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Cronopiando

«…en su lucha contra el terrorismo»

Fuentes: Rebelión

habitual Suele ser la habitual coletilla de los medios cada vez que las circunstancias los empujan a informar sobre las canalladas del imperio y sus responsables. «Queda probado que la CIA, en su lucha contra el terrorismo, realizó vuelos secretos en Europa…» «El presidente Bush, en su lucha contra el terrorismo, confiesa que los informes […]

habitual

Suele ser la habitual coletilla de los medios cada vez que las circunstancias los empujan a informar sobre las canalladas del imperio y sus responsables.

«Queda probado que la CIA, en su lucha contra el terrorismo, realizó vuelos secretos en Europa…»

«El presidente Bush, en su lucha contra el terrorismo, confiesa que los informes que lo llevaron a invadir Iraq eran erróneos…»

«El gobierno de los Estados Unidos, en su estrategia antiterrorista, aprobó la existencia de un campo de prisioneros en Guantánamo…»

«Los más de 500 detenidos en Guantánamo como resultado de la lucha contra el terrorismo que libra Estados Unidos, en su mayoría, permanecen sin cargos…»

«El ministro de Defensa de Estados Unidos reconoció que, en la lucha que sostiene ese país contra el terrorismo, algunos soldados han podido cometer excesos…»

No importa de qué crimen se hable o de qué delito se escriba en relación a las hazañas bélicas de los Estados Unidos, siempre va a estar por delante la coletilla «…en su lucha contra el terrorismo».

Naturalmente, en la lucha contra el terrorismo todo es válido, incluso, el terrorismo, piensa el común de los mortales cuando escucha o lee que detrás de cada secuestro, de cada asesinato, de cada matanza, sólo había un fin tan altruista como humanitario: acabar con el terrorismo, preservar la paz del mundo. La Inquisición, en su lucha contra el pecado, loable fin, torturó y asesino a miles de personas en el mundo, hasta que el mundo comprendió que el único pecado era la Inquisición.

Y ya que los medios de comunicación no pueden esconder los hechos, al menos sí tratan de justificarlos, en la certeza de que ningún pretexto tiene más valor que la supuesta lucha contra el terror.

No se cuestionan la calidad humana de quienes mienten y matan al amparo de semejante cobertura moral, no les preocupa la identidad y trayectoria de quienes mejor representan el terror en el mundo, el terror con mayúsculas, todos los terrores. Cualquier delito del imperio y sus vasallos, por execrable que parezca, nos será justificado por la misma y reiterada coletilla «…en su lucha contra el terrorismo».

No importa cuántos desmanes protagonice la banda terrorista estadounidense y sus comandos en Iraq, Afganistán y otras partes del mundo; no importa cuantos terroristas liberados a nombre del Imperio practiquen el bombardeo en la nuca de ciudades y pueblos, los medios siempre van a hablarnos de presidentes y soldados, de operaciones y, en última instancia, de inevitables y repetidos «errores».

Lo dijo Martín Villa siendo ministro del Interior español: «lo nuestro son errores, lo de ellos crímenes». Y antes, creo que fue el presidente Roosvelt, también lo había afirmado sólo que con más cinismo, refiriéndose a Somoza: «Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta». Los dos trazaban pautas a los medios que nunca han dejado de utilizarlas.

Y es que los medios de comunicación, en la redacción de sus partes de guerra, también cometen errores…»en su lucha contra el terrorismo», aunque a ningún periodista o locutor, por supuesto, se le va ocurrir en esos medios de comunicación la idea de redactar el último atentado de ETA subrayando «en su lucha por la libertad y el socialismo». Quien se atreviera a tanto, posiblemente, acabaría, además de sin empleo, sentenciado a 96 años de cárcel por el Foro de Ermua.

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