Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Nadie está entusiasmado con la última escalada de violencia en Gaza, excepto, quizá, los belicistas de Tel Aviv y los traidores árabes y palestinos respaldados por los estadounidenses que harían cualquier cosa y llegarían a cualquier extremo para complacer a sus amos en Washington, D.C.
La Franja de Gaza se está convirtiendo dentro de Israel en una cuestión electoral central en un país profundamente amenazado por el extremismo político y religioso.
Los dirigentes políticos israelíes de derecha y de izquierda ya están prometiendo a la opinión pública judía que destruirán Gaza y asesinarán a una incontable cantidad de pobres habitantes de Gaza si son elegidos en las elecciones del 10 de febrero.
Se citó a Tzipi Livni, la dirigente del partido Kadima, afirmando el domingo 21 de diciembre que si se convertía en la próxima primera ministra israelí, destruiría el gobierno de Hamas en Gaza utilizando medios militares, económicos y diplomáticos.
Otros dirigentes israelíes han hecho afirmaciones similares que en verdad ponen de relieve los instintos caníbales y las tendencias patrioteras de los que está impregnada la mayor parte de la sociedad judía israelí. Después de todo, la experiencia demuestra que cuanto más racista, más criminal y más virulento se considera a un político israelí dado, más posibilidades tiene de ser elegido. En cambio, un político israelí que defienda un enfoque humano en relación a los palestinos como, por ejemplo, pedir que se levante el bloqueo similar a las tácticas nazis impuesto a un millón y medio de habitantes inocentes de Gaza, estará cometiendo un suicidio político. Este político sería denominado instantáneamente «judío que se odia a sí mismo», «amante de Hamas» o, incluso, «nazi».
Este contexto es esencial para entender la actual situación en Gaza ya que la descomunal maquinaria de propaganda israelí nos quiere hacer creer que Israel es la víctima de la agresión y los palestinos son los agresores.
Israel afirma hasta la náusea que el boqueo a Gaza similar a las tácticas nazis, que es una descarada violación del derecho internacional, es en respuesta al lanzamiento por parte de las guerrillas de Gaza de proyectiles caseros generalmente inofensivos conocidos con el nombre de Qassam.
Esto es simplemente una mentira descomunal. El bloqueo israelí a Gaza empezó inmediatamente después de que Hamas ganara las elecciones legislativas en enero de 2006 y su principal objetivo es castigar, tanto como sea aceptable internacionalmente, al pueblo de Gaza y a los palestinos en general por haber elegido a un gobierno a que Israel no le gusta.
Es más, algunos dirigentes israelíes admitieron entonces que Israel quería poner a dieta a los palestinos, una expresión eufemística que connotaba la subsiguiente y continua política israelí de matar de hambre y atacar despiadadamente al pueblo de Gaza de una manera muy parecida a como hicieron los nazis en el Ghetto de Varsovia en 1942-43.
Determinados a sobrevivir a pesar de un mundo intencionadamente cruel que predica derechos humanos mientras destroza vidas humanas, los habitantes de Gaza apelaron a todas y cada una de las personas del globo que quisiera escucharlos, pero en vano.
Fue sólo después de que quedó claro que Israel está diabolicamente determinado a destruir Gaza y a sus habitantes por medio de un lento proceso de exterminio cuando los gazatíes empezaron a disparar estar armas profundamente psicológicas que ocasionan muy pocos daños y raramente causan víctimas entre los israelíes.
En junio Hamas accedió a detener todas los «actos beligerantes y hostilidades» contra Israel a cambio de la reciprocidad israelí y del levantamiento del hermético asedio a la Franja que está destruyendo la economía de Gaza y causando la muerte de cientos de personas inocentes*.
Sin embargo, en vez de negociar de buena voluntad el acuerdo mediado por Egipto, Israel nunca levantó el asedio ni permitió que se volvieran a abrir los pasos fronterizos.
En palabras de un periodista de Gaza, Israel recurrió a la política de «estrangular Gaza hasta prácticamente la muerte» impidiendo que entraran en Gaza la mayoría de los artículos de consumo y productos, desde material médico vital hasta alimentos.
Más concretamente, desde el 19 de junio en que empezó la tregua hasta el 19 de diciembre en que acabó Israel violó el acuerdo de alto el fuego varias veces y mató a 49 palestinos.
Durante este periodo las facciones palestinas en Gaza no mataron a ni un solo civil israelí. Por lo tanto, uno siempre está movido a preguntar qué se supone que tienen que hacer las autoridades palestinas en Gaza cuando Israel les está diciendo con los hechos que sólo tienen dos opciones ante sí, o una agonizante muerte a consecuencia de un asedio criminal o ser asesinados y diezmados por el ejército de ocupación israelí.
Hace unos pocos meses este escritor desafió a un rabino de Cisjordania a que pidiera a su gobierno que acabara con el asedio a Gaza y permitiera una actividad económica normal entre Gaza y el resto del mundo. Le aseguré que si Israel diera ese paso, se detendrían totalmente todos los ataques y actividades hostile contra los asentamientos israelíes que bordean este territorio costero. Como era de prever, el gobierno israelí rechazó la propuesta y le dijo al rabino bastante lacónicamente que respetaban sus esfuerzos.
Por desgracia, a Israel se le permite seguir haciendo pasar hambre y matando a los habitantes de Gaza gracias a un mundo hipócrita cuyos dirigentes siguen dicéndole a Israel que «tiene derecho a defenderse» mientras ignoran completamente que también los palestinos tiene cuando menos el mismo derecho a la vida y a la dignidad humana.
¿Cuántos dirigentes occidentales han tenido el valor moral de visitar Gaza y ver sobre el terreno el holocausto a cámara lenta?
¿Cuántos dirigentes occidentales se han atrevido a expresar el políticamente inofensivo aunque equilibrado punto de vista de que Israel debería levantar el asedio a Gaza y entonces los palestinos acabarían con sus prácticamente inocuos ataques a Israel?
¿Por qué Tony Blair dice a Israel que tiene derecho a bombardear Gaza? ¿Acaso le es completamente ajena la existencia de un millón y medio de seres humanos a los que se obliga a vivir una situación que no es muy diferente de aquella a la que se tuvieron que enfrentar muchos de los judíos europeos hace varias décadas?
Y ¿qué ocurre con Sarkozy, que afirma representar la tolerancia occidental? ¿Qué ocurre con los dirigentes de los Estado de la Unión Europea?¿Acaso disfrutan observando cómo el pueblo de Gaza es atacado y asesinado salvajemente por el crimen contra la humanidad también conocido como Israel?
¿Han sucumbido a la ceguera e insensibilidad moral ante un Estado malvado que afirma ser una luz entre las naciones mientras que piensa, se comporta y actúa de una manera muy parecida a la de Tercer Reich?
Pues bien, todos ellos deberían avergonzarse. La Historia no será amable con vosotros.
*N. de la t.: Según fuentes médicas palestinas, el número de gazatíes muertos a consecuencia del embargo israelí ascendía a principios de diciembre a 270 personas. Véase http://www.rebelion.org/