocontenga o, más correctamente, me autocensure.

Usted vive en una de las zonas donde los colonos han hecho imposible cualquier tipo de coexistencia en el mismo territorio con la población indígena. En su opinión, ¿es la experiencia de Hebrón el caso típico que se reproduciría donde quiera que hubiera contacto próximo entre judíos y palestinos?, ¿o es de algún modo diferente?

Los colonos, en su mayoría, son genocidas fanáticos que llegarían a cualquier extremo, incluido el asesinato a sangre fría, para alcanzar sus metas. Y sus metas se pueden sintetizar en una frase: la aniquilación del pueblo palestino.

He conocido a numerosos colonos, y por mis conversaciones con ellos puedo decir que la mayoría de estas personas representan a los nazis de nuestro tiempo. ¿Qué más se puede decir de un pueblo que te dice que, o estás de acuerdo en ser esclavizado por ellos o serás deportado y expulsado de tu propio país, y si dices «no», serás xterminado físicamente? Estas personas son depravados y están realmente enfermos. Citan extrañas frases de una serie de libros religiosos para justificar su ideología genocida. La repulsión brutal de su mentalidad no tiene límites.

Lo que resulta más peligroso es que no se detienen en los aspectos teóricos e ideológicos. Con frecuencia traducen sus opiniones venenosas y virulentas en el asesinato a sangre fría de inocentes palestinos. Y en la mayoría de los casos, el sistema judicial israelí favorable a los colonos cierra los ojos ante su comportamiento asesino y les permite salirse [con la suya] con impunidad.

Usted se refiere a menudo a las acciones israelíes de hoy en día como algo similar a las de los nazis, y presenta con detalles muchos de esos crímenes y abusos cometidos especialmente contra civiles desarmados que de hecho son sorprendentemente similares. ¿Cree que es peligroso o arriesgado utilizar esta analogía?

Bien, esta es una buena pregunta. En primer lugar, tenemos que recordar que el Holocausto no empezó con Auschwitz, Bergen Belsen u otros campos de concentración. Todo comenzó mucho antes, con hechos relativamente inocuos como la promulgación de leyes antijudías en la década de 1930. Anteriormente, surgió el infame libro de Hitler, Mein Kampf. Finalmente, estaba el Kristalnacht, y ya conocemos el resto de la historia.

Hoy en día, cualquier observador serio que analice la psicología y el comportamiento colectivo de la sociedad judía israelí seguramente encontrará muchas similitudes importantes entre el Estado judío y el Tercer Reich. En Alemania, tenían el mantra de la raza superior, aquí, en Israel, tienen el del pueblo elegido.

En Alemania, tenían el concepto expansionista conocido como Lebensraum [espacio vital] y aquí, en Israel, tienen el programa de la colonización. En Alemania tenían la clasificación racista de las personas en Übermenschen y Untermenschen [humanos e infrahumanos], mientras que aquí en Israel, casi todo se define a través del prisma de ser judío o Goy. La lista sigue y sigue. ¿Sabe usted que hay rabinos de Israel que enseñan abiertamente que los no-judíos son animales y que el Todopoderoso creó una forma humana sólo en deferencia a los judíos? No estoy hablando de figuras marginales o raras. Estoy hablando de rabinos que tienen miles de seguidores y están respaldados por poderosos partidos políticos representados en el gobierno y en la Knesset.

Pregunte a cualquier colono o colona cómo ve a los palestinos o a los no judíos en general, y le dirán que son animales y que sus vidas no tienen absolutamente ninguna santidad. En resumen, la analogía nazi-sionista es más que legítima. Es una realidad objetiva.

¿Es posible que exista el peligro de un nuevo genocidio palestino comparable al de 1948 tras el debate en torno al «traslado de población» palestina que vive en Israel y que se está escuchando en varios movimientos políticos actualmente en el poder en Israel, o está protegida esta población y quienes corren más peligro son los palestinos de los Territorios Ocupados?

La respuesta es absolutamente sí. Lo digo porque los palestinos siempre han confiado para su supervivencia en la buena voluntad de la comunidad internacional y la opinión pública mundial. Por lo tanto, si la comunidad mundial se relaja no tengo ninguna duda de que Israel aprovechará la oportunidad y se embarcará en lo impensable. Más en concreto, hay que ver el ataque criminal de Israel contra el pueblo de Gaza de hace nueve meses como un precedente que podría repetirse una y otra vez.

