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Con referencia a un episodio de 2016

Elección de Donald Trump en Estados Unidos e Israel

Fuentes: Rebelión

El mundo tomó nota de la elección a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump el pasado 5 de noviembre, cuya gestión oficial iniciará formalmente el 20 de enero del 2025 en la Casa Blanca.

Cabe precisar que uno de los primeros líderes en expresar su profunda satisfacción con el resultado de las elecciones en Estados Unidos fue el actual Primer Ministro de Israel (véase nota de Reuters), el cual se apresuró también en mantener una larga conversación telefónica con el nuevo presidente electo de Estados Unidos (véase nota de RFI), la primera de este último con un dirigente desde el exterior.

Con respecto a los resultados en Estados Unidos de las elecciones, si se comparan los números de votantes en las elecciones del 2020 y del 2024, resulta de interés notar que:

– en el 2020, el Presidente Joe Biden recibió el apoyo de un poco más de 81 millones de electores, y Donald Trump el apoyo de un poco más de 74 millones de electores; 

– en el 2024, la candidata Kamala Harris reunió mucho menos apoyo (un poco menos  de 73 millones) al tiempo que Donald Trump no aumentó significativamente el número de votantes a su favor, con un poco más de 75,5 millones de votos obtenidos.

Esta sustantiva pérdida de votos en favor del Partido Demócrata en cuatro años plantea dudas muy válidas y se esperan estudios pormenorizados que permitan explicar a partir de mediciones diversas, esta baja de votantes norteamericanos en su favor.

¿Un período de incertidumbre para Israel?

No se ha filtrado el contenido exacto de la conversación entre Donald Trump y el Primer Ministro israelí, y ningún analista se ha aventurado a descifrar este silencio informativo bastante notorio.

Por lo pronto, el plazo de tiempo entre el 5 de noviembre del 2024  y el 20 de enero del 2025 puede resultar sumamente delicado para Israel, en la medida en que la denominada «impotencia voluntaria» («impuissance volontaire» según la expresión muy certera de un experto galo, véase video) de Estados Unidos podría modificarse: parte de esta «impotencia voluntaria» consistió en giras reiteradas del jefe de la diplomacia norteamericana a Oriente Medio desde el 7 de octubre del 2023, acompañadas de un gran despliegue en materia de comunicación, así como en declaraciones oficiales de Estados Unidos ambiguas en favor de un cese al fuego en Gaza, que nunca se tradujeron en actos concretos para frenar la maquinaria destructora del aparato militar israelí.

Se sabe que, por simple cálculo electoral, tanto el Presidente actual de Estados Unidos como la candidata del Partido Demócrata, quien funge como su actual Vice Presidenta, consideraron (al parecer erróneamente…) que no podían tomar posiciones muy críticas hacia Israel durante la campaña electoral, ni interrumpir el flujo de cargamentos de municiones y armas desde Estados Unidos hacia Israel, ni votar a favor o abstenerse en el marco de votaciones en Naciones Unidas, en aras de no perder el apoyo de una parte de los electores demócratas y de electores indecisos favorables a Israel. 

No obstante, esta postura posiblemente influyó negativamente para el Partido Demócrata, en particular en algunos «Swing States» (Estados bisagra) cruciales en Estados Unidos, en particular en Ohio, Pensilvania y Michigan, este último siendo un Estado que concentra una gran cantidad de votantes de confesión musulmana, oriundos de Oriente Medio y del Norte de África. Algunos medios de prensa (véanse este artículo de El Mundo en España y esta nota de TF1 en Francia de finales de octubre del 2024) advertían del riesgo de perder las elecciones en Michigan de mantener el Partido Demócrata una posición tan moderada ante las innumerables exacciones cometidas por Israel en Gaza desde la tarde/noche del 7 de octubre del 2023. 

Estudios de organizaciones civiles en Estados Unidos también (y ello desde octubre del 2023), alertaron en igual sentido: véanse este informe del Arab American Institute de octubre del 2023 y este otro de octubre del 2024. En este artículo publicado en enero del 2024 en el sitio de TheConversation, se puede leer que:

«En este contexto, no se descarta que los votos de musulmanes y ciudadanos de origen de Oriente Medio a favor de los candidatos presidenciales republicanos y demócratas en 2024 caigan un 50% respecto a 2020, ya que estos votantes deciden quedarse en casa o votar por un candidato de un tercer partido.

