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Reportaje a Walter Wendelin, coordinador de Askapena

El riesgo de ser internacionalista y vasco

Fuentes: Rebelión

Terminando una multitudinaria manifestación de trabajadores del comercio en alianza con pequeños comerciantes, protestando contra la decisión del ayuntamiento de permitir que las grandes cadenas del comercio puedan abrir sus portones del domingo, entrevistamos a Walter Wendelin, alemán-vasco que preside Askapena. Es una organización vasca e internacionalista que trabaja y actúa como un puente entre […]

Terminando una multitudinaria manifestación de trabajadores del comercio en alianza con pequeños comerciantes, protestando contra la decisión del ayuntamiento de permitir que las grandes cadenas del comercio puedan abrir sus portones del domingo, entrevistamos a Walter Wendelin, alemán-vasco que preside Askapena.

Es una organización vasca e internacionalista que trabaja y actúa como un puente entre la lucha de los pueblos y la construcción de un estado vasco libre e independiente.

Y como tal ha enfrentado con toda índole de represión por parte del estado español, no ilegalizándola pero persiguiendo sus diferentes voceros y coordinadores, como el caso de Walter, acusándolos de estar al servicio al «Brazo internacional de la ETA».

Video: https://vimeo.com/39864176/
AUDIO:
https://www.box.com/s/a3d1d632434ce5b020dc

Con Walter conversamos sobre el panorama vasco.

Dick Emanuelsson (DE): Para uno que viene de afuera es altamente interesante ver estas movilizaciones del pueblo vasco en lucha por sus derechos. Y es además, un gusto para mí volver a encontrarte, Walter. La última vez que nos vimos fue en septiembre de 2002 en la capital de Colombia cuando llegaste allí como vocero de la organización Askapena, un movimiento de solidaridad internacional, principalmente con América Latina, así como con movimientos europeos en lucha: palestinos, turcos, kurdos. Cuéntanos, Walter, ¿Askapena, cuándo fue fundado y cuáles fueron los principios de trabajo que tenían en sus orígenes y los que tienen hoy día?

WW: – Askapena es una organización de solidaridad internacionalista, surgida en base a la revolución nicaragüense, poco antes del triunfo sandinista, en el ’79. Surgió como tantas otras organizaciones internacionalistas de apoyo a esa revolución y de allí se fue desarrollando. En principio hubo un primer momento clave, sobre el ’86 que es cuando hubo una partición de los comités de solidaridad con la revolución sandinista, cuando otros compañeros y compañeras siguieron trabajando la solidaridad internacionalista pero no con una perspectiva nacional vasca, mientras que otros compañeros insistíamos en buscar la coherencia máxima entre la solidaridad, no sólo con Nicaragua sino además con otros países: Cuba, Guatemala, El Salvador, México, en lo que se difiere del propio problema nacional.

– El país vasco, Euskal Herria, es un país muy pequeño, pero está en Europa, evidentemente tenemos una sociedad europea, modelo de desarrollo europeo, modo de vida también europeo con todo lo que tiene eso, principalmente de malo, vamos a decir. Eso sí, tenemos que reconocer que no pasamos hambre, pero sí, hay un euro centrismo visible. Necesitábamos, para ir desarrollando y profundizando en el internacionalismo esa coherencia con el propio proyecto nacional.

– Euskal Herria tiene un proyecto de liberación nacional, principalmente porque está gobernada por dos estados. En el norte, tres provincias vascas están gobernadas por la república de Francia y las cuatro del sur están gobernadas por el gobierno español.

– Esto produce la lucha que tenemos hace más de 500 años contra la opresión de estos dos estados; primero reinos, luego estados, ahora que vuelve a ser reino, por lo tanto tenemos esos puntos de encuentros con tantos y tantos pueblos, incluso estados que tienen que liberarse del imperialismo. En nuestro caso lo llamamos sub imperialismo, por ser español y francés pero que funcionan de la misma manera. Así fue como planteamos la necesidad de hacer solidaridad internacionalista no ya desde un grupo, comité, asociación, ONG, sino desde un proyecto nacional de liberación socialista, independentista.

DE: ¿Hay una relación entre el movimiento de liberación nacional del país vasco con otros movimientos internacionalistas en otros continentes también?

WW: – Partimos de la concepción que establece que no se puede ser realmente internacionalista si no se es en principio, nacionalista. El intentar negar el nacionalismo es un problema que tiene gran parte de la izquierda europea. Esa negación a interpretar el nacionalismo es lo que te impide ser realmente internacionalista. Tú puedes hacer solidaridad con otros pueblos, pero siempre será desde un estado nacionalista opresor, si uno niega su propia liberación y más desde una sociedad llamada desarrollada económicamente, esto es mucho más difícil de lo que suponemos. Porque es fácil confundir el internacionalismo con la caridad que es lo que ha pasado con los movimientos de oenegeización en el mundo a partir del ’92, subraya Wendel.

