Recomiendo:
0

En Siria, los pobres son cada vez más pobres

Fuentes: Al Akhbar English

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

No hay ninguna faceta de la economía siria que la crisis no haya tocado. Los salarios se hallan en sus niveles más bajos, los precios de los productos básicos están por las nubes y el mercado negro tiene asfixiado al ciudadano normal y corriente.

En los primeros meses de la crisis, el salario medio en el país era de alrededor de 12.000 libras sirias, es decir unos 255$ al cambio oficial del momento. El salario mínimo era de 9.975 libras sirias (212$). La tasa media de las necesidades de consumo de las familias sirias, basada en las estimaciones realizadas en varios distritos y según la Administración Central de Estadísticas, fluctuaba entre las 31.500 (670$) y las 42.000 libras sirias (890$). Incluso entonces, uno se planteaba cómo podían los ciudadanos asegurar la satisfacción de las necesidades más básicas.

En estos momentos, el salario medio es de menos de 16.000 libras sirias (340$ al cambio actual). Algunas estimaciones lo sitúan entre 13.000 libras sirias (277$) y 13.500 (287$). Sin embargo, el coste de los productos básicos se ha disparado en más de un 300%. Una familia de cinco miembros tiene ahora que triplicar la cantidad necesaria para satisfacer sus necesidades básicas, es decir, necesitaría un salario de entre 95.000 (905$) y 126.000 libras sirias (1.200$).

Este podría ser el prólogo de un colapso social y humanitario. Las familias sirias se ven incapaces de cubrir el coste de sus necesidades básicas debido a la espectacular subida de los precios y a las tasas de inflación. Los sirios tienen amenazada su dignidad y su vida.

Colapso de la seguridad alimentaria

Al comentar el problema, el director de la Sociedad de Protección al Consumidor, Adnan Dajajni, explicó que una familia de cinco personas necesitaría alrededor de 30.000 libras (286$) para asegurar sus necesidades nutricionales cada mes. Sin embargo, un salario estatal de segundo nivel no supera las 27.000 libras (257$). Esto significa que una familia de más de cinco miembros o quienes ganen menos de esa cantidad no podrán satisfacer dichas necesidades.

En el mismo contexto, el Programa Alimentario Mundial de la ONU publicó un reciente informe, en el que se decía que cuatro millones de sirios no pueden satisfacer sus necesidades nutricionales. El informe señalaba también que la producción de trigo ha disminuido de 4,5 millones de toneladas en 2012 a 2,4 millones este año.

La crisis social se profundiza como consecuencia de la destrucción de las instalaciones y servicios encargados de la producción. La guerra, que no discrimina a nada ni a nadie, está deteniendo el ciclo productivo, las exportaciones han caído en un 97%, lo que lleva a una carencia de divisas en el mercado.

La producción de petróleo ha disminuido a menos de 20.000 barriles al día. Muchos pozos han quedado destruidos o están bajo el control de partes no estatales que venden sus productos de forma ilegal. Se estima que las pérdidas en el sector petrolífero son de 4.000 millones de dólares.

Sin embargo, en la actualidad, las tasas de pobreza exceden cualquier expectativa, alcanzando al 80% de la población. Los ingresos del turismo, que aportaban anteriormente 8.000 millones de dólares al año, han desaparecido totalmente. El Viceministro para los Servicios, Omar Ghalawanyi, estimaba que las pérdidas en el sector público durante la crisis son de unos 7.500 millones de dólares. En el mismo orden de cosas, el Ministro de Industria, Adnan al-Sije, estimaba que las pérdidas directas e indirectas del sector industrial eran de 60.000 millones de libras sirias (570 millones de dólares) a finales del primer semestre de 2013.

Consecuencias en las cuentas del Banco Central

Además de lo anterior, se ha producido el impacto negativo de la caída de las reservas de divisas en el Banco Central. Antes de la crisis, el nivel de divisas existente fluctuaba entre los 18.000 y los 20.000 millones de dólares. Según informes recientes, se estima ahora en solo 9.000 millones de dólares.

El gobernador del Banco Central, Adib Mayaleh, negó las informaciones de que las reservas de dólares hubieran bajado hasta los 4.000 millones de dólares.

La crisis de divisas se multiplica a causa de las sanciones económicas internacionales contra Siria, que a su vez producen la desaceleración de la producción industrial, agrícola y de petróleo; la desaparición de los ingresos procedentes del turismo y la reducción del volumen de remesas en moneda extranjera de los expatriados. Esto unido a la especulación generalizada de las operaciones financieras de comerciantes, empresarios y casas de cambio.

Los especuladores no se limitan a sacar de contrabando del país las reservas de divisas -la suma sacada solo al Líbano es de alrededor de 11.000 millones de dólares-, sino que también juegan el papel de bróker entre el Banco Central y los importadores. En la situación actual, ese hecho es un grave error.

Dado que el único producto intercambiado por esas compañías es la moneda extranjera, además de la libra siria, y su única misión es financiar transacciones monetarias, lo natural es que empiecen a especular sobre la moneda siria en vez de financiar las necesidades de importación del país.

Por tanto, a las compañías de cambio de divisas no debería permitírseles financiar operaciones comerciales, que solo deberían llevar cabo los bancos legales. Debería también agregarse una tasa de cambio a las operaciones de compra de divisas con motivos no comerciales. Esto llevaría a racionalizar el uso de la moneda extranjera, además de restringir el movimiento de capitales y los billetes en moneda extranjera.

Las políticas monetarias y financieras del Banco Central deberían ir vinculadas a políticas estatales globales que limiten temporalmente la autonomía del banco y establezcan un control del Estado sobre su trabajo.

Política tributaria y colapso del orden moral

El deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de las familias sirias es también consecuencia de nuevos impuestos directos e indirectos. Las políticas tributarias benefician a inversores y comerciantes, que acaban controlando las vidas de la gente. Esto lleva a la profundización de la pobreza y a la agudización de las divisiones sociales. A pesar de la política de exención y bajada de impuestos a inversores y movimiento del capital, esto no ha ayudado a reducir la evasión de impuestos.

Antes de la crisis, alrededor de 7,4 millones de personas estaban clasificadas entre el umbral más alto y el más bajo de pobreza, constituyendo el 35,7% de la población. Hoy las tasas de pobreza superan todas las expectativas, abarcando al 80% de la población. Por otra parte, la tasa de desempleo supera la cifra del 55% de la fuerza laboral.

Estas transformaciones van de la mano del inicio de una gran decadencia social debido a la incapacidad de los ciudadanos para hacer frente de forma positiva a la nueva situación. La actual crisis y la caída de valores sociales y morales, sumado a la disminución de las capacidades legales de las autoridades, podrían llevar a un colapso social total.

Este artículo fue originalmente escrito en árabe

Fuente: http://english.al-akhbar.com/content/poor-get-poorer-syria