Por último, está claro que la sociedad judía-israelí está tomando una amenazadora deriva hacia el fascismo. Por ejemplo, hoy en día, la misma supervivencia del gobierno de Benyamin Netanyahu depende en gran medida del apoyo de los tres partidos políticos manifiestamente racistas que representan la extrema derecha religiosa. Estos son Habayt ha’Yahudi, Echud Leumi, y el Shas, anteriormente un moderado partido de la Caridad que ha avanzado continuamente hacia el chauvinismo religioso.

Estoy hablando de partidos religiosos que no ven nada malo en el asesinato en masa de personas inocentes. Siempre pueden citar los libros antiguos para justificar su ideología mórbida. Además, imaginemos cómo será el mundo cuando estos grupos racistas alcancen el poder en Israel y tomen el control del enorme arsenal nuclear israelí. Y esto no es una cuestión de si va a suceder sino de cuándo va a suceder, porque es sólo una cuestión de tiempo que los fanáticos de Gush Emunim y otros elementos judeo-nazis lleguen al poder en Israel.

Los palestinos en Israel constituyen el 20% de la población oficial. ¿Por qué, aparte de Azmi Bishara, cuyo destino está ahora en el exilio, y de algunos pocos más, este gran sector de la población no está suficientemente representado en el Parlamento de su país? ¿No sería útil tener más representación?

La comunidad árabe en Israel se encuentra sin representación por una serie de factores. Pero el factor principal es que el sistema israelí está diseñado para mantener a la comunidad árabe marginada. Hoy en día, los dirigentes israelíes de «derecha» e «izquierda» defienden cada vez más descaradamente la limpieza étnica en última instancia de los ciudadanos árabes de Israel. Tzipi Livni, la dirigente de Kadima, ha declarado en numerosas ocasiones que los árabes israelíes tendrían que buscar su nacionalidad en el futuro Estado palestino. Sus comentarios son nada más que un eufemismo para la expulsión y limpieza étnica. Si este es el punto de vista de una política «liberal» y «de centro», imagínese el tipo de actitudes que tendrá la derecha, con sus sectores religiosos y laicos, hacia los ciudadanos árabes de Israel.

Usted ha documentado muchos de los actos contra el pueblo palestino. Si pudiera enumerar qué debe resolverse antes entre la siguiente selección, ¿qué propondría y por qué?: el fin del asedio de Gaza, el desmantelamiento de los puestos de control, el desmantelamiento del muro, el reconocimiento internacional de Hamás como representante legítimamente elegido por los palestinos en las elecciones legislativas de 2006, la liberación de prisioneros palestinos de las cárceles israelíes, la liberación de prisioneros palestinos de las cárceles palestinas, la congelación de la expansión de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén.

Creo que todos los aspectos de la difícil situación de Palestina están inextricablemente entrelazados. Por ejemplo, los problemas internos palestinos se derivan principalmente de la ocupación israelí. Fue Israel después de todo quien tomó medidas draconianas contra nuestro pueblo tras las elecciones de 2006, cuando Hamás ganó los comicios. Esto llevó a la disputa entre Al Fatah y Hamás que culminó con la expulsión por parte de Hamás de las milicias de Fatah de Gaza tras un fallido golpe de Estado contra el gobierno elegido por parte de las fuerzas de Fatah, apoyadas y armadas por EEUU.

Pero, es cierto, pero nosotros no podemos solucionar y resolver todos los problemas que enfrenta nuestro pueblo de un solo golpe. La situación en Gaza sigue siendo muy dura y la supervivencia de nuestro pueblo se debe, ante todo, a su tenacidad, a su resistencia y a su constancia, no a la magnanimidad israelí.

La cuestión de los presos palestinos es también una pesadilla persistente que constantemente atormenta a nuestra gente. Estamos hablando de casi 10.000 presos, muchos de los cuales están recluidos sin cargos ni juicio a causa de su oposición no violenta a la ocupación israelí. Su detención es, sin duda, un reflejo repulsivo de la repugnante brutalidad de la mentalidad sionista.

¿Cree usted que los palestinos deberían tratar de establecer un nuevo levantamiento popular, o deben esperar y ver si la AP puede encontrar un gobierno de unidad o de poner fin a la ocupación israelí por sí mismos?

Normalmente, los levantamientos, especialmente en el contexto palestino, no son planificados. Simplemente tienen lugar cuando el barril de pólvora llega al punto de ebullición. Pero me inclino a aceptar la hipótesis de que otra Intifada es sólo cuestión de tiempo debido a la ocupación y a la represión sin paliativos, así como al fracaso escandaloso del proceso de paz.

En cuanto a la formación de un nuevo gobierno de unidad, resulta muy difícil conceder a este tema una gran importancia. Después de todo, ¿para qué sirve formar un gobierno que no tiene soberanía y está sujeto a las restricciones draconianas de la ocupación israelí?

