Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
En un plan discutido durante mucho tiempo se pudo ver que la mayor parte de la población de Gaza terminaría en el Sinaí, junto con millones de refugiados palestinos
Gaza ha sido el centro de intensas conversaciones a puertas cerradas en las últimas semanas mientras aumentaba la inquietud entre los estados árabes ante la crisis humanitaria del enclave costero.
Los palestinos están soportando un verano abrasador con pocas horas de suministro eléctrico al día, después de que la Autoridad Palestina (AP) de Mahmoud Abbas se negase a financiar estos servicios esenciales. Abbas está tratando de debilitar a sus rivales de Hamás que gobiernan Gaza y afirmar su propia autoridad.
En el fondo un plazo amenazador se acerca rápidamente. Está previsto que Gaza sea «inhabitable» dentro de unos años, según las previsiones de las Naciones Unidas. Su economía se ha visto quebrada por años de ataques militares israelíes y un bloqueo conjunto israelí-egipcio, su población es en su mayor parte indigente y sus acuíferos están cada vez más contaminados con agua de mar.
La creciente población de Gaza de dos millones de habitantes ya se está asfixiando en un pequeño trozo de territorio. En mayo el Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió de que Gaza estaba al borde del «colapso sistémico».
Israel tiene buenas razones para temer el futuro. Otra ronda de combates con Hamás y muchas bajas de palestinos de a pie dañarían aún más su imagen. Y tarde o temprano es probable que los palestinos comunes se levanten y derriben las vallas de seguridad que los encarcelan.
Por esa razón Israel y sus patrocinadores en Washington -así como los estados árabes- buscan un remedio desesperadamente.
Es en este contexto en el que los palestinos han estado reflexionando sobre la importancia de una serie de reuniones secretas recientes entre Egipto, Hamás y Mohammed Dahlan, un líder exiliado de Fatah y enemigo de Abbas. ¿Están allanando el camino a una solución permanente para Gaza que será en gran medida en los términos de Israel?
¿Presión sobre Egipto?
Una posibilidad, conocida por ser muy favorecida por Israel, sería diseñar la creación de un estado palestino en Gaza y luego presionar a Egipto para que se expanda al territorio vecino del norte del Sinaí.
Según este plan no sólo la mayor parte de la población de Gaza terminaría en el Sinaí, sino también millones de refugiados palestinos.
Atef Eisa, un periodista en la ciudad de Gaza, dijo a Al Jazeera que las reuniones entre Egipto, Hamás y Dahlan eran el tema principal de las discusiones en el enclave: «La gente entiende que Israel quiere que Gaza se separe permanentemente de Cisjordania. Se preguntan si el Sinaí podría ser una forma de lograrlo».
Las sospechas de un estado en Gaza-Sinaí no son nuevas. De hecho hay una fuerte evidencia de que Israel ha estado presionando agresivamente, junto con Estados Unidos, para crear un estado palestino en el Sinaí desde que retiró a sus soldados y colonos de la Franja de Gaza hace más de una década.
Ahora circulan rumores de que el plan del Sinaí se está reviviendo. ¿Están las estrellas alineadas para Israel? La Administración estadounidense de Donald Trump está abiertamente de su lado, Hamás está en su punto más débil de la historia e Israel está cada vez más cerca de Egipto y Arabia Saudí.
«No hay duda de que esto es lo que Israel quiere que suceda», dijo a Al Jazeera Shawqi Issa, un analista palestino y exministro del Gobierno en la Autoridad Palestina.
Issa cree que Israel está ahora firmemente decidido a convertir a Gaza en el estado palestino, como parte de una solución regional que también podría contemplar a las ciudades palestinas de Cisjordania, que actualmente están bajo el cargo de Abbas, y que finalmente caerán bajo la responsabilidad jordana.
Pero esta solución regional -lo que Israel llama su estrategia de «afuera hacia adentro»- depende de la ayuda egipcia. «La principal dificultad con la opción del Sinaí es disipar las preocupaciones egipcias», dijo Issa. «Israel y Estados Unidos sólo pueden manejarlo como parte de una drástica remodelación de todo Oriente Medio».