En Michigan, por ejemplo, esto podría significar que Biden perdería unos 55.000 votos, alrededor de un tercio del margen de 154.000 votos que ganó contra Trump en 2020. Michigan no es el único estado donde las voces faltantes en estas comunidades podrían poner en peligro las posibilidades de victoria de Joe Biden«.

Una reserva «calculada» de Estados Unidos hacia Israel que desapareció desde el 5 de noviembre

Ahora bien, esta reserva «calculada» favorable a Israel de la actual administración norteamericana (y que resultó erróneamente «calculada» dada la verdadera debacle observada en el campo Demócrata…) ha dejado de existir desde la noche del 5 de noviembre del 2024. 

Considerando la estrecha relación del nuevo presidente electo con Israel, y el círculo de allegados a Donald Trump que forman parte del aparato de influencia pro-israelí en Estados Unidos (de los cuales algunos serán probablemente llamados a ocupar puestos importantes en su futura administración), hay un lapso de tiempo en el que Estados Unidos podría tomar cierta distancia con Israel, antes de la llegada del nuevo ocupante de la Casa Blanca.

Fotografía extraída del artículo titulado «After Trump´s victory, Palestinians cannot afford to wait until the next US election», publicado en Magazine+972 (Israel) en la edición del 7 de noviembre del 2024

Nótese que este 12 de noviembre varias ONG denunciaron el hecho que Israel no ha cumplido con los requerimientos que Estados Unidos le exigió con relación a la entrada de la ayuda humanitaria en Gaza (véase carta conjunta). El día anterior desde la Liga de Estados Árabes se adoptó una fuerte condena  a Israel (véase texto de declaración final adoptada en Arabia Saudita). 

De manera a confortar estas y muchas otras condenas anteriores a la forma tan peculiar de Israel de responder al ataque sufrido el 7 de octubre del 2023, no está de más señalar la contundencia de la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del 19 de julio pasado (Nota 1) en la que la justicia internacional declaró totalmente ilegal la ocupación israelí en el territorio palestino, llamando Israel a cesarla de inmediato y a proceder a indemnizar a las víctimas palestinas de esta ocupación ilegal (véase texto en inglés y en francés, en particular el párrafo dispositivo 285). Se trata de una opinión consultiva cuyos alcances desde el punto de vista jurídico fueron objeto de una resolución adoptada por una abrumadora votación en la Asamblea General el 18 de septiembre del 2024: una votación durante la cual la delegación de Costa Rica se abstuvo sin dar explicaciones ante las demás delegaciones en Nueva York (Nota 2), recordando su voto en contra en diciembre del 2022 cuando la misma Asamblea General solicitó esta opinión consultiva a la CIJ, observándose la misma incapacidad de explicar el voto de la delegación costarricense ante las demás delegaciones (Nota 3). 

Estas iniciativas desde la sociedad civil y desde la Liga de Estados Árabes observadas en lo que va de este mes de noviembre del 2024 probablemente sean acompañadas por otras: todas en aras de modificar la posición de Estados Unidos hacia Israel: se trata de una posibilidad que desde el 5 de noviembre existe, tal y como lo intentaremos explicar en las líneas que siguen a partir de lo observado a final del 2016. 

Un episodio de diciembre del 2016

Las actuales autoridades de Israel se encuentran en una situación muy similar a la de noviembre  / diciembre del 2016- enero del 2017, época en la cual el tono entre el Presidente saliente de Estados Unidos (Barack Obama) e Israel se tensó significativamente. A tal punto que Estados Unidos optó por abstenerse  en una importante resolución que se votó el 23 de diciembre del 2016, la resolución 2334 (véase texto): esta histórica resolución fue adoptada con 14 votos a favor y una única abstención (Estados Unidos).

Cabe recordar que el proyecto de dicha resolución fue inicialmente presentado por Egipto, que optó por retirarlo luego de recibir su presidente (inamovible desde entonces…) llamadas y amenazas por parte del entonces primer ministro israelí (también inamovible…) y de Donald Trump, presidente electo norteamericano. Las gestiones de este último respondieron a una solicitud expresa hecha por Israel (véase nota de CNN). 

Retirado el proyecto egipcio, fueron entonces Malasia, Nueva Zelanda, Senegal y Venezuela los que sorprendieron a Estados Unidos (y a Israel) endosando el mismo proyecto de resolución, para llevarlo esta vez a feliz término, y ello independientemente de las gesticulaciones de todo tipo del aparato diplomático israelí y de las gestiones del entonces ya muy hacendoso presidente electo norteamericano (véase nota de ElPais de España). Este ejercicio diplomático evidenció cuán fácil es hacerle cambiar de opinión a la diplomacia de Egipto, y la habilidad de los gestores de esta iniciativa para encontrar a cuatro Estados dispuestos a endosar sin titubeos su propuesta de manera inmediata. 