DE: Justamente, el Askapena se ha mantenido fiel a sus principios por lo cual había muchos comités de solidaridad europeos con la lucha de los pueblos oprimidos en Asia, África, América Latina, que hacían sus trabajos desde oficinas privadas con aire acondicionado, comodidades, totalmente alejados de la realidad de las pulgas y los piojos donde están dándose los problemas, en los barrios populares, para decirlo en forma cruel.

WW: ­- Claro, por eso nosotros estamos obligados a mantener nuestra postura porque venimos también de una lucha de liberación, distinta a la de otros países, pero teniendo claro que el enemigo es exactamente el mismo. Justamente, esta mañana vimos como las grandes multinacionales de las grandes superficies comerciales transnacionales internacionales, y en otros casos serán las transnacionales de capital vasco como el Banco Bilbao Vizcaya, como Endesa, Iberdrola, ahí tenemos mucha responsabilidad desde lo que somos como sociedad capitalista desarrollada y eso es lo que tenemos que desarrollar y cambiar.

– Si no hay forma de cambiar el propio modelo de desarrollo y la propia política, como hablaremos de internacionalismo, porque como grupo de personas muy solidarias, eso está muy bien, es muy respetable, pero tenemos que básicamente cambiar hacia otro mundo no solo posible sino imprescindible. Ese mundo solidario exige que nos ocupemos de nuestra responsabilidad.

– Tenemos que hacernos cargo de esta realidad, de como desarrollar la propia sociedad partiendo desde la base de la propia liberación.

DE: Tomamos el ejemplo de la revolución sandinista del ’79, había también contingentes internacionales de luchadores en apoyo a esa pelea, luchando con fusil en mano para derrocar la dictadura somocista. Hubo allí chilenos, argentinos, uruguayos peleando al lado del pueblo nicaragüense ¿había también vascos en esa pelea?

WW: – Si, bueno, hay gente creída en Nicaragua como en El Salvador y otros lugares que han partido desde aquí a hacer el internacionalismo allá, lo cual es importante y son un ejemplo que honramos y recordamos, homenajeamos, pero a pesar de ello seguimos pensando que el verdadero internacionalismo se hace desde el propio pueblo. Pensemos, si ese pueblo no tiene estado tendrá que formarlo primero.

DE: Esto que dices me hace recordar cuando partió la consigna en 1936 en Suecia, para España; «La lucha del pueblo español es también la lucha nuestra«. Desde allá vinieron casi 700 suecos y con el fusil en mano defendieron a la República española, contra el golpe de estado de Franco y la invasión de las tropas alemanas, italianas, de apoyo al fascismo español.

WW: – Eso se dio en la época del internacionalismo que por un lado luchaba y se comprometía mucho más de lo que se llama hoy la solidaridad internacional. También tenían más claro cual era el verdadero enemigo contra el que había que luchar. Hoy es totalmente diferente, más complicado, pero el compromiso y la lucha sigue de todos modos igual.

DE: El año pasado has sido encarcelado, perseguido, como vocero de Askapena para América Latina y sufriste seguimientos. Cuéntanos como está el caso ante el estado español.

WW: – Seguimiento hemos tenido como militantes de esta organización en muchos sitios, nunca sabemos si es el propio estado el que viene siguiéndonos o proviene de las embajadas españolas en los diferentes países. O es directamente ejercido desde los propios países.

– Tuvimos seguimiento y manipulación mediática tratándonos como terroristas, embajadores de la organización armada, con todos estos epítetos intentando relacionarnos en tráfico de armas, lo típico que hacen en estos casos.

– Creen que la opinión pública está asentada como para considerar a una persona por lo que dicen lo que ellos mismos han filtrado a los medios de comunicación y así paralizar, evitar, demorar, intentas que se trabaje el internacionalismo desde el proyecto nacional y nacionalista.

DE: ¿Las embajadas (españolas) en el exterior también tienen como tiene el gobierno colombiano, su red de sapos que informan sobre cualquier actividad que tenga que ver con el País Vasco?

WW: – Si, evidentemente ellos están siguiendo absolutamente todo lo que pueden, tanto a las personas que viajamos con fin solidario así como están haciendo seguimiento a las personas que han tenido que huir de la tortura, persecuciones, señalización. Para ser detenidos por cualquier cosa basta que el estado diga que uno es un terrorista y sabemos que se adjudica esa terminología con finalidad política, tratando de evitar que nadie diga la verdad sobre lo que está ocurriendo aquí. Así como tampoco podemos traer aquí la realidad que está ocurriendo en otros países, porque eso podría cambiar la percepción, la idea que tiene la sociedad sobre que es lo que hay que hacer o como hay que gobernar aquí.

