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El reportero de Al Jazeera resultó herido por un dron israelí en Gaza

El periodista palestino Wahel Al-Dahdou recibe el Premi Llibertat d’Expressió-2024 de la Unió de Periodistes Valencians

Fuentes: Rebelión [Imagen: Wahel Al-Dahdou (Unió de Periodistes Valencians)]

La Unió de Periodistes Valencians ha otorgado el Premi Llibertat d’Expressió-2024 al periodista palestino Wahel Al-Dahdou, quien –además de recibir el galardón- pronunció una conferencia el pasado 10 de abril en Valencia, también organizada por la Unió, en el Centre Cultural de la Beneficència.

En la convocatoria al acto público, la asociación presentó a Wael Al-Dahdou como “uno de los periodistas más relevantes del mundo árabe”, responsable de la oficina del canal Al Jazeera en Gaza y actualmente refugiado en Catar, “después de los ataques de Israel (contra la Franja) en los que murió gran parte de su familia”; además del fallecimiento de su mujer, una de sus hijas, un hijo y un nieto, otros cuatro vástagos fueron heridos.

En diciembre de 2023, el periodista también resultó herido en una mano y la cintura por la acometida de un dron israelí (la ofensiva sionista contra Gaza empezó el 7 de octubre); el comunicado de la Unió de Periodistes detalla que en la embestida perdió la vida un compañero cámara de Wahel Al-Dahdou.

Stop Killing Journalists. Més de 60 periodistes assassinats per Israel a Palestina (“muchos otros están heridos o desaparecidos”), denunció la Unió de Periodistes Valencians en una concentración el pasado 21 de noviembre (cifra de Reporteros Sin Fronteras); el Manifiesto, al que se adhirieron 14 organizaciones sociales y sindicatos, destacaba:

“Supone más de un trabajador de medios de comunicación muerto cada día y un incumplimiento flagrante de la Convención de Ginebra, que en el Artículo 79 establece que ´los periodistas en zonas de guerra han de ser tratados como civiles, y protegidos como tales, siempre que no participen en las hostilidades’”; contravenir este artículo implica un crimen de guerra”.

El Manifiesto del 16 de noviembre añade que los ataques sionistas habían destruido –de modo parcial o total- más de 50 locales/instalaciones que acogen medios informativos; a ello se agregan las prohibiciones de acceso a los medios de otros países (al territorio gazatí) por parte del Estado de Israel.

Un altavoz importante de las denuncias es la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que representa a más de 600.000 profesionales y cerca de 200 sindicatos y asociaciones; colabora, por ejemplo, con el Sindicato de Periodistas Palestinos; las dos entidades han registrado entre octubre y el pasado cuatro de abril un mínimo de 109 periodistas y trabajadores de los medios asesinados durante la “guerra en Gaza” (102 de medios palestinos), a los que se suman los heridos y desaparecidos.

Entre los últimos casos figuran el redactor, editor y diseñador gráfico de la agencia informativa Shams, Mohammed Abu Sakhil; la muerte se produjo -el 28 de marzo- en el contexto de la agresión militar de Israel contra el hospital Al-Shifa de Gaza; tres días antes ocurrió otro asesinato, el de un trabajador de la agencia de noticias palestina WAFA, Saher Akram Rayyan.

A finales de 2023, la FIP documentó la muerte por asesinato ese año de 120 periodistas/profesionales de los medios en el mundo, de los que el 68% se produjo durante la “guerra de Gaza”; el reportero palestino de Al-Quds, Jaber Abu Hadrous, murió en Gaza el 29 de diciembre de 2023 “junto a seis miembros de su familia, durante los bombardeos israelíes que impactaron en su casa en el campo de refugiados de Nusseirat” (agencias Efe y Wafa).

Por las mismas fechas las bombas del Estado de Israel eliminaron en Gaza al periodista Mohammed Khair Al Din y al cámara Ahmed Kahir Al Din, los dos del canal televisivo Al Aqsa.

Se da la circunstancia que, el pasado 1 de abril, el Parlamento de Israel (Knéset) aprobó una ley -impulsada por el Ministerio de Comunicaciones- que prohíbe a canales extranjeros -como el catarí Al Jazeera- la emisión de informaciones en Israel en torno a la carnicería; el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, del partido derechista Likud, justificó la iniciativa legal por razones de “seguridad”, ya que considera a Al Jazeera una cadena de televisión “terrorista”.

Frente a esta interpretación, tras cinco meses del inicio de la escabechina, Reportero Sin Fronteras (RSF) detalló el “omnipresente peligro de muerte” en que viven los periodistas en Gaza; de hecho, han sido eliminados sobre el terreno informando; en oficinas; campos de refugiados; viviendas particulares; automóviles o al salir de un hospital.

RSF menciona el siguiente ejemplo: “En enero fueron asesinados once periodistas, entre ellos los de la cadena de televisión Al Jazeera, Hamza Dahdou y Moustapha Thuraya. Viajaban en coche cuando un ataque israelí alcanzó sus vehículos”.

El canal árabe Al Mayadeen ha actualizado el balance -a mediados de abril- de la violencia contra los informadores palestinos en territorio gazatí: 146 periodistas asesinados desde el pasado 7 de octubre (un mínimo de seis reporteros liquidados y otros nueve heridos en marzo, apunta el Sindicato de Periodistas Palestinos; tres de las víctimas mortales por el bombardeo de sus casas, y los restantes por impacto de bala/fragmentos de misiles).

También Al Jazeera publica información, a diario, sobre la masacre y su impacto contra la población civil; así el 17 de abril -sumados 174 días de ataques en Gaza-, dio cuenta de la veintena de muertes a causa de las acometidas de Israel contra viviendas en Rafah, Maghazi y la ciudad de Gaza (desde el día anterior); y, por otra parte, de los siete funcionarios -encargados de la protección de la ayuda-, así como los dos viandantes, victimados por el ejército de Israel en la ciudad principal de la Franja (fuente: Ministerio del Interior de Gaza).

En el citado canal de noticias, dos periodistas -Urooba Jamal y Stephen Quillen- pusieron el acento el 17 de abril en el asesinato de niños y niñas, los ataques contra un parque/jardín infantil y un mercado en el campo de refugiados de Maghazi.

Tuvo eco global, el 11 de mayo de 2022, el crimen cometido por las tropas israelís contra una periodista palestina de 51 años, Shireen Abu Akleh, que trabajaba para Al Jazeera; un disparo en la cabeza terminó con su vida, mientras informaba de la represión en el campo de refugiados de Jenín (Cisjordania); otro reportero palestino, Ali Samoadi, del periódico Al Quds, resultó herido.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.