¿Tiene la esperanza de que la administración Obama pueda lograr al menos algunas mejoras para los palestinos, o está igualmente sometido al lobby israelí?

No, ya no. Hasta hace poco, pensaba, probablemente de manera ingenua, que Obama podría demostrar ser un hombre de palabra. Sin embargo, su fracaso absoluto al [no] hacer frente a la arrogancia del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu ha mostrado al Presidente de EEUU tal como cualquier otro funcionario del stablishment.

Por otra parte, de lo que muchos en Occidente no se dan cuenta es que para que Israel renunciase al botín de la guerra de 1967, el Estado judío tendría que ser forzado, incluso físicamente, a hacerlo. Sin embargo, a la luz del obsequioso discurso de Obama vis-à-vis Netanyahu, especialmente con respecto a la cuestión de los asentamientos, cada vez es más evidente que el líder de EEUU no es capaz mental o políticamente de hacer lo necesario para obligar a Israel a poner fin a los 42 años de ocupación de Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza.

La tarea de obligar a Israel a poner fin a la odiosa ocupación requeriría una transformación radical, incluso una revolución en el pensamiento político estadounidense. Y yo no veo que esto vaya a ocurrir en un futuro previsible.

En su opinión, ¿por qué los partidos islamistas palestinos, especialmente Hamás, no han tenido un fuerte apoyo de los Ijwan [Hermanos Musulmanes] en otros estados árabes, particularmente a raíz de la postura de rechazo de la llamada Comunidad Internacional tras las elecciones democráticas?, ¿es porque el proyecto de Hamás tiene un carácter más nacionalista o podría haber otras razones sobre las que usted haya reflexionado?

Creo que lo tienen [el apoyo] según se ha mostrado en las grandes manifestaciones convocadas por las organizaciones islámicas de todo el mundo musulmán durante el bombardeo israelí contra la Franja de Gaza. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que la mayoría de los partidos y organizaciones islamistas se encuentran en estados despóticos y autoritarios. Por lo tanto, las restricciones impuestas a menudo al activismo islamista tienen un impacto perjudicial en la medida en que los islamistas pueden prestar apoyo material tangible a Hamás.

Pero los islamistas están dando un apoyo financiero muy viable a los islamistas palestinos de Hamás, sin el cual [el gobierno de Hamás] lo habría pasado mucho peor frente a las sanciones internacionales.

También tenemos que recordar que Hamás es sobre todo un activo y no un pasivo para el activismo islámico en todo el mundo, lo que significa que el apoyo a Hamás por parte de grupos islámicos en el mundo árabe-musulmán no es exactamente altruista en su naturaleza, sino que también está motivado por un cierto grado de conveniencia.

La división del pueblo palestino en muchas facciones, siendo un problema interno, impide una oposición más firme contra la ocupación militar de Palestina. ¿Cree que existe algún modo de superar las divisiones o están destinadas a aumentar con la introducción de medidas de fuerzas de «seguridad» tipo Dayton en Cisjordania, por ejemplo?

Bien, en el análisis final, las divisiones palestinas son un síntoma de la ocupación israelí. No son una enfermedad de cosecha propia, sino más bien un fenómeno inducido por el extranjero, sostenido a través de la manipulación política y económica de ciertas necesidades objetivas de Palestina. Después de todo, somos en mucho una población prisionera que ha sido utilizada sin cesar por los israelíes como un campo de experimentación durante más de 40 años.

Creo que la razón de ser última de «las fuerzas de Dayton» es aplastar la oposición pública a cualquier perspectiva de acuerdo de «paz» que pudiera imponerse al pueblo palestino. Huelga decir que tal acuerdo sería equivalente a una liquidación real de la causa palestina. Sin embargo, dudo mucho de que estas fuerzas tengan éxito en su misión a largo plazo.

La causa palestina simplemente está tan profundamente arraigada en la conciencia colectiva y en la psique de nuestro pueblo, tanto, que es inconcebible que esos muchachos tengan éxito en transformar a nuestro pueblo a la sumisión. Eso sería antihistórico y antiético respecto a la naturaleza de las cosas en Palestina.

Recientemente, el primer grupo de refugiados palestinos de los campamentos de Iraq en Al-Tanaf, Al-Walid y Al-Hol han sido «realojados» en EEUU ¿Qué piensa de este tipo de programas?

Por supuesto, sospechamos mucho de cualquier reasentamiento de refugiados palestinos en cualquier parte del mundo. Pero estoy seguro de una cosa, que la difícil situación de los refugiados y el derecho al retorno seguirán definiendo la cuestión de Palestina. Lo digo así porque el problema de los refugiados es el problema palestino.