– Entonces tratan de evitar toda comunicación por intereses políticos, podríamos denominarlos razones de estado, o por intereses en esa llamada democracia española.

DE: Y la derecha, digamos en países como Argentina, Colombia, cuando llega un luchador vasco es tildado como «terrorista de la ETA» y hasta la izquierda ante ese bombardeo mediático se queda un poco como paralizada.

WW: – Normalmente tenemos problemas con la derecha que sale a defender los suyo así como la izquierda que no comprende la diferencia entre la lucha por la liberación nacional y lo que se llama hoy terrorismo.

– Porque antes había una diferenciación grande entre terrorismo y liberación, lucha política, que puede ser acertada o no, que puede ser violenta o no violenta, de una forma o de otra, legítima o no legítima, y hasta podríamos decir criminal. Antes era terrorismo de estado, hoy parece que lo que existe es lo contrario.

– La izquierda, con sus excepciones que también la hay, en cuanto a la formación ideológica, pero tiene mucho miedo y se ha vuelto muy pragmática y cree o confunde el trabajo en los resquicios del poder con el colaboracionismo muy cómodo, manteniendo 4 o 5 símbolos, como mucho , aunque algunos hasta están quitando la simbología.

DE: Comparando la lucha de las décadas ’70, ’80 con las de ahora, en 2012, aunque hubo avances en América Latina, hay varios países que han impuesto legislaciones antiterroristas donde se reduce el debate, casi como una variante moderna de la Seguridad Nacional del Pentágono, en la década del ’60 que se centraba en la visión del enemigo interno. Se reduce así el espacio democrático. Tenemos también en el continente europeo, panorama muy oscuro, donde la izquierda europea en muchos espacios ha reducido su peso ¿Es difícil trabajar en ese ámbito?

WW: – Evidentemente es así, el enemigo está siendo cada día mas implacable porque hay que reconocer que está cada día más débil y se convierte en el monstruo que está dando sus coletazos. Si analizamos bien la crisis de la que estamos hablando hoy en cualquier rincón del mundo, debemos tener claro que el capital, el imperialismo, la democracia occidental, el poderío ya no es tan hegemónico, está perdiendo espacio y está atacando más débil. El ejemplo está en la debilidad del estado español que trata de mantener una posición, dentro de los estados del mundo, que no le corresponde, económicamente, intelectualmente, artísticamente, territorialmente, sociológicamente ni de ninguna manera.

– En otros estados también ocurre que quieren mantener los poderes fácticos y la herramienta que tienen es la democracia formal. Pero eso funciona cuando el estado está fuerte, cuando el pueblo no se levanta, cuando está resignado, quieto, pero cuando llega la crisis la gente empieza a moverse y entonces el estado como tal pierde su propia fuerza y poderío, pues acaba siendo lo que siempre ha sido en el fondo, criminal, atacando más fuerte.

DE: Esta mañana he visto un debate del pueblo vasco donde el comisionado por el tema de la convivencia.

WW: – Lehendakari es el presidente de la comunidad autónoma vasca, compuesta por 3 provincias que tienen el estatus de comunidad autónoma, aunque eso no quiera decir que es realmente autónoma.

DE: En todo caso en el informe que dio al parlamento vasco es que aquí podemos tener es una ponencia, pero no dice nada de una comisión de verdad donde se destaquen los 30 ó 40 años de conflicto social y armado en el pueblo vasco. Y se nota que tienen temor que la izquierda vasca tenga un espacio, un lugar donde plantear estos años de conflicto. Yo, en estas semanas acá pude comprobar que la izquierda vasca tiene un tremendo peso, mucha simpatía entre la gente, como vimos en las elecciones pasadas donde el movimiento popular se unió.

WW: – La cosa es sencilla; si pasáramos de una democracia formal a una democracia real, todo el conflicto se soluciona rápidamente. Aunque seguiría siendo difícil porque al insistir en el conflicto desde hace tanto tiempo, al pretender ganar y ser los conquistadores victoriosos del territorio vasco, han creado muchísimo sufrimiento.

– Claramente lo ha dicho el señor López en su interlocución parlamentaria, no existe más verdad que una, la suya, por lo tanto, todavía están muy lejos de un reconocimiento de como se soluciona entre humanos, de forma ética, cualquier conflicto como realmente hay acá.

– No aceptan siquiera que existan víctimas generadas por las fuerzas públicas sino que a eso se los llama pequeños errores de alguna persona, niegan gran parte de la historia y la verdad

DE: ¿Y Batasuna debe tener espacio allí?

WW: – No es que deba tenerlo, sino es que simplemente tiene.