En este comunicado de prensa de Naciones Unidas de diciembre del 2016 se puede tener una idea de las posiciones oficiales expresadas por los integrantes del Consejo de Seguridad durante aquel 23 de diciembre ante la verdadera declaratoria de la ilegalidad del accionar de Israel en el territorio palestino ocupado detallada que contiene la resolución 2334. En el acta misma de esta sesión (véase documento S/PV/7853) se pueden leer las intervenciones completas de los 15 Estados integrantes del Consejo de Seguridad, así como las de los representantes de Israel (pp. 15-16) y de Palestina (pp.16-18). 

La insensatez de la respuesta militar de Israel en Gaza

Como bien se sabe, pese a una muy pobre difusión en grandes medios de prensa, en octubre del 2024 se presentó ante la Asamblea General de Naciones Unidas el informe A/79/384 (véase enlace), titulado «El genocidio como supresión colonial» por parte de la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967: su lectura completa se recomienda, al analizar y detallar la documentada intención genocida de las actuales autoridades israelíes en Gaza (léanse en particular los párrafos 11-23 y los párrafos 42-48, así como 68-82).  

En esta nota del servicio de prensa de Naciones Unidas del 30 de octubre del 2024, se puede escuchar su presentación en español; nuestros estimables lectores podrán por sí mismos verificar si esta nota de prensa y el informe al que refiere fueron mencionados en los principales medios de prensa en Costa Rica. O si, como suele suceder, en Costa Rica y en otras latitudes, las agencias internacionales de noticias y los medios de prensa internacionales hicieron caso omiso.

La autora de este informe se trasladó a Canadá el pasado 3 de noviembre (véase nota de prensa), interpelando de paso a sociedad y a las autoridades canadienses ante el drama indecible que se vive en Gaza.

El pasado 8 de noviembre del 2024, Naciones Unidas hizo público otro informe sobre el período que va del 1 de noviembre del 2023 al 30 de abril del 2024 (véase enlace) en el que se puede leer (página 6) que:

«La vigilancia y verificación de las violaciones graves siguió siendo sumamente difícil, en particular debido a las limitaciones de acceso, el alto nivel de inseguridad y las amenazas y ataques directos también contra el personal de las Naciones Unidas, los observadores y los agentes humanitarios. No obstante, la labor de verificación continuó, y el número de asesinatos verificados por el ACNUDH hasta el 2 de septiembre de 2024 ascendía a 8.119 palestinos en Gaza, entre ellos 2.036 mujeres y 3.588 niños (1.865 niños y 1.723 niñas). De estas cifras verificadas, 7.607 fueron asesinados en edificios residenciales o viviendas similares, de los cuales el 44% eran niños, el 26% mujeres y el 30% hombres«.

En las recomendaciones finales, además de las dirigidas a las autoridades israelíes (pp. 29-30), se lee que los Estados Miembros de Naciones Unidas deben también adoptar algunas medidas (página 31):

«72. La Alta Comisionada exhorta a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a:

a). De conformidad con las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional, evaluar las ventas o transferencias de armas y la prestación de apoyo militar, logístico o financiero a una parte en el conflicto, con miras a poner fin a ese apoyo en la medida en que entrañe un riesgo real de facilitar la comisión de violaciones graves del derecho internacional;

b). Apoyar la labor de la Corte Penal Internacional en relación con el territorio palestino ocupado; ejercer la jurisdicción universal para juzgar crímenes de derecho internacional en tribunales nacionales, de conformidad con las normas internacionales; y cumplir con las solicitudes de extradición relativas a los sospechosos de tales delitos a países donde se enfrentarían a un juicio justo;

Por otro lado, en un largo artículo sobre su conversación con jóvenes soldados israelíes que intentaron como estudiantes perturbar una de sus conferencias en Estados Unidos, se lee por parte de un de los grandes historiadores del genocidio y especialista de la Shoa (véase artículo publicado en septiembre del 2024 en Orient XXI) que, desde al ataque en Rafah de mayo del 2024, su lectura personal es otra sobre las verdaderas intenciones de Israel:

«Eso ya no es lo que pienso. Durante mi estancia en Israel, llegué a convencerme de que, al menos desde la ofensiva contra Rafah del 6 de mayo de 2024, ya no era posible negar que Israel había sido culpable de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y acciones genocidas sistemáticas. Este ataque contra el último refugio de la población de Gaza —la mayoría de la cual ya había sido desplazada varias veces por el ejército israelí, que una vez más los acechaba en una llamada zona segura— no sólo mostró un total desprecio por las normas humanitarias, sino que también traicionó el objetivo final de Israel desde el comienzo mismo del conflicto:  hacer inhabitable toda la Franja de Gaza y reducir su población a un estado de impotencia tal que esté condenada a la extinción o trate por todos los medios de huir de este territorio devastado«.