Plan «Gran Gaza»
El plan requiere que El Cairo acepte un compromiso humillante de su soberanía mediante la entrega del territorio en el Sinaí, posiblemente en un intercambio de tierras israelíes en el Neguev. También socavaría las demandas árabes de larga data de que un estado palestino se haga realidad en la histórica Palestina.
Pero lo más importante es que el régimen militar de Abdel Fattah el-Sisi está preocupado por la expansión de la influencia de Hamás en el Sinaí, que fortalece el apoyo a la Hermandad Musulmana de Egipto, la organización hermana de Hamás y los principales opositores al Gobierno de Sisi.
Sin embargo, el alcance de la oposición de Egipto está lejos de ser claro, especialmente teniendo en cuenta que puede estar enfrentando una fuerte presión de la Administración Trump y los estados del Golfo liderados por los sauditas para aliviar los problemas de Gaza.
De hecho, en 2014, los informes de medios israelíes sugirieron que Sisi pudo haber acordado ceder a Gaza 1.600 kilómetros cuadrados en el Sinaí, ampliando el tamaño del enclave cinco veces. Esto acordaría con la visión de Israel de un estado palestino desmilitarizado que llama «Gran Gaza».
Según los informes reportados, Abbas habría rechazado el plan de inmediato.
No es sorprendente que los funcionarios egipcios y palestinos negaran públicamente los informes. No obstante, Abbas y sus funcionarios parecían corroborar posteriormente algunos aspectos de la historia.
En una reunión de los leales de Fatah en agosto de 2014, Abbas dijo que un «alto líder en Egipto» le había dicho: «Se debe encontrar un refugio para los palestinos y tenemos toda esta tierra abierta».
Una semana antes, dijo a la televisión egipcia que el plan israelí había sido «desgraciadamente aceptado por algunos aquí [en Egipto]… No me preguntes más sobre eso. Lo hemos abolido.
Abbas no fue claro acerca de si se trataba de una referencia a Sisi o a su predecesor, Mohamed Morsi, quien encabezó brevemente un gobierno de la Hermandad Musulmana antes de ser removido por el ejército egipcio.
Al mismo tiempo un informe en el periódico árabe Asharq Al-Awsat, con sede en Londres, señaló por cuánto tiempo se pudo estar gestando el plan del Sinaí. Un asistente de Hosni Mubarak, el presidente egipcio hasta que fue derribado en 2011, citó al exlíder diciendo: «Estamos luchando tanto con EE.UU. como con Israel… En un año o dos el tema de los campamentos de refugiados palestinos en el Sinaí se internacionalizará».
Netanyahu, consejos de aliado
Las indicaciones de que el plan del Sinaí pudo haber sido revivido a un alto nivel han venido de Ayoub Kara, un ministro del Gobierno y aliado del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
En febrero, poco antes de que Netanyahu y Trump se reunieran en Washington, Kara tuiteó que los dos líderes «adoptarían el plan de Sisi de Egipto. Un Estado palestino en Gaza y el Sinaí».
Kara añadió que esto proporcionaría una solución regional del tipo que los funcionarios de Netanyahu y de Trump han planteado recientemente: «Así es cómo pavimentaremos una trayectoria a la paz, incluso con la coalición sunní [de los estados árabes]».
Los funcionarios egipcios volvieron a emitir negaciones apresuradas. Pero las declaraciones de Kara provocaron tanta alarma que un grupo de destacados abogados egipcios presentó una demanda contra cualquier medida tomada por El Cairo para reasentar a los palestinos en el Sinaí.
En lo que podría considerarse como un precedente territorial, el Parlamento egipcio aprobó el mes pasado la transferencia de dos islas, Tiran y Sanafir, a Arabia Saudita a cambio de miles de millones de dólares de inversiones en la difícil economía egipcia.
Solución regional
Hay buenas razones por las que Israel puede creer que todas las piezas están cayendo en su lugar para concretar un estado palestino, en su mayoría fuera de las fronteras de la histórica Palestina.
Hamás está en su punto más bajo de caída, con funcionarios israelíes hablando del movimiento «luchando por su vida». Después de que Egipto y Arabia Saudita se movieran para dejar de lado a Catar y el apoyo de Turquía, Hamás ya no tiene amigos.
