Europa y el problema palestino

Queridos amigos:

Ya hace cuatro decenios que el Medio Oriente está en llamas y la sangre de gente inocente se derrama como agua. Hoy día, en vísperas de «la guerra de los Seis Días», en junio del 1967, que inició esta trágica era, es una buena oportunidad de preguntarnos qué puede hacer Europa para acercar la paz, qué ha hecho hasta ahora y, más importante aún, qué es lo que podría haber hecho por la paz y no hizo por miedo o incompetencia.

La comunidad europea no tiene la culpa del conflicto árabe-israelí, aunque algunos historiadores sostienen que todo comenzó en la época colonial europea. La comunidad europea no tiene la culpa pero tiene plena responsabilidad por lo que sucede en el Medio Oriente. Digo responsabilidad y no culpa porque la culpa de lo que sucede es nuestra, la de los protagonistas del conflicto, y en particular de Israel, que actualmente ocupa los territorios palestinos y oprime a sus habitantes. Pero los europeos tienen también responsabilidad por lo que hacen y en especial por lo que no hacen. La comunidad europea observa y calla. Para ser más precisos, la UE observa, calla y paga. Paga a través de la financiación de ONG que trabajan por la paz y ayuda humanitaria a la Autoridad Palestina. Dicha ayuda es importante, no la desacredito, pero hay que decir claramente que con esta ayuda económica la comunidad europea limpia su conciencia, le permite creerse que hace algo por la paz y le permite dormir bien, pero esta ayuda no contribuye a acabar con el conflicto. La ayuda humanitaria europea incluso fortalece la ocupación israelí, ya que está reponiendo constantemente los daños del ejército israelí y, con ello, libera a Israel de la responsabilidad por sus propios actos. Israel puede seguir destrozando cuanta infraestructura quiera ya que la UE volverá a reponerla. La pregunta es: ¿cuánto tiempo seguirá la UE solventando los daños de Israel? ¿Por qué la UE no puede pararse frente a Israel y decir claramente: ¡Basta! ¡No estamos dispuestos a seguir soportando estas barbaridades!. ¡No seguiremos pagando más por vuestros daños y háganse responsables por la crisis que ustedes mismos están causando!

Pero más serio es el papel que cumple la UE callando, y callar es permitir. El que calla se transforma en cómplice de los crímenes que ocurren cada día en los Territorios Ocupados. La UE sufre de un gran complejo de inferioridad y calla permitiendo que Bush imponga las reglas del juego. Europa tiene los elementos necesarios para presionar a Israel. El Acuerdo Económico firmado con Israel estipula claramente en el artículo 2, que cada parte de dicho acuerdo se compromete a respetar los derechos humanos. No cabe duda de que Israel viola día a día los derechos humanos de los palestinos, tanto en los Territorios Ocupados como en la misma Israel. ¿Porqué, entonces, no anula este acuerdo económico tan cardinal para Israel?. ¿Porqué no puede amenazar con anular este acuerdo, ya que si así lo hiciera, la simple amenaza ya haría efecto, y diversos grupos de interés presionarían para no perder los beneficios que este acuerdo les aporta?

Pero la UE no tiene agallas para presionar, ni siquiera para decir las cosas como corresponde. Un año atrás la delegación de la UE en Jerusalén redactó un informe en el que criticaba severamente la política israelí en los territorios ocupados y recomendaba explícitamente aplicar sanciones contra Israel1. Este informe causó pánico en Bruselas y los Ministros Europeos de Exteriores obligaron a dicha delegación a «enterrarlo» profundamente. Bruselas censuró este informe y prohibió su difusión por miedo a que complique las relaciones con Israel. Esto es una vergüenza, porque es una forma de apoyar la política israelí. Quién no esta dispuesto a presionar para acabar la ocupación se convierte en cómplice.

Pero esto no es lo más grave. Mucho más espinosa es la hipocresía con la cual Europa enfoca su actitud para con el Medio Oriente. En un articulo publicado por ni más, ni menos que Rodríguez Zapatero y Prodi, en diversos periódicos, El País, La Reppublica, el 20 de este mes de febrero, ambos escriben entre otras cosas que -«Será necesario convocar una conferencia internacional de paz cuando las circunstancias lo permitan«. Presten atención al término que condiciona la convocatoria de dicha conferencia de paz: «cuando las circunstancias lo permitan». Y la pregunta que quisiera hacerles a dichos destacados dirigentes es: ¿no creen que las circunstancias han llegado hace tiempo? Los palestinos sufren hambre, humillación, sus tierras son confiscadas y sus casas demolidas y para vosotros ¿todavía no se dan las circunstancias apropiadas para convocar dicha conferencia de paz? Puede que Europa tenga todavía tiempo para esperar- ¡el Medio Oriente no! A continuación ambos dirigentes afirman que- «Es evidente que la proliferación de crisis el Oriente Medio requiere una implición mayor de la Unión Europea para asumir una cuota mayor de responsabilidad en el mantenimiento de la seguridad de la región». Y nuevamente la pregunta que quisiera hacerles a ambos es ¿quién les impide implicarse más en el conflicto? ¿Quién les impide asumir una cuota mayor de responsabilidad? Ustedes no son dos activistas de una pequeña ONG, ¡sino dos líderes de países independientes! Si consideran necesario involucrarse mas en el Medio Oriente, ¡háganlo! ¡No sean hipócritas!