El último informe de situación en Gaza al 5 de noviembre del 2024 (véase enlace) detalla cómo se ha mantenido un dramático saldo de muertes y de heridos en Gaza en las últimas semanas, con un saldo total que supera las 43.390 muertes identificadas (y un saldo desconocido de personas muertas cuyos cuerpos yacen bajo los escombros o no logran ser identificados cuando son recuperados por los equipos de rescate o por otras personas):

«Entre las tardes del 29 de octubre y el 5 de noviembre, según el Ministerio de Salud de Gaza, 330 palestinos murieron y 1.124 resultaron heridos. Entre el 7 de octubre de 2023 y el 5 de noviembre de 2024*, al menos 43.391 palestinos murieron y 102.347 resultaron heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza.

Entre las tardes del 29 de octubre y el 5 de noviembre, tres soldados israelíes habrían muerto en Gaza, según el ejército israelí. Entre el 7 de octubre de 2023 y el 5 de noviembre de 2024, según el ejército israelí y fuentes oficiales israelíes citadas en los medios de comunicación, más de 1.568 israelíes y ciudadanos extranjeros fueron asesinados, la mayoría el 7 de octubre de 2023 e inmediatamente después. La cifra incluye 368 soldados muertos en Gaza o a lo largo de la frontera con Israel desde el comienzo de la operación terrestre. Además, se informó de que 2.394 soldados israelíes resultaron heridos desde el comienzo de la operación terrestre.

A continuación se enumeran los principales incidentes mortíferos registrados entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre, principalmente en la provincia de Gaza septentrional y en el campo de refugiados de An Nuseirat, en la provincia de Deir al Balah:

– El 28 de octubre, alrededor de las 15.00 horas, un bloque residencial fue alcanzado cerca de la escuela Al Fakhoura, en el proyecto Beit Lahiya, lo que provocó un gran número no confirmado de víctimas mortales y heridos palestinos que quedaron atrapados bajo los escombros o permanecieron en las calles.

– El 29 de octubre, alrededor de la 1:00 de la madrugada, siete palestinos habrían muerto y otros habrían resultado heridos cuando una casa fue alcanzada en el proyecto Beit Lahiya, en el norte de Gaza.

– El 29 de octubre, alrededor de las 18.00 horas, 16 palestinos, entre ellos mujeres y niños, habrían muerto y decenas habrían resultado heridos cuando una casa que, al parecer, albergaba a desplazados internos fue alcanzada en Beit Lahiya.

– El 30 de octubre, alrededor de las 13.30 horas, nueve palestinos, entre ellos niños, habrían muerto y otros habían resultado heridos cuando la calle As Souk (mercado) fue alcanzada en el proyecto Beit Lahiya, en el norte de Gaza.

– El 31 de octubre y el 1 de noviembre, se informó de que dos edificios residenciales que albergaban a desplazados internos fueron alcanzados, uno en el campamento de Jabalya y el otro en la zona de Tal Az Za’tar. Según los informes, muchas decenas de personas murieron, incluidos niños.

– El 31 de octubre, al menos 26 palestinos, entre ellos cuatro niños y cuatro mujeres, habrían muerto cuando dos casas fueron alcanzadas en el Campamento Nuevo, al norte de An Nuseirat. La segunda casa fue alcanzada cuando, según los informes, los equipos médicos y de PCD se reunieron alrededor de la primera casa, lo que provocó lesiones de al menos 30 personas, entre ellas un médico y dos periodistas.

– El 1 de noviembre, alrededor de las 12.50 horas, 12 palestinos habrían muerto y decenas más habrían resultado heridos cuando la entrada de una escuela que acogía a desplazados internos fue alcanzada en el campamento de refugiados de An Nuseirat. Caritas Jerusalén informó de que dos de los miembros de su equipo resultaron heridos durante los intensos bombardeos en el campo de refugiados de An Nuseirat el 1 de noviembre de 2024.