La zanahoria para Hamás de una Gran Gaza sería la oportunidad de gobernar un territorio mucho más sustancial, resolviendo la crisis humanitaria del enclave y rehabilitando el movimiento islámico a los ojos de la comunidad internacional.
Naji Shurrab, un científico político de la Universidad Al-Azhar de Gaza, dijo al periódico Jerusalem Post que la creación de un estado palestino en Gaza sería el primer paso, y que también se incluiría el territorio en el Sinaí, una vez que se abordaran las preocupaciones de seguridad egipcias.
Israel ha salido al público con sus estrechos lazos de seguridad con Egipto y con el otro Estado regional clave árabe, Arabia Saudita. Los dos comparten la preocupación de Israel por reducir la influencia de Irán en la región y parecen estar priorizando esa alianza sobre la causa palestina.
Las indicaciones son que la Casa Blanca se está involucrando vigorosamente en la diplomacia de punta con Arabia Saudita, Egipto y Jordania para ayudar con lo que Trump ha llamado el «acuerdo final» para la paz.
La figura crucial de Dahlan
¿Qué hay de Abbas, que ha rechazado previamente el plan de la Gran Gaza?
Es mucho más débil de lo que era hace unos años y ha distanciado a Arabia Saudí y Egipto con su pelea amarga con Mohammed Dahlan, su principal rival dentro del movimiento Fatah y el hombre que los estados árabes quisieran ver sucederle.
Yoni Ben Menachem, un exoficial de inteligencia israelí, dijo al Canal 1 de Israel a principios de este mes que Sisi pretende derrocar a Abbas.
Dahlan ha estado viviendo en el exilio en Dubai, en el Golfo, según se informa, canalizando dinero de los Emiratos Árabes Unidos hacia Gaza y la Cisjordania ocupada para comprar popularidad e influencia política. Hay sospechas desde hace mucho tiempo de que Dahlan también está cerca de los funcionarios en Washington.
De hecho, Dahlan está emergiendo rápidamente como una figura fundamental, promovido por Riad y El Cairo. ¿Podría él ser la clave para desbloquear el plan de la Gran Gaza?
Durante las últimas semanas, una serie de reuniones secretas de tres vías entre Dahlan, Hamás y las figuras de seguridad egipcias han estado tratando de idear un nuevo acuerdo de distribución del poder en Gaza.
Los informes sugieren que Egipto aceptará reabrir el cruce de Gaza en el Sinaí si la seguridad es supervisada por los leales de Dahlan en lugar de los de Hamás. Según algunos informes, Dahlan puede incluso convertirse en primer ministro de Gaza, con los líderes de Hamás bajo su poder.
Hamás alienta a El Cairo
Hamás ha estado tratando de demostrar su buena fe creando una zona de amortiguamiento dentro de Gaza para evitar que los combatientes del Dáesh -que han estado atacando a soldados egipcios en el norte del Sinaí- utilicen túneles para encontrar refugio en el enclave. «Estas medidas sirven como un mensaje de seguridad para el lado egipcio», dijo a los periodistas Tawfiq Abu Naeem, jefe de seguridad de Gaza.
Lo que está emergiendo lentamente parece ser sospechosamente un proyecto del «Estado de Gaza».
Este arreglo podría asegurar a Egipto e Israel que la influencia de Hamás se puede contener y que el movimiento puede incluso ser capaz de ayudar en la lucha contra el Dáesh. Se espera que un Dahlan fuerte restrinja los esfuerzos de Hamás para rearmarse, evite el lanzamiento de cohetes contra Israel y bloquee cualquier alianza con la Hermandad Musulmana de Egipto.
Suponiendo que el modelo sea exitoso, y que Abbas probablemente desaparezca pronto, el plan del Sinaí podría ser presentado correctamente con Dahlan y Hamás manteniendo el orden en un estado palestino en el norte del Sinaí, patrocinado por Arabia Saudita y Egipto.
Todo esto podría venderse al mundo al acecho como un gesto supremamente humanitario para poner fin al sufrimiento de los palestinos en Gaza y en la región.
Sin embargo, la cuestión sigue siendo si Israel y los Estados Unidos pueden lograrlo.
Fuente: http://www.jonathan-cook.net/2017-07-25/is-gaza-sinai-state-a-possibility-for-palestinians/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.