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Los sacerdotes y yo

¿Es España un estado aconfesional?

Fuentes: Rebelión

Parece ser que tras 30 años de democracia y con una Constitución que lo reconoce, la Iglesia y, lo que es peor, el equipo de gobierno de la Comunidad de Madrid, elegido democráticamente por los y las madrileños/as, aun no sepan que España es un Estado aconfesional. Si nos paramos a analizar por un momento […]

Parece ser que tras 30 años de democracia y con una Constitución que lo reconoce, la Iglesia y, lo que es peor, el equipo de gobierno de la Comunidad de Madrid, elegido democráticamente por los y las madrileños/as, aun no sepan que España es un Estado aconfesional. Si nos paramos a analizar por un momento el significado de «aconfesional», no hace falta irse muy lejos, véase el Diccionario de la Real Academia Española, para ver que su significado es la no pertenencia o adscripción a una confesión religiosa en concreto. Partiendo de esta base quiere decir que todo Estado aconfesional debe tratar por igual a todas las confesiones religiosas.

En primer lugar, ¿Por qué en un estado aconfesional en la promesa de cargo de los altos dirigentes políticos esta al lado de la Constitución la Biblia y el símbolo católico por excelencia de la crucifixión de Jesucristo? Implícitamente, con este acto simbólico, se esta poniendo de manifiesto que la Biblia tiene el mismo rango que la Constitución ya que si los altos cargos del Estado prometen el cumplimiento de sus funciones a través de la Biblia y no de la Constitución, tendrá los mismo efectos legales. Si la ley, y mas aun la Constitución, esta por encima de todo, al menos eso es lo que me han enseñado en mi carrera que estoy cursando, Derecho. Algo falla.

En segundo lugar, mucho me temo que Juan José Guemes Barrios, Consejero de Sanidad por la Comunidad de Madrid, y el Obispo Auxiliar de Madrid, Fidel Ferráez Vegas, ambos firmantes del Convenio de Colaboración entre la Comunidad de Madrid y la Provincia Eclesiástica de Madrid para la asistencia religiosa en los centros hospitalarios públicos dependientes de la Comunidad de Madrid, no han leído, no saben o no quieren saber el significado del adjetivo aconfesional. Digo esto porque en el apartado segundo de la cláusula tercera del presente convenio aparece esto: el Servicio de Asistencia Religiosa Católica, a través de sus legítimos representantes, formara parte del Comité de Ética y del Equipo Interdisciplinar de Cuidados Paliativos. Observamos como, desde el concepto de aconfesional, se rompe esta igualdad de trato por parte del Estado a todas las confesiones religiosas ya que, cualquiera después de leer este precepto del convenio, puede decir: bueno, y si a la confesión católica se lo permiten, ¿Por qué no pueden participar también la confesión protestante, musulmana, budista o evangélica? ¿No es España un Estado Aconfesional? Que rápido se nos olvidan las cosas….

Sin embargo, el tema va más allá, ¿Por qué una confesión religiosa que prohíbe el uso de preservativo en pleno siglo XXI al igual que el aborto puede estar en un Comité de Ética de cuidados paliativos? Es cierto que sus decisiones no son vinculantes (lo que faltaba vamos) pero no deja de ser cierto que tiene capacidad de influencia. Pero por otro lado, dice que textualmente que «formara parte». Ese «formara parte» significa que, en todo caso, estará presente en dicho Comité. Bueno, ¿y que pasa si quien necesita cuidados paliativos es ateo? ¿Porque tiene que participar un representante de una confesión religiosa en un Comité de Ética sobre cuidados paliativos sobre una persona que no cree en Dios? Vamos mas allá, pero ahora hagámonos la misma pregunta pero pensando que el paciente que necesita cuidados paliativos es de otra confesión religiosa (musulmán, judío, budista,..).

Por otro lado, no deja de ser curioso que en el apartado 1 de la cláusula tercera, dice una serie de actividades que comprenderán la Asistencia Religiosa Católica y Pastoral, y entre ellas se encuentra la siguiente: «Asesorar en las cuestiones religiosas y morales». Vemos que la religión católica quiere ser como Dios, omnipresente. Cuando se refiere con el verbo «asesorar», ¿asesorar a quien? ¿Al medico, a los familiares del paciente, al propio paciente? Si es al paciente o a los familiares, es absurdo porque en el convenio un poco mas abajo dice que formara parte del Comité de Ética de cuidados paliativos, es decir, que, implícitamente, ya que la cuestión no es que lo asesore o no lo asesore, sino que tiene capacidad de influencia en un Comité de se va a debatir si merece o no que sea tratado con cuidados paliativos. Si es a un medico, ¿En qué va a asesorar un sacerdote a un cura?

Entonces vemos que, por un lado nos encontramos, con que, una de las actividades de la Asistencia Religiosa Católica y Pastoral es «asesorar en las cuestiones religiosas y morales» y por otro, que formara la misma asistencia religiosa, en el Comité de Ética y del Equipo Interdisciplinar de Cuidados Paliativos. Bien, cuestiones morales y cuestiones religiosas son dos temas muy distintos el uno del otro, ¿Por qué se le da en este convenio el mismo trato y la capacidad de asesorar a un sacerdote sobre cuestiones morales? No obstante, ¿Dónde acaba el terreno de lo religioso y empieza el de lo moral?

Para acabar, ¿Cómo la religión católica, que ha apoyado a una persona que era «caudillo de España por la gracia de dios, viene ahora a participar en un comité de Ética sobre un tema tan delicado como los cuidados paliativos de una persona? ¿Qué pasa con la capacidad de decisión y la autonomía de la voluntad de las personas?

En fin, parece ser que si en un futuro hiciera mi vida en Madrid, y cuando tenga que morirme, tendré que sufrir en mi casa porque no me da la gana que un sacerdote tenga voz en un Comité donde se va a decidir que sea tratado con cuidados paliativos.