– El 1 de noviembre, alrededor de las 17.00 horas, ocho palestinos habrían muerto cuando un edificio residencial fue alcanzado en el campamento de refugiados de An Nuseirat.

– El 2 de noviembre, alrededor de las 10.00 horas, 10 palestinos habrían muerto y otras personas, entre ellas mujeres y niños, resultaron heridas cuando la zona de Al Berka en Beit Lahiya fue alcanzada.

– El 2 de noviembre, alrededor de la medianoche, 12 hombres palestinos, entre ellos un periodista, habrían muerto cuando un edificio residencial de cuatro pisos, que al parecer albergaba a desplazados internos del norte, fue alcanzado en el campamento 5 del campamento de refugiados de An Nuseirat. Según el director del hospital Al Awda de An Nuseirat, hasta la tarde del 2 de noviembre se habían recibido 42 víctimas mortales y 150 heridos.

El mismo informe más reciente (al 12 de noviembre) confirma la destrucción y muerte a la que somete Israel de una semana a otra a la población civil palestina de Gaza.

Este otro informe de Naciones Unidas sistematiza los datos al 5 de noviembre del 2024, con estadísticas cuyas dramáticas curvas siguen en aumento desde la tarde noche del 7 de octubre del 2023. 

Con relación a las cifras exactas de muertes en Gaza se leyó en un artículo publicado el 5 de julio del 2024 en la revista científica The Lancet  y titulado «Counting the dead in Gaza: difficult but essential», que es una cifra cercana a las 186.000 personas fallecidas las que se debería estimar en Gaza (con un corte al 19 de junio del 2024):

«En los conflictos recientes, estas muertes indirectas oscilan entre tres y 15 veces el número de muertes directas. Aplicando una estimación conservadora de cuatro muertes indirectas por cada muerte directa a las 37 396 muertes notificadas, no es inverosímil estimar que hasta 186 000 o incluso más muertes podrían atribuirse al actual conflicto en Gaza. Utilizando la estimación de población de la Franja de Gaza para 2022 de 2 375 259, esto se traduciría en el 7,9% de la población total de la Franja de Gaza». 

En un reciente artículo publicado por The Guardian el pasado 5 de septiembre (véase texto), se lee que de seguir con el ritmo de bombardeos en Gaza desde el 7 de octubre del 2023, serán 335.000 las personas muertas al concluir el 2024:

«Si las muertes continúan a este ritmo, alrededor de 23.000 al mes, habría 149.500 muertes adicionales para fin de año, unos seis meses y medio desde la estimación inicial de mediados de junio. Utilizando este método, el total de muertes desde que comenzó el conflicto se estimaría en unas 335.500 en total«.

Estas variaciones entre las estimaciones sobre el drama indecible que se observa en Gaza fluctuan debido:

– a la prohibición por parte de Israel para  que ingresen funcionarios de organizaciones internacionales e investigadores en aras de documentar lo que ahí ocurre, y; 

– a la eliminación física de periodistas palestinos por parte de Israel: al 31 de octubre del 2024, se registra el asesinato deliberado de 134 periodistas y comunicadores palestinos en Gaza desde el 7 de octubre del 2023 (véase informe del CPJ: una dato escalofriante que, al menos a la fecha, no ha dado lugar a condena alguna por parte del Colegio de Periodistas de Costa Rica, ni por parte de otras entidades usualmente muy sensibles a lo que le puede ocurrir a un periodista.

Estas estimaciones son en parte respaldadas, desde la misma Israel, por diversas manifestaciones de altos oficiales confirmando la comisión de crímenes de guerra así como de actos de tortura contra prisioneros palestinos (véase, entre muchos, este documento interno del 26 de junio de un alto mando militar al Primer Ministro circulado en redes sociales así como este detallado artículo publicado en Israel por el medio digital Magazine+972 sobre testimonios de personas palestinas detenidas en la base militar ubicada en desierto del Neguev, Sde Teiman, dado a conocer el pasado 27 de junio y titulado «‘Más horrible que Abu Ghraib’: Abogado relata su visita al centro de detención israelí. En Sde Teiman, Khaled Mahajneh encontró irreconocible a un periodista detenido mientras describía las condiciones violentas e inhumanas de las instalaciones.