DE: ¿Habría una convivencia real?

WW: – No estamos hablando de Batasuna como partido que ha sido ilegalizado y no existe como tal, pero uno no puede hacer desaparecer así nomás a las personas. Ellos tienen el poder pero las personas seguimos viviendo hasta que nos metan directamente a la cárcel. Pero eso sería meter en la cárcel la convicción de 300 mil personas. En un pueblo pequeño como éste sería mandar a la cárcel a una de cada 10 personas.

– Quieren legalizar sus delitos ilegalizando a las personas, para influenciar ad hoc a la sociedad y a sus instituciones. Desde el movimiento de la Izquierda Abertzale, tenemos muy claro que aquí nadie va a hacer nada si no tenemos el visto bueno de la mayoría de la sociedad. Esa es la democracia simple y llana y a eso nos comprometimos y luchamos por ello. Por eso nos meten a la cárcel, nos reprimen hasta administrativa, judicialmente. Administrativamente creando esa leyes ad hoc, que es un absurdo para lo que pueda significar la palabra derecho.

DE: Hay que mencionar el hecho de que España es el país que tiene más fosas comunes del mundo, víctimas de la guerra implantada por el franquismo y el fascismo italiano-alemán. Vemos aquí que ese es el temor que tienen para conformar esta comisión de verdad aquí en el país vasco.

WW: – Tienen muchísimo temor. Ahí cabe resaltar lo siguiente. Ahí hay que resaltar la llamada guerra civil que no fue guerra civil sino golpe del estado del ejército español contra el pueblo que evidentemente tuvo que armarse y también el pos guerra. Los 40 años de franquismo podemos incluirlo en esa fase que realmente hubo una masacre en el ámbito de la izquierda y las organizaciones nacionalistas de Galicia, Cataluña, Andalucía, País Vasco.

– Nadie quiere sacar eso a la luz. Es más, el acuerdo a finales del 70 con lo que ellos llaman transición y no lo fue sino que fue una traición democrática de aquellos dirigentes de izquierda que quedaron. Hay que romper de alguna forma una rama dejando muy claro una cuestión, la debilidad, la características de la izquierda tan nefasta viene de la eliminación sistemática de la izquierda.

– Al final del franquismo no se ha recuperado, estaba allí Felipe González y fue de los que llevo a cabo esa traición. Los propios españoles y la izquierda necesitan una verdadera transición.

DE: Hay que recordar que todos los jueces fueron asesinados por el aparato franquista. Las fuerzas armadas, militares, policiales, quedaron intactas muy poco se depuró de esas instituciones.

WW: – No fue depurado absolutamente nada. No digamos poco sino directamente nada. Es más, con otros nombres seguimos teniendo los mismos tribunales, los mismos jueces, las mismas familias ideológicas. Uno de ellos por haber querido ser la gran estrella se conoce como ex magistrado ahora, Baltasar Garzón. No hay que darle demasiada importancia a este señor, pero tampoco dejar de ver que es un instrumento del ejecutivo español. Y no digo del ejecutivo del PP o del PSOE, hablo de otro ejecutivo que está por encima de ellos para evitar lo que es un principio básico de la democracia, la independencia judicial.

– Convirtieron la justicia en un instrumento de este ejecutivo de poder fáctico español que sigue en última instancia funcionando tanto desde el ejército español, como desde el rey que es el máximo regente del ejército.

– Hay una cosa muy clara, el artículo VI de la constitución española dice que el ejército es el garante de la España unida por encima, esto no lo dice pero lo deja claro, de cualquier decisión tomada por cualquier gobierno democráticamente elegido y por encima de la sociedad española.

– Eso se mantiene, constitucionalmente y legalmente, pero sigue siendo un estado golpista. Eso lo hemos visto el 23 de febrero del ’81 donde hubo una reafirmación de este punto en el parlamento, cuando hubo un golpe de estado, dicen algunos que fallido, pero no lo fue en absoluto ya que se pretendió restaurar aquello de que el ejército es en ultima instancia el que tiene el mando sobre cualquier decisión que les afecta. Algo similar a lo que ha pasado en Honduras, golpe de estado que no parece militar pero que lo es y eso lo sabemos bien.

DE: ¿El aparato militar es el punto clave del estado español?

WW: – Exactamente, vamos a ver como puede continuar dentro de un mundo y desde un modelo que creemos que está en crisis y partiendo de esta realidad debemos prepararnos en ese sentido.

Dice Walter y sonríe como un auténtico Papa Noel.

Pero el estado español no lo ve así. Pero se ríe y parece totalmente calmado y tranquilo antes las acusaciones absurdas que puede llevarlo a 8-12 años de cárcel, solo por ser internacionalista y luchar por un estado vasco independiente.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.