¿Qué tipo de experiencias personales tiene la media de palestinos que viven en Cisjordania con los israelíes?

Bien, es cierto afirmar que el paisaje mental de cada hombre, mujer y niño palestino se siente abrumado por la pesadilla de Israel. El nuestro es un paisaje formado por la demolición de viviendas, la confiscación de tierras, los endiablados bloqueos de carreteras y los puestos de control con soldados de gatillo alegre; el tratamiento humillante e inhumano, la crueldad, el terror y la criminalidad implacables. El nuestro es un verdadero holocausto salvo por las cámaras de gas. Somos, después de todo, el pueblo que durante más tiempo ha sufrido en la tierra y seguimos sufriendo a diario.

Hoy en día, en cada escuela de secundaria de EEUU los estudiantes leen Anna Frank, mientras que en cada instituto se exige leer Night, de Elie Wiesel. El hombre que dice descaradamente que se identifica fácilmente con los crímenes israelíes y que no se atrevería a hablar mal de Israel. Las víctimas de la primera Kristalnacht disfrutan de la simpatía y aprobación del mundo mientras que al mismo tiempo, han logrado demonizar a todo un pueblo para quienes Kristalnacht sigue siendo una noche sin fin.

Parece que el acceso a la información sobre la realidad de Palestina, sobre todo de las dificultades provocadas por la guerra, los puestos de control y el bloqueo de Gaza, deberían ilustrar al público sobre la existencia de una emergencia humanitaria. En su opinión, ¿qué es lo que está impidiendo que la comunidad internacional y las naciones árabes expresen su indignación moral y exijan a sus líderes que hagan a Israel responsable de esta situación?

Creo que las masas árabes quieren ayudar a los palestinos, y en realidad están ayudando. Sin embargo, para la mayor parte de los árabes ayudar a los palestinos, especialmente a Hamás, implica un cierto riesgo porque la mayoría de los regímenes ven en la identificación con Hamás una connotación de oposición a los propios regímenes. Es así en los estados aliados de EEUU como Egipto y Jordania. .

En cuanto a las personas de todo el mundo, creo que el panorama general es positivo. Creo que un número creciente de personas están dispuestas en la actualidad a tomar las calles para expresar su solidaridad con nuestro pueblo. Pero lo que tenemos que hacer es mantener el buen trabajo e intentar tanto como sea posible aislar a la entidad del mal.

¿Cree usted que existe algún temor en el pueblo palestino que impide expresar la denuncia de la corrupción de la AP y anteriormente de la OLP? ¿O podría deberse a que la asignación de fondos se filtra a través de esos órganos y la gente necesita ganarse la vida?

Por supuesto que hay [temor]. La AP es, efectivamente, un estado policial sin Estado, y la gente corrupta y sus partidarios, amigos y seguidores ocupan posiciones de poder en la jerarquía de la AP. Tomemos como ejemplo los millones de dólares destinados a la viuda de Yasser Arafat, Suha. Muchos creen que la primera «Primera Dama» recibió millones de dólares de la OLP como parte de un acuerdo financiero que muy pocos palestinos conocen. En cuanto al sistema de justicia, está muy subordinado al nivel político y al aparato de seguridad. Así es como los países donantes, por ejemplo, EEUU, están dando forma a la «democracia» palestina.

¿Qué pueden hacer los exiliados palestinos o la Diáspora palestina por sus hermanos y hermanas en Palestina?

Los palestinos en la diáspora tienen una gran responsabilidad. Deben informar constantemente sobre nuestra situación al mundo, deben ser siempre elocuentes portavoces de su pueblo y de su causa. Pero para ser exitoso y eficaz tienen que organizarse y tratar de obtener el apoyo local a las reclamaciones palestinas en sus respectivos lugares de residencia. Mi consejo final para los expatriados palestinos es: hacer tantos amigos como sea posible para nuestra justa causa. No os dejéis desviar del objetivo central, que consiste en crear y ejercer presión sobre el régimen sionista. Y no os dejéis relacionar con actividades que pudieran ser interpretadas como «antisemitas.» El judaísmo no es nuestro enemigo.

¿Qué pueden hacer los «internacionales» para ayudar?

Los «internacionales» y otros activistas de la solidaridad tienen un trabajo muy importante que llevar a cabo. Son testigos de lo que el sionismo satánico ha estado haciendo a los palestinos. Israel quiere conspirar contra nosotros mientras se cierran los ojos del mundo. Es muy parecido al modo en que se comportan un asesino o un ladrón. No quieren ser vistos cometiendo sus crímenes. De hecho, puedo afirmar con seguridad que si no hubiera sido por estos valientes hombres y mujeres, el nivel de terror israelí contra los palestinos podría haber sido mucho peor.