Desde la perspectiva ambiental esta vez y su impacto sobre los derechos humanos de la población civil en Gaza este reciente informe de octubre del 2024 titulado «Ecocide: Israel´s deliberate and systematic environmental destruction in Gaza«, detalla el alcance del ecocidio intencional al que está procediendo Israel. En sus conclusiones (página 26) se señala que:

 «En conclusión, la combinación de las consecuencias para el medio ambiente y la salud indica una estrategia deliberada encaminada a socavar sistemáticamente la supervivencia y el bienestar de la población palestina de Gaza, lo que demuestra claramente una intención calculada de imponer condiciones de vida destinadas a provocar su destrucción

Algunas entrevistas recomendadas

Para entender mejor la insensatez de la estrategia de Israel en Gaza, en abierta violación a las más elementales reglas del ordenamiento jurídico internacional cuyo irrespeto debiera de ser, desde el estricto punto de vista jurídico, sancionado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, no está de más referir a esta entrevista a una de las grandes especialistas francesas sobre Oriente Medio, a raíz de la  publicación de su libro que presentó en los primeros días del mes de octubre, titulado «Le livre noir de Gaza» (así como a esta nota en Libération y a esta otra en Le Monde del 8 de ocubre). Una segunda entrevista más reciente (31 de octubre) también es muy recomendada.

Para entender el juego sutil al que se han librado las autoridades de Israel desde el 7 de octubre del 2023 en aras de instrumentalizar el trauma que ha significado para la sociedad israelí,  con gran éxito en algunos círculos políticos en diversas latitudes del mundo,  nos permitimos recomendar esta reciente entrevista de Democracy Now del mes de octubre del 2024 a una especialista norteamericana sobre la sociedad israelí, titulada precisamente: «Naomi Klein: Israel has weaponised Oct 7th trauma to justity its genocide in Gaza«.

Finalmente, la entrevista realizada por Democracy Now en Estados Unidos a final de octubre a la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre los alcances de su último informe (informe A/79/384 titulado «El genocidio como supresión colonial«)  merece igualmente una mención, dado el cerco informativo en varios  medios de prensa internacionales sobre los alcances de su labor (véase enlace a su entrevista, disponible en YouTube).

Trump-Israel o Israel-Trump: una misma visión del ocupante de la Casa Blanca

En diciembre del 2016, a solicitud del entonces primer ministro de Israel (siempre en el ejercicio del cargo en este 2024), el entonces presidente electo de Estados Unidos protagonizó acciones jamás observadas por parte de un presidente electo, al intentar frenar a toda costa la adopción de la resolución 2334 por parte del Consejo de Seguridad. 

Las diversas acciones posteriores a favor de Israel tomadas durante su administración (entre enero del 2017 y diciembre del 2020) permiten entender mejor su accionar para frenar a toda costa la adopción de dicha resolución por parte del Consejo de Seguridad, a saber:

– el traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén en mayo del 2018, lo cual motivó una demanda, aún pendiente de resolución, de Palestina ante la CIJ contra Estados Unidos (véase texto de la demanda). Cabe recordar que el anuncio oficial reconociendo a Jerusalén como capital de Israel se hizo el 6 de diciembre del 2017 (véase  nota oficial del Departamento de Estado). En diciembre del 2017, se votó una resolución en la Asamblea General de Naciones Unidas condenando el hecho de considerar a Jerusalén como capital, con un ejercicio previo en el Consejo de Seguridad en el que Estados Unidos votó solitariamente en contra ante 14 votos a favor (véase nuestra nota al respecto).

– el retiro de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en junio del 2018, en respuesta a una resolución creando un órgano de investigación sobre las acciones de Israel en el territorio palestino ocupado con ocasión de la «Marcha del Retorno» organizado por colectivos palestinos desde marzo del 2018 (véase nuestra nota publicada en la Red Internacional para los Derechos Humanos / RIDH); 

– el retiro de la contribución de Estados Unidos a la única agencia de Naciones Unidas a cargo de los refugiados y desplazados palestinos en el mundo, la UNRWA  en agosto del 2018 (véase nota de The Guardian de agosto del 2018).

– el cierre de la oficina de la Organización de Liberación Palestina (OLP) en Washington en septiembre del 2018 (véase comunicado oficial del Departamento de Estado).

– el reconocimiento en marzo del 2019 por parte de Estados Unidos de la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado por Israel (véase declaración del Departamento de Estado);

– el cambio radical de posición de Estados Unidos en noviembre del 2019, al considerar que los asentamientos israelíes en Cisjordania ya no deben ser considerados como ilegales desde la perspectiva del derecho internacional (véase nuestra nota al respecto).

