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El peligro para la democracia no está en Cuba.

Fuentes: Rebelión

El peligro para la democracia está claro que proviene de EEUU y sus aliados, no de Cuba. Sin el ejemplo de Cuba en el mundo, hoy el Gobierno de EEUU no tendría de que preocuparse de ocultar y falsear las invasiones y guerras que lleva a cabo en otros países, los golpes de Estado, su […]

El peligro para la democracia está claro que proviene de EEUU y sus aliados, no de Cuba.

Sin el ejemplo de Cuba en el mundo, hoy el Gobierno de EEUU no tendría de que preocuparse de ocultar y falsear las invasiones y guerras que lleva a cabo en otros países, los golpes de Estado, su tráfico de armas, sus cárceles secretas, su encarcelamiento en el mismo EEUU de los 5 antiterroristas cubanos, su cárcel ilegal en Guantánamo, y tantos otros Guantánamos, su bloqueo a la isla rechazado por Naciones Unidas, su financiación y protección de terroristas, sus miles de bombas atómicas, siendo el único que las ha utilizado, su creación de ejércitos mercenarios con bandera y órganos a los que se denomina Estado de Israel (que ni tras 62 años se rige por constitución alguna e incumple todo el Derecho Internacional, y aquí otro bloqueo, a Gaza). Si no fuese porque Cuba es el ejemplo y otros pueblos resisten tras el ejemplo, el gobierno de EEUU, su OTAN y su CIA, y todas sus armadas y presupuestos armamentísticos más grandes que todas y todos los del resto de países mundo juntos, el Gobierno de EEUU, su OTAN y su CIA, digo, cambiarían la faz de la Tierra con su renovado fascismo imperial para convertirla en un Dachau de última generación.

El peligro para la democracia no está en Cuba. El peligro para la democracia proviene de EEUU y sus aliados que además de dominar la sociedad que llaman occidental, abren frentes de guerra contra pueblos que no se dejan robar impunemente. El peligro para la democracia no está en Cuba, un pequeñísimo país que se resiste a ser dominado por el fascismo imperial.

«Todo el mundo tiene un precio», dicen los mafiosos de la cueva Casa Blanca, y tratan de que ese pensamiento se inserte en las mentes propensas al colaboracionismo por dinero, y compran a individuos y los entrenan para que por dinero (fascista imperial) pudran, y sea su ejemplo de bajeza y miseria moral, su colaboración mercenaria el ejemplo como valor único entre las gentes del mundo, hacer que parezca que todo el absoluto de intereses humanos, acciones y pensamientos, como si los distintos estuviesen con ellos, se encuentran contra la sociedad equitativa, sufrida y resistente.

El peligro para la democracia no está en Cuba.

Ramón Pedregal Casanova es autor de Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios, editado por Fundación Domingo Malagón y Asociación Foro por la Memoria ([email protected]) (foroporlamemoria.org)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.