Por lo tanto, me gustaría saludar a todos y cada uno de estos héroes que han sacrificado su tiempo, su energía y sus carreras en la protección de un pueblo sin protección. Ustedes son los buenos samaritanos de nuestro tiempo. Así que vengan aquí, traigan a sus amigos, y no se olviden de sus cámaras. Que Dios los bendiga a todos.

A usted se le considera a menudo especialmente sensible y cercano a las posiciones de los partidos islamistas; con frecuencia no hay más que unas pocas representaciones falsas de ellos, incluyendo por ejemplo, que Hamás recibió ayuda de Israel en su fundación; algunos afirman incluso que el Mossad estuvo involucrado; que ganó las elecciones sólo porque representa el voto de la «protesta», y más importante, que sus operaciones no son resistencia, sino actos de terrorismo. La evidencia apunta lejos de todas estas posiciones, sin embargo, forman parte de una tendencia de interpretación tanto en «la izquierda» como en los «moderados» y en los «neoconservadores». ¿Por qué cree que a pesar de la evidencia -por ejemplo, Hamás siempre ha mantenido sus treguas unilaterales, mientras que Israel se ha empeñado en los asesinatos selectivos de dirigentes de alto rango de Hamás-, la gente en general se apresura a aceptar estas falsas representaciones como legítimas?

No estoy afiliado a ningún grupo político. Y es debido a que hace mucho tiempo que me di cuenta de que la afiliación a un partido ideológico o político podría interferir con y ser perjudicial para mi trabajo como periodista. Además, el pequeño filósofo que llevo dentro de mí me dice siempre que me mantenga constantemente libre de pensamiento.

Recuerdo aquel el poeta que describía la adhesión fanática a un partido político. Decía: Siempre voté a la llamada de mi partido y nunca pensé en mí en absoluto. [I always voted at my party’s call, and never thought for myself at all].

Dicho esto, también me doy cuenta de que es imperativo que la gente apoye las causas justas y diga la verdad, incluso en la presencia del poder. Por ello, es de suma importancia para mi salud mental y psicológica estar en contra de vicios tales como la opresión, la prepotencia, la inmoralidad, la mentira, el egoísmo, la hipocresía, la codicia y el racismo. Sé que no es fácil nadar contra corriente. Sin embargo, también es cierto que el silencio, la indiferencia o la inacción frente al mal son moralmente desastrosos a largo plazo. Nosotros, los mortales, vivimos unas pocas décadas en esta vida. Es esencial, pues, que llevemos una vida digna definida por nuestra preocupación por la libertad y por la justicia y el sublime espíritu humano.

Respecto a que Hamás haya sido ayudado por Israel, creo que esta es un modo de desinformar por parte del campo anti-islamista que tiene como fin en primer lugar mancillar Hamás. La forma en que Hamaás ha estado actuando y comportándose desde su fundación hace más de 20 años constituye la refutación de todas esas mentiras e insinuaciones.

Esto no quiere decir sin embargo que Israel no haya tratado y siga tratando de enfrentar a los palestinos unos contra otros. Pero esto no es lo mismo que decir que Hamás fue creado por Israel, o que su crecimiento se vio favorecido por los israelíes. Después de todo, los grupos fundamentalistas islamistas son un fenómeno global y no se limitan a la Palestina ocupada.

¿Cuál le parece que será el estatuto final en términos de estatalidad y qué calendario prevé para ello?

Es muy difícil imaginarse cómo y cuándo terminará este conflicto. Lo que está claro es que no llegará a su fin en un futuro previsible. Estoy convencido de que el creciente conflicto religioso continuará durante varios decenios más. Sin embargo, para que el conflicto alcance su final, el sionismo tiene que desaparecer.

Un punto para terminar: creo firmemente que el tiempo no está trabajando a favor de Israel, porque Israel va a hallar cada vez más difícil vivir normalmente en un entorno hostil. En cincuenta años a partir de ahora, Israel se verá rodeado por más de 700 millones de árabes y musulmanes. Y los judíos serán una pequeña minoría menguante en la Palestina del Mandato. Y al igual que Albert Camus dijo «en un mundo donde todo se puede negar, hay fuerzas innegables, y en la tierra donde nada es seguro, nosotros tenemos la certeza». Y creo que el desmantelamiento del sionismo es una certeza histórica.

Fuente: http://www.uruknet.info/index.php?p=m58268&hd=&size=1&l=e