Varias de estas acciones de Estados Unidos tomadas entre el 2017 y el 2020 atentan contra las resoluciones del Consejo de Seguridad adoptadas con el voto o la abstención de Estados Unidos, tal y como ocurrió con la precitada resolución 2334, cuyo texto las enuncia de manera detallada. Es de notar que la llegada del actual mandatario norteamericano a la Casa Blanca en enero del 2021 no ha motivado ninguna decisión con respecto a la embajada de Estados Unidos, la cual se mantiene desde mayo del 2018 en Jerusalén.

En otro ámbito no tan alejado de las preocupaciones de Israel, el Presidente Trump optó el 8 de mayo del 2018 por retirar  a Estados Unidos del denominado «pacto nuclear» sellado en julio del 2015 entre Irán y la comunidad internacional, luego de casi 20 años de intensas negociaciones. La decisión unilateral de Estados Unidos se basó en «informes de inteligencia» de Israel sobre el programa iraní, dadas a conocer a finales del mes de abril del 2018 (véase artículo del New York Times). Las conclusiones a las que llegó Estados Unidos fueron formalmente desmentidas por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) de Naciones Unidas, al sostener que Irán sí estaba cumpliendo a cabalidad con lo pactado en el 2015 con la comunidad internacional: véase nota nuestra al respecto titulada «¿Informantes malinformados? OIEA desmiente a Estados Unidos: Irán sí cumple con obligaciones pactadas en materia nuclear» (publicada en el portal jurídico de DerechoalDia). 

Finalmente, dos acciones tomadas por Estados Unidos en el año 2020 merecen mención:

– en junio del 2020, Estados Unidos adoptó inéditas sanciones contra el personal de la Corte Penal Internacional (CPI). Estas sanciones no lo fueron en reacción a investigaciones relacionadas a militares de Estados Unidos, sino a la sombra de Gaza cada vez más amenazante para los militares y sus jefes políticos en Israel: véase al respecto nuestra nota al respecto. El único Estado en el mundo en celebrar esta decisión de Estados Unidos, fue Israel, cuyas entusiastas autoridades manifestaron su profundo regocijo al respecto (véase nota del Timesof Israel del 11 de junio). En abril del 2021 la actual administración norteamericana decidió suspender estas insólitas sanciones (véase comunicado oficial del Departamento de Estado y esta nota de Human Rights Watch): se trata de sanciones unilaterales por parte de un Estado contra el personal de una jurisdicción internacional que no cuentan con ningún precedente.

– en septiembre del 2020, se suscribieron los denominados «Acuerdos de Abraham«, fomentados por Israel y Estados Unidos: véanse las 4 declaraciones del 2020 de Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Sudán colgadas en la parte baja en este enlace del Departamento de Estado norteamericano. Sobre este último, resulta notorio que en el pasado mes de septiembre del 2024, los Acuerdos de Abraham no dieron lugar a ningún comunicado oficial por parte de Estados Unidos para conmemorar su firma, mientras que sí se observó en el año 2023. No está de más señalar esta interesante entrevista publicada en Israel el 20 de septiembre del 2024 a un analista político israelí (cuya lectura completa se recomienda), en la que se lee que:

«Seamos claros: la verdadera motivación para firmar los Acuerdos de Abraham fue eliminar a los palestinos de la agenda regional y normalizar completamente la ocupación. Pero esta teoría no ha demostrado su eficacia. Fue un acuerdo a corto plazo firmado con la administración Trump, a la que no le importó exactamente la estrategia en Oriente Medio, sino firmar el «acuerdo del siglo»”.

A modo de conclusión

Más allá de un denominado «acuerdo del siglo» muy promocionado en los medios de prensa internacionales, y que se calificó tempranamente en un foro en Costa Rica organizado desde la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR) en agosto del 2020 como la «estafa del siglo» (véase nota nuestra y  video del foro), los vetos de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad se han mantenido en este año 2024 de  manera ininterrumpida.

En efecto, fueron varias las resoluciones del Consejo de Seguridad relacionadas a Gaza vetadas por la delegación norteamericana de manera solitaria, como el veto al proyecto de resolución presentado por Brasil en octubre del 2023 (véase nuestra breve nota al respecto). Es de recordar que el 18 de abril pasado, Estados Unidos vetó de manera solitaria una resolución solicitando la plena membresía de Palestina como Estado Miembro de Naciones Unidas (véase nuestra breve nota al respecto). 