Más de una vez me explicaron diplomáticos europeos que la estructura de la UE es la que los paraliza, ya que toda decisión en política exterior debe tomarse por unanimidad. No cabe duda de que si así se maneja la UE no habrá ninguna posibilidad de hacer algo concreto contra Israel, pues hay países que no están dispuestos a criticar a Israel bajo ningún concepto. Pero por otro lado, cada país tiene la obligación de ser fiel a la idea de los derechos humanos. Hay más de una forma extraoficial de hacer escuchar su critica y presionar a Israel, aunque la UE prefiera mantener un perfil bajo. Hay más de un camino para ser consecuente con la conciencia y sortear los obstáculos burocráticos.

Por otro lado, cuando hablamos de Europa no nos referimos solo a los gobiernos europeos, sino también a la sociedad civil europea, ONG, sindicatos, estudiantes, que son una fuerza cada vez mas influyente en Europa y que desempeñan un rol sumamente importante en la solución del conflicto árabe-israelí. La sociedad civil europea puede cumplir dos funciones importantes: Una es presionar a sus propios gobiernos exigiendo una mayor intervención en el medio oriente. Otra es estar presentes en Palestina para testimoniar lo que sucede, expresar solidaridad con el pueblo palestino, y apoyar al movimiento pacifista israelí. Nosotros sabemos claramente que el gobierno israelí esta sumamente preocupado por la presencia europea en Palestina y hace lo posible por impedirla. El gobierno israelí esta sumamente preocupado por la imagen que presenta en el extranjero y por eso tiende a comportarse en forma más moderada cuando los observadores extranjeros están presentes. El gobierno es indiferente a la opinión pública local, pero todavía le importa la opinión pública internacional, por eso la presencia de la sociedad civil europea es sumamente importante. Instituciones italianas cumplen una importante función en Palestina y deben reforzarlas para que continúen con su importante y valiente labor.

Mas allá de dichas funciones quisiera formular una idea concreta más que la sociedad civil europea puede aportar. El Medio Oriente necesita hoy una fuerza internacional de observadores que patrullen en los territorios ocupados y velen para que el ejército israelí no cometa atrocidades. Si la UE no es capaz de mandar una fuerza internacional de paz al Medio Oriente, pues que la sociedad civil lo haga. Que se equipe una fuerza internacional de observadores civiles que vigilen y sirvan de amortiguador. Cada uno de vosotros puede hacerlo y cada uno de ustedes puede dar una gran aportación a la paz.

Por otro lado quiero expresar unas palabras de ámbito más filosófico pero no menos importante. Europa no es solo dinero y política. Europa es cultura, democracia, humanismo. Precisamente tres elementos que hoy escasean en Israel. La cultura israelí se ha convertido en una cultura violenta, nacionalista, derechista, fundamentalista. La democracia israelí está en crisis desde hace mucho, cuando cundió la creencia de que se puede ser «democrático a medias», mantener un régimen democrático para los judíos y un régimen militar para los palestinos. Esto es una falacia y hoy está claro que dicha postura desmoronó todos los pilares éticos y democráticos del país. A consecuencia de esto, el israelí de nuestros días perdió la sensatez, se olvidó de lo que significa llevar una vida normal, cree que lo natural es vivir en constante estado de guerra y se ha acostumbrado a vivir con miedo. Este es el mayor obstáculo a la paz, ya que si se pierde la esperanza deja de haber motivo para luchar por la paz. El israelí necesita volver a la sensatez y ese clima de sensatez del que hablo existe a corta distancia de sus costas. Tan sólo al otro lado del Mediterráneo. Europa puede aportar ese clima de normalidad que ha desaparecido de la sociedad israelí. Tiene que transformarse en una fuente de inspiración. Europa tiene que demostrar que así como ella superó los conflictos y naciones que hasta hace dos generaciones atrás se mataban cruelmente y hoy conviven en paz, también el Medio Oriente puede llegar a esa situación. Europa debe reforzar a los últimos restos de cultura humanista que sobreviven en Israel. Así como Europa financia infraestructuras de ingeniería, tiene que financiar infraestructuras culturales y morales. Europa debería pensar junto con los grupos pacifistas en cómo reforzar la cultura humanista y devolverles a los israelíes las ganas de ser un pueblo normal.

Amigos- El Medio Oriente está pasando por un momento critico- Estamos enterrados en un pantano del cual no podemos salir solos. Necesitamos urgentemente que alguien desde fuera nos ayude a salir de este círculo vicioso. ¡Hoy más que nunca necesitamos vuestra ayuda!