El 10 de mayo del 2024, la Asamblea General de Naciones Unidas, por una abrumadora mayoría, tomó nota de este veto de Estados Unidos de abril del 2024, y validó nuevos derechos a la delegación de Palestina en Naciones Unidas como Estado, mientras se resuelve su solicitud presentada formalmente desde el mes de septiembre del 2011 al Consejo de Seguridad (véase al respecto nuestra nota al respecto).  

Tal y como se puede observar, nuevas iniciativas diplomáticas podrían ver la luz ahora que la diplomacia de Estados Unidos es conducida por una administración saliente hasta el 20 de enero del 2025, con un margen de maniobra mucho mayor con respecto a Israel al que tenía antes del 5 de noviembre. 

La reiteración de las violaciones flagrantes a las disposiciones de la Carta de Naciones Unidas por parte de Israel desde la tarde/noche del 7 de octubre del 2023 han sido condenadas por un sinnúmero de órganos y entidades de Naciones Unidas, incluyendo la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con una notoria excepción: el Consejo de Seguridad.

Tuvimos en aquel momento (diciembre del 2016) la oportunidad de señalar (véase nuestra nota publicada en enero del 2017 en el sitio de HablandoClaro) que:

«No cabe duda, además, que recurrir a Donald Trump evidencia cierto nerviosismo (cercano a la desesperación) y manifiesta una notable innovación por parte de la diplomacia israelí. No se registran gestiones de un Presidente electo intercediendo en aras de frenar una iniciativa que deba ser examinada por parte del Consejo de Seguridad«.

¿Es factible que asistamos en este cierre del año 2024 a alguna gestión muy parecida dentro de Naciones Unidas, que no se vea vetada por Estados Unidos? Dada la insensatez de las autoridades israelíes tanto en Gaza y en el resto del territorio palestino ocupado, como también en el Líbano (y ello desde mediados de septiembre), se considera bastante probable.

Foto extraída de artículo titulado «The not-so-secret history of Netanyahu´s support of Hamas», Magazine+972, edición del 7 de noviembre del 2024, cuya lectura completa se recomienda

Por lo anteriormente descrito, se abre para Estados Unidos (y para la comunidad internacional) un pequeño espacio de tiempo en el cual, Estados Unidos puede reconciliar al Consejo de Seguridad con la misión primordial que le asigna la Carta de Naciones Unidas de 1945: sancionar y tomar medidas coercitivas ante graves violaciones a la Carta de Naciones Unidas cometidas por un Estado Miembro.

– – Notas – –

Nota 1: Sobre esta importante decisión de la CIJ del 19 de julio pasado, muy pocamente analizada en la doctrina europea pese a su enorme relevancia para la causa palestina, véase MAIA C.& POISSONIER G., «Avis de la CIJ de 2024 relatif à l’occupation du Territoire palestinien : une analyse au prisme du droit international des droits humains«, sitio especializado jurídico Actualités Droits – Libertés, 2024, edición del 7 de octubre del 2024. Texto completo disponible aquí. Véase también DUBUISSON F., «Les conséquences de l’avis de la CIJ relatif à l’occupation du Territoire palestinien«, Yaani, edición del 29 de julio del 2024. Texto disponible aquí.  Remitimos también a nuestra nota publicada en español: BOEGLIN N., «Ocupación prolongada y colonización ilegal israelí del territorio palestino: apuntes con relación a la reciente opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ)», editada el mismo 19 de julio del 2024 y que recoge las manifestaciones oficiales de algunos Estados, incluyendo el mustismo absoluto de Estados Unidos y de Canadá. Texto disponible aquí. En el sitio especializado Hablemos de Derecho internacional (HDI) (ubicado en La Haya) recientemente tuvimos la oportunidad de analizar los alcances de esta opinión consultiva (enlace del podcast de octubre del 2024).

Nota 2: Véase al respecto nuestra nota en la que analizamos la ausencia de explicación de voto de la delegación de Costa Rica en Naciones Unidas y la difusión de un comunicado de prensa desde su aparato diplomático, en el apartado titulado «Algunas breves acotaciones con respecto a la «justificación» aportada oficialmente por la diplomacia costarricense» en  BOEGLIN N., «Gaza / Israel: a propósito de la reciente solicitud de intervención de Bolivia ante la CIJ«, 9 de octubre del 2024. Texto disponible aquí

Nota 3: Véase al respecto BOEGLIN N., «América Latina ante solicitud de opinión consultiva a justicia internacional sobre la situación en Palestina: breves apuntes sobre insólito voto en contra de Costa Rica«, 31 de diciembre del 2024. Texto disponibleaquí.

Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR). Contacto: nboeglin(a)